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miércoles, marzo 30, 2005

Eso que hace a Chilito tan especial

Me tocó ir al centro, necesito cerrar mi cuenta de ahorro en el BancoEstado y abrir la chequera electrónica. Con ella podré tener acceso a los cajeros automáticos Cirrus (que están en todo el mundo) y así podré tener acceso mis ahorros mediante un módico costo en UF a partir del quinto giro mensual.

El otoño llegó a mi ciudad, se nota no en las hojas de los árboles (que pocos quedan en Santiago centro), sino en el tráfico, la contaminación y las omnipresentes nubes grises. El ministerio de educación, ubicado al fondo de un callejón maloliente, parece en huelga perpetua, un manifiesto político de pura fealdad. Por Gotuzzo circula una corriente de aire insano, no es de extrañar entonces que mi compañera en el ascensor, completamente afónica, me pregunte subterránea y rasposa a qué voy al piso sexto.

Le digo que necesito ir a la oficina de Chilenos en el Exterior, "yo te voy a atender", me dice. Y me cuenta que viene atrasada, que tuvo que llevar a sus tre hijos al colegio, que los dos mayores están con gripe, y yo no hallo como decirle que mejor se calle porque ya me veo que se le revienta la laringe de tanto esfuerzo y me deja a mí entero salpicado.

No es que me importara mucho que me mancharan la ropa. Estoy en el centor de Santiago. Yo también ando vestido de gris. Es tarea de todos.

Malditos trámites, de la sede del Apumanque me mandaron al sitio web y cuando este no funcionó y llamé reclamando me mandaron a Gotuzzo, ahora Isabel me dice que tengo que hablar con Francisca en la sede de Moneda.

Llego allá, saco número y me paso 40 minutos leyendo "Shampoo planet" de Douglas Coupland.

Cuando al final llega mi turno pregunto, "tú eres Francisca?". La señorita me responde que no, que Francisca está al frente y que no hacía falta que sacase numerito o que esperara.

Menos mal que soy paciente y operado de los nervios y tengo la mañana libre.

Francisca es muy simpática, me hace firmar varios papeles, me hace contratar un seguro de vida y me pide mi tarjeta de cajero automático para luego cortarla en dos con una tijera.

Es el procedimiento regular, don guorry, me dicen que el martes puedo ir a buscar mi tarjeta nueva, mi tarjeta internacional.

Las puertas giratorias me vomitan a Santiagris, Santiasco, Santiago de las caras largas. Camino buscando un par de lentes de a luca con cristales azules que me hagan ver el mundo con tonalidades más vivas. Pero no tengo suerte.

Paso por el cine Hoyts de san Agustín, espero que estrenen "Saved" mañana, necesito verla.

Y cruzo la Alameda y tomo la micro. Y busco veloz quién es el más guachón de los pasajeros, son dos, están al fondo, me siento en el puesto libre que hay entre los dos. Uno parece procurador adolescente con traje dos tallas más grandes, el otro tiene pelo de comercial de bálsamo y eso que está vestido muy artesa.

Pero nada de esto importa cuando me percato del espectáculo que está ocurriendo en esta micro.

Un viejo sin dientes y con una guitarra está cantando en lenguas, o algo así, no se le entiende nada, pero canta con intención y emoción, como los Mars Volta.

Se larga un riff de campeonato y luego empieza en español a contar/cantar sus penas.

Resulta que le está cantando a una tal Julia, "Juuuulia, tu primer nombre es Julia; tu segundo nombre es Dora"

- "Juliadooooooooooraaaaaaa!"

Julia es una mala mujer, que lo engañó, un día la encontró en la cama..

- "Por qué no pudiste engañarme con mi mejor amigo?, por qué no acostarte con mi jefe?, o con mis primos traficantes? Julia, yo dejé la marihuana por tí, y voh, y voh, te acostaste con mi hermano!!!!!"

No les digo?, Intensa la canción. En la siguiente estrofa nos enteramos que el hermano era un ex carabinero, que cuando el llegó los pilló saltando por la ventana a poto pelado, pero que olvidó sus bototos. Mientras Julia se escondía bajo las sábanas. Juliadoooooooraaaaaa!!!!

-"Mi hermano era paco, pero ahora es chofer de la locomoción colectiva. Julia, cuando te vi, Julia, cada vez que yo te veo....te quiero hacer chupete (risas generales de los pasajeros de la micro) y aún más..."

La canción ya dura más de lo normal, vamos por los diez minutos, los pasajeros cambian y el cantante de micros se cambia de asiento cediéndole el suyo a viejitas y mujeres embarazadas. Mientras se mueve por el pasillo se manda unos solos de guitarra alucinantes. Intercalados con frases en inglés.

-"Hello, jaguar yu, I miss you. And the window, and the door. You breaking my heart. Oh Juliaaaa!!!!"

Y yo le comento a mi vecino leguleyo, "a este viejo le creo todo, todo lo que canta. Esa Julia seguro que es una perra".

Algunos pasajeros que se bajan intentan interrumpirlo para que reciba sus monedas, pero él está en un trance rockero y apenas si abre los ojos. Los pasajeros nos miramos unos a otros, incrédulos. No habrá alguna cámara indiscreta por aquí?

Y en eso nuestro rockstar delirante, creyéndose guitarrista melenudo (Richie Sambora?, Slash?), se mueve de un lado a otro de la micro con su instrumento, pega saltitos y termina el temón, (la comparación no estaba tan lejana) con un sostenido igual al de Axl Rose al final de "Don't Cry".

- AEAEAEAIAIAIAIaEeAIaeaeaeaaiaiiaiaiaiai!!!!!!

Los tres guapetones del asiento de atrás prorrumpimos en aplausos estruendosos. Ídolo! Ídolo! Grande Jimmy! Buena Juan Gabriel!!!

Le doy $500, pero eso no es nada, el universitario artesa con pelo Sedal le da su sandwich envuelto en una bolsa. Se habrá ido con tres lucas, mínimo.
Otros le dan consejo, que le de el filo a esa mina, que no vale nada.

Adorable el rockero desdentado, adorable Santiago y feo también, en otoño, con las narices congestionadas y la voz gastada y la ropa sucia y las ganas de irse.

Irse y recordar con nostalgiua y complacencia detallitos como este.
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lunes, marzo 28, 2005

Barro sobre ruedas

Supongo que el aprender a guiñar el ojo izquierdo fue una señal profética de más y más cambios por venir. Me gusta, me gusta adquirir nuevas habilidades, y estoy demasiado feliz porque pasé el examen de conducir y mañana me entregan la licencia.

Ahora, como le decía a mi amiga V., no más me falta aprender a dormir hasta tarde, aprender a comer ostras, aprender a dormir junto a alguien en la misma cama, aprender a chiflar fuerte, tener una relación de afecto mutuo y sexo con amor para ser una persona normal. O con problemas normales.

El examen lo di en la Municipalidad de La Reina, así que tuve que subir un par de kilómetros por Larraín. La misma ruta que hice en bajada y borrachito después del matrimonio de la Belén.
Llegué muy temprano, y no sabía donde ir, así que me pasé una hora y media leyendo el cuestionario y memorizando las preguntas. Cuando ya empezó a llegar más gente los seguí y saqué el número, quedé tercero. Ya en la oficina de tránsito me daba vergüenza seguir con las preguntas y respuestas, así que saqué a Bridget Jones del maletín. Ella encerrada en una cárcel de mujeres en Tailandia, yo esperando junto a varios lolitos de 17 que nos acreditaran para el siguiente paso en la evolución humana, el homo urbanus viator automovilis.

Llega mi turno, la secretaria me pregunta "Es usted residente de la comuna?", mientras persigue con la mirada a un invisible pez volador.
Yo le digo que sí, y le doy la dirección de mi tía Yeli tratando de sonar como nativo de la Reina, aunque no hay necesidad, ella escribe mis datos sin mirarme a los ojos una sola vez. Luego me entrega un papel y me manda a la caja a pagar las quince lucas, es más barato acá que en Providencia, y se supone que es incluso más fácil.

Paso 2, la foto. Lo que me recuerda que quiero cambiar mi carné de identidad porque en la foto que tengo parezco traficante de hachís marroquí. Gracias al corte de pelo del otro día salgo en la foto como si tuviera 17 años y hubiera faltado a clases en el Grange o el Altamira por venir aquí.

Mmmm, me pregunto cuántos alumnos del Grange o el Altamira parecen traficantes de hachís marroquíes en su foto de carné.

Paso 3, examen sicotécnico. Al encargado de las priebas de habilidad parecen gustarle los marroquíes (terminar con esta absurda comparación). Me recibe con una sonrisa, me trata de campeón y me celebra cuando termino el circuito en la mitad del tiempo requerido. Me dice que no hay necesidad de que me pruebe en la máquina ésa de pinchar discos, pero yo le digo que es mi favorita y que me deje intentarlo por favor. No me equivoco ni una sola vez. El encargado me celebra y me trata de campeón otra vez (whick kinda gets me horny) y yo pienso en saltar al otro lado de la mesa y bajármelo ahí mismo al encargado (que no está nada de mal), salvo que no puede ser porque debo pasar al test siguiente.
Test visual: Maldición, no distingo bien las letras de la última fila. Y en la segunda me dicen que mi visión es de 70% en el ojo izquierdo y 100% en el derecho. "En los seis años que vienen debería consultar a un oculista".

Paso 4: Examen teórico. Muy modernillo todo, hay que pulsar las respuestas en la pantalla sensible del computador. Me tocan dos preguntas de alternativas donde las alternativas son 4 y la instrucción indica "marque 4". Al final me equivoco sólo en 3 preguntas, aunque no pude saber cuales porque se cayó el sistema. En todo caso con 3 malas igual paso y ahora sólo falta el

Paso Final: Examen práctico. El instructor de la escuela nos reúne a los lolitos y me toca a mí ser el segundo por orden de llegada después de una rubia que todos comentan comió mucho pollo con hormonas. Me subo al Peugeot, reviso los espejos, me pongo el cinturón, me fijo que la pierna izquierda pueda controlar bien el embrague. Pero dónde está la llave?

La llave se la llevó Dolly Parton, todos llamando a su celular. Regresa corriendo estilo Baywatch, Pamela Anderson en jumper y sonrojada. Al menos eso me asegura que el examinador esté de buen humor.

Ahora sí, sacamos el auto, mi control del vehículo es envidiable, bajo por Larraín, doblo a la derecha por Carlos Ossandón. El examinador me dice que voy bien, pero que olvidé de pedirle a él que se pusiera también el cinturón de seguridad, y que ese es mi deber como conductor bla bla bla. Tomo Simón Bolívar, señalizo siempre, miro por los espejos, hago los cambios según la velocidad. Viene un resalto, lo paso en tercera pero a 25 Kmph, me llega reto "los resaltos siempre debes pasarlos en segunda".
Pero son detalles, sé que lo estoy haciendo bien, subo por Onofre Jarpa y llego a Álvaro Casanova, me deslizo entre los moteles y los ciclistas. Llegando a Talinay me acuerdo de las veces que yo me tiré en bicicleta por la pendiente a toda velocidad, trato de doblar lento, bien pegado a mi pista, mirando hacia el cerro, me cuneteo, maldición! Pero al menos recuerdo no embriagar en bajada.

Regreso por Las Perdices, todo bien hasta que llegamos a la municipalidad y me piden que doble, hay dos posibles entradas, será la segunda, me digo y continúo.
El examinador me grita, pero doble!, no me escuchó!?, y claro, doblo demasiado encima, casi casi le doy un topón a una grúa, y luego nervioso olvido como detener el vehículo sin que se apague el motor. Mal. Todo mal. Pero el examinador anda de buen genio, y me dice que puedo pasar a buscar la licencia el martes. Yo busco con la mirada a Luciana Salazar para darle las gracias, pero ya se ha ido.
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viernes, marzo 25, 2005

Una pizca de farándula

En caseta, cubriendo a Gaspar durante su media hora de colación-cena, un Volkswagen se acerca por la rampla.
Mucho famoso viene al hotel, el otro día casi me di un cabezazo con Mey Santamaría. Pilar Jarpa y Mane Swett suelen venir a hacer sesiones de fotos. No faltan tampoco los autos de senadores, o los miembros del club de los viernes. Esta vez quien estaba atrapado dentro del autito tras la barrera era el escritor Pablo Soyminetti.
Es muy alto Soyminetti, pienso que debería comprarse un auto más grande. Aunque luego eso de tener auto grande hace rato que es como cosa de minas (lo mismo que la adicción al tabaco). El caso es que de qué sirve declararse publicamente gay si no ayuda a superar absurdos prejuicios de género?
-Buenas tardes señor Soyminetti, como le va?, viene al bar? perfecto. Puede usted estacionar su vehículo desde el piso -3 hacia abajo, tome este ticket y traígalo timbrado cuando salga para que así no le cobremos parking ($600 la hora o fracción). Los clientes del bar o del restorán no pagan estacionamiento. Parece que tenemos convención de escritores esta tarde.
- (sorprendido de que lo llamase por su nombre) Te avisaron qué venía? cómo supiste?
- (intrigante) Tengo buena memoria, nada más.

De más que como escritor Soyminetti no gana tanto que como ingeniero de la elite, o de más que entre escritores no está bien visto ser ostentoso, de ahí el autito, porque Soyminetti es DINK de Zapallar, o sea igual podría tener algo más espacioso.

Me tinca que es por un asunto de low profile, todo lo contrario a Marx Marambio, con su Chevrolet Roja ultraúltimo modelo, que parece batimóvil comunista con esteroides. Marx Marambio, el superhéroe del Red Set. Cenando con María Gracia Súpercaseux.

Más tarde, de vuelta en el lobby, Soyminetti se aparece acompañado de Jaime Baylío y Luis Cobayo. Jaime, que ya me reconoce, me pide si acaso le puedo conseguir un timbre a Soyminetti. Voy donde el conserje y regreso triunfador. Aquí tiene.

- "Disculpa, Barro". Me dice Baylío, "me picaste la curiosidad, qué otro escritor se está quedando en el hotel?"
Yo los miro a los tres y les digo, "les parece poco?, si ustedes 3 son escritores publicados". Cobayo se azora, feliz de pertenecer al club a tan tierna a edad y recibir el mismo trato que su amigo.

Me dan las gracias por lo del tiembre y ya empiezan a irse cuando suelto al aire, así como si nada:
- "Bueno, el señor Martin Amis está en la 304"

-"¿Quée?" Dicen Baylío y Soyminetti a coro, mientras Cobayo se pregunta quién es Martin Amis.

- "No, era broma", los decepciono.

- "Eres cruel con nosotros, Barro", me dice el peruano, pero es evidente que se trata de un cumplido.

No estuvo mal, eh? Siento haber dejado bien en alto al gremio de los botones. Botones que algo saben de literatura. Botones que con un poco de humor combaten la envidia que provoca ver a estos dandies de la literatura gay tomando tecito con María Gracia y Juanito Yarur, tratando (sin suerte) de espiar alguna conversación interesante entre cada abre y cierra de las puertas.
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jueves, marzo 24, 2005

Something borrowed

Otro día libre, día para devolver a E.M. Forster ("Where angels fear to tread") y pedir prestado a Joaquín Edwards Bello ("Criollos en París").
Día para cambiar dólares, aprovechando que el dólar subió un poco.
Día para caminar por Providencia con un agua mineral Mont Blanc sabor a limón de pica, buscando en Nostalgic, Orange y Sonik una polerita pa'l concierto de Placebo en la Estación Mapocho.
No luck buscando la dichosa polerita.

Día para cortarme el pelo, no hay que esperar a que los supervisores le llamen la atención a uno.

Mal, soy un maldito traidor. Cuando postulé a la pega de botones le prometí al peluquero que si conseguía el trabajo volvía con él, pero Escuela Militar está lejos, y quien sabe, tal vez esta señora por 4 lucas me deje minísimo, como siempre he soñado, voy a probar.

30 minutos y 4 lucas después: He quedado pernísimo como siempre, listo para entrar a 5º básico, al menos el masaje capilar estuvo rico.

Con Devil's haircut reinstated menos me lucían bien las poleras. Suerte que caminando me encuentro con none other que Pablo Rockstar en bicicleta.

- Te invito a comer a mi casa. Estoy cagado de hambre.

Así que a su casa partimos, luego de comprar quesos en "El mundo del queso". La dura que a Santiago le faltaba una tienda especializada como esa.

Rockstar es un tipazo. Y no me cabe en la cabeza como es posible que al igual que yo él nunca haya tenido un pololo. Si es guapo, tiene una vida social de lo más activa, y tiene licencia de conducir, y le prestan el auto, y trabaja en lo que estudió (es talentoso el cabro), y tiene mucha onda, y hace ciclismo y natación.

De hecho, a todas mis amigas les encanta Pablo. A Jeff también.

Y ahora en su departamento, convertido en Rodrigo Baranhao, preparando para los dos una ensalada de espinacas con salsa de mostaza y yogurt, salpicada de soya beans, pasas y queso parmesano.... Uf!

Ñami.

Pablo me dice "mira las cosas que hago pa' salir en tu blog".

Le dije, "Pablo, si no fuéramos amigos tú y yo (y por ende si no fuera medio incestuoso siquiera sugerirlo), te aseguro que estaría pensando ahora cómo llevarte a la cama."

Igual sonó a incestuoso el comentario.

Pero mi amigo estaba de acuerdo, un hombre que sabe cocinar es algo muy sexy.

Por qué no hacerle caso a Jeff y tirar con Rockstar? Porque claro, Jeff en esto no tenía la menor idea de nada. Con mi amigo Rockstar ya estamos bien al tanto de la ceguera que provoca la testosterona, y de los juicios implacables que aparecen pasado su efecto. Supongo, aunque en todo caso, hablo sólo por mí, que es mejor bancarse una posibilidad no realizada de sincronía que una certeza tóxica de saber que en el fondo no nos gustamos.

Además, para qué arriesgarse si la amistad funciona tan re bien.

Rockstar me prestó una polera para el concierto de Placebo. Una polera con unos colores insólitos que me genera la ilusión de que me veo fenomenal. Dejando de lado el corte de pelo.
- Te gusta? te la regalo!
- No, no, no. Préstamela no más

Y es que yo digo, ya que me voy de viaje a Europa, mi novia de la infancia, que no está mal irse llevando en la mochila algo nuevo, algo azul y algo prestado.

Aún me falta algo azul, una toalla azul tal vez, o una capa azul impermeable.

Lo demás ya está listo.

Y ahora que se acabe pronto el día libre, que tengo que trabajar para recuperar la plata del concierto.
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miércoles, marzo 23, 2005

Funky elevator

El apagón me encontró tratando de bajar del piso 6 al lobby junto con la señora Oreja, de procedencia ignota, aunque casi siempre que no sé distinguir de qué lugar del mundo son por el acento o el apellido resultan ser estadounidenses, así que tal vez era gringa.
La señora Oreja me dijo que una vez le tocó estar una hora y media atrapada en un ascensor.

No fue el caso, el Savoy dispone de generadores de emergencia y en menos de diez segundos el ascensor recuperó la marcha y llegamos a nuestro destino.

En el lobby, la señora Auchincloss y su hija (mis amigas de Park Avenue), estaban aterradas. No se atrevían a subir al ascensor (pese a que necesitaban urgentemente cambiarse de zapatos) y le estaban colmando la paciencia a mi jefa italiana. Bastó que me vieran, claro, para que le dijeran a ella "we'll go up with Barro, we trust Barro".
- "And you don't trust me?", dijo la italiana
La señora Auchincloss y su hija hicieron gala de su buena educación no respondiendo a esa pregunta y subiéndose al ascensor conmigo.

Yo les dije:
-"Are you sure you wanna take this elevator?, you know, it acts a bit funny" (el tercer ascensor, que es en el que estábamos, tiene duende, es decir se cierra muy rápido sobre quienes entran, a veces las puertas se vuelven a abrir hasta 3 veces antes de partir, y luego cuando uno quiere denunciarlo a los técnicos, se comporta correctamente como si nada).
- "Yeah, we know, this is the funky elevator!", me dijo la señorita Auchincloss, con actitud acorde.

-"Funky?, gee, that's cool. I used to present it as Tricky elevator, or Wicked elevator. But sure Funky is way funkier"
- "Those ones work as well", señaló Madame, con su imperturbable sonrisa que me hace pensar que a) me está considerando como posible mayordomo de su lujosísimo piso junto a Central Park, o b) me está calibrando como posible hot latin lover for the holidays. Ambas posibilidades me parecen muy halagadoras, huelga decirlo. Y el señor Auchincloss?, baste con decir que se parece un poco al príncipe Rainiero. Por lo viejo más que por lo principesco.

Se muere Rainiero o se muere el Papa primero?, la difunta Gladys todavía no se ha cobrado de los dos muertitos suplementarios que le corresponden por mito popular. O tal vez haya cambiado dos difuntos por un desaparecido, en este caso Paul Schäfer.

Pero no, no es en eso en lo que pienso cuando salgo del funky elevator (que hace amago de abrirse, una, dos, la tercera es la vencida)y regreso a mi puesto junto a las puertas que nunca se cierran, las puertas de la entrada del hotel. En lo que pienso es en esa noción de que renovamos la totalidad de las células de nuestro organismo cada siete años. Pienso en eso porque recién en el baño, después de lavarme los dientes logré guiñar un ojo. Nunca había sido capaz de hacerlo y por un momento me asustó. Quién es ese botones que me mira del otro lado del espejo? Resulté ser yo, que de la nada he adquirido la movilidad del músculo a cargo de guiñar mi ojo izquierdo. No es un guiño ni sexy ni sutil todavía, pero ciertamente califica como guiño, y supongo que podré irlo mejorando.

Es un guiño medio funky, por ahora.

Así cambia uno, cambia todo cambia, pronto tendré licencia de conducir. No me ha resultado tan difícil manejar como pensaba. Las células se renuevan como se renuevan los celulares y es grato tener habilidades nuevas y polifónicas. Pienso en cuáles encargar para la siguiente tanda, algo extrasensorial, telekinesis, telepatía, definitivamente.

Por mientras afuera la jornada laboral se ha dado por concluida prematuramente y la calle está repleta de gente que espera a que el Metro renueve su servicio. Los aviones de la FACH circulan atronadores en su aniversario y los huéspedes preguntan qué clase de fiesta o carnaval estamos celebrando los chilenos. Otros que ya saben del apagón general se las dan de carboneros y me dicen, son los argentinos!, seguro que los argentinos tienen la culpa! Los cortes de gas!

Muchos huéspedes no se han dado cuenta de nada, y luego alegan porque la conexión a internet no funciona. Entre ellos cierto escritor peruano que llegó con su boy toy. Lo saludé (al boy) por su apellido y sonrió feliz sintiéndose famoso. Más tarde llegó Juanito Yarur en su Porsche a buscarlo, supongo que sí es famoso el pendejo. Maldito, es más joven que yo y más alto que yo. Creo que la próxima vez voy a confundir su apellido. Usted era Pablito Ruiz, cierto?

Todo sigue en perfecto orden mientras afuera es el caos total. Claro que es un asunto de apariencias. Los ascensores de pasajeros están funcionando OK, pero de los que transportan a las mucamas, servicio a la habitación e ingeniería sólo hay uno operativo y está colapsado. Orwell cuando trabajó de steward en un hotel parisino contaba que todos despreciaban a los botones, porque éstos querían ser iguales a los huéspedes, se movían por donde estos se movían, les conversaban y les recibian propinas libres de impuestos. En esta tarde de locos, cuando me topo con alguien de las castas más bajas del hotel, y me miran con instintivo desprecio, pienso que Orwell tenía nuevamente razón.

Pero no llega a tanto, coqueteo con absolutamente todo el mundo y en general me tienen buena desde lavandería hasta seguridad. A veces me paso rollos.

Me paso rollos con el pianista, a quien todos lo tratan de gay. Y a quien le pregunto si se sabe el tango "A media luz", después de pensar por veinte minutos una canción que tuviera que ver con un corte de luz y no fuera la de Yuri. Ahí está!, maestro!, "A media luz", lástima que sólo yo y una par de abuelitas en el salón de té podamos disfrutar del muy apropiado temazo.

Trabajar en un hotel debe ser parecido a navegar un crucero, se puede hacer agua por muchos lados, pero hay que mantener la calma y hacer como si todo fuera normal. La responsabilidad recae en la tripulación entera, y aún cuando uno está de permiso en el muelle la preocupación sigue, ¿seguirá a flote? Habrán aparecido las maletas del francés de la 304?

Así me siento con mi pega, me preocupa que el negocio ande bien. Sentimiento inédito. Nunca me importó que el colegio anduviera bien, o la universidad, o el canal, o la revista. Acá en cambio si veo una hilacha botada en el pasillo, la recojo y la boto más adelante.

Y vuelvo al Funky elevator, que suele ser el primero de los 3 en llegar al llamado. Debo ir a buscar al piso 13 un par de zapatos que debo lustrar.

Me subo adentro, las puertas se cierran altiro, subo raudo, sin interrupciones. Muy funky este ascensor será, pero sabe bien como comportarse cuando la ocasión lo amerita.
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lunes, marzo 21, 2005

Fomingo

AM dice que a veces duda de mi pega y de mis historias. A mí me parece un comentario fabuloso, que casi califica de piropo. Me explico. Uno como periodista aspira a decir verdades y tener credibilidad, luego como periodista sin pega termina uno trabajando en RR.PP. diciendo cosas que uno sabe no son ciertas pero nuevamente aspirando a que los demás te lo compren.
Por ende, escribir cosas de verdad y que no me crean, es la antítesis absoluta de las relaciones públicas. Lo cual me hace sentir que algo me queda de integridad profesional, aunque esté dedicado a cargar maletas y escribir un blog en los ratos libres.

Villouta se ha lanzado definitivamente con su blog, y como es famoso se llenó de comentarios altiro. El otro día leí su evangelio sobre el amor y el sexo y me provocó muchos sentimientos encontrados. De más que sí, de más que tener sexo con alguien a quien amas debe ser épico. Y demás que eso afecta a la valoración que uno pueda hacer de una vulgar encamada de una noche (one night stand shag), pero nada, never been there. O cuando he estado allí sucede lo de siempre, que la dirección se entorpece, los frenos no funcionan, no hay manera de controlar el vehículo y me estrello patéticamente en una relación platónica que dura por años y que a todas luces apesta, aunque en el momento sea difícil percatarse de eso.

Así que un brindis por one night stand shags everywhere, un brindis porque ellas me han evitado ser un misántropo resentido. Porque gracias a la testosterona y sus efectos he podido compartir momento de intimidad con muchas personas con las cuales se mantiene un lazo ligero y un poco turbio pero un lazo a fin de cuentas. Y me gusta saber que he hecho conexiones con mucha gente en esta vida, como invertir en multitud de fondos mutuos en vez de en una gorda cuenta de ahorros que en algún momento entra en default.

Y en verdad, tampoco le creo gran cosa a Smug Villouta, él tiene una imagen pública y una hermana chica que le lee y una cierta dosis de responsabilidad moral, y tal veces siente la necesidad de decir cosas que suenen bonito. El hecho es que el tal Devil es en verdad minísimo, y cualquiera se enamorisca de un galán tal (en serio es igualito a Chris Martin). Uf, si publicara aquí las cartas que le mandaba a Eduardo en esos años aquellos...pero no, no lo voy a hacer. Dignidad ante todo.

Ahora, breves de la semana:

- Estoy leyendo "Bridget Jones: The edge of reason", extraordinario el librito. Mejor que la película, pa' recagarse de la risa y aprender coloquialismos british. Lo estoy leyendo en inglés, por supuesto. (P.D.: En el matinal del 13 hay una tal Carolina Reyes, que hace notas a lo Bridget Jones, así clueless total, preocupada de que su ropa se vea bonita más que de centrar el micrófono en el entrevistado, y creo que es una apuesta coherente y bien maquinada, el camarógrafo le hace close-ups a su trasero cada vez que la oportunidad aparece, y la oportunidad aparece su buen poco)

- Salí el domingo con Maca y Ricardo, que andaba de mal humor. Los llevé caminando al jardín japonés, tuve que prometerles un danky a cada uno antes, así de aburguesados están que ya apenas caminan, en el pasto inclinado del japonés leímos nuestros libros (yo Bridget, Ricardo Bolaño, Maca "Fear of flying", ese fue el que le regalé, de Erica Jong), mientras en el cielo daban vueltas enfiestados los aviones de la FACH y detrás nuestros un par de codornices hacían carreras.
Después bajamos, jugamos taca taca (5 pelotas por $100). Luego fuimos a Chucre Manzur a ver teatro ("Juana", muy muy buena). Y en defnitiva fue una tarde excelente de domingo.

Domingo entretenido, de fomingo nada.

Fomingo, el otro día le trataba de explicar a una gringa que los domingos son días muertos en Santiago, le dije que los llamábamos "fomingos", menudo tete en que me metí.
-"Fomingo comes from fome, which is like...boring, then you see, it's boring sunday, although in spanish it sounds funny, a wee bit...you know what... Nevermind".
Renato se río todo el resto del turno (y de la semana siguiente) tras escuchar mi explicación del significado de "fomingo". Renato es un guapo, y no me molestaba que cada vez que me veí le viniese una risa galopante que tenía que llevarse los brazos al estómago. Renato era el botones más energético del grupo y de un día para otro no volvió más. Se le extraña.

Aún con un colega guapo menos, amo mi trabajo en el hotel, y siento estar a pasos de ser el mejor botones del país lo que me tiene muy motivado. Las propinas son buenas, una pareja de turcos me dieron 5 dólares sólo porque les dije chao en turco y les dije que me gustaba Sertab Erener, hablé con un huésped de apellido Salinger (no relation) sobre J.D. Resulta que él conocía al hijo, fue compañero suyo en Princeton y me aclaró que no se llamaba Zooey ni Holden. Más dólares a botones estrella por saber de literatura. En las malas nuevas, me explotó un tubo de pepperspray en el ojo derecho cargando maletas, nasty nasty, pero no hubo efectos secundarios. Llevé al club a una familia de Park Avenue, la hija necesitaba cambiarse de zapatos y yo le dije que ahí se notaba que ella era una true new yorker, la madre me amó y me llamó por mi nombre todo el rato, luego vi que en una de las maletas había una insignia gallega, le pregunté por ella a la hija, que me dice en perfecto castellano que estudió en Galicia. Le digo que planeo hacer el camino de Santiago y me pregunta por cuál ruta (el camino francés, por supuesto, pasando por Roncesvalles). Yo también!, dice ella. Le anuncio seductor que nos veremos caminando el 2010. Me imagino casado con socialité de Park Avenue, no estaría nada mal, pienso que de seguro en Manhattan ese tipo de cosas se ven todos los días. En todo caso, lejos mi huésped favorita es una valenciana cuarentona(me mata su acento) que se llama Inmaculada, se parece a Asumpta Serna y siempre responde a mis hastaluegos con un "Hasta ahora".

Ése se ha convertido ya en mi saludo favorito así que,

Hasta ahora.
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miércoles, marzo 16, 2005

Maravillozoo

Al botón homófobo lo fueron. Había chocado ya 3 veces, le habían dicho que le estaba terminantemente prohibido volver a estacionar un auto.

Botón porfiado.

Una pena, porque él era él único que reconocía todas las melodías clásicas que se oyen por la mañana en el bar.
Una lástima porque su homofobia yo ya la estaba poniendo en entredicho. El otro día acompañamos a un huésped a la bodega pues necesitaba sacar unos papeles de su mochila Prada. Sí, mochila Prada. Cuando después le pregunté a Mr. Autitos chocadores qué sensación le producía este huésped, me dijo que no le molestaba, "porque se nota que es fino".

Entonces me dijo que lo que a él le molestaban eran las locas cochinas. Vaya uno a saber ahora a qué se refería con "las locas cochinas", pero el caso es que yo le dije que a mí las "locas cochinas" no me parecían dignas de tan excesiva consideración.

Recuerdo que una vez fui a reportear una conferencia en el Diego Portales, iban a discutir un amplio programa de temas sobre la discriminación de género. Pero la discusión nunca pudo despegar de la losa de las definiciones.
Según un sociólogo especialista en la Nueva Masculinidad, el debate sobre la homofobia estaba mal planteado desde su título. La palabra "homofobia" era un absurdo epistemológico, pues homo quiere decir ya bien "lo mismo" (como en Homogéneo) o quiere decir "ser humano" (como en Homo Sapiens).
El odio a lo similar según él partía del desprecio a uno mismo, y el odio a la raza humana ya tiene otra palabra que lo describe, la misantropía.
Alegaba el sociólogo éste, que antes de iniciar la discusión se hacía preciso modificar todos los afiches y donde se leía "homofobia" habría que poner "heterosexismo". Pues no se trataba de un fobia tal, no era una fobia a lo semejante. No es un miedo a lo masculino. Es un miedo a lo diferente, a lo femenino.... por eso el botones despreciaba a las "locas cochinas" amaneradas, y no a su colega que sostenía la puerta conjunta, porque no se le pasa por la cabeza que éste pueda ser tan sodomita como las locas cochinas esas. Precisamente porque no odia a lo semejante, sino a lo diferente, odia a lo femenino que invade e impregna a lo masculino y pone a su propia masculinidad en cuestión.

El debate nunca empezó, pero el protodebate fue bastante interesante. Y concuerdo con el sociólogo latero que heterosexismo es un término mucho mejor para describir la obsesión (de corte muy retentivo anal) de imaginar que sólo el sexo heterosexual es normal y natural y que siempre ha sido así desde el inicio de los tiempos.

Lo cuál me hace recordar lo último que le dije a mi fenecido colega, dándomelas de católico progresista le expliqué que en la universidad me habían enseñado a valorar las diferencias y respetar a las minorías. Le dije que los homosexuales son nuestros hermanos y que debemos quererlos como tales. Jajaj, le pregunté por qué razón a él le provocaban tanta urticaria.

- "Emmm, esteee, bueno, pero es que no es natural"

Le dije que saliera un poco afuera a tomar aire, y que se fijara en el grupo de perros antinaturales que se montaban unos con otros en la plaza de enfrente. Le hablé de mis tortugas lesbianas situacionales. Y de las moscas coprofílicas. Le dije que la naturaleza era un testigo complicado para llamar al estrado y pedirle testimonio en un juicio moral.

Pero se fue, lo fueron, y no pude contarle sobre Steph y Alek, los pingüinos gays del zoológico de Bremen. A quienes les llevaron incluso a unas experimentadas pingüinas suecas tratando de convertirlos en straight penguins, en lo que constituyó un acto flagrante y emplumado de heterosexismo radical. Hubo expectación, hubo protestas en el zoológico de parte de activistas gays alemanes. Steph y Alek habrían preferido mantener un perfil más bajo, pero ya era tarde, tenían la portada de Stern y de Zero, la NBC los quería haciendo un cameo en Will & Grace.

Finalmente el ataque de las seductoras suecas no dio resultado, y hubo que comprar más pingüinos para que las suecas no se volvieran lesbianas ante la escasez de pretendientes. Finalmente el Zoo dio su aprobación de manera que ahora los pingüinos gays pueden ser gays, pueden tener ceremonia civil, arrastrar las patas, adoptar pingüinitos, heredarse patrimonio y deudas.
Escuché que además les van a dar un fin de semana libre cada mes para que vayan a la disco de Bremen, la ciudad de los 4 animales músicos del cuento de los hermanos Grimm.

Nada nuevo bajo el sol.

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viernes, marzo 11, 2005

Taste in men

De pie sujetando la manilla de la puerta que nunca se cierra, abriéndola sólo para decir, con una sonrisa en los labios "Buenos días señor", "Have a nice day ma'm", "Good morning", "Guten abend", "Ci rivediamo", "Bom dia", "Tai Jiang", "Bon voyage", "Welcome back, sir".

Ya es casi automático.

Y por mientras la mente vuela. Pienso en algo que me dijo mi cyberamigo Chris, de Chester (son muy amistosos los Chesterianos).
Chris me preguntó por el chat, "What kind of men do you like, what is... errr...your type?"

Mi tipo?, mmmm, lo debería tener? Lo debería saber? De que he disfrutado variedad he disfrutado variedad a raudales, pero de ahí a tener un tipo...no me alcanza ni para estereotipo.

En eso pienso, en Mr. Loverman, oh! where can you be?

He estado con hombres altos, de hombros como vigas y espaldas que no acaban. He estado con hombres negros y amarillos, algunos mitos son ciertos algunas veces, otras no. He estado con hombres más bajitos que yo, más fáciles de controlar, y he estado con gorditos que requiere un buen esfuerzo lograr que cambien de posición. He estado con un cubano peludo (y su novio lampiño), con un bien conservado inglés de 50 y un muchachito de 17 a quien preferí decepcionar, una vez un taxista ex-minero me masturbó con sus manos callosas.

Así que ya debería saber cuál es mi tipo de hombre ideal, no?

Voy de un lado a otro arriba y abajo en el ascensor haciendo trabajo de estafeta y en eso se abren las puertas e ingresa Gaspar, otro de los botones de mi generación.

Gaspar, es guapo Gaspar. Cuerpo macizo, cuadrado, cintura firme y masculina, un culo pequeño pero firme. Está casado y tiene hijos, no me pasó películas, pero no puedo negar que disfruto el panorama.
Mirándolo se me viene a la memoria otro cuerpo, y creo que ya podría empezar a responder a la pregunta aquella.

...

Mi primer año de universidad, llegué virgen pero como no estamos en los EE.UU., eso no era una anomalía. En todo caso ya tenía clarísimo que era gay y que la universidad tenía en ese sentido mucho que ofrecerme.

Mi primer amor universitario no fue tanto un chico, como su nuca. Carlos se sentaba adelante mío y era suave y muy popular entre las mujeres. No era difícil suponer que fuese gay, era de hecho cuestión de lógica. Lo que lo hacía diferente de los "supuestos gays" que hasta entonces había conocido, es que Carlos era bonito, Carlos delgado con largas pestañas y no mucha ropa. Carlos era chilote y vivía en una residencia juvenil. Un día llegó con unas zapatillas BK, y al instante yo me compré un par de la misma marca. Algo tenía que hacer, no?

Pero claro, había que ir más allá. Por mucho que parecía simpatizarle, lo cierto es que este chico se comportaba extraño, a la vez me sonreía y me rehuía. A mi mejor amiga le pregunté qué pensaba, y ella me dijo que él me miraba mucho, y me recomendó un ataque frontal.

Así que dicho y hecho, ya el primer año casi se había terminado, estábamos en los exámenes finales y yo con una sensación de haber perdido demasiado tiempo. Así que el día de mi examen oral de Derecho, vestido de traje, todo galán. Me le acerqué y lo invité a comer conmigo en el food garden.

Carlos me siguió, azorado. Tenía un algo de garza, el cuello en verdad muy largo. Llevamos las bandejas, nos sentamos. Alguien puso una canción en el wurlitzer, una canción que resultó ser "Amor violento" de Los Tres.

Recuerdo que le dije, algo así como, me pasa algo raro contigo, algo en verdad extraño, me pasa que te veo y se me alegra el día, no, es más que eso, te veo rodeado de flores, como un cuadro de Pierre et Gilles. Te veo y uno a uno se me gatillan todos los síntomas, las mariposas en el estómago, el canto de pajaritos. Carlos, creo que estoy enamorado de ti, y creo que tú....te sientes bien Carlos?

Carlos a todo esto se había ido poniendo colorado como un tomate de exposición, empezó a mirar a los lados, alejo sus manos del centro de la mesa, yo creo que estaba a punto de elevarse o reventar cuando en eso se le sienta al lado la mejor de sus amigas, la Sole.

Yo le había preguntado antes, muy diplomáticamente a la Sole si acaso era un completo disparate imaginarse que Carlos era gay y que yo le podría gustar. Ella me dijo que no le parecía tan absurdo, que ella no me podía asegurar nada y que lo mejor sería que le preguntase yo mismo. Luego me dijo que yo era admirable, y que deberían haber más chicos como yo.

El globo en que se había convertido Carlos explotó al enterarse que la Sole estaba al tanto de mi declaración. Sulfurado y muy poco virilmente me dijo que yo lo había malinterpretado, que estaba en un error y que apreciaría mucho que yo no volviera a dirigirle la palabra.

Me despedí de los dos, "tengo que ir a dar el examen"(lo cual era cierto), y muy obediente ni siquiera miré a Carlos al levantarme de la mesa. Llegué a la sala, di el examen, me fue muy bien. Afuera nadie me esperaba, salí sintiéndome un Don Quijote cualquiera, caminé hasta el metro y regresé a casa. Igual siempre me ha gustado sentirme así, un poco trágico, siento que me ennoblece (y me embellece a la vez).

Al año siguiente me dijeron que Carlos había entrado al seminario. Nunca más lo volví a ver.

Pero me quedó su nuca, y desde entonces eso es algo que sé, no me gustan los pelos largos, me hacen pensar en el Tío Cosa, Cosa Addams.

....

El segundo año ya tenía clases en periodismo, en el Campus Oriente. Fue para mí el año dorado de internet, el año de Napster, el año de TheAdvocate.com, el año de Cybercupido.

A través de Cybercupido lo conocí a Eduardo. Y es a Eduardo en realidad, ciertamente no a Carlos a quien me trae recuerdos el cuerpo firme y varonil de Gaspar.

Después de mi decepcionante primer amor universitario decidí que los mecanismos tradicionales de flirteo eran poco confiables y que lo primordial era zanjar desde un comienzo el asunto de si el otro era gay o no. Para eso cybercupido era excelente. Uno ponía su perfil online y le preguntaban de entrada en qué

categoría deseabas encontrarte. Qué alegría poder hacer clic en el botón de Hombre busca Hombre!

Todavía no habían fotos, era bien primitiva la cuestión. El caso es que me empecé a mandar mensajes con este chico, estudiante de derecho, un año menor que yo, con quien hablábamos de poesía francesa. Rimbaud, Baudelaire, esas cosas. Él coleccionaba monedas y acababa de conseguirse unos sextercios romanos a través de deremate.com , fue ese año, el de la burbuja .com , el año en que todos pensamos que íbamos a convertirnos hipso facto en Los Supersónicos (The Jetsons), y que Robotina nos cocinaría y nos mandaría los platos por internet.

Un 14 de diciembre quedamos en juntarnos. Lo invité a ver "La niña de tus ojos" en el Hoyts de La Reina. A última hora me avisó que no podía llegar, pero que nos viéramos después de la peli, quedamos de juntarnos en el parque del cerrito Navidad, en Alcántara. Entre el monumento a Saint-Exupèry y el monumento a Mustafá Kemal Atatürk. "Nos vemos en la fuente del turco y el francés" le dije.

La película me encantó, tanto que dué si ir a la cita. Seguro que se trata de un gordito bizco y con acné. Pero yo cumplo mis compromisos y ahí estaba, sentado en la fuente, esperando al destino.

Die Vögelein schweigen im Walde

Y el destino llegó, frente a mí, caminando hacía mí, una luz roja, refulgente, proveniente de una polera roja que apenas resistía la presión de un torso que imaginé más refulgente aún. Ah, cresta!, aquí me fui!

No era gordito, no tenía acné y sus ojos eran pequeños pero de bizco no tenían nada. La nariz rimaba con la boca, y las manos tenían las uñas perfectamente cortadas. Los pantalones, negros con pinzas, uf, nunca he vuelto a ver a alguien que pueda hacer tan feliz a un par de pantalones como Eduardo. Qué daría yo por ser un pantalón.

He tratado de ubicar sus rasgos en el mapa genético de la humanidad, y creo que Alsacia se lleva el premio. De hecho, el mismo Eduardo me dijo, mi padre es alsaciano, cuando cruzamos la calle Alsacia camino de otro Food garden, el de Avenida El Bosque.

Pedimos helado, y tomé la precaución de ser yo esta vez quien musicalizara el asunto. Me dirigí al wurlitzer, puse la moneda, estaba entre Luis Miguel y Luz Casal, mucha variedad no había, y las otras opciones (Maná, Thalía, Pablito Ruiz) las descarté facilmente.

Estaba entre "Tengo todo excepto a ti" y "No me importa nada"

Pensé, si voy por Luismi le estaré poniendo mucho y lo voy a espantar, aunque Luismi tiene toda la razón, lo tengo todo excepto a ese chico infartante que me sonríe y me saluda desde la mesa. Si pongo a Luz Casal en cambio indico que soy más relajado, que puedo estar con un chico así de apuesto y no sentir que es mucho para mí, que de hecho puedo ser desapegado..

Y apreté el botón, y cantó Luz Casal.

Saliendo del Food Garden nos chocamos con una bolita de plástico, caminamos dándole puntapiés por Sanhattan, en un momento se me escapó y Eduardo corrió a agarrarla. Yo me imaginé que esa bolita era mi corazón y que él con ese culo de atleta olímpico se precipitaba a recogerlo. Tenía cero dominio sobre mis emociones, estaba sintiéndome cursi y relamido por primera vez en la vida, y me parecía que el amor justificaba cualquier falta de compostura emocional.

Hablamos de todo, nos hicimos preguntas, nos contamos intimidades. Memoricé los más mínimos detalles mejor, mucho mejor, que la materia del examen oral de derecho.

Quedamos en volver a vernos, Eduardo dijo que yo le había parecido interesante. Y dos días más tarde nos encontramos en el teatro municipal, para ver una selección de arias. Esta vez vestía una chaqueta azul de estilo marinero y pantalones blancos de lino. La memoria me falla, pero juraría que estaba vestido igual a Corto Maltés.

Y nada, nuevamente, mantuvimos una conversación muy interesante. Yo me contuve las ganas de quitarle la ropa y hacerle el amor encima del escenario. Lo acompañé hasta su casa, cerca de calle Lira, vivía en una pieza en un taller. Entramos, puso música, le dije que quería bailar con él un lento, que siempre había querido bailar un lento con alguien que me gustara. Con un hombre, es decir.

Eduardo puso un disco grabado, y sonó una versión antigua, que nunca he podido hallar de "Be my love", de Mario Lanza. Y fui feliz. Viví ese momento sabiendo que a futuro trataría de recordarlo mil veces, cada vez con peor fortuna. Aspiré su aroma, embriagado. Le besé en los labios castamente. Quería ir despacio, ir seguro, pisando fuerte. Le dije que me tenía que ir.

Él me dijo que yo podía ir a visitarlo cuando quisiese.

A estas alturas yo ya estaba pensando qué nombres les íbamos a poner a los hijos, y que tipo de diseño llevaría la vajilla.

Entonces trabajaba haciendo encuestas, me desocupé temprano, como a las 14:00, y decidí darle a Eduardo una visita sorpresa. Llegué a la cuadra, toqué la puerta y me abrió uno de lo artesanos, me dijo que continuara por el pasillo a mano izquierda y que entrara no más. Que parece que el señorito estaba durmiendo.

No golpée, quería verlo como dormía. Abrí la puerta suavemente.

Y me perdonarán la cursilería, pero ahí estaba, estatuesco, completamente desnudo, acostado sobre las sábanas. La piel más hermosa que he visto. Un instante de éxtasis lírico que después intentaría reproducir en poemas.

"Quiero hundir mis pies en tu arena,
grabar runas en tu espalda"

Pensé, hasta ahora nada ha valido nada. Intuía lo que era el amor, pero lo que dormía frente a mí, enceguecedor, era el deseo. Y pensé que era imposible que un ser humano contemplara ese cuerpo sin querer poseerlo y acariciarlo, me sentí cargado de electricidad, una erección que se distribuía por todo mi cuerpo. Nunca me había sentido tan hombre, nunca había conocido un apetito tal, y de repente.

Eduardo está despierto, con los ojos abiertos, me mira, me sabe bajo su poder. Y entonces caigo en cuenta que a su lado hay otro cuerpo, cubierto por las sábanas hay un adolescente esmirriado, morenito, sin gracia alguna. "Y quién es ése?" Le pregunté, tratando de moderar el ardor de la pregunta. "Un bailarín, ya no me acuerdo como se llamaba".

Eduardo despertó al bailarín y yo traté de fijar mi vista en otro lado, en otro sistema solar. En las paredes con afiches de fiestas de la Blondie, en el armario con discos de Dead Can Dance y Smashing Pumpkins.

Fijé mi vista en el televisor, encima del cual estaba su carnet. MMm, es un año mayor que yo. Por qué habría mentido en eso?, que tiene de malo tener 23 años? Maldita sea, hasta en la foto de carné se ve deseable.

Tengo que ser cool al respecto, ser cool al respecto. Él me invitó a venir cuando quisiera, y no estamos pololeando, no tenemos ningún compromiso por lo que técnicamente no me ha sido infiel. Y le hice unas cuantas preguntas venenosas al bailarín. Recogí mi orgullo y se lo arrojé a la cara como un pastel de merengue. Hice chistes con su nombre, que Eduardo no recordaba al principio y que yo nunca pude memorizar correctamente.

Esperé que él me llamara, craso error. Él no era de los que llaman. Su padre alsaciano lo dejó cuando niño, y supongo que se cansó de llamarlo, él no llama, a él lo llaman, a él lo buscan, la mayor parte de las veces, sin éxito. Eduardo era así, promiscuo, carretero, imposible clavarle un alfiler. Supongo que buscaba un amigo interesante y culto, pero no más que eso, que amantes ya le sobraban.

Llegó el año nuevo del 2000, día excelentísimo donde los halla. Tras los abrazos abandoné a mi familia, porque el abrazo que necesitaba era otro. Fui a casa del susodicho, pero no había nadie. Dejé que el destino me guiase. En la Alameda recogí el panfleto de una fiesta en Av.España. Fui para allá, estaba lleno de punkies y góticos, dudé de entrar, iba ya de regreso cuando me topo con Eduardo, cubierto de serpentinas, vestido de marinero con una musculosa sin mangas. Igualito a Brad Davies en Querelle.

Fue una noche mágica y una noche funesta. Escribí de ella antes. Eduardo se fue con un adolescente morenito de San Bernardo, yo de pura rabia me tiré a un treintón gym queen con pantalones de cuero. Esa noche me fumé mi primer pito. Esa noche eyaculé 3 veces y gasté cuatro condones. Esa madrugada boté un número de teléfono entre los arbustos y vi el amanecer del nuevo siglo desde un puente.

Durante 3 años fuimos amigos, él siempre estaba con pololo. Es una historia larga y este post ya es demasiado largo. Yo era quien lo acompañaba de vuelta a casa tras la fiesta, quien le aseguraba a su madre que yo lo iba a cuidar. Yo era Michael Novotny y él era Brian Kinney. Un maldito estereotipo gay. Amigo de sus amigos, amigo de sus profesores y parientes. Yo estaba postulando para el cargo de marido, pero ese cargo no existía.

Una tarde fuimos a vender cosas en la feria de las pulgas de Providencia. Llevé la cámara y le saqué fotos, fotos que salieron borrosas.

Sudados los dos llegamos al departamento, su madre lo había vuelto a admitir. Pero la tía andaba fuera. Estábamos cansados, Eduardo se tiró en la cama de su habitación, pequeñas ambas. Yo busqué entre sus discos y puse una canción de The Pretenders, puse "Show me".

Le reclamé que ocupaba todo el espacio del colchón, y se hizo un lado. Éramos amigos, nos tratábamos con ternura. Con mi mano recorrí su brazo firme y me detuve en su nuca, lo miré a los ojos y parece que él algo entendió.

La canción había terminado, así que se levantó y puso el disco de Dimitri from Paris, el primer tema que es una intro y luego "Sacré français".

Nos abrazamos, esta vez él estaba encima mío con sus kilos controlados a punta de azúcar diet. Probé el sabor del sudor que goteaba de sus orejas. Esto era un éxtasis, igualito al de santa Teresa, esculpida por Bernini. Mis manos recorrían su espalda, tallaban runas, y acariciaban su trasero glorioso, Eduardo se dejaba hacer, arrogante. Podía sentir su erección pulsando contra la mía. Me sentía cargado de energía, como nunca antes, hasta que empezó a darme miedo, yo no estaba preparado para un placer como este, mis circuitos van a fundirse. Me imaginaba a C3PO acostado con Harrison Ford encima.

Me sentí Pinocchio, a punto de convertirme en un niño de verdad. Fueron minutos eternos.

Pero no, no iba a pasar. El pololo, el morenito de San Bernardo que tanta estima me tenía llamó por el citófono y rompió el hechizo. Pero aún así, Eduardo no había permitido que lo besara, sus labios se habían mantenido cerrados todo el tiempo. Me había hecho un favor, yo le había dicho show me, y él me había mostrado. Debí haberlo odiado por ese paternalismo, pero no podía, estaba eufórico, bajé en el ascensor y me fui corriendo, como un frenético conejito de Duracell, corrí unos 3 kilómetros y luego caminé rápido 2 más hasta mi casa. Epifánico.

Eso fue todo lo más que alguna vez llegué a intimar físicamente con mi amigo Eduardo, a quien hace más de un año que no veo y tal vez sea mejor así. A mis amigos nunca le gustó él, casi ninguno llegó a conocerlo, él nunca aceptó acompañarme a las fiestas de mis amigos. Eduardo siempre tuvo mala fama en mi círculo, era mi obsesión, que me carcomía y me hacía desgraciado.

Eduardo era, terminé por comprender, mucho más en mi imaginación que en la realidad. Tal vez él nunca quiso sabotear mi admiración haciéndose disponible.

Tratando de alcanzar a Eduardo me volví promiscuo. (Promiscuo: Alguien que tiene más sexo que tú). Tratando de ser igalmente aventurero e interesante viví mis propias aventuras. Ahora ya ha pasado mucho tiempo en realidad.

Hace tiempo que la superé, mi infatuación primigenia.

Pero si me hacen esa pregunta, cuál es tu hombre ideal. Si voy a cavar tan adentro, me encuentro con esa veta, el amor está hecho cenizas, pero el deseo sigue intacto. Y recuerdo su cuerpo sobre la cama y ahora si me siento dispuesto a estallar. A que me estallen.

- En qué piensas, Barro? (me pregunta un botones, no Gaspar, Gaspar creo que algo entiende)
- Yo?, errr, en nada, estaba en estado alfa supongo
- No escuchaste lo que decía el portero del bar?, que en el Intercontinental está lleno de maricones.
- Supongo que en todas partes los hay.
- Pero aquí no, o sea hay en donde tienen que estar, en cocina y lavandería, pero entre nosotros los botones no hay ningún hueco.

(será este el momento de la fama?, no parece para nada apropiado. Debería decirle un par de cosas, pero no puedo, soy una marica por no poder. Y a la vez me siento halagado por que me incluya en su equipo y no sospeche nada. Pero qué clase de halago es ése?)

- Te apuesto que en el Intercontinental dicen lo mismo de nosotros, no todos los gays son evidentes. Yo que tú no pondría las manos al fuego por todo el equipo.
- Tú dices?....lo dices por Pepito?, (Pepito tiene 36 años, vive con los padres y es amanerado. pepito es fuckin' Liberace)
- emmm (lo decía por mí, idiota)
- Puede ser que Pepito, pero no lo creo...

Así que nada, creo que de momento mi salida del closet podría resultar un poco traumática para varios (incluyendo a Pepito). Mantendremos el status quo. Y en cuanto a mi hombre ideal... prefiero no responder esa pregunta, que cada vez que pienso la respuesta me imagino que daría origen a un post largísimo, cursi y detestable. Un post que si se borrase por alguna metida de pata, jamás osaría volver a escribir.
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jueves, marzo 10, 2005

Lo que me sale de los huevos

Tengo el día el libre, no uno sino dos. Días libres para hacer muchas cosas que tengo que hacer.

Como cobrar cheques, depositar plata, hacer giros, hacer muchas filas leeentas en múltiples bancos y todo para pagar los estragos de mi primer mes de Visa. Lata que el dolar justo ahora haya vuelto a subir. Pero en fin, no me he salido de mis cálculos, en abril dejaré la cuenta en cero y luego en mayo a disfrutar (a débito y a crédito) en Europa.

Días libres para adelantar clases de manejo. Hoy aprendí a echar a andar el auto en subida sin que se vaya para atrás, y ya llegué a los 50 kms/hora, y he dado vueltas en U y me he cuneteado tres veces. Todavía me da algo de julepe, pero estoy mejorando y es evidente.

Día libre para ir a comprar regalos, voy a The english reader, una librería de textos en inglés que está en Los Leones llegando a Providencia. El dueño es un gringo muy guapo con unos ojos azules exquisitos y cuerpo compacto y muscular. No creo que pertenezca al gremio, pero sigue siendo un placer para la vista.

La Maca está de cumpleaños pronto, y he venido a buscarle un libro. Una buena novela escrita por alguna mujer con fama de intelectual. No hay nada de Susan Sontag, le pregunto al dueño por Iris Murdoch, pero tampoco tiene. Virginia Woolf creo que no le gusta a la Maca, pero tiene que ser algo así, nada de bestsellers edulcorados con Fabio en la portada. Le pregunto al vendedor, en inglés, porque en este local sólo se habla inglés: "Do you have any GOOD books written by women?" La pregunta suena demasiado políticamente incorrecta, y un par de gringas que están revisando estantes me miran con cara de "qué clase de idiota es este?". Así que hago algo de name-dropping para que vean que de hecho soy fan de las escritoras mujeres (de las buenas). "I want something like Margerite Yourcenar, or Isak Dinesen. My friend loved "The corrections", so I want something like that but by a female writer. What about Ruth Rendell?, Doris Lessing?, Terry McMillan? are they any good?"

Por mientras encuentro una primorosa edición de las "Historias del buen Dios", de Rilke. Lo llevo, y llevo además un cuento de Roahl Dahl para el cumpleaños de mi hermano.

Pero qué escritora mujer regalarle a la Maca?, Patricia Highsmith?, Lillian Hellman? A.S.Byatt? Son lesbianas todas las buenas escritoras?

Hasta que finalmente la encuentro, obra femenina señera donde las haya, libro crucial para la liberación sexual femenina de los 70's. Cuyo nombre me guardo para que sea sorpresa, a ver si alguien adivina.

Y no, no estoy hablando de "The Valley of the Dolls".

Días libres, días para ver los capítulos de "Lost" que dejé grabando, y Jack & Bobby, y Six Feet under, y La Granja. Y ver un poco la guerra de las teleseries y cachar que no me estoy perdiendo de gran cosa.

Días libres para leer un largo mail de Jeff, que por fin me pone al día con sus cosas. Día libre para chatear y hablar por teléfono con los amigos. Ponernos de acuerdo con Rockstar para ir al cine, tratar de convencer a Pancho que no necesariamente voy a contraer Sida en Europa. Ricardo que me llama a la salida del recital de Lenny Kravitz, parece que estuvo muy bueno.

Y mandarme mensajes con un negro dominicano muy sabroso que vive en Hamburgo, con Andy de Chester que me dice me va a enviar una postal desde su ski trip en Andorra, y con un belga muy guapo que también se va a esquiar y me dice que Bruselas es una ciudad a escala humana con muchos atractivos. Qué manera de ser guapos los belgas!

Y juntarme con un amigo alemán, lingüista, que ha estado en Madagascar y Armenia y Polonia, y tomar un helado en el Bravissimo, y hablar sobre la crisis del bloque soviético y sobre la extendida aristocracia polaca, para luego seguirlo a su departamento y fornicar un rato. Darnos una ducha después.

Y luego volver a casa, hacerme un pan con huevos revueltos, mi madre me cuenta que atraparon a Paul Schäeffer (nazi, torturador, pederasta) en Argentina.

"Increíble!" digo yo, entre que escribo este post trepidante y le doy al pan una buena mascada.

Mis días libres ya casi llegan a su fin.

Siento que no he descansado nada.

Y mañana a despertarse a las 5:30.
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miércoles, marzo 09, 2005

Historias de casino

Muy bonito el debate político, y muy interesante la evolución de los derechos (o falta de ellos) gays en la Rusia del siglo XX. Pero la realidad de momento me parece sumamente alejada de las banderas, incluyendo la bandera chilena a media asta en el Savoy, por la muerte de Gladys.

Leo en un cuento de Edmund White que los periodistas gringos ganaban muy poco hasta que el gremio se afianzó y empezó a hacer demandas. En Chile nadie hace caso del colegio de periodistas, partiendo por nosotros los periodistas. Por eso y otras razones es que trabajo en un hotel.

Lo cierto es que me siento realizado trabajando de botones, pues nunca en mi vida me había sentido tan útil y nunca tampoco había ganado tanto dinero (lo cual, with all honesty, no es mucho decir).
Claro, los días que toca hacer caseta uno se angustia de lo lento que pasan las horas y lo alienante que es estar encerrado en un espacio de 1 x 2 metros. Pero la mayoría de la gente detesta sus trabajos, yo en cambio sólo me lateo un poco un día a la semana, día que igual aprovecho para leer. Ya terminé "La biblioteca de la piscina" de Alan Hollinghurst y ahora estoy leyendo "The wind on the willows", de Kenneth Grahame, que sí, es un libro para niños, pero la prosa es deliciosa y me encanta leerlo en voz alta y dejarme llevar por Mr. Toad y Mr. Mole.

En fin, aún cuando a uno le toca hacer caseta, siempre está la pausa en que se va a comer al casino..

El casino nos recibe con un almuerzo gratis si se llega temprano al turno de la tarde, y si no igual lo visitamos para la cena. La bebida y el café corren a destajo, a veces se acaban las tazas y cuando eso pasa yo ocupo una sopera. Es rico el café en sopera.

Hoy Camila se hallaba sentada junto a una de las mucamas y un guardia de seguridad, estaba ncontando historias y me invitaron a sentarme. Había comida china esta vez, y yo hace tiempo que me moría de ganas de comer un buen arroz chaufán con carne mongoliana. De postre teníamos sandía o tiramisú.

En la mesa se habla de los fantasmas del hotel, de que en el piso 10 siempre se activa una alarma y cuando alguien va resulta que no hay nadie, que en el bar hay un espíritu que se aparece todas las noches, junto al busto de un caballo de madera; varias meseras lo han visto de reojo a la medianoche, se imaginan que es un cliente así que van a buscar la bandeja y cuando llegan resulta que no hay nadie. Susto.
Han hecho oraciones por las almas de estos fantasmas, pero siguen apareciendo. Yo les digo que tal vez no son fantasmas cristianos y que habría que probar con otras religiones, tal vez un kaddish, o un n'guillatún sean más efectivos que el rosario.

Mi turno de contar historias, me dice Camila. Y yo digo que lo lamento, pero no tengo nada que involucre muertos o fenómenos paranormales. En cambio les hablo de esta pareja de recien casados del 308 que iban atravesando el lobby cuando se les desarmó una maleta y saltaron fuera todos los calzones. La maleta era Saxoline, regalo de la cuñada, pero valía callampa, nunca se pudo cerrar y tuve que conducirlos de vuelta a su habitación para resolver el desaguisado, les llevé unas bolsas para poner la ropa y luego me quedé ahí por si necesitaban algo, disfrutando al mismo tiempo de algo de reality theatre:

- Ay Trini!, pero es que tú estás demente. Te vas de luna de miel a Cuba, no a Estocolmo. No tiene sentido que lleves ese chaleco y olvídate esos jeans, créeme, no los vas a necesitar nunca, es que allá el calor, ni te explico, yo me lo pasé toda la semana con el Martín a puro short y polera. (Esta que habla era la hermana de la novia, rubia tostada, chillona y con ojeras)
- Si pues gordita, si yo le dije, estamos llevando demasiadas maletas. Y ahora vamos a perder el transfer. Dios mío! Maldición!, (y se agarra la cabeza, este es el novio)
- Entonces guachita tu dices que no voy a necesitar el Epilady? Ya, fuera con él, y fuera con esa falda y el acondicionador, que atroz, que atroz, esto no más me pasa a mí. (exhala sosteniendo en la mano un par de sostenes que finalmente arroja dentro de la bolsa con desgano). Y cómo está mi bebé precioso?, venga aquí con su tía, cuchi cuchi, mira como se queda quieto cuando lo levanto (esta es la novia, que ahora me habla a mí, yo la miro mudo sonriendo, la habitación apenas disimula la noche de bodas que le acaba de acontecer, el suelo está lleno de petalos de rosa, hay un Champagne Miguel Torres sobre el escritorio y debajo del sillón lo que estoy casi seguro que son, sí, lo son, una caja de condones abierta. Lifestyles. La nana toma de vuelta al bebé de dos meses y lo pone en el moisés, creo que a ella tampoco se le escapó el profiláctico detalle. Y yo tengo que decir algo, porque como empleado del hotel debo tratar a los huéspedes como iguales, sí aquí somos todos damas y caballeros, así que le digo a la "Trini")
- El consejo que yo le doy a todo viajero es que empaque la mitad de ropa y el doble de dinero.
(Eso lo leí en alguna parte, impunemente me lo apropio y espero la reacción)
- El doble de dinero, esa es una buena idea, maldición! dice el novio. Pero ya es un poco tarde para eso! La mitad de la ropa?, tal vez tengas razón, dice la novia. Obvio que tiene razón, dice la cuñada, no ves que él sabe de esto?
La novia se sienta sobre la maleta y yo le ayudo a cerrar el cierre. Tú no te imaginas lo que ha sido este matrimonio, me dice y se ríe sobrepasada por la vida y sus vicisitudes. El novio se larga a reir. Sabías que ella se desmayó en plena ceremonia, me comenta. Cómo!?, digo yo. Es que el cura era tan fome, tan pero tan latero, y el traje me quedaba tan apretado, no sé, se me apagó la tele, dice la novia.
Tuvimos que revivirla con agua en el altar y claro, ahora todos juran que la Titi está embarazada y que nos casamos por eso, añade el novio.
La nana levanta la cabeza y mira con precolombina curiosidad, la cuñada cambia de tema, pensando que tal vez éste le puede rebotar. Quien dice si no fue ella la que echó a correr el rumor en primer lugar. Estará casada?, qué hace esta guagua metida aquí?
Y la guagua, sintiéndose cuestionada, se larga a llorar. Mientras yo y el novio intentamos arreglar el cerrojo de la maleta rota.

-Déjeme a mí, a ver si acaso se rinde al uniforme, le digo
El novio es guapo, pero tiene un componente medio perno que completa el conjunto y lo hace encantador. Nada se compara en todo caso con la novia, que es simplemente adorable. Igual a la actriz de esa película "El padre de la novia" (no digo Elizabeth Taylor, sino la del remake). Y cuando mi uniforme finalmente triunfa de la adversidad es ella quien me dice, gracias, demasiadas gracias, eres un amor, no sé qué habríamos hecho sin ti. Lástima que no se le ocurra darme propina.

Porque claro, el lobby estaba hecho un caos, entre una reunión de mujeres chinas que celebraban el día de la mujer con lo que parecía un mitín político en el lounge bar, hasta la subasta de Christies en el subterráneo y el grupo de lesbianas andinistas (me gusta imaginarme que lo eran, lesbianas, porque era evidente que andinistas sí eran. Una de ellas al menos era igualita a K.D.Lang) que llegaron sorpresivamente de las Torres del Paine con todo el equipaje embarrado y para las cuales apenas habían habitaciones.

En medio de todo este trajín se rompió la maleta esta y bueno, yo me tuve que hacer cargo.

Me quedo un rato mirándolos, pareja joven, no más de 30. Exitosos, lindo auto, nice celular. Pelean como imagino lo hacen las parejas consolidadas, que demás y después se divorcian, pero se nota que lo que tienen ahora es lindo. Me gusta como son de abiertos y despelotados. Candorosamente transparentes. Me entero que el marido de la cuñada amaneció con resaca y que los suegros tampoco quedaron muy bien después de la fiesta. El bebé se llama Alfonso y finalmente se queda callado cuando alguien le muestra la vista de Santiago que se obtiene desde la ventana.

Los veo sabiendo que nunca viviré algo así. Que matrimonios y bebés serán siempre matrimonios y bebés ajenos. Y siento un deje de tristeza ante esa realidad.

Pues claro, de más que en Montreal y Buenos Aires los gays se casan y en Bruselas y Madrid adoptan hijos. Yo podría hacer eso, pero mi familia veo difícil que se compren el numerito.

Me pregunto qué es lo que me conmueve de esta, por lo demás, bastante típica pareja joven de la clase alta chilena. Y supongo que la respuesta es su desfachatez, el que tengan tanta gente que se entromete en sus vidas, que entra a su habitación y pisa las rosas y ve de reojo la caja de preservativos. La falta de secretos, la comunidad implícita, el vivir a plena luz, eso me parece conmovedor.

Camila da una palmada frente a mi rostro, me saca del ensueño y me pregunta que por qué me quedé callado de repente. Quiere saber qué pasó al final con los huéspedes, le cuento que lograron cambiar el vuelo y se pasaron la tarde en la piscina. Que bueno, me dice.

Terminamos de comer, Camila se va a fumar un pucho y me pregunta si quiero acompañarla. Le digo que yo no fumo, que cuido mis pulmones. Ella me responde moviendo la cabeza y haciendo con un la lengua y el paladar un sonido que podría escribirse como tsk, tsk, tsk

Me imagino que ella ya ha hecho todo lo que una mujer puede hacer para mostrar interés enm un hombre, me preguntó a que hora salgo, me hace pucheros cuando la visito en el club y sólo es para dejarle un recado, me dice que la tengo abandonada...

Tal vez debería simplemente decirle que soy gay y que me gustaría ser su amigo. Pero supongo que amigos dentro de lo posible ya lo somos, y que no tendría mucho sentido la confesión.

Me gustaría salir del closet con alguno de mis compañeros de trabajo, no sé. De momento tengo esta imagen pública del botones de excelencia políglota y amigo de operadoras y mucamas. Yo quisiera que me echaran tallas con los huéspedes, y que no se imaginen en cambio que soy Opus Dei porque no fumo, no salgo a bailar y ni siquiera me demoro en la colación.

A propósito de lo cual, ya casi se han cumplido los 30 minutos, me tengo que ir, me despido, chao chao, no sé si alcanzo a cepillarme los dientes, me enjuago la boca y me tomo una pastilla de canela, espero que con eso baste.

Salir o no salir del closet en el trabajo. Lo haría para dar una mejor imagen del gremio. Que al final parece que sí hay botones gays, pero son medios depresivos, de lo suyo ellos no hablan y parecieran acarrear una nubecita gris a todos lados consigo. Igual son puras conjeturas. Los demás se refieren a ellos con chistes teñidos de lástima.

Yo no quiero que nunca nadie me mire pensando pobre, todo lo que le falta en la vida, estaría tanto mejor casado y con hijos, como la Trini y Fernando. Como la Francisca y Roberto, aunque este último en verdad tenga un serio problema con el alcohol.

Pero tal vez es inevitable, los breeders nos compadecen a nosotros y nosotros a ellos. The grass is always greener... pero eso no acaba con el tema.

De momento al menos seguiré solo, esta vez ya no soy un paria social, me agradan mis compañeros, yo parezco agradarles a ellos también. Y el portero de turno, en su inagotable inventiva, me bautiza con el nombre de otro actor de cine.
- Johnny Depp, Barro tú erís igualito al Johnny Depp, en Finding Neverland.

Y yo me río, y me creo la muerte con mi excelente fama, mi buena suerte y mis apodos hollywoodenses.
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lunes, marzo 07, 2005

Duelo oficial y Cancionero

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Se murió la Gladys, y esta mañana el Presidente cantaba La Internacional rodeado de banderas rojas.
Qué cantaba Lagos?, mi familia no es socialista y por eso tuve que acudir al tío google por la letra. Hela aquí:

La Internacional (una versión de tantas, al parecer son muchas)

"Arriba los pobres del mundo,
arriba, todos a luchar
por la justicia proletaria
nuevo mundo nace ya.

Destrocemos todas las cadenas
de esclavitud tradicional
y quienes nunca fueron nada
dueños del mundo hoy serán.

A la lucha,proletarios,
al combate final,
y se alcen los pueblos con valor
por la internacional.

A la lucha, proletarios,
al combate final,
y se alcen los pueblos con valor
por la internacional.

Ya no queremos salvadores
que sirvan sólo al capital,
en adelante los obreros
impondran su voluntad.

Al burgués quitaremos lo robado
y todos juntos, libres ya,
por el deber decidiremos
y cada quien lo cumplirá.

A la lucha, proletarios,
al combate final,
y se alcen los pueblos
por la internacional.

A la lucha, proletarios,
al combate final,
y se alcen los pueblos con valor
por la internacional.

Nosotros,los trabajadores
del mundo, ejercito de paz,
debemos poseer la tierra
que nos robo el holgazán.

Y el gran trueno rasgue las tinieblas
que cierran paso a la verdad,
y cuando nuestra aurora surja
un nuevo mundo alumbrará.
"

Mmmm, no sé, igual un poco añeja la cancioncita, las reivindicaciones de clase ahora más que nunca me parecen envidia, y la envidia como sabemos, mata el alma y la envenena.
"Debemos posser la tierra que nos robó..." Y no era que la propiedad era inmoral para los comunistas? "Ejército de paz", talk about oxymorons!!!

Pero bueno, igual tiene un valor nostálgico el himno este. Como abuelito testarudo.

Cuando llegué esta mañana a casa después mi primera existosa clase de manejo me llegó un flashazo desde el cielo, y luego sonó un trueno, que no sé si haya rasgado las tinieblas que cierran paso a la verdad, pero fue un tremendo trueno, el manso trueno!
Y después llovió un poquito.

Así con los funerales como con los políticos chantas, si el día está soleado es un homenaje al difunto, si el día llueve, la misma cosa. El cielo se puso a llorar de pena.

Se murió la Gladys, y como dijeron en la TV, se acabaron los políticos que piensan al margen de los resultados de las encuestas. Me gustaría preguntarle a la Michelle, a Soledad y a Lavín ¿Por qué estarían ellos dispuestos a que los mojara un guanaco? En serio que no les vendría mal mojarse el potito alguna vez.

Yo quiero ofrecer por Gladys Marín, en su nombre, un brindis con vinito tinto. Un brindis por esta viuda que nos deja viudos y las deja viudas a ellas, viejitas también, cascarrabias pero adorables en el fondo, un brindis por que ellas sí que no se nos mueran nunca.

Un brindis por las convicciones.
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domingo, marzo 06, 2005

Londres me mata

De esto me enteré en El Mercurio de hoy domingo:

Responsable del 11-M planea atacar Londres



LONDRES.- El responsable de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid planea ataques a gran escala en Londres, como represalia por la participación de Gran Bretaña en la guerra de Irak, señaló ayer el periódico inglés "The Times". El sirio Mustafá Setmarian Nasar, acusado por ser el ideólogo de los atentados del 11 de marzo y que está prófugo, tiene previsto atacar Londres durante las elecciones generales británicas, planeadas para el 5 de mayo próximo.

Jojo, y yo que voy a estar en Londres desde el 2 al 7 de mayo.
Escucho por ahí Barro corresponsal?
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viernes, marzo 04, 2005

Drive

Hoy tenía mi primera clase práctica de manejo, pero llegué tarde y me la perdí, todo por culpa de Vladimir Nabokov.

Resulta que la hoja con los horarios se me quedó adentro de una novela suya cuando la devolví, me di cuenta de eso ayer, pero cuando llegué al Café Literario a buscarla, éste estaba cerrado por un evento. El evento había comenzado hace dos minutos y el guardia no me quería dejar pasar, "oiga, pero si yo solo quiero recuperar un papel que dejé en un libro, si de aquí veo el estante donde está, si quiere yo le indico y usted va, vamos, no sea tan duro qué le cuesta." Pero el guardia era inflexible.

-"Gracias por nada", le espeté.
-"de nada", me respondió el imbécil, Stronzo!, Figlio da puttana!!

Y aunque hoy me fui temprano a la escuela, igual llegué tarde y perdí. Los autos no son lo mío. Los autos no me quieren. Me devolví a casa caminando.

Hace siete años (horror, no puedo creer que haya pasado tanto tiempo), me perdí mi primer día de clases en la universidad por ir a clases de manejo. Esa vez el instructor me dijo que él consideraba que yo no estaba preparado para rendir el examen, y yo, obediente del cazzo, le hice caso y no lo di.

La mayoría de los chicos aprenden a manejar con sus padres, pero el mío ya saben el auto no lo presta, ni a mí ni a mi hermana que sacó licencia hace 3 años y nunca la ha podido utilizar.
Imagino que debe haber algún lugar reservado en el infierno de Dante para los padres que no prestan el auto a sus hijos.

Igual todo va bien con mi padre ahora, madre me contó que en una reunión familiar a la que yo no fui mi viejo se lo pasó puro hablando de mi viaje a Europa, de como estoy cumpliendo mis sueños y blablabla, igual me gustó enterarme de eso.

Algún día le contaré a mi viejo a cuantos viejos decadentes les dejé que me chuparan la polla a cambio de que me llevaran a casa, cuando ya era demasiado tarde en la noche y no pasaban micros.

Ayer conversaba con un amigo de un tema relacionado. Él tiene miedo que yo en Europa me encuentre en una posición desventajosa en la que tenga que incurrir en situaciones de detrimento de mi dignidad para poder sobrevivir. Le dije que se dejara de eufemismos y entonces me contó de un amigo suyo que había hecho un viaje similar y que aceptó una oferta de una pareja que lo recibía en su casa, y al final estos dos eran unos degenerados tipo Spiniak y su amigo no estaba en posición de negociar así que en una manera nada figurativa terminó yéndose a la mierda.

Puf.

Y yo no sé, por un lado creo que como loser boy debo agradecer que existan en el mundo pedófilos, coprofílicos y degenerados varios dispuestos a dar alojamiento, comida y transporte gratis a mochileros a cambio de un shock cultural. O sea, igual pienso que es peor tener que dormir en la calle y morir congelado. O rociado con gasolina. Eso es peor.

No sé, no sé, no sé, no sé nada. No sé manejar. Y la gente va a pensar de uno lo que la gente quiera pensar. Cuando ya me iba del café llegaron unos conocidos de mi amigo y uno de ellos me miró raro, yo pensé que demás ellos podrían tomarme por un taxi boy al que le gusta que le meen encima (paso el aviso, no es el caso). No es posible controlar las sospechas de los demás. Así de simple.

Cuando estaba en el colegio, digo séptimo básico. Jugábamos al "Mal pienso". El juego se trataba simplemente de socavar la inocencia de cualquier expresión dando libre curso a nuestras recién estrenadas mentes de alcantarilla. El "Mal pienso" era un juego buenísimo que se podía practicar tanto en los recreos como en clase. Un juego infantil, pero que como todos los juegos infantiles, se siguen jugando solapadamente durante toda la edad adulta.

Qué es la dignidad?, al final a eso se reduce todo. Qué es la dignidad? El no saber conducir me hace sentir indigno, me hace sentir discapacitado y no dudo que en ese respecto sí lo sea. Supongo que compenso eso aprendiendo idiomas. Pero lo otro no quita lo uno.

Me gustaría creer que una señal de que se tiene la dignidad intacta radica en subestimar completamentamente su valoración.

El caso es que viajar a Europa me hace sentir digno y realizado. Olvido la rabia que sentí por perder la clase conectándome a internet y reservando 4 noches en un albergue de Roma, a 5 minutos de la estación Roma Termini, y luego reservo un vuelo de Bristol a Madrid, y otro de Girona a Roma Ciampino. Easy Jet y RyanAir, los precios no están nada de mal.

Y aunque llevo un acucioso control de mis gastos y todo hasta ahora cuadra, no faltará quien piense que la única manera posible de que me financie un viaje como éste es prostituyéndome, o estrujando a un sugar daddy que gusta de cagarme encima.

Mentes de alcantarilla hay en todas partes, a mí la prostitución me parece un rubro extremadamente competitivo donde no creo que me fuese tan bien en primer lugar.

En fin, estoy apestado. Recuerdan que escribí eso de que Saatchi me había prestado el auto y que había manejado al sur? bueno eso era mentira, pure bullshit make believe. Escribí eso por si acaso a Saatchi le caía la teja y me sacaba a manejar en su Austin Mini. Pero nunca pasó. Mi experiencia sobre ruedas sigue siendo casi nula. No distingo las luces bajas de las altas o de las neblineras.

Tal vez por eso me cuesta ver hacia adelante en mi vida. Me cuesta demasiado. Voy a viajar y gastarme hasta el último peso que tengo. Y luego no sé. No tengo la más puta idea. O sea, bueno, postularé otra vez a la academia diplomática, pero nada me emociona más allá, el futuro me parece un enorme bostezo, un antro lúgubre y vacío sin oxígeno que respirar.

Me faltó una canción en el post anterior, una canción que también me suena en la cabeza seguido:

"I just don't know what to do with myself", en todas sus versiones, la de Dusty Springfield, la de Elvis Costello, la de los White Stripes y la de Cameron Díaz en La Boda de mi Mejor Amigo.

No sé que hacer conmigo, tengo día libre, nada que hacer y estoy apestado.
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miércoles, marzo 02, 2005

A falta de sexo...

Y no, que no pasó nada. Llegó mi día libre y por messenger todo eran indirectas subidas de tono:
"Te parece entonces si fijamos la reunión del directorio para esta tarde? Mira que tengo un paquete de acciones en alza"
"Mmmmm, alza sostenida?"
"Yo creo que es el momento preciso para invertir en fondos mutuos"
"De qué valores estamos hablando?"
"Es un buen paquete de acciones, que más bien calificaría como portfolio a estas alturas, cuando nos reunamos podrás evaluarlo tu mismo"
"Eso me suena bien, nada deseo más que adquirir control sobre esa compañía"
"Ya somos dos"

Pero cuando llegué al "lugar de la reunión" el otro "socio capitalista" estaba hecho un mar de lágrimas. "Me despidieron", me dijo.

Tras ocho años de carrera fulminante en una empresa familiar, ahora una tía se enteró que era gay y mediante muñequeos varios logró que pusieran a su hijo en el puesto. Mi amigo se va con indemnización y yo le decía que viera el asunto por el lado positivo, que todavía es muy joven y que es una oportunidad de iniciar un negocio propio, alejado de los tentáculos de la mafia siciliana.

- "Pero es que tú no cachai, yo me acababa de comprar una casa, y una moto, y las vacaciones recién en Pucón, o sea la dura que no estoy frito, estoy refrito"
- "Y a tú tía esta, la invitaste a los tijerales de la casa nueva?"
- Si, lógico. Vieras lo bonita que está mi casa!
- Mal hecho, mi amigo, mal hecho.

Así que no estaba el ánimo para encuentros sexuales furtivos, yo me devolví a casa, enrabiado, y aprovecharé para hablar de los discos esos favoritos pa' cumplir con Icha y Chandler. Porque Barro no es muchas cosas, pero sí es cumplidor.

Y tampoco está muy fuera del tema. Cuando llegué a casa, defraudado, la música estaba ahí, fiel amiga que no falla a la hora de darme placer. Puse un disco de Skunk Anansie, luego invité a Tori Amos, y me dormí después una siesta con los Cowboy Junkies.

Mis discos no son originales, son únicos. Tengo unos 200 hechos por mí mismo, con atención extrema al detalle, cada canción está ahí por algo, en el orden adecuado. Me embarco en la confección de un disco nuevo con espíritu de geógrafo. Así para mi disco de Reggae escuché a todo Bob Marley y terminé condimentándolo con una serie de covers notables. Para mi disco Bollywoodense investigué los soundtracks de las películas indias más exitosas, y luego vi Lagaan y no me quedó otra que hacer el disco de nuevo.

Pero bueno, mis 10 discos favoritos de entre estos tantos, difícil cuestión. Dejémosla en 5 considerando que son casi puros medleys:

1.- "Lonely planet"
El morbo de la soledad, el dolor visto como placer exquisito. Le lleva muchos temas de Mandalay, un grupo que es como una estalactita emocional en la que da gusto crucificarse a veces. Además está Ely Guerra que dice tener frío, Phoebe Snow, Lamb y Zero 7. Para darle un poco de esperanza al conjunto aparecen Air cantando "All I need" en vivo para la radio KCRW, y luego los Cocteau Twins con "Rilkean heart". Es decir, anhelos que anuncian frustraciones. Entonces aparece conmovedora Nina Simone cantando "I want a little sugar in my bowl", seguido por ese temazo de Phoebe Snow (en versión de Mandalay) que es "I don't want the night to end". Y cortémonos todos las venas.
El disco tiene que terminar de manera positiva, así que ahí le puse a Sarah MacLachlan con un remix (el Fade mix) de "Plenty" que dura como 10 minutos y es como para dejar las penas atrás por fin e irse a bailar a la disco.
"I looked into your eyes, they told me plenty, I already knew"

2.-Men in love
Este fue uno de mis primeros compilados. Traté de reunir canciones de hombres enamorados, da lo mismo de de quién, aunque la gracia del inglés es que nunca se hace evidente el género. Así desfilan Billy Joel("Just the way you are"), Elvis Costello ("I want you", temazo), Don McLean ("And I love you so") y por supuesto Frankie Vally ("Can't take my eyes off you"). Además de John Denver, Elton John, Andy Gold, Richard Marx, Tony Bennet y hasta Paul McCartney.
Mis dos favoritas de este disco: "Breaking us in two" de Joe Jackson, y "Be my love" de Mario Lanza, claro que quien no haya visto "Heavenly creatures" puede que no entienda mi predilección.

3.-Super Onion
Nada como la cebolla picada fina y en castellano para poner a los sentimientos mariquitas en evidencia y luego darlos por superados. Casi todos estos temas se encuentran en una serie de discos que se llaman, muy apropiadamente, "Música para planchar".
Las canciones cuentan aquí una teleserie, que puede seguirse leyendo sólo los títulos de las canciones: Partimos con "Con olor a hierba"(fornicando al aire libre, claro), luego "Hagamos un trato" (no le digamos a nadie), "No me puedo quejar"(es que estuvo tan bueno), "Beso a beso" (Angela Carrasco y Paloma san Basilio, ídolas), pero obviamente el tipo es un casanova que no está ni ahí con comprometerse con la protagonista, de ahí que el amigo gay de ella le cante "Pobre diablo", y ella ciega a todo el asunto entone "El día que de mí te enamores", a lo que él responde cínico cantando que su corazón es "Pólvora mojada". Finalmente llega el desengaño con "Simplemente amigos" y luego "Fuiste un trozo de hielo en la escarcha", Nydia Caro hace un cameo cantando "Soledad", y luego continuamos con "Procuro olvidarte", "Maldita primavera" y "Gavilán o paloma".
La protagonista se jura que ya lo olvidó al canalla que la hizo suya y le rompió el cuore, pero justo entonces el susodicho vuelve encarnado en Sergio Faccheli y cantando "Quiéreme tal como soy".
Pero nada, ya es muy tarde y el disco termina con "Bolero falaz" de los Aterciopelados, seguida de "El me mintió" de Amanda Miguel y sólo porque las heroínas de telenovela suelen ser muy idiotas, "Como te va mi amor", de Pandora.

4.- Metaloid
Luego sucede también que hay días en que las emociones fletas están fuera de stock y uno sólo quiere romper cosas, degollar gallinas y masticar murciélagos de plástico. Para esa ocasión también tengo el disco justo.
Partimos con "I'm deranged", David Bowie con Brian Eno; y luego "Enter Sandman", "Sweet dreams" en versión Marilyn Manson, "Stinkfist" de Tool, "Sad but true" de Metallica, "Know your enemy" de Rage, "Trust" de Megadeth y "Aerials" de System of a Down.
En el fondo estas también son puras canciones emotivas, sólo que cantadas más fuerte. Slipknot canta "My plague" y Faith no more "Epic". Todo muy Yoísta. Al cabo que el propio Ozzy canta que quiere ser un Iron Man, para qué si no para que las emociones no le afecten.
Luego estamos Back in black con AC/DC, y terminamos con Stabbing Westward, un cover buenísimo de Marilyn Manson para "I put a spell on you" y terminamos muy malheridos con Nine Inch Nails que cantan "Hurt".

5.- Queer as folk
Y por último, aunque podría seguir por kilómetros y kilómetros de pantallas, selecciono a mi compilado de grandes éxitos tocados en la serie Queer as Folk. He aquí las preciosuras(y ojo que siento estar compartiendo los ingredientes de una receta secreta:
"Bingo Bango" - Basement Jaxx
"Bachelor Pad" - Fantastic Plastic Machine
"Harder, better, faster, stronger" - Daft Punk
"So I begin" - Galleon
"In these shoes" - Kristy McColl
"Man research" - Gorillaz
"Teenage sensation" - Gus Gus
"The best things" - Filter
"Radiocapte" - Rinôceròse
"Human behaviour (Underworld Mix)" - Bjork
"Never let me down again" - Depeche Mode
"Passive aggresive" - Placebo
"Lovesong" - The Cure/Tori Amos
"Poses" - Rufus Wainwright
"Take me somewhere nice" - Mogwai
"Save the last dance for me" - The drifters
"Call me on your way back home" - Ryan Adams
"Chiquitita" - Abba

Discos que me avergüenzan:
Soy un sinvergüenza, así de simple. Aunque tengo por ahí un disco de Erasure que no escucho muy seguido y por algo será. (Aunque igual adoro "I love to hate you"). Añadiría también aquí el soundtrack de Batman Forever (si no fuera por "Fun for me" de Moloko..)

Cantidad total de música bajada del computador:
Uf, esa es información delictual casi, y como tal clasificada. Ahorita tengo unos 5 gigas de canciones que todavía no sé en qué disco poner. Desde Paquita la del barrio hasta el último tema ganador de Eurovisión (Ruslana desde Ucrania con "Wild dances").

último Cd que compré:
Fue por amazon, un disco recopilatorio de Ocean Colour Scene de edición limitada con dos discos. Amo a ese grupo, desde "The day we caught the train", pasando por "Better day", "Robin Hood" y "You got it bad". Lo mismo podría decir de los Manic Street Preachers, pero de ellos me hice un "Lo mejor de... según moi"

última canción que escuché antes de escribir esta cadena
"Down in the river to pray" Allison Krause de la banda sonora de "Oh brother where art thou?"

Canción que escucho seguido y tiene significado pra mí:
Podría ser "You got it" de Bonnie Raitt, que siempre suena en momentos en que en verdad siento que "I got it", además destacaría la épica de "A design for life" de los Manic Street Preachers y "You're so vain" de Carly Simon, y "Put on your sunday clothes when you feel down and out", y "Hey" de Julio Iglesias, y, y, y ,y , y también.....

Ya, mejor me detengo aquí. Cumplí mi deuda pero podría seguir, apuntar nuevas categorías como "Canción más cachonda" (Lejos gana Marky Mark con "Good vibration", seguida de Vanessa Daou y "Near the black forest"), o canción que más suelo cantar bajito ("Father Lucifer" de Tori,) o que más ganas me dan de cantar con micrófono en un desfile por la Alameda ("It could be you", de Blur)....

Pero mejor lo dejo hasta aquí.
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