Image Hosted by ImageShack.usDreamer, you know you are a dreamer (Supertramp)

viernes, enero 30, 2004

Hoy fui a visitar a un amigo en prisión. Bueno, no exactamente.
El Alito es un amigo del liceo, él era el mejor alumno del curso, por eso yo lo consideraba mi alter ego, mi doppelgänger que me permitía probar como era ser un estudiante de bajo perfil, al final le terminé agarrando el gusto (al low profile, no al Alito).
Que yo sepa, él es célibe. El otro día concordó conmigo que el celibato es una perversión sexual de las peores. No creo que sea gay, (not that there's anything wrong about it), la verdad no entiendo qué es lo que le pasa, tal vez sucede que estando en prisión es fácil descuidar ciertos aspectos de la vida de uno.
La prisión de mi amigo se llama SECICO, que es un buen nombre para una prisión, precisamente porque no suena a nada en particular. SEcreta Cárcel de Incorregibles COmputines, tal vez la sigla quiere decir eso.
Ok, ahora en serio. Mi amigo trabaja, y no es un mal trabajo, de hecho le ha permitido comprarse un Yaris, y bueno, mantenerse ocupado. Nunca hay que menospreciar la importancia de algo que te mantenga ocupado.
Aún así, mi visita de hoy fue muy penitenciaria alcatraz, avisé que había llegado, conversamos en frente de la recepcionista, luego le pedí sus credenciales y le fui a arrendar libros de la biblioteca (él no podía, claro, por el trabajo). Me fue bien en la biblioteca, le saqué un Chuck Palahniuk, un Julian Barnes, un Michael Chabon y un Best Seller de Crichton por si no engancha con lo otro. Luego le llevé los libros y quedó feliz, en especial con Palahniuk ("El club de la pelea", anyone?).
El pobre Alito no había leído casi nada de literatura desde que salimos de cuarto medio, de hecho fue cuando me dijo que lo último que había leído en mucho tiempo era el manual de su auto, ahí me preocupé y tomé cartas en el asunto.
Abandoné San Joaquín con esa sensación de Misión Cumplida, y con "Cat's cradle" de Kurt Vonnegut, y "Estupor y temblores" de Amelie Nothomb, y "Expiación" de ian McEwan. Sintiéndome el Chapulín Literato, por decirlo así.

Luego unas quesadillas y una escudo, aunque no tenía hambre. Y luego "Lost in Translation".
Que maravilla, no?, El momento en que Bill Murray canta "More than this" de Roxy Music. Esa canción me pone la carne de gallina. Alucino con esa canción. Me imagino llegando al cielo, y San Pedro cantando More Than This, You know there's nothing more Than This, Tell me One Thing....San Pedro Borracho y muerto de la risa, algo así me imagino que sería mi llegada al Cielo. Para que vean el calibre de mi imaginación.

Volví al mundo real agradecido de todo, incluídas la cerveza en mi vejiga y el sudor en mi espalda. Todo está condenadamente bien. Y me preocupa un poco, porque las cosas son cíclicas y el mundo es redondo y nada dura y eso. Pero no, siendo sincero, nada me preocupa particularmente en este minuto.

Me voy a Maitencillo por una semana, a hacer y dejar de hacer. Y a sacar fotos en perspectiva.

Me voy aquí, me voy allá y a todas partes. Hay veces que me siento omnipresente, y siento que eso lo compensa todo. Y me despido antes que empiece a cantar alguna canción de ABBA o algo por el estilo.
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martes, enero 27, 2004

Estoy listo, o casi. Yo diría que sí, que demás que conseguí el trabajo. Mis ventajas sobre la competencia eran potentes. Y cómo no iban a serlo, si yo era practicamente el único con disponibilidad absoluta en las mañanas.
Buscaban a un tipo de empleado con educación universitaria y orientado al servicio y las relaciones públicas. Alguien de buen aspecto, que inspirase confianza, que haga de todo, te atienda con una sonrisa y se acuerde de tu nombre. Ese es el perfil de empleado Starbucks, o como ellos dicen, ese el perfil de un 'partner'.
Así que como les digo, pronto puede ser que allí me tengan, sirviendo desayunos a gringos globalizados, y a chilenos wannabes, y a adictos al caramel macchiato sin piernas y al triple de la tarifa regular.

Veo la revista del Cable y me entero que Sol también consiguió trabajo. Aunque ella igual ya me lo había contado, es distinto leer entre el título y el encabezado el nombre de una amistad. Habla sobre las parejas más románticas del cable y menciona a Will & Grace 'A todos nos gusta la manera en se comprenden y terminan las frases del otro(...)Los mejores amigos del mundo, que no pueden vivir el uno sin el otro'. Pienso que tal vez pensó en mi, pienso que tal vez ya se encontró a otro gay mejor amigo, pienso es varios posibles, pienso que estoy celoso, pienso que a veces racionalizo demasiado cosas como esta.
Pienso: Al fin alguien en verdad fanático obseso del cable escribe en esta revista, la Sol le dará credibilidad, variedad, novedad. La Sol va a ser un tremendo aporte a ese equipo, bravo Sol!
Pienso: Ahí está ella, seguro ganando al mes lo mismo o más que yo sirviendo café todas las mañanas, con la diferencia que ella trabaja en lo que estudió, y ella escribe a lo más tres artículos al mes en una revista de circulación nacional que es de las pocas que la gente lee porque es gratis, escribe de una materia que ambos sabemos al dedillo, que nos gusta, que no le implica lo que podríamos decir un gran esfuerzo, y además le ha de sobrar tiempo para trabajar en otra cosa, si quiere, claro.

Envidia? No, Rabia. Rabia contra mi que perdí en algún momento todo asomo....la pizca que hace falta...esa cualidad....ese ímpetu...toda esa cosa....el mojo de Austin Powers....
No, estoy como Peter Pan, a él se le perdió la sombra, a mi se me perdió algo parecido. La Ambición, la Motivación, el Ñeque. Se me perdieron todos esos elementos cruciales. Me imagino que la sombra de Peter era una metáfora bastante buena para referise a todo eso, a todo lo que nos hace querer crecer y convertirnos en adultos. Sí, he perdido mi sombra, revisen debajo de sus camas porfa, no se me habrá quedado por ahí?

En fin, el caso es que seré partner barista, tendré un trabajo honrado con sus consiguientes noches de sueño exhausto e idealización de los fines de semana (uno por medio, que el otro tengo que laburar). Voy a ser un trabajador activo, haré algo agradable, rodeado del aroma del café y los brownies de arándano. Tendré todas las mañanas algo mejor que hacer que intentar volverme a dormir, leer LUN y hacer zapping.
Todo bien, todo bonito. Y además de ahorrar ganaré plata para comprarme un reloj con alarma, un calendario, zapatillas para correr y un discman o un mp3 player, todavía no me decido en eso.

Y como dicen, cuando llega el trabajo y se acaba el tiempo libre, llega el amor y hay que hacer malabares con la agenda para ver cuando juntarse. Todo eso puede ser, pero por mientras no se nada de nada. M está en el sur y yo me voy a Maitencillo y mi pudor sumado a una estrategia amorosa bien básica me impiden extenderme en lo que siento al respecto. No vaya a ser que él lea y se ría de mi. Tengo que ser cool, y responsable, y ganador, tengo que ser tantas cosas a la vez que no sé si me quedará tiempo para ser yo mismo.

Ya veremos que pasa.
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jueves, enero 22, 2004

Todo bien. ¿Todo bien?, Sí, todo bien.
El titular del Daily Me probablemente sería 'Auspicioso comienzo del año del mono'.

¿Y cómo tan así?
Bueno, llevo varios días de 'domestic bliss'. El tipo de felicidad modesta que sólo tambalea cuando es sometida a interrogatorio. Y, honestamente, qué no tambalea en un caso tal?. Mis días de verano han consistido de fotografiar a las baby tórtolas que nacieron en el patio, escuchar chapoteando en la piscina a Lamb o al soundtrack de The Talented Mr Ripley, luego tomarme una cerveza helada, leer, chatear, chutear el momento de ser responsable y por las noches soñar con los angelitos.

Pero ahora de repente noto un cambio de mareas, como que advierto que se me viene algo distinto, y lo más insospechado de todo, advierto que me gusta.
Lo cual viene a reafirmar mi desdén por las definiciones. Pues holgazán, descomprometido, perdedor e inmaduro (que admito lo he sido), no es obstáculo para de un día para otro convertirme en el opuesto perfecto y Ta Daa!

En serio, un ejemplo claro. Esta semana me volví a juntar con M, el chico de ojos claros del sábado en Búnker. La química seguía ahí, lo cual fue una muy agradable sorpresa. Nos fuimos a tomar un café, luego nos fuimos a un motel en la ruta 68. EN FIN. El caso es que lo pasamos increíble, y todo el tiempo sentí que estábamos en el mismo track, sincronizados, toda la onda. Mi experiencia con sentimientos mutuos es lamentable, y es cierto que sentir ese tipo de conexión embriaga más que la champaña.
Y después de acabar, seguía ahí. ¿Estaré creciendo como persona? jajajaj, ya estaría bueno.

Qué más, me llamaron de Starbucks. Ya sé que es una ambición bastante limitada para un (pronúnciese con voz de cuico) periodista de la católica. Pero me gusta la idea, vestir un uniforme, servir cosas ricas, con buena música, buena decoración, ganar plata haciendo un servicio concreto a la gente. Necesito sentir eso, por un rato, y luego tal vez me pueda convertir en periodista de la farándula. O bueno, tal vez en algo mejor que eso.

Todo bien. En verdad que todo bien. Encontré en la librería El Patio 'Jitterbug perfume' de Tom Robbins, me salió apenas 4 lucas. Salieron las fotos del bar de sopas en la Vida Social de El Merculo. Salgo igualito a Feito de CQC. Que caiga quien caiga, mi estrella es buena, brilla harto, y me tengo fe. Bring it on.
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lunes, enero 19, 2004

Tengo una personalidad no adictiva, así de simple, o tal vez sea más grave que eso, todo tiene que ser nuevo, no le hallo ningún encanto a la repetición. Si tengo que regresar escojo un camino nuevo. Si el palito de mi helado sale vale otro, pediré una distinta variedad. Si la película me gustó demasiado, la volveré a ver, pero sólo cuando haya olvidado algunas partes, para sentir como si la estuviera viendo de nuevo. Tengo una relación obsesivo compulsiva con la novedad.
Eso no es nada nuevo, pero estoy tratando de identificar mis taras y someterlas a un programa de 12 steps, y el primero es reconocer que se tiene un problema y que queremos superarlo.
Por qué exactamente quiero superarlo, si me gusta ser original? Quiero superarlo porque peregrino y todo, quisiera estar seguro de que puedo apreciar algo más allá de su novedad, me refiero por supuesto a las relaciones interpersonales.
Para mi las relaciones funcionan en dos tiempos, y sólo en dos tiempos. En potencial y en pasado. El presente es la adquisición de un nuevo pasado, así que el presente también sirve, pero pare de contar.
Recuerdo en el bus a Valdivia el 2001, íbamos muy bien con la Sole, a quien siempre he encontrado parecida Liv Tyler, hasta que a ella se le ocurre preguntarme algo muy simple. Cuáles son tus 5 canciones favoritas?
No, no pude responder, traté de explicarle mi imposibilidad filosófica, pero no lo entendió y nos enojamos un poquito, estoy seguro que ese poquito fue el causante de nuestra ruptura. Lo cual tampoco esta mal, me gusta ser civilizado y tener rupturas por motivos racionales, o sea, por cuestiones de discurso.

No puedo decirte cuales son mis canciones favoritas, no puedo definirme. Definirme es para mi una aberración. Te puedo decir mis canciones favoritas de cuando tenía 8, 10, 15 años. Te puedo hablar de las películas que me marcaron (pasado), pero no las que me marcan (presente), no quiero ser un tipo de juguete con las instrucciones escritas en la caja, soy un ser humano, una implausibilidad, no ves acaso lo bonito de ser impredecible. Cuando me aburro de las cosas al principio me da lata, pero después lo veo distinto, como una bendición, con los muertos no hay problema, da lo mismo que se aburran de la madera del cofre o del pañuelo en el bolsillo, o la mata de menta que le plantaron encima. Cambiar de parecer, aburrirse de las cosas, negar la cristalización de la identidad es un privilegio de los vivos, y yo soy un leprechaun, más encima. Cuando chico tenía delirios de persecución, hablo de muy chico, a los 7 años. Corría a todas partes para que no me alcanzaran. Pero no corría en línea recta, porque sería blanco fácil de las balas. Corría en zigzag. Y ahora no soy chico, pero hago lo mismo, vivo mi vida en zigzag. Entonces lo complicado es eso, encontrar a un maratonista zigzagueante que esté dispuesto a acompañarte en la vida es sumamente difícil. Y como más encima soy exigente, comprenderás que llevo varios años haciéndome la idea que viviré siempre solo. La idea ya no me perturba, más me perturba necesitar en algún momento compañía en la cama para poder dormir, o alguien con quien desayunar, leer el diario, trotar, almorzar, ir al cine, bailar, la adicción me perturba. La codependencia, patológica y romántica a la vez. Pero como ya te dije, no me disgusta pensar en el futuro, me disgusta darle poder sobre mi. Eso también me define, si lo que quieres es encontrarme una definición, yo no entrego poder, renuncio incluso a tener poder para no verme después forzado a entregarlo. Soy el último de los independientes. Soy un loco peligroso.

Bueno, supongo que igual la entiendo a ella, que luego desconfiara totalmente de mi. Las abuelas irlandesas enseñan a sus nietas a no confiar nunca en los leprechauns. Y es una pena, porque a los leprechauns nos encanta la compañía de las nietas irlandesas. Nos gusta precisamente tal vez porque sabemos que no la podemos tener. No por mucho.

El viernes fui al MosaiCafé de Las Condes, Juampi cumple 25. Francisco, Danilo y Vero están allí. Mis amigos del cole. Es tal como digo, no tengo ningún problema con el pasado. Y cualquier presente con ellos es un presente pasantoso, un presente en pasantía, un presente placebo, que no cambiará lo que ya sabemos, lo que ya sentimos, los recuerdos de nuestro común pasado. A lo más le da una distinta tonalidad.

El sábado en cambio necesitaba novedad, fui con Ian el británico trotamundos que se parece a Tintín y a Charly Brown y ahora sabe unas cuantas gotas de castellano, fuimos a ver Get Real al Alameda, y luego al Bunker. Pisco Sour seguido de Gin Tonic, seguido de Vodka Cola y seguido de Ron Cola. Entre medio un show más bien malito. Un profesor de la U. Un compañero de carrera de quien sólo me acordaba del apellido. Un ex bailarín de Rojo. Un fotógrafo famoso. Un conocido a quien siempre olvido el nombre y le digo Yoghi porque parece nipón y eso creo le molesta. Más un montón de gente que nunca había visto antes en mi vida. Impresiones varias. La lata de vagar de un piso a otro, entre abrazos musculosos y mujeres mayores producidas que vienen aquí no se por qué razón. El ocasional flechazo por aquí por allá. Cambio de luces. Se pierde en la multitud. Ian que no entiende como puede ser que las fiestas comiencen tan tarde, que alega porque en Londres todo termina a las 2:00, claro que comienza mucho antes. Le voy a comprar un battery, tres lucas cuesta el battery, eso debería mantenerlo despierto. Maldito sea el lugar caro, los tragos cuestas 3500. Menos mal que no he tenido que pagar por nada. Me meto a la pista de baile, la atravieso como buscando a alguien hasta que encuentro a alguien, es el chico con quien nos miramos en guardarropía. Le hace un gesto a su pareja de baile quien se retira indignado. Bailamos, no recuerdo qué, pero bailamos. Luego salimos, me compra un trago. Procedo a las descripciones: un par de centímetros más bajo que yo, un año mayor, ojos azules, muy bien parecido y está claro que le gusto. Qué más se puede pedir. Lo estoy pasando muy bien.

Defectos. Son dos. Graves. El primero, fuma todo el tiempo. El segundo, vive en Maipú. Maldito sea Ravinet de mierda que quiere hacer más grande todavía esta ciudad sin ningún respeto por los romances entre comunas alejadas.

En fin, considerando el estado de la situación, lo mejor es hacer de esta noche un evento memorable. Le digo que vayamos al Sauna 282, nunca ha ido, le digo que yo tampoco, es cierto pero no me cree mucho. Al final lo convenzo, se despide de sus amigos, y de su hermana, que andaba por ahí. Yo lo espero a la salida, no me da tiempo de preocuparme, caminamos, son unas tres cuadras, pago por los dos, es un lujo que puedo permitirme considerando que esta noche todo me ha salido gratis. Gracias Ian.

Y como diría Ian, we shagged, we totally shagged. We shagged by the pool, we shagged in the showers, we shagged at the jacuzzi. It was obscenely sexy, movielike sexy, condenadamente sexy. El sauna estaba medio vacío, salvo el personal de servicio y unos cuantos hombres solitarios que disfrutaron el show. Supongo que es debido al haber compartido camarín con otros hombres cuando chicos, no me inhibe el cuento, a mi versión chilena de Elijah Wood tampoco. Estabamos concetrados en nosotros más que en el resto, claramente. El sauna era una opción mejorada de motel, con una piscina temperada exclusiva para los dos, y si bien faltaba una camita o una colchoneta donde tenderse, el húmedo piso de las duchas no estuvo tan mal tampoco. El sitio se veía bastante limpio.
Una lástima, pensé en ese momento, ahora si vuelvo a este lugar pensaré en ti, pensaré en esto que estamos haciendo, dos jóvenes guapos profanando amorosamente un recinto al que casi solo vienen hombres solos buscando sexo como quien pide un cigarrillo. Nosotros dos haciendo espectáculo de nuestra química instantánea y volátil, en el futuro me sentiré muy solo, no vendré solo a este lugar, y si conociera a alguien más aquí sentiría que estoy desvirtuando este presente que ya se vuelve pasado y que desde el pasado también me presiona y ejerce su poder sobre mi. Que ingenua ha sido mi visión del tiempo. No hay como escapar del tiempo, no? Sólo tenemos que conformarnos con robarle unos contados momentos de la vida. No por cliché es menos cierto.
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jueves, enero 15, 2004

Empiezo a creer que el haber estudiado periodismo sí tiene alguna utilidad. Este lunes, por ejemplo, fui a la Plaza de la Constitución a ver a la compañía de teatro Royal de Luxe. Llegué una hora antes y la fila ya era inmensa. Eso no impidió claro que media hora más tarde la fila fuera el doble de larga y hasta se replegara sobre si misma. Cada persona que llegaba a ponerse al final me hacía sentir mejor, si yo no alcanzaba a entrar, al menos habían otros que ni siquiera tenían esperanza. Entre ellos una mujer crespa y flaca, que se parecía mucho a..

-Vanessa!

La saludé como si fuéramos amigos de toda la vida y la invité a acompañarme en mi lugar.
Vanesa Miller, justo esta mañana te vi en unos sketchs de Plan Z que bajé de Kazaa, le dije. Ella estaba muy agradecida, Te debo una, me dijo y me dio su tarjeta. Espero que no te conviertas en uno de esos periodistas venenosos que hay por ahí. Cuando supo después que me llamo igual a su padre me dijo que yo era su ángel. Me gusta ser ángel, le contesté, es mi verdadera vocación, estoy esperando a morirme para que me entreguen el título.
Historia corta, ella conocía a alguien en las gradas con mejor vista del escenario y terminé viendo la obra en la mejor posición posible. La hice bien, como se dice.

Otro ejemplo, ayer me junté con Ian. Ian es un inglés que trabajó durante 5 años en el metro de Londres, junto libras suficientes para invertir en propiedades y la plusvalía le dio tanto que ahora está dando la vuelta al mundo. Su idea es montar un sitio web, que sería algo así como www.aroundtheworldinadrunkendaze.com , pero creo que todavía no está operativo.
Ian es gay, lo conocí por gaydar cuando planeaba su primera escala del viaje, que sería Chile. Ian no sabe una gota de español y por eso le ofrecí mi ayuda. Además él quiere conocer las discos y pubs gays de todo el mundo, y en Chile le había costado un poco encontrar información al respecto.
El caso es que me convertí en su guía, de partida lo llevé a un hotel en Bellavista mucho muy barato y justo encima de una disco gay. Luego salimos a recorrer.

Hicimos lo que imagino es típico de cualquier turista en Santiago. Subimos por el funicular hasta la virgen, le presenté el pisco sour, luego tomamos el teleférico hasta Tupahue y la Enoteca, catamos Chardonnays, Sauvignon blancs, Rieslings y Gewürztraminers. Le encantó que los vinos blancos estuvieran envejecidos en roble, yo mismo creo que noté la diferencia. Cada día se aprende algo nuevo.
Y luego Pedro de Valdivia, almorzamos calamares en el Liguria, peló cables con el aceite y el pebre y casi todo lo que nos pusieron en la mesa. Me hacía preguntarle a los meseros cuanto ganaban y luego hacía el cálculo para decirme que en Londres ganarían al menos el triple.

Británico con plata, cosa seria de verdad, imagino que si él encuentra todo barato en Chile le va a costar abandonar Argentina. Estuvo cerca de comprarse un laptop Sony Vaio, y un perfume Issey Miyake de 50 lucas. Gastó una fortuna en postales. No recuerdo haberme sentido tan necesario en mi vida, estafar a turistas puede ser tan fácil que no tiene gracia. Pero yo estaba ahí para asegurarme que el precio fue correcto.
Para eso y para sacar fotos, para decirle donde está el metro y buscarle alguna cafetería gay abierta. A Ian le costaba entender que no hubiera alguna, en Londres al parecer los bares gay abren a las once, pero de la mañana. No se vende alcohol en ninguna parte después de las 02:00. La gente carretea toda la semana porque carretear no es sinónimo de trasnochar. En fin.

El único lugar gay donde conseguir café al final resultó ser el sauna Mi Tiempo, el café era horrible, y el sauna no le interesó. Pero al menos cumplí con su capricho de encontrar un sitio gay diurno, y el administrador del sauna nos conversó un rato. Es cierto al parecer, todavía en Chile se adora a los extranjeros. Tras cada compra Ian se despedía con un muy manchesteriano 'Graucias seniorita', y las susodichas se reían jijiji. Le dije a Ian que no era necesario que dijera gracias señor o gracias señorita, que el gracias por si solo era suficiente y que así parecía Boy scout. "No importa, me gusta que la gente se ría", repuso Ian. Eso me hizo pensar en un Londres de sonrisas inexistentes. No lo había pensado nunca antes así.

Esto de ser traductor es bastante cansador, después de conseguir una lavandería para Ian y tratar de reponder en inglés a preguntas como ¿qué es eso?(apuntando a un cuchuflí), llegué exhausto a casa con el tiempo justo para cambiarme y acompañarlo en el circuito nocturno.

Fuimos al Vox Populi, donde Ian pidió un Vodka Coca Cola Light el solito. Luego al Bokhara donde finalmente lo dejé, ya era hora de nadar solo.

Ian me dio una idea, me dijo que debería cobrar. Que era un buen guía, que sabía inglés y conocía la ciudad, que con eso bastaba. La idea no está nada de mal. Tengo que poner una página web y ofrecer mis servicios de Virgilio. Puede ser, definitivamente no es una mala idea. Será acaso otra más de las oportunidades que invariablemente dejo pasar?. Quiero hacer las cosas bien, pero no tengo experiencia en hacer las cosas bien. Necesito descansar y pensarlo. Abandono la disco, son las 2:30 y no pasa ninguna micro en la Alameda. Un señor cincuentón de Puerto Varas me dice que compartamos un taxi, le digo que tengamos fe, que ya pasará una micro. La micro pasa, el señor cincuentón me cuenta su vida, se casó hace poco con una mujer de treinta. Hace cultivos hidropónicos en Ensenada. Me dice que en SQP necesitan un periodista en práctica. Me dice que tengo pinta pa' estar en la TV. Todo el mundo quiere decirme que hacer con mi vida. Me siento como una ficha de LEGO.
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martes, enero 13, 2004

El otro día me dijeron que yo había renunciado al amor. Así, frontal, justo el tipo de cosas que te dice gente que no ves muy seguido y se las quieren dar de clarividentes.
Y, no sé. Tal vez sea cierto. El amor no me ha dejado un solo souvenir que valga la pena. Sólo la sensación de haber atravesado una nebulosa de idiotez pura, que sí, que se siente agradable mientras se está dentro, pero que al cabo sigue siendo una idiotez.
Por eso no me preocupa, conozco de que va, el amor. Tan solo siento que no va conmigo. De momento paso de codependencias, y por cuanto a la ilusión, al gustito de vivir e incluso al cachondeo, pues no hace falta vivir un Coríntellado para saborear esas cosas.
Y si vamos a ir de romanticones, tengo recuerdos idiotas al por mayor. Tengo toda una correspondencia idiota que en parte aún me conmueve. Tengo nombres asociados a sueños y aromas nostalgicosos. Pero ahora solo quiero recordar uno, un solo amor, que de todos mis amores dudosamente correspondidos es uno de los que más se acerca. Quiero recordar mi affaire con la silla de mi sala de clases en el Liceo.

Diréis, qué tenía de especial esa silla? Pues bien, eso mismo podría uno preguntárselo a ella y enrostrarle (en caso que encontréis su rostro), qué tenía de especial ese estudiante? El caso que en algún momento inspirado nos reconocimos, nos aceptamos y no tuvimos miedo en reconocer lo que sentimos mutuamente.
Me obsesionaba el cuento mutual en esa época, gracias a Santa Separación Forzosa por cambio de colegio, había podido por fin librarme del espejismo que fue Constanza, y de repente me encontré libre. Libre y solitario.

Fue en una fiesta, había tomado un poco, pero me sentía con ganas de dar la impresión de estar borracho. Hay gente que toma para soltarse, para ganar confianza. Yo tomaba para justificar mi comportamiento frente a los demás. Con el pase liberado de la unión de beodos me permití todos mis gustos, le busqué camorra al matón guapetón de Matías Culazzo, bailé con señoritas y primas de señoritas y hermanitas chicas de primas de señoritas, armé un coro en el patio de Anarchy in the UK en la época en que pocos sabíamos qué significaban esas dos letras. Hice un monton de leseras, pero sentía que me faltaba algo. Y sentía que me faltaba alguien, claro. Alguien que no era Cony, ya eso lo sabía. Alguien que se parecería más a Matías Culazzo, tal vez. Alguien que no estaba presente y que dudaba se fuera a hacer presente pronto. Frente a mi la muralla vacía.

Y se me ocurrió que la presencia es una gilipollez, que el espacio y el tiempo son unas huevadas y en medio de esa reflexión patafísica me sentí iluminado, hice unas sinapsis algo aceleradas y en el segundo siguiente mi composición molecular ya había cambiado. Había dejado mi cuerpo, convertido en un neutrino atravesaba la materia y recorría los estratos en busca de las antípodas de mi lonely me. Y llegué, era como esa escena de sexo virtual de la película "El hombre del jardín". Fue muy intenso, muy romántico. Y bastante ridículo visto desde fuera.

Esa noche me gané un mote, y una cancioncilla. Esa noche solucionó los problemas del grupo encargado de hacer un comic grupal con el curso en cuarto medio. Era triste situarme en las gradas frente a la cancha de volleyball escuchando personal. Era mejor tenerme al fondo del patio, al lado de los fumadores, atracando con la pared.

A la pared, a la pared, a la pared, a la pared (léase cantadito)

La fama de fetichista no me molestó. De repente me consideraban un ser sexual, lo fetichista era secundario. Había perdido mi virginidad social, que es tan importante como la privada. La chica de la casa del cumpleaños me traía mensajes en clave de parte de su pared, y yo le mandaba besos. Lo que podría haber sido la tumba de mi reputación no lo fue, era sexy hablar en código muralla. Se hizo relativamente popular. Eso me saturó un poco, la muralla y yo decidimos terminar. Más bien, yo la patié.

Es cosa sabida, en el colegio basta con terminar un pololeo para que surjan otros en el horizonte. Yo que ya había experimentado esa sensación de entrega y de confianza, ahora sabía que no quería estar solo. Era un día de bufandas y lluvia. Un día de aserrín en los pasillos y alientos de bruma. Un día como aquel apareció ella.

Estaba en una esquina, sola, nadie la integraba salvo en juegos violentos que atentaban contra su integridad física y sicológica. Su aspecto era normal, no era coja y no le faltaba respaldo. Era una más, una de muchas. Con menos chicles adheridos bajo el asiento que la mayoría. Nadie la había escogido y mientras las demás jugaban ella tenía que contentarse con mirar. Supongo que me identifiqué con su destino.

Una mañana llegué temprano, fui al fondo del salón y la tomé en mis brazos. Arrojé a la anodina y chirriante cuadrúpeda que me había sostenido hasta entonces y puse a mi nueva silla en su lugar. Justo en ese instante entraron María Elena y Gisela, temí que se hubieran dado cuenta, traté de meterles conversación, que cómo estuvo el viaje en micro, que si vieron Video Loco anoche. Sentí que me iban a descubrir, gotas de sudor delator corrían por mi frente. A la vez estaba excitado, por primera vez sentado sobre mi nueva silla, mi Dulcinea.

Lo probamos de todo, diferentes posiciones. Algunas bastante demandantes. Algunos recreos nos quedábamos en la sala, otros la sacaba al pasillo y veíamos juntos los campeonatos de rayuela con monedas. Qué tiempos aquellos!

Nuestra relación no pudo manterse en secreto mucho tiempo, ya sospechaba yo de tendencias similares entre otros compañeros y una vez confirmadas las sospechas empezamos a organizar actividades en conjunto. Uno de nuestros juegos favoritos requería de un tubo de pegamento "stick fis". Me embadurnaba el pulgar y el índice con esa sustancia pringosa y luego juntando y separando los dedos hacía telas de araña, telas de araña que recubrían toda la silla y a veces conectaban una con otra, o atrapaban un lápiz liviano. Fue nuestra etapa kinky, que ya presagiaba el fin. Necesitábamos nuevas experiencias que le dieran chispa a nuestra relación.

Probamos de swingers, probamos grupal, yo la obligaba a hacer cuadros plásticos con otra sillas. A veces los profesores llegaban antes que terminara la hora de colación y se encontraban frente a una torre de sillas, un espectáculo degenerado que yo intentaba hacer pasar por arte moderno, mi sueño era construir una torre como la que proyectó Tatlin en Moscú para la Tercera Internacional.

El profesor entendió esto y ya que la inasistencia había sido muy grande me permitió conservar mi monumental construcción. Mientras los demás calculaban logaritmos yo pensaba en variables de gravedad y equilibrio, tal vez mi destino era ser ingeniero, construir todas aquellas obras inconclusas o detruidas por las guerras. Culminar la Sagrada Familia, el Zwinger y la Frauenkirche de Dresde, el Coloso de Rodas...

El Coloso de Rodas, eso puede daros ya una idea de lo que pasó con mi torrezuela.

Mi silla adorada no sobrevivió al impacto.

Un trágico final, aún me duele recordarlo. Mis ruegos por mantener a mi silla inválida fueron inútiles, se la llevaron. Por más que la marqué con mi nombre nunca más volvió, en cambio me trajeron una silla nueva, reluciente, sosa y engreída. Y me prohibieron toda actividad con sillas que no fuera sentarse en ellas. Una idiotez.
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sábado, enero 10, 2004

Pobre Pancho, lo habría pasado bien, en una de esas quizá hasta se habría enamorado. Pancho de poca fe.
Mi plan inicial era medio chanta, lo admito. Quería ver el show de Rojo en la Fausto, y eso que la Fausto nunca me ha gustado mucho. Pensaba que yendo con Pancho podría ser más divertido, tenía ganas de escuchar sus comentarios de pez fuera del agua.
Al final mi compadre alegó que Santiago está muy lejos de Las Condes y cuando Sebastián me invitó a una fiesta en su casa no se me ocurrió que podría interesarle.
Haber sabido, cuarenta minutos más tarde me encontraba en un alucinante departamento en Lastarria acompañado de Berni y Trini, primorosas hermanitas diseñadoras de vestuario. Pancho habría quedado ga gá.

Berni tiene 24 y Trini 17, todavía está en el colegio, y es una chica muy cool que nos actualizó respecto de las nuevas palabras de moda. La fiesta estaba muy piante, pese a que la mayoría ya íbamos camino de ser fósiles, con eso lo digo todo.

No, en serio, bohemio el grupito. Un fotógrafo que cooperó con unos paraguayos y luego se fue, un publicista, un productor de fiestas linareño y su chica cortometrajista valdiviana que tenía el mismol corte de pelo que Karen O de los Yeah yeah yeahs. Y luego llegó un grupo de estudiantes de teatro. Lo ínico que arruinaba el mood era la música, se trataba de un CD de MP3s que entre cortinas de 31 minutos disparaba indiscriminadamente a Sabrina, Catalina Bono, Roxette, Pulp y Bjork. La música era a ratos tan kitsch que servía para romper el hielo y mofarnos del anfitrión DJ.

Me aproximo a estudiante de teatro con unos jeans iguales a los míos y una polera de Krusty. Simpático él, su nombre es Adolfo y eso nos da para hablar sobre abuelos nazis y Tomás Moulian que ahora que es director del Arcis dice que entiende a los empresarios. Vuelvo con Berni, que se va ste mes a isla de Pascua. Ella vende ropa suya en una tienda en la rotonda Perez Zujovic, la misma donde el productor compró un gorro. El tema de la ropa es crucial, queda claro.

Me cae muy bien esta chica, conectamos sin fallas y ya somos íntimos hablando de Betsey Johnson y Queer eye for the straight guy. De nuestra vida amorosa y de como hacer más sofisticada a Marlén Olivarí. Hasta que ella me dice que Krusty hace rato me mira con ojitos tristes y que no debería haberlo dejado botado.

Error, Berni se equivoca, Krusty no es gay. Aunque va a discos gays y sus jeans son gays y sus amigos son gays. Que va!, apuesto que sus mascotas son gays. Le pregunto si acaso también tiene este síndrome bisexual adolescente de que hablan tanto en las revistas femeninas tipo Paula. Me responden todos que siempre ha sido igual, sólo que ahora se le puso la chapa al tema. Y yo les digo que la hija quinceañera de la Marcela Serrano, una rubia espectacular, salió diciendo en la Revista Mujer de La Tercera que ella esperaba tirar con una mujer sí o sí antes de morirse. Logro que me admitan que sí, que es fuerte eso. Todos menos Trini, que opina que es súper normal que las niñas de su edad hagan "un Tatú" en las discos pa’ llamar la atención.

Me siento extraño con Krusty, química hay, me dice que le caigo la raja. Berni me comenta lo mucho que detesta la ambigüedad, a mi me complica, pero la aprecio. Me entrega su tarjeta y se va con su sister. ‘Llámame, en serio, me caiste demasiado bien'. Je je, me pregunto cuando fue la última vez que una mujer me dio su teléfono en una fiesta.

Son las 3 de la mañana, ya he tomado dos piscolas cabezonas, ya he hecho amigos, es hora de irse a otra parte.

Voy al Fausto, el show de Rojo nunca fue, aunque me aseguran que volverá a ser, igual ni ahí con pagar las 3 lucas de entrada. Me voy al Bokhara que seguro paso gratis.
Y paso gratis, unos compadres en la fila de entrada tenían un 2 x 1 guacho.

El show es veraniego, "Arena y sol", "La chica del bikini azul", sí, divertido. Siempre me queda la duda con algún transformista que me cuesta mucho imaginar que no sea mujer. Pero no es como para ir y preguntar, mi curiosidad no da para tanto.

Bailo un poco, vago demasiado. Conozco a un Panameño, Emilio, que baila demasiado bien y se entretiene torturando a un gordito con terraplenes que está encargado de recoger las botellas. Emilio está de vacaciones con Alfredo, un amigo mexicano de San Luis de Potosí. Resulta que los 3 compramos nuestros jeans en la misma tienda en Baires. Con eso basta para que el espíritu americanista se haga presente y ya estamos todos bailando lo que según me repite Emilio a cada rato, es música de Panamá. Papi chulo, el general, dale con el látigo. Curioso país Panamá.

Termina la noche, los latinoamigos se van a su hotel porque mañana les toca un city tour por Santiago, les digo que debe ser una lata, pero están decididos a aprender de la arquitectura y los edificios públicos santiaguinos, imposible disuadirlos.

Termina la noche, no tuve sexo con nadie y me siento orgulloso de eso, tengo un teléfono y dos direcciones de msn. Mexico y Panamá me tienen invitado. Todo muy bien, al módico precio de dos pasajes de micro y quina pa' una vaca de comprar ron y pisco. Todavía lo tengo, todavía puedo pasarla bien carreteando toda la noche por casi nada. Todavía no soy un fósil, Trini.
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viernes, enero 09, 2004

Día de compras. Nada como caminar y darse gustos para reconfortar el ánimo. Este fue mi tercer día seguido de trámites en el Ministerio de RR.EE. y ya sé como comportarme, nunca discutirle a las funcionarias, basta con sonreir y darles en todo la razón. Así logré convencer a una de lo absurdo que era para mi el hacer la fila 3 veces sólo porque el máximo de timbrados era 6 y yo necesitaba 14. O cuando me devolvieron por ilegibles los certificados que necesitaba traducir. Hoy les llevé un set de transcripciones precioso, con lo ilegible en itálica y subrayado. Al final me terminaron dando fecha para el 10 de febrero, siendo que los papeles que sí se podían leer estarán traducidos recién a principios de marzo.
No hay caso con intentar comprender la lógica burócrata.
Lo mejor de estos días de trámites fue conocer a Anne, Anne es una robusta belga de 77 años, que el 2003 fue a mochilear con una amiga a Sumatra. 'Y no creas que a puros hoteles caros', me aclara con un marcado acento francés, 'a una le gusta el lujo también, pero nuestra idea era estar más en contacto con lo autóctono'.
No sé que hace que me encuentre con tantos belgas en Santiago. Le pregunto si es porque Bélgica es muy plana y los Andes los hipnotizan. Me dijo que es posible. Para uno que nació en los Andes mismos, en cambio, qué es lo que habría de hipnotizarme? La igualdad ante la ley?
Me encantó la Anne, Anne güeli, si a los 77 años todavía puede uno ir a perseguir orangutanes a Indonesia, entonces en verdad puedo relajarme con mi vida y dejar de sentir que el tren se me pasó.
No, la dura, a veces siento eso. I’m that stupid.

En fin, busco calendarios de pared, pero sólo hay Taschen y los mismos vendedores me dicen que este año Taschen no se la jugó ni un poco. "Siempre los vendedores acá nos sorteamos un calendario, pero este año no hay ninguno que nos guste, el más original es el de diseño, pero esas fotos ya están muy vistas", me dice una vendedora en la Contrapunto de Huérfanos.
Se las traen los vendedores, algunos al menos. Me gustaría vender libros y estar obligado a leerlos y dármelas de culto cultísimo. Me gustan las librerías y cuando encuentro en la Librarie Française el último número de Asterix "la rentrée gauloise", me lo compro de una, pago las 11 lucas que cuesta y por unos momentos me siento un niño rico indulgendo en mis caprichos, "pensaba comprarlo por amazon, pero el costo de envío me lo dejaba más caro todavía, y el euro no está tan bajo como el dolar y blablabla, No, no lo envuelva en papel de regalo, es para mí, yo me quiero mucho".

Entro en Metales Pesados, gran selección de libros acá. Tienen casi todo Amelie Nothomb y yo me creo la muerte porque la leo en francés. Tienen "Estupor y temblores", cuesta 11 lucas, ni modo. Caros los libros. Pensar que en amazon los libros usados cuestan 2 dólares, pero no llegan a Chile por alguna maldita razón. Le pregunto al dueño como hace uno para trabajar en una librería. Me dice que lo importante es que a uno le guste vender libros, no leerlos. No hay problema, me gusta decirle a la gente qué tiene que leer. Mario Brother, en serio, Amelie Nothomb tenís que leerla.
Al final me dicen que en marzo puede que necesiten gente y que debería dejarles mi curriculum.

No lo se, necesito un trabajo que me de dinero que me permita ahorrar para dejar este país y partir a Italia. Ese trabajo debe estar en alguna parte esperándome, si sólo tuviera alguna pista. En el Biógrafo necesitan un acomodador de asientos, me alegra ver que todavía existen los avisos de vacantes, pero no, no resistiría un trabajito como aquel, y no ganaría gran cosa.

Entra Emilia a Metales, me cuenta que está haciendo su segunda práctica en La revista de libros de El Mercurio y me dan ganas de tirarme de cabeza al Metro. Como es posible que no supiera que eso era posible!, ahora estaría en Santa María, lo sé. Tendría trabajo durante el verano, en El Mercurio explotan pero pagan bien. Mi curriculum podría repuntar. I hate myself and I want to die. Emilia me dice que igual tuvo que mentir, que se supone que ella no se ha titulado, que otros practicantes la miran feo. Eso no me habría detenido, no señor.

Emilia está escribiendo un artículo sobre librerías-café, le comento de varias y luego terminamos hablando sobre lo que se lee en las cárceles. Emilia engancha con el tema, me pregunta si se lo doy, yo le digo que obvio. Soy un pordiosero dilapidador.

Al lado de Metales pesados hay una tienda de zungas, yo quisiera unos shorcitos de baño, cualquier cosa menos esas bermudas que mojadas te arrastran al fondo del mar. Quiero un shorcito de baño como el del clavadista en el video de "Slow" de Kylie Minogue. Ok, si, muy gay, pero a la vez, muy práctico.

Y dale a los vendedores con que me pruebe zungas, feas las zungas, pero me las pruebo igual. "Por encima del slip", no hac?a falta que me lo dijeran.
Camino por monjitas, otra tienda de ropa "exclusiva", entro y le comento al propietario que parece haber un boom de negocios gays en este sector. Me dice "gay?", "que tiene de gay esta tienda?" . Obligado yo a apuntar con el dedo a las revistas Playguy, Torso y demases que alberga en el mostrador. Los vendedores argentinos en este tipo de tiendas eran mucho más simpáticos, recuerdo uno que hasta me perfumó con su esencia "exclusiva" las remeritas que me compré. Este es más chileno para sus cosas, pero hoy ando encantador y termino conversando con él. Me cuenta que de cada 10 hombres que se prueban ropa de baño, al menos 8 se excitan. Heterosexuales incluidos. Me imagino que a Chandler se le ocurrirían cien tallas pa' echarle al señor este. Yo me contengo y le digo que las estadísticas son siempre tan interesantes. Al final me compro una polera negra que dice Out of order, el item menos gay de la colección. de regalo me da una tarjeta y unos fósforos del sauna Mi tiempo.

Lastarria, tengo hambre, es hora de volver. Me encuentro de improviso con Isabella, cambia la visión que uno tiene de una mujer después que te han contado que sufrió de depresión y anorexia. Está mejor ahora, tiene más que piel en los brazos. Se ve bien, la saludo. Tiene un parche en la barbilla y me entero que chocó y perdió unos dientes, pero le hiceron cirugía reconstructiva y ahora está bien. Un poco alarmado por su vida empiezo a hablarle de la mía, exagerando mi calvario de cesante soltero pierdeoportunidades. Funciona, me empieza a dar consejos, a decirme que las cosas no son tan malas. Al final me cuenta que ella consiguió recién pololo y trabajo, le pregunto si venían en un Combo. Me doy cuenta que en verdad está bien y que mi show era innecesario. Ante mi mal disimulado horror se saca el parche, la cicatriz casi no se nota.
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martes, enero 06, 2004

Como impotente en una orgía. La figura no es exacta, pero se parece. Aquí estoy yo en en cumpleaños de Sofía y lo paso muy bien escuchando las historias de éxitos laborales de mis amigos, hasta que claro, llega la temida pregunta.

¿Y tú, cuáles son tus planes para este verano?

Es una pregunta simple, honesta, cordial, pero me destroza cada vez. Planes, trabajo, responsabilidad, futuro. Sería fácil poder decir que soy un inmaduro y que le temo a todas esas cosas, pero simplemente no sería cierto.
Qué puedo decirte, Sofía?. Que desde el día en que perdí tu confianza no he vuelto a sentir ningún deseo de triunfar en esta vida. Esa sería una respuesta romántica. No cien por ciento certera, pero vamos, que ninguna respuesta lo llegaría a ser.

Fui al festival de jazz de Providencia. Gran cosa el jazz. Liberador. Estuve tirado junto a unas familias ciclistas jóvenes de que se turnaban para sostener a sus críos y a sus pitos. Buenas vibraciones, que le dicen. Pancho me llamó, estaba en el pasto más allá, con una chica, Javiera creo que se llamaba. Recordé cuando él me hablaba de lo reconfortante que es estar con gente que no te conoce, que no te va a hacer esas preguntas que temes, que no sabrá leer tus silencios. Estuve un rato con ellos, compramos pulseras fosforescentes. Lo estaba pasando fenomenal, pero el último tren del metro ya partía y tuve que correr a tomarlo.

La fiesta en cambio era un campo minado donde todos nos conocemos demasiado bien y ni siquiera nos molestamos en disimularlo. Al menos estaba ahí Conrado y la Julieta. Ellos pasaron el año nuevo en isla Damas, con los delfines y unas parejas disparejas medio esotéricas con quienes jugaron en una caverna al Encuentros, un juego de autoconocimiento espiritual o algo así. "Cuando dijeron que ibamos a jugar a un juego especial yo me asusté", decía Conrado. " Me dije, chucha. Vamos a hacer intercambio de parejas y me va a tocar con la vieja alemana de setenta. Y me tomé al seco el pisco que nos habían servido". Al final resultó que era un juego tipo escrúpulos tarotista, que los hizo conectar, descubrir cosas de si mismos y que los tuvo hasta las 4 de la mañana jugando entre murciélagos y mejillones.

Tan divertidos son Conrado y la Julieta que casi podía olvidar que álrededor mío estaban las 3 mujeres que me han golpeado más duro en la vida. Las tres ahora son amigas, para colmo. Ojalá y fueran golpes de veras, eso me lo banco. Pero el mudo desprecio, la desconfianza y el..., el..., qué palabra describe la incapacidad de perdón, el rencor, el juicio implacable, la frialdad...bueno, ya os quedó claro.

Y no hay pero que valga, es fuerte que te traten como a Klaus Barbie o por último Elia Kazán, sobre todo considerand que su felicidad actual es también un producto derivado de las cagadas que en algún momento servidor pudo mandarse.

Al final termina uno pasándolo mejor con quienes menos pasado en común tuviste.

Y eso es triste.

Y eso es cáustico, nadie entendió nada de lo que acabo de decir, y la verdad no me importa, no es mi intención hacer un estriptís emocional absoluto aquí, hay cosas que duelen.

Mi regalo intentaba decir eso, Delicias Turcas para Sofía. Dulces y amargas a la vez. Con un sabor frío y extraño. Como el que dejan los recuerdos esos que no supimos guardar a tiempo en el refrigerador.
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domingo, enero 04, 2004

Hace demasiado calor para ser novedoso, o extenso.

Podría escribir sobre las almejas que comí hoy día, el sudor en mi polera, mi CD de Brad Mehldau, que hoy a las 6:00 AM vi a una niña chica con el maquillaje corrido y una polera que decía "Worship Me", o que leí ya mi cuarto Amelie Nothomb y ahora empecé "L'île des pingouins" de Anatole France.

Pero en todos estos casos, con la mención quizá ya basta.
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jueves, enero 01, 2004

Me acabo de dar cuenta de una cosa.
El 2003, el año que recién terminó, fue mi primer año sin clases desde el jardín infantil.
Ya, no es un gran descubrimiento, pero tiene su gracia.
Es decir, mi 2003 fue un año entretenido, con varias vueltas de tuerca, y ahora lo valoro mucho más, considerando que fue un año sin guión, un año de improvisaciones.

Creo que un año como el 2003 me garantiza que seré un jubilado feliz, el tiempo libre no me atormenta. Ahora sólo me falta conseguir un trabajo del cual jubilarme.

La Magda dice que me lo merezco (un buen trabajo), no sé si me lo dijo siendo sincera o siendo cortés. Hay una gigantesca diferencia entre esas dos, aún así creo que su comentario tenía algo de ambas. Cuando se acerca el año nuevo todos aquellos que nos caen bien se merecen lo mejor. Yo solía creer que mi mayor talento era caerle bien a todo el mundo. Ya no pienso así de mi. Eso es bueno, mis talentos han de ser otros. Se han de estar desperdiciando por ahí.

El 2004 es año xacobeo, y nuevamente dudo que pueda peregrinar a Compostela. Es cierto que durante el 2003 crucé los Andes, pero el Atlántico es otra cosa. Mis mayores exitos cosmopolitas siguen estando en el rubro importaciones. Inscritos en mi memoria quedan 2 flamencos (de Flandes), un cubano, un polaco-holandés-judío-azerí con estudios en Oxford y mi buen amigo español de siempre. Un año de buenos recuerdos que cuando viejo me harán sonrojar. La montaña sí que vino a Mahoma el 2003.

No obstante, libertino y todo, decidí no ir a ninguna fiesta anoche. Me conformé con el placer de cocinar unos deliciosos panqueques de camarones que me llevaron a éxtasis reposteril y digestivo. Quesillo, soya, champignones, camarones, porotos verdes, ciboulette, cebollín, ajo, queso gouda, cilantro y salsa blanca. Los dedos más sabrosos del 2003.

El 2003 fue un buen año cinéfilo, y de eso me di cuenta hoy primero de enero del 2004, cuando revisé el calendario y anoté mi lista de películas del año. El 2003 descubrí a los Monty Python, vi La Dolce Vita y Lost Highway. Las 10 que más gocé en todo caso fueron para mí las siguientes:

1.- The two towers/Return of the King
2.- 800 balas
3.- Irreversible
4.- El viaje de Chihiro
5.- Cidade de Deus
6.- L'aubergue espagnol
7.- Intervención divina
8.- Buscando a Nemo
9.- Lagaan
10.- Bowling for Columbine

Con menciones especiales a Kill Bill vol.1, Code Inconnu, 8 femmes, Far from heaven y Lugares comunes

Debí haber revisado mi año en películas ayer, me habría motivado a salir a parrandear, aunque fuera solo. Pero en ese caso habría gastado 10 lucas que me servirán para ver al menos 4 películas, y se viene el festival PUC. Life is sweet.
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