Image Hosted by ImageShack.usDreamer, you know you are a dreamer (Supertramp)

martes, agosto 31, 2004

Testosterone's ill advice

Efraín abre su estuche y me muestra sus cuchillos amenazantes. Me imagino una película de Tarantino protagonizada exclusivamente por cocineros sádicos. Por supuesto el estuche también le lleva paletas de gomas para aplicar chocolate y mangas de plástico para hacer pompones de merengue, pero son los cuchillos los que atrapan mi atención. Cuchillos de acero inoxidable brasileño con el nombre del dueño tallado en la hoja.

Sabe como actuar, este ciclista cocinero. Me llamó hará un rato al celular y me dijo acelerado, como recordándome las líneas de mi guión:
"-Llámame ahora"

Lo llamé de vuelta, pensando que se había equivocado de número. Él respondió al teléfono como si el llamarlo hubiese sido mi idea.
- "Hola, cómo estai, qué cuentas, qué estás haciendo".

Yo estaba aburrido en casa viendo la repetición de los VMAS por MTV, un poco chato ya de tanto marketing musical así que acepté nos juntásemos en el Parque Los Dominicos en una media hora más.

No lo sé, me gustan algunas de sus actitudes. Y hasta cierto punto resulta halagador que me repita todo el tiempo lo rico que me encuentra. Hasta cierto punto. Hasta que empieza a enajenarme. No estoy acostumbrado a este trato, definitivamente.

Tampoco esta vez contábamos con un lugar donde tener sexo. Efraín vuelve y vuelve sobre el tema, que está muy caliente, que le hace tanta falta. Y yo soy buen samaritano, nada me gusta más que ayudar a los demás. También mi cuerpo lo pide, es cierto. Total que le digo que caminemos y quizá encontraremos algo. Pero primero paso a un almacén a comprar una botella grande de cerveza Escudo.

El atardecer está de lujo, y aunque por Las Condes no dejan de dar vueltas los rojos escarabajos de la seguridad municipal, aún así hay más parques que en otras comunas, y pienso no faltará un rincón oscurito donde poder manosearse en paz. Miro al cocinero bajito que camina a mi lado con su pantalones de pana, es tierno y me identifico con su necesidad de cariño. Llamémosle sexo, pero al final el sexo es sólo un eufemismo masculino para llamar al afecto, esa palabra sucia y de niñitas.

Entonces se me ocurre. Me siento iluminado. Detrás de las torres hay un parque grande que no es muy conocido, que ni siquiera aparece como área verde en mapcity.com, así que para allá vamos. Con cuidado, porque mi amigo teme que los pacos nos pillen con la cerveza en la vía pública y nos registren y encuentren que él lleva todo un arsenal de armas blancas sin registrar. Ese temor a las fuerzas de orden público me parece pintoresco y encantador.

Son las 20:00, regresan del trabajo los oficinistas, las señoras terminan de regar. Cada cierto tiempo el parque vuelve a quedar solo y Efraín me mete mano en la bragueta. Un handjob, que le dicen. Se siente bien. Hay que estar alerta porque este sitio parece guarida de traficantes. Al otro lado del parque hay una pareja de raperos, no quiero que nos vengan a bolsear cerveza. Or else.
Está bien, y no está bien. Hoy estoy más relajado que ayer, me dice el cocinero. Nos besamos. Me pregunta qué comí antes de venir. Le digo que un pan con queso crema y ciboulette. Me dice que ya se lo imaginaba.

Me gustaría que hiciera alguna mueca de asco, o algo así. Pero no, dice que todo es perfecto. Todo es parte de su fantasía. So be it.

Pero no estoy en la misma frecuencia. Y detesto lo fácil que en cambio le resulta a mi verga que parece lista para correr la maratón. La cerveza se acaba. Efraín dice que me puede dar una chupada rápida sin que nadie se de cuenta. Y lo hace. Yo me pregunto si seré capaz de escribir de esto en mi blog. Luego pienso que escribir de esto es probablemente lo único que me podría envidiar Villouta o Copano o tanto otro periodista sin título a quienes les sobra pega y les falta tiempo.

Pero este un mal lugar, pasan niños de repente, me subo la cremallera y le digo al señor de los cuchillos que sigamos caminando. A regañadientes, me sigue. Y me dice que tengo yo la culpa de haberlo puesto tan horny, y que fue notable como lo abordé en la calle y que le gusto porque soy tierno y yo que pienso por favor cállate un poco que esto no es amor a primera vista, y yo no soy ningún Mr.Chile, somos un par de gays cachondos en busca de some harmless sexual release.

Detrás de unos arbustos encuentro un baño químico, la puerta esta abierta y no huele todo lo mal que uno podría esperar. Le digo: - He aquí nuestro motel. Agradezcamos a los paisajistas de Las Condes.

Pienso que es hot. Que es buen material para anécdota de una Men's Health asumida. Que tener sexo en lugares extraños está muy bien y que guardaré buenos recuerdos de este momento. El contacto con otra piel es rico tras tanto tiempo de autoservicio. El espacio es estrecho sí. Y hay que tener cuidado de no apoyarse en las paredes porque esta estructura parece inestable. Me harté del besuqueo, pero a él no hay como hacérselo entender. Vaya con las percepciones distintas. He starts blowing me (he said before he was the best at it), yet my mind wanders, elsewhere, anywhere. I go down on him for reciprocity but it's just not working for me anymore. I brought a condom but his bubble butt is all hairy and I'm just not some fuckin'wicked rabbit. I hate my dick for being so stiff, me hace sentir hipócrita. So I just jack it off into the toilet, to bike guy's dismay. He says he won't do that, he don't want me to get him off either, he says he'd rather stay aroused. I would like to get out of here, I'm getting a bit claustrophobic, my dick was hard, but now convincing him to get out of the cabin is way harder. He acusses me for killing the "special moment".

But this is a nasty public park bath cabin, for Christ's sake!

Y sale él, y salgo yo. Un transeúnte nos mira, pero ninguno de nosotros es George Michael así que al cabo nos ignora. Efraín se pone la camisa dentro del pantalón, yo respiro y disfruto de reencontrarme con las estrellas.

Qué es lo que me detuvo?, Civismo?, Moral?, Estética? The Romantic Police?

Too much reality?

El caso es que bike guy está furia conmigo, en parte lo entiendo, hasta empieza a cobrarme sentimientos y me acusa de haberlo usado(!!). Me dice que soy otro. Y yo sólo quiero estar solo de nuevo. La tiranía de la testosterona ya pasó y el príncipe ciclista parece más sapo con cada palabra alegona que me escupe.

Pero no es un sapo, estoy seguro que es un buen tipo, que pensó que yo también era un buen tipo y se permitió dar conmigo rienda suelta a su calentura. Si tan sólo fuera eso, pero nunca es sólo eso. Casual sex is a mirage. Y sé que le he pintado aquí de Efraín un injusto y parcial retrato de sexópata, lo cierto es que me cae bien, y lo entiendo, y lo disculpo. No quiero herirlo y sin embargo sé que si le sigo dando en el gusto a la larga va a ser peor. No sé qué pensar o qué decir, necesito tiempo, quiero estar solo. Ir solo a devolver el envase de cerveza. Chao, le digo, hasta aquí no más llegamos, al menos por esta noche. Cuídate.

Pienso que me comporto como un gay no asumido, en el closet. Pero es que acaso ser gay asumido implica sentirse perfectamente cómodo con el sexo casual con reciénconocidos y los besos basosos interminables en rincones oscuros de parques sin nombre? La cabeza me da vueltas, pero pienso que la respuesta es un sobrio no.

Dios mío?, dónde quedó la coquetería?, el juego, el ir de a poco, picar la curiosidad, todo eso es acaso sólo privilegio de las mujeres?

No, estoy seguro que ellas lo tienen igual de difícil. No hay ninguna panacea en materia de relaciones. Y tal vez mañana piense en alguna razón por la que es mejor así.

|

lunes, agosto 30, 2004

Passegiata domenicale

Tomo la micro y me bajo en Lastarria. Los juegos olímpicos terminaron. Es fomingo y tengo ganas de circular sin una meta clara, dejarme llevar por las señales que se me crucen en el camino. Como gota que cae por un vidrio empañado.

No alcanzo a caminar dos pasos más allá del Biógrafo cuando una pareja me detiene, él es un grandote medio hippiento y me pregunta cuál es el libro que ando trayendo. Le digo que es "El cielo protector" y me felicita, dice que es muy bueno, los viajeros en Marruecos y bla bla bla. Yo como que todavía sorprendido no atino qué decirle, pero me gusta eso de abordar extraños para preguntarles que es lo que leen. Nota mental para más adelante.

Nos despedimos (la polola del hippie roja como un tomate) y yo pienso, ajá, así es como esta tarde va a ser, una passegiata interactiva. Me parece, me parece.

Y claro, que en eso se me cruza una libélula azul casi como haciéndome señas y yo que la sigo, la sigo al interior de la Plaza Mulato Gil, el MAV tiene hoy entrada liberada, así que yo entro.
Se exhiben una esculturas muy heteroeróticas de Marcela Romagnoli, en que dos bloques de piedra o madera se calzan como si fueran dos amantes. Un video muestra que el proceso de tallado es en realidad el proceso de separación, hay una escultura en la cual los dos cuerpos todavía permanecen unidos por sus cabezas que se funden en una especie de beso. La tal Romagnoli hizo las esculturas del nuevo puente sobre el Bío Bío, y una rarísima fuente de agua que está en la Clínica Alemana. Creo que me gusta, y siento que el mensaje es claro, que más claro no puede ser ahora que me encuentro rodeado de parejas talladas en diversas posiciones y diversos materiales, necesito sexo.

Así que cuando veo a un tipo fachoso de unos treinta con unos zapatos de cuero muy piolas y la polerita ajustada, lo sigo. Disimuladamente, lo nombro mi nuevo matapiojo guía.

En la esquina de Lastarria con Merced me compro un helado Chocolito por $350, y a medida me acerco a José Miguel de la Barra me queda claro que estoy en el Village, el Chueca, el Marais santiaguino.
Vamos, que está repleto a rebosar de gente del gremio. Algunos cargados de bolsas, otros llevando a cagar al perro, la mayoría moviendo el culo de acá para allá. Y mirando, mirando con descaro y alevosía.

Me detengo un momento en la librería Metales Pesados, y mientras reviso los títulos de la vitrina una pareja pasa (él intelectual obeso, ella bajita y rucia), él le dice a ella, con un tonito paternalista muy desagradable:

- Tendrías que leer más a Joyce, te haría bien.

Joyce, yo intenté leer el Ulises, dos veces, cuando todavía estaba en el Liceo. Tenía 17 años y copié un pasaje en mi diario de vida, el siguiente pasaje:

"Acaríciame. Ojos suaves. Mano suave, suave, suave.
Estoy tan solo aquí. Oh!, acaríciame pronto, ahora.
¿Cuál es esa palabra que todos los hombres saben?
Estoy quieto aquí, solo. Triste también. Tócame, tócame"("Ulysses", James Joyce, pag 80)

"Touch me, touch me, can you see that I am not afraid?", cantaba Jim Morrison. Pero entonces, a los 17, yo sí tenía algo de miedo. Nunca terminé el Ulises, le eché la culpa a la traducción.

Pienso que sí, que este paseíto dominical tiene harto de Joyceano, o que estoy sintonizando conversaciones muy peculiares, y mejor continúo con mi rol de amiable young stalker.

Él entra al Bellas Artes, a mi me da lata y me siento a leer en las escaleras. Pienso que todos en esta ciudad tienen estilo menos yo, y sin embargo noto que me miran bastante, miradas no desaprobatorias. Intento concentrarme en la lectura, estos viajeros Port y Kit están en una aldea marroquí plagada de moscas, y Port le pregunta a Kit si acaso ella podría ser feliz en un sitio como ese.

"Kit se sobresaltó.
- ¿Feliz? ¿Feliz? ¿Qué quieres decir?
- ¿Crees que te gustaría?
- No sé - contestó Kit con un dejo de fastidio-. ¿Cómo podría decirlo? Es imposible penetrar en la vida de estas gentes y saber qué piensan realmente.
- No es eso lo que te pregunto - replicó Port con brusquedad.
- Es lo que hubieras debido. Es lo que importa aquí.
- De ningún modo. Para mí no. Siento que esta ciudad, este río, este cielo me pertenecen a mí tanto como a ellos.
Kit hubiera podido decir: 'pues estás loco', pero se limitó a contestar:
- Qué extraño."
Levanto la mirada del libro, esto no es el Sahara, claramente no estoy rodeado de musulmanes, todo a mi alrededor se ve verde y poblado, pero me hago la misma pregunta. ¿Podré ser feliz en un lugar como este?. Supongo que la respuesta es sí.

El escritor Pedro Lemebel pasa enfrente mío, y un par de chicos que me suena haberlos visto en gaydar. En eso sale del museo el treintón, me digo que he demorado bastante ya la cacería así que me acerco y lo abordo.

- Discúlpame, necesito saber que estás leyendo, es una cosa compulsiva que tengo. (buena movida esa, la del bibliófilo curioso)

Resultó ser un arquitecto, de nombre Claudio. Que leía a Paul Virilio, vivía en el barrio y había salido a ver las exposiciones. La arquitectura me interesa, caminamos juntos hacia un banco en frente de la Casa Naranja y nos quedamos una hora hablando de arquitectura, lo difícil que es insertarse en el mundo profesional chileno si no se tiene un apellido de alcurnia (me habla de unos tales Peñafieles que parece lo tienen todo muy fácil). El tal Claudio me dice que es de clase media baja y que todo en la vida lo ha conseguido con esfuerzo, que le ha ido bien, pero que ahora está medio chato porque participó del anteproyecto del aeropuerto de Atacama y finalmente todo el crédito fue a parar a otro, y como si con eso no bastara, su señora llevó a vivir a la casa a sus abuelos y a su madre, y su hijo empezó con la pubertad y bueno, pues que me queda claro que a mi gaydar le hace falta un ajuste.

Me digo que ha sido grato hablar de paredes laminadas, Luciano Kulcewski y Sir Norman Foster. Soy periodista, y se me da fácil entrevistar a la gente. Tal vez no soy bueno detectando homosexuales (y justo en ese momento pasa frente mío un desfile de loquitas que no dejan mucho lugar a dudas), pero sí detecto cuando hay un ser humano con ganas de charlar.
Claudio me habla del eterno tema de la figura paterna y aprovecho para deslizar el dato que soy gay a ver si con eso se espanta y puedo seguir mi camino. Se produce un inevitable giro en la conversación que me hace echar de menos a la arquitectura. Claudio me repite al menos en tres oportunidades que él es hétero y le gustan las mujeres, yo lo felicito por eso. Luego me cuenta que siempre le pasa, que va con su mujer a la Blondie y a él lo acosan los hombres y a ella las mujeres. Me parece curioso en verdad. Dice que una vez cuando tenía 10 años un viejo le ofreció plata y que eso le violentó mucho. Le digo que a mi si una mujer mayor me ofreciera plata me sentiría halagado (me creería Benjamín Vicuña) y lo pensaría. Es todo un asunto de roles culturales, I guess. Pasa un rato y me despido, fue agradable pero no quiero que piense que todavía tengo otras intenciones, kestísbien, túigual.

Voy a la explanada tras el MAC, se presenta un grupo de Ska y la tribu de malabaristas, artistas y demases están flipando. Se oye bien el Ska, yo circulo y me devuelvo al Bellas Artes. Veo muchos grupos de amigos y llamo a Pablo que capaz está aburrido. obvio que no, está eligiendo una película para ver acompañado de unos pitos, no deben ser muchos ya que no me invita.
Oscurece ya, el café Brainworks está repleto y el Café Santiago lo mismo, repleto de hombres que al pasar te miran, y luego cuchichean, me gustó eso, repito la vuelta, y me detengo afuera del café Tomodashi, a esperar que se desocupe un poco el gentío.

No hay caso, entro y pido un café cortado y un churro para llevar ($950). Uno de los coquetos meseros me sonríe, me responde que Tomodashi es japonés para "amigo". El café está muy rico (el churro puaj!), cubierto de espuma láctea, me queda la nariz blanca a lo Ally McBeal, pero se nota que a mi alrededor son todos fanáticos de Sex & the City, abundan las Samanthas, Mr.Bigs, y Charlottes. Pero yo más bien quisiera encontrar a alguien con el acento del novio de Miranda.

Me topo con un ciclista estacionado y le pregunto si la suya es una City o una Mountain Bike, le digo que planeo pedalear por la campiña inglesa. Es gracioso porque la pregunta es honesta, mi interés es genuino y sin embargo parece una mal disimulada línea de conquista. Al menos eso piensa el ciclista, que me invita a sentarme a su lado, me dice que mejor vaya a una tienda de bicicletas y me pregunta qué soy.

No está mal el ciclista, tiene 22 años, estudia gastronomía, además parece que le resulto muy atractivo y eso me empalma. Él es tauro y yo cáncer, según los astrólogos nuestra compatibilidad sexual debería ser alucinante. Le digo que llevo 4 meses sin sexo, y que es primera vez que salgo a pasear solo en mucho tiempo. Él me dice que por su parte lleva todo un año de celibato, y que está esperando a la persona adecuada. How sweet.

Lo acompaño caminando, el chico tiene un bubble butt demasiado sodomizable del que se siente bastante orgulloso. Digo el chico, sí, nunca mejor usado el término. Una vez que desmonta la bicicleta me doy cuenta que le saco unos veinte cms de altura. Encuentro extraño el mirar para abajo, pero divertido el sentirme alto como un faro. El ciclista me dice que no le molestaría en absoluto tener sexo conmigo y yo corroboro que un año sin sexo es una desgracia para los principios de cualquiera. Estoy cachondo y mis pantalones hacen un pésimo trabajo de camuflaje, pero no me apetece gastar plata en un motel y los dos vivimos con nuestros padres harto lejos. Me dice que él tiene un amigo sociólogo que vive cerca, pero que es muy guapo y tiene miedo que yo me vaya con él. Este amigo lo había invitado a fumar unos pitos (it seems mary fucking jane is all over the city on sundays), pero que prefiere estar conmigo, que yo le encanté. Intercambiamos teléfonos.

Caminamos por el Parque Forestal y nos sentamos debajo de una palma chilena. Me pregunta que cuál sabor prefiero, lo dulce o lo salado. Y yo pienso en voz alta que lo dulce es rico, pero hostigoso. Y que siempre le echo extra sal a las comidas, pero luego eso es malo para el hígado y entonces...

Entonces me planta un beso jugoso a mitad entre dulce y salado. Rico. Me agarró de sorpresa, creo que es primera vez que me pasa algo así.

Pasa una señora con un canasto de golosinas. El ciclista dice que quisiera un lollypop pero no le alcanzan las monedas. Yo le compro uno (cuestan $100) y él me pide que no siga así que se me va a enamorar. Con cada requiebro y confesión romanticona me pongo más tenso y empiezo a echar de menos mi soledad. Quedamos de acuerdo en vernos en la semana, tengo un free sex pass y me lo recuerda. Suena atractivo el panorama, pero luego pienso que es mi testosterona la que habla. Me dice que no me vaya, que la noche es joven, que la luna llena.
Nada vale, necesito estar solo y masticar. Le doy un beso de despedida, pienso que no está mal pero tampoco es de otro planeta. Y me voy.

No alcanzo a dar diez pasos cuando se me cruza en la bicicleta y me dice a lo Cata Pulido de "El rival más débil"
- Adios!
Un grupo de cuarentones gays me miran y se ríen, pero pronto se quedan callados, como preguntándose cuál sería el motivo de mi a todas luces injusta eliminación.
Y yo camino de vuelta por Lastarria, sintiéndome exquisito. Pensando que tal vez si me las traigo después de todo. O que alguien me salpicó algo de Love Potion#9. Mi testosterona me dice que vuelva al Brainworks y me consiga un novio rico. Pero hace tiempo que no le hago mucho caso a mi testosterona.

Es la misma historia de siempre. Intimidad y sexo. Nunca parecen ir por el mismo carril. Puedo conversar por una hora con el arquitecto straight, y conseguir que el ciclista gay me regale cupones. Pero el combo 1+1 no. Seguiré pensando que algún día. Al menos mi autoestima ha sacado harto provecho de esta tarde.

Llego a casa, bajo de la micro y un grupo de unas cuatro hiphoperas petisas grita:
- Ay!, Me enamoré!

Y yo miro a la luna blanca y redonda en el cielo, con su sonrisa sideral, igualita al gato de Cheshire.
|

sábado, agosto 28, 2004

Family dancing

Mi viejo cumple 50, (mi padre, se entiende). He estado toda la semana pensando qué regalarle que sea piola y no demasiado caro. Finalmente encontré la respuesta en una disquería nueva del barrio Lastarria. La colección "Jazz in Paris", del sello Gitanes, le lleva más de 100 títulos ilustrados con primorosas imágenes de Paris en blanco y negro. Y además son baratos. A mi padre le compré un disco de Chet Baker y yo me obsequié uno de Sidney Bechet (el saxofonista que inspiró a Hesse para su Lobo Estepario).
Y claro, pues que tengo que ahorrar, y no gastar mis lucas en algo que podría descargar de internet. Pero Sidney es Sidney, y a modo de compensación decidí no salir este fin de semana a la disco, al cabo que ni quería.
La mañana del sábado fue como todas las mañanas de cumpleaños en mi casa, temprano todos de pie y a ordenar, a inflar globos, preparar ensaladas, sacar brillo al piso y esconderse de mi madre para leer revistas tranquilo en el baño antes que nos manden a podar los almendros de la entrada.
Pero las fiestas en casa tienen su lado bueno, es posible poner música a todo lo que da sin que los vecinos reclamen. O sea, nosotros no reclamamos cuando ellos hacen sus fiestas con cumbia, así que tenemos derecho a despertarlos con lo que se me dé la gana. Pero soy gentil y parto la maratón musical del medio siglo con The Carpenters. ("I can't smile without you")
Una hora más tarde, ya llegaron los abuelos y mi madre me dice (mientras suena "Goodbye to love", ¡malditos carpinteros depresivos!)
- ay mijito, cambia esa música que nos estamos poniendo todos tristes.

Dicho y hecho, pongo Pizzicato Five, subo el volumen y esto ya parece fiesta. Los tíos que llegan me preguntan qué es lo que suena, los primos chicos se limitan a correr y hacer escándalo con lo que les parece la banda sonora ideal. ("It's a beautiful day"). Y el sol ya salió, hace calorcito de hecho.
Me toca preparar las copas para el brindis. Champagne blue. Todos los parientes se asombran del color del brebaje, es cierto que parece un elixir mágico. Empiezan con la típica, qué cuántos años son?, que 30, que 35 a lo más, tan joven que se ve mi sobrino, y todos tratan de quitarse edad. Hasta que yo los interrumpo, - Corten la lesera, son 50 años, y es la raja, no todos los días se cumplen sin cuenta, a chocar copas que o si no da mala suerte y pa dentro no más, salud-.
OK, no fue un discurso muy elegante, pero sí efectivo.

El caso es que la champaña con curaçao fue un éxito absoluto, y cuando llegó la tía Chi Chi y hubo que abrir otra botella todos se quisieron repetir. Nadie parecía haber desayunado, porque en pocos minutos tenía a todos los parientes entonadísmos y hablando boludeces. Bueno, yo también me sentía burbujeante, a decir verdad.
A mi tío Manuel, inmigrante gallego y franquista de toda la vida, quien siempre me ha dicho que cuando vaya a España visite el Valle de los Caídos, se le ocurrió confesar que esta vez había votado por Zapatero y como ahora que Pinochet había resultado ladrón empezaba a ver las cosas de manera muy distinta. Mi abuelo, que en su senectud se ha vuelto esotérico y facho, no podía creer esta traición de su concuñado, y dale hablar de política. Mientras mis tías se servían copitas de curaçao solo y se preguntaban como lo haría la Marie Brizard para que éste fuera tan azul.
Yo me escapé a poner mi CD fiestero 70's, un pastiche de "Boogie nights" y "The last days of Disco", amén de algo de Abba, Village people y Olivia Newton John. La mejor señal del estado de borrachera general fue que nadie reclamó por la música, sino todo lo contrario, y cuando mi madre la bajó un poco, mi tía Carlina con sus setenta años le dijo que por qué lo hacía, que estaba bien así.
Y los niños, los niños fueron felices, por un rato sus padres estaban demasiado chicha fresca para tenerles el ojo puesto encima, y claro, se portaron estupendamente bien mientras eso duró.
Así que el asado fue al ritmo de "I'm coming out", "How do you like your love?" y "Jungle fever" (ayuda mucho ser el único que sabe inglés, aunque los quejidos orgásmicos de esta última canción igual sorprendieron a los más añosos). El helado de postre desapareció al son de The Turtles y Peter Frampton, la torta de chocolate se fue con los Babasónicos y el cafecito de media tarde circuló acompañado por el piano de Norah Jones.

Una fiesta familiar muy grata, como siempre llena de conversaciones insulsas y cosas que no se dicen ni nunca se dirán, (nadie me pregunta si tengo polola, escucho por varios lados la palabra "desperdicio"), confío sí que esta vez sea la última. El próximo año deberé estar ya lejos de aquí. Todos aprueban mi propósito de echarme a volar. El tío Manuel y mi abuelo, que no tienen idea de nada, me tiran tallas con las suecas y las italianas que según ellos me voy a engrupir por allá. Qué sentido tiene, en verdad, quitarles la posibilidad de proyectarse en mí? A mi papá todavía le duele eso. Pero fue bueno, le sirvió para darse cuenta que no por llamarnos del mismo modo tenemos que ser iguales, y que sus sueños tiene que cumplirlos él solo, no proyectarlos en su hijo, ahora incluso volvió a la Universidad.
Mi hermana y su pololo, imagino que en unos pocos años se casarán, si es que ella no queda embarazada antes. Mi hermano se apropiará de mi pieza, mi computador y mis discos. Mi madre sin más tareas escolares que hacer se unirá quizás a la Cruz Roja. Mi padre quien sabe, todo se ve auspicioso para él ahora que entró al circuito de los congresos internacionales y está sacando su tan querido MBA. Pienso que está bien emborracharse, son cincuenta años. Todos parecen contentos. Una familia feliz, quién lo diría. Me alejo un poco y desde el fondo del patio los encuadro y les saco una foto.

|

viernes, agosto 27, 2004

Jackin' habits of the human male

A 8540 kms de distancia (para calcular distancias entre lugares del mundo, ir aquí), Jeff se aburre igual que yo. Quizás más.
O sea, yo vivo en una ciudad grande, Santiago City, mientras que él está en un pueblito del midwest famoso por sus tractores. Más cerca de Iowa que de Chicago.

Iowa? dirán algunos. Seguro que no es Aiwa?

Pero las distancias ya no son lo que solían ser, y menos en un año como éste, 2004, en que se celebra aquel triunfo del espíritu humano. Los juegos olímpicos, oportunidad única de ver soft corn porn a toda hora, en las noticias, a la hora del té, del amuerzo. Variedad de cuerpos atléticos de todas las razas, para toodos los gustos. Yo al menos me quedo con los clavadistas (y los gimnastas). Jeff me me manda un link, y me dice que Thomas Rupprath es a quien tiene que agradecer.

En el primer capítulo de Dawson's Creek, Joey le pregunta a Dawson (y con eso dan por terminada la fase prepúber de su amistad) cuándo se masturba. No le pregunta si lo hace, o si lo ha hecho. Le pregunta cuando. Eso me convenció de ver la serie, que al final terminó siendo tan mamona como comment adulador de blog, pero al principio se las traía.

Dawson le responde (luego de mucho dawsoniano cavilar) "In the mornings, with Katie Couric" la conductora del Today show (Qué en ese tiempo era lo mismo que decir que se pajeaba con Margot Kahl).

Es una buena y honesta pregunta, pero aparte de Joey nunca se la he escuchado a nadie más. Hasta que conocí a Jeff, supongo que por el hecho de yo ser sudaca y que hablemos en inglés nos permitimos ambos una sinceridad que me sigue pareciendo insólita. Hay cosas que todavía me cuesta hablar con soltura en español. En Chile, la respuesta que uno obtiene de los amigos ante confesiones tales suele ser:
"-That's too much information".
Así que no pienso aprovecharme de mi anonimato para referirme a los buttplugs, ni decir que me parecen sumamente interesantes.

Pero por eso mismo me pregunto si será posible escribir de onanismo y a la vez seguir sonando simpático y relativamente decente. (As if!)

Recuerdo que cuando descubrí la masturbación (muuuy tarde, a los 17-18 años) lo pasaba chancho. Me podía pasar horas a lo perrito con mi almohada, pretty much todo lo que rozara los genitales me hacía entrar en erección. Y claro, las descargas eran fenomenales.

Antes nunca lo había hecho. Y sin embargo era campeón de trepa en el colegio. Me arrimaba al tubo más rápido que cualquiera, era la única competencia en la cual le ganaba a los demás. Uno de mis primeros sueños húmedos fue en Osorno, yo estaba en un parque de diversiones que era como un laberinto de tubos metálicos para trepar. The ultimate phallic fantasy. Tenía unos 14 años, todavía no sabía que era gay, pero mi subconsciente ya se estaba preparando.

Ahora en cambio ya se me pasó esa relación casi romántica con el propio cuerpo, y casi siempre me masturbo a lo cura. Rapidito, pa' descargar tensiones, con niveles de voluptuosidad casi nulos. Y es una pena, considerando que no tengo razón alguna para andar apurado.

Image Hosted by ImageShack.us Le dije a Jeff que necesitaba una recapacitación y me mandó a esta página, que parece ser un clásico de la autoayuda pajera. Ahí se lista una serie de técnicas, se despejan mitos y se trata de calmar a los muchachos que tienen fantasías gays. Poco a poco el onanismo ha levantado su cabeza como una actividad de la cual no hay que avergonzarse, aunque está dirigida a straight men, siempre leo la columna de Francisco Ortega en Sobras.com, sólo por el hecho de que algo así no tendría cabida en el Mercurio o en Mega. Lo mismo me pasaba con la columna de Casimiro Huevasverdes, esa después sí apareció en la Zona de Contacto (reducida a Sucucho de Contacto), pero sin las puteadas obscenas ya no tenía gracia.

Entiendo a El Mercurio, la masturbación puede ser un problema nacional. Por eso mismo George W. Bush ha lanzado la siguiente iniciativa en su contra. Y no nos olvidemos de los onanistas pacifistas. O de la fabulosa "Canción de amor propio" que canta Ismael Serrano.

El caso es que todo el mundo se masturba, algunos hombres lo hacen casi inadvertidamente. Es la movida "Al Bundy", la mano que se dirige por reflejo automático dentro del pantalón. Siempre supe que no quería ser Al Bundy, pero supongo que también intuía que era uno de esos inevitables de la vida. Tarde o temprano todos terminamos sentados viendo TV sin nada mejor que hacer, spanking the monkey.

Hace tiempo que no le venía encontrando gran gracia. Andaba con el sex drive muy bajo. Las Olimpiadas han sido un gran aliciente, pero ahora pronto se acaban y me preocupa. Recuerdo los trucos para hacerlo más excitante: hacerlo con una mano dormida, en posición invertida, estimulándose el agujero, con un calcetín de hilo, son millones las técnicas. Recuerdo que tenía 19, estaba parqueadísimo un verano y empecé a mirar con otros ojos al tubo de la aspiradora. Pero no, no pasó nada, justo ese verano salió la noticia de un tipo que se había quedado atascado, que los rodamientos le habían mordido el escroto y bueno, esa fantasía nunca la cumplí.

Ahora me toca pasar la aspiradora, la miro bien, pero ya no. Hay cosas que solo la adolescencia (tardía en mi caso) nos permite obviar en su patetismo.

Qué pajero me siento!, demasiado pajero para hablar de pajerismo o para pajearme siquiera. No es el colmo? y justo que tengo que andar inspirado para escribir como los dioses y que me den pega.

Pero bueno, era un tema bueno para el blog, y le lleva buenos links. Me gustaría recibir comentarios sobre hábitos masturbatorios, pero estamos en Chile y lo dudo, acá al menos hay una serie de respuestas a la pregunta de cuantas veces al día se les paja por la cabeza. A mi ya se me pasó, ahora a otro perro con ese boner.

|

miércoles, agosto 25, 2004

The sex issue

Llegó el calor, llegó la primavera.Me di cuenta ayer cuando de repente caché que la gente en la calle estornudaba demasiado, y que se hacía necesario arremangarse la camisa.
Sale el sol y la gente cambia. Lo que dice Chandler es cierto, los chilenos somos unos mirones descarados. Lo notable es que el deseo es una cosa muy democrática, y me descubrí cruzando pupilas con una cantidad tal de ejecutivos guachones y estudiantes flaneurs que la alergia a los plátanos orientales pronto pasó a segundo plano.

Llevo más de cuatro meses sin sexo, eso, en tiempo gay, debe ser mucho más, como cuatro años. Y si bien me digo que los días de adolescente promiscuo quedaron atrás, el street flirting no hay como evitarlo. Y ayuda sí un poco a paliar la escasez.

Es muy gracioso, después de recibir los resultados (negativos) del test del Sida, me he comportado como si estuviera sidoso. Estricto celibato y manías escapistas. Entonces llega la primavera y el sol y es grato descubrir que en verdad lo tengo todo para vivir a toda raja. Y que si no me visto mejor (porque hay que reconocer que poco a poco los chilenos se están vistiendo mejor) es sólo porque estoy ahorrando para pasear en bicicleta por Winnie-the-Pooh-land.

Así que cambio de actitud, ahora me visto veraniego, camino tarareando "Naughty girl" de Beyoncé. Y funciona.

Cuando me salte la liebre les voy a contar. Recuerdo que al empezar este blog tenía la intención de llenar el nicho minoritario, ahora creo que Chandler lo hace mejor que yo, y si es por sexo, tenéis que leer al cordobés Mirko, él si que escribe cosas que uno jamás encontraría en ningún medio de comunicación chileno (no, ni el Clinic). Consejos sexuales para pasivos! Yo como que soy más activo que nada, pero supongo que también es por falta de conocimientos técnicos. Me imagino que a muchas mujeres (y por cierto a sus maridos) también les podría interesar los consejos del cordobés.

Yo en verdad no les voy a hablar de sexo. Era un gancho, un decoy. Algo que hoy por hoy hacen todas las revistas del mundo. Sex sells, y quiero ver si esta palabrita mágica (y una foto del muy hot y cubano David Fumero) tienen algún efecto en el número de visitas.

Mi blog es una bitácora personal, una manera de mantenerme a caballo sobre mi vida. Pronto súbito lo que me interesa es que salte la otra liebre, la de la pega, y creo que la cosa marcha. Hoy fui a una entrevista por un aviso del diario, esos que nunca salen y que los amigos dicen no hay que ni buscar porque las pegas en Chile salen por pitutos. Pero quedaba cerca de mi casa, así que cómo no ir a ver de qué se trataba. Decidí que ya que era una casa particular y el día estaba tan bonito iba a ir en plan vecino periodista cool.
Me aparecí informal y entrador. Y creo que fue lo mejor. Cuando llegué habían algunos periodistas en traje sudando bajo el sol, yo en cambio me senté a esperar en el pasto leyendo mientras "El cielo protector" de Paul Bowles. Confiado al notar de reojo que era el más guapo de todos los postulantes.
La entrevista fue muy piola, le gustó que viviera cerca, que fuese de la Ponticuica, que haya estudiado Bachillerato, que haya estado en Qué Pasa, para colmo conocía mi colegio y se río al leer que fui Director, editor, redactor y fundador de la revista clandestina escolar "El carrete", desde octavo básico.

Ja!, me sentí GCU (note to Jeff: GCU means Gente Como Uno, People Like Us, a very obnoxious elitist chilean term), más GCU que la cresta y me gustó esa sensación. El proyecto es para una revista tipo GQ, dirigida a hombres de buen pasar. Un poco como la revista Hombre, pero sin las minas (I wonder why's that?), y para que me seleccionen tengo que escribir una artículo breve sobre un tema al azar que me darán el viernes.

Pan comido


|

martes, agosto 24, 2004

The grass is always greener

Se me ocurre que la razón por la cual me despierto tan patológicamente temprano es de índole paranormal.
Sí, no es una mala teoría. Tengo tantas ganas de saltar el charco y empezar de cero en Italia, que mi cuerpo astral ya partió, y por eso ando con el horario cambiado.

Ayer fui a ver "Les triplettes de Belleville", a la función de las 21:30, pero apenas la vi a trozos entre bostezos y creo que me perdí todas las escenas claves. A la salida Maca y Ricardo me comentaban tal o cual momento del filme y yo no recordaba ninguno. Así que no me hagan caso si encontré que la película era inconexa, claramente no estaba en condiciones de ser un buen crítico.

(y un chisme, sé por buena fuente que Passalacqua se quedó dormido en la premiere de "La comunidad del anillo" en Londres. Y después igual hizo la crítica. Eso simplemente no se hace.)

El caso es que igual es una apuesta heavy, la de irme. Pero, y por cliché que suene, ya va siendo hora de abandonar el nido. Y el vientecito que me llama es uno lejano. I haven't found yet in Chile a work that I love or a love that works. Supongo que eso es bueno, mis ataduras son mínimas.

Aún así, no es nada fácil. Mi amiga Vero no lo está pasando bien en Madrid, y no puede trabajar porque no tiene papeles. Yo me pienso ir a Italia con pasaporte europeo, y esa fue la gran noticia de esta semana, más allá de las medallas en el tenis.

Resulta que apareció en el baúl de mi tía Chi Chi el papel que prueba que mi bisabuelo sí puso fin a su primer matrimonio el año 1910. Con eso toda mi familia vuelve a respirar, no fuera a ser que algún oficial del uffizio civile nos quitase el apellido. Un apellido muy bonito, Buscaglione. Y mis parientes de la bota pueden buscarlos aquí.

Se supone que (y me han contado) que para un descendiente de italianos que actualiza su ciudadanía hay cursos gratis allá para aprender el idioma. El idioma se aprende en la calle, en todas partes, pero me gusta la idea de hacer el cursillo. Supongo que entonces haré eso, ya con el pasaporte europeo iré a visitar a Jeff a Cambridge y luego me descolgaré a Torino o Firenze (o Siena, Pisa, Bologna, Genoa, todas suenan bien) a aprender italiano. Y cuando lo maneje un poco más me voy a Graglia, el pueblo de mi bisabuelo, y me emplearé allá en la industria local (qué, por lo que he investigado, podría ser desde Nutella hasta Ermenegildo Zegna!)

Antes claro, procuraré hacer amiguitos en italia via gaydar, a ver si soluciono el tema alojamiento cuando se me acabe el plazo de Hostelling International. Tarjeta que pienso conseguírmela hoy.

Si todo sale bien, allá me quedo. Cosechando uvas en Chianti, cortando Norwegian wood, haciendo clases de español en el Tirol. Y si todo sale mal, me devuelvo a Chile y postulo a la Academia Diplomática.

Suena bien, y lo gracioso es que yo sigo desempleado y loser. Hay que ver lo mucho que cambia la vida tener un sueño. Contra eso poco me importa ahora que el pasto allá fuera resulte no ser tan verde como parece.
|

domingo, agosto 22, 2004

Hablando de parejas masculinas funcionales



...Just golden
|

viernes, agosto 20, 2004

Arroz con leche

Lo tengo, ya sé qué significaba mi sueño. Pobre Acertijo, Súper Google puso fin a su carrera de villano.

A ver, vamos por parte. Pj Harvey es claramente la China, mi amiga que vio este año a Polly actuar en vivo en el festival de Glastonbury. La China está ahora en Belfast, no sé como lo ha hecho, pero sigue dando vueltas por Europa. (y alguien me puede decir, qué tiene de especial Belfast?) La China es fanática de Neil Gaiman también. Asombrosa China, chiquitita y a la vez descomunal.
Ahora, eso no tendrían ustedes por qué saberlo. Pero igual falta el enigma de la palabra "packa", que no existe, y no es el título de ninguna canción.

Puse en google "PJ Harvey", y "Packa", y "Gaiman", y obtuve un resultado.

Es muy, pero muy prosaico. No fui a ver una película que me tincaba, ahora ya la sacaron de las salas y PJ Harvey se aparece en mi sueño para echármelo en cara. La película era "American Splendor", que narra la vida de Harvey Peckar ("Peckar", que es practicamente lo mismo que "Packa"), este es un dibujante medio loser, que de aspecto se parecía bastante a Patricio, un habitante de gaydar con quien me junté aquel día en una cita a ciegas (otro detalle que no tendrían ustedes cómo saber).

Y claro, en honor a Harvey Peckar se entregan los premios Harvey, y Neil Gaiman recibió el premio este año, o algo así. Todo está relacionado.

Esa es la anécdota. Pero lejos lo más importante aquí es el subtexto, al cual OSX apuntó magistralmente. No son los elementos del sueño, sino la manera en que nos afectan.

(Y no, Sbux, el sexo no tiene pito que tocar aquí, sex is waaay overrated).

La cita a ciegas tuvo mucho que ver, Patricio era un tipo simpático, administrador, treintón, independiente. Pero con malos dientes y parecido a Harvey Peckar, que no es ningún piropo. A mi la verdad me cuesta juzgar a la gente, como personas siento que son todos fantásticos, pero como nueva adquisición al exclusivo cast de mi vida me cuesta muchísimo abrir la puerta y soltar un contrato. Ni que yo fuera El Mercurio.

El punto es básico, cuando conozco a alguien, y en especial si ese alguien es mayor que mí, intento proyectarme, pero casi nunca me resulta.
Las vidas ajenas me parecen de una tristeza abrumadora. La única vida que me parece soportable es la mía, mi propia esquizofrenia la única tolerable. Supongo que mi último trauma homosexual es ése. No veo felicidad en el futuro de los hombres mayores solos que conozco. Y no veo tampoco cómo yo podría hacer la diferencia. Por eso digo no y cancelo la maratón y me retiro. Es muy injusto, es muy heterosexista, tengo parejas de amigos heterosexuales y me los imagino felices, con niños o sin ellos, pero me los imagino felices. Me los imagino separados, alcohólicos, yendo a cafés con piernas, pero aún así acogidos en una red social que se los perdona todo con suprema condescendencia.

Supongo que se debe a lo poco que uno ve parejas homosexuales por ahí. El día que Ellen DeGeneres terminó con Anne Heche estuve muy triste. Lo mismo cuando Melissa Etheridge rompió con la madre de sus hijos.
Así que por favor, que nadie me venga ahora con que Gertrude Stein y Alice Toklas no se querían. Es que si las lesbianas no pueden, entonces quien puede?

Siento que los jóvenes pueden, la belleza nubla un poco(bastante)el juicio. Al menos a mí me pasa, veo a un chico guapo y veo la felicidad. pero veo a alguien mayor que yo, alguien con el corazón gastado y me imagino noches frías y dientes rechinantes, vecinos que murmuran lástima y una angustiante y omnipresente melancolía.

Quisiera ver parejas, parejas mayores, viejitos picarones. Me gustaría ver a Almodóvar con pololo, a Lemebel casado, a Amenábar en Corazón-Corazón, a Jordi Castell con su boyfriend en Caras. No es copuchenteo, es la necesidad de poblar la mente de imagenes de parejas homosexuales funcionales. Una vez en una micro muy de noche vi a un par de ancianos sentados juntos, borrachos y abrazados. Seguramente eran compadres y muy héteros, pero se veían chulísimos. Una lástima que no les saqué una foto.

(Busco fotos de parejas gays ancianas en la web y me salen puros sitios porno de gerontofilia. Nekkid, nekkid, nekkid.)

Está esta serie en Sony, no es muy buena, "Everything's relative". Ahí aparece una pareja gay madura, y me gustan, los veo felices, con cuento, me imagino que lo pasan bien en la cama, pero luego sucede que son gringos y personajes ficticios de sitcom.

La única pareja gay asumida, adulta y sociable que conocía en Chile, una pareja de profesores universitarios, hace poco me enteré tenían una relación abierta. Y no sé, no me gustó. Me derrumbó el paradigma romántico monógamo. Un paradigma que igual todavía aprecio.

Así que mi sueño era eso, una chica a quien admiro me saca en cara la infelicidad (me hace ver que tal vez estaría mejor con ella). Me muestra un futuro solitario. Me dice que vaya a ver la película de este tipo que es un perdedor (no la he visto, pero ya que es un American Loser, seguro termina bien). Y me dice que no hay dúos en mi horizonte, ni dinámicos, ni románticos, ni disparejos. Hasta que por fin hace que me despierte del sueño azuzado por la soledad.

La sospechosa de siempre.

Y nuevamente pienso en Jeff, Jeff que venía de allá del lejano norte, de Neverland, del Mississippi, de la tierra de los witty sitcoms escritos por guionistas gays. Donde las parejas no se ocultan. En Jeff, en Jimmy, en su mundo de jóvenes gays desacomplejados intelectuales deportistas y musicales me podía proyectar con algo más de éxito. Con Jeff, con alguien como Jeff, yo feliz de tener a los vecinos murmurando.

I want someone I can see myself growing old with. Someone beautiful. Someone bright. Someone witty. Someone tender. Someone funny. Someone just a bit unpredictable. Que sepa coser, que sepa bordar...

Someone who really likes me but in a cool way so that I can never take it for granted.


(Major change of subject ahead)


En fin, eso tiene para rato. Ahora lo que en verdad importa es el TENIS.

Así que ¡Vamos Chile que se puede!
|

jueves, agosto 19, 2004

DreamTheatre

P.J. Harvey se va de gira junto a Robert Smith de The Cure, pasan por Chile y se alojan en...mi casa!

Esa era la premisa del sueño que tuve esta noche. Un sueño rarísimo.
Resulta que de último me estoy despertando enfermizamente temprano, pre madrugada, a la hora que se despierta el sacristán encargado de limpiar el piso del monasterio para que el resto de los curas recen maitines sin ensuciarse las rodillas. Y ni eso!
O sea, yo siempre me he despertado temprano, a veces, cuando más, a las cinco. Pero desde hace una semana me he estado despertando a las cuatro y media, y anoche, anoche fue el colmo, miré la hora y eran las 3:40 AM.
El problema es que me despierto tenso, como listo para hacer algo, justo cuando lo único que debería hacer es dormir. Se necesita relajo para reconciliar el sueño, y el día que se avecina no me relaja para nada. Pienso que tengo que encontrar pega, tengo que juntar plata, tengo que tirar pa adelante y ser feliz.
Eso me estresa.

Me siento, tras la partida de Jeff, como en esa canción de que hablaba la Marcela en su blog el otro día, "like coming off the pills that you take to stay happy".

It's been nothing but Cold Turkey for me this week. And it sucks.

Pero volvamos al sueño, porque esta vez contra todo pronóstico volví a soñar. No me di cuenta cuando, pero me quedé dormido. Profundamente. Y me desperté a tiempo de ver a Solabarrieta y Karen Bittner comentando el all around de gimnasia varones. Los coreanos no son mi tipo, pero Sobalaprieta siempre salva, tostadito y trigueño, me gusta su nariz. Y con su ayuda la paja matinal olímpica se está convirtiendo en el momento cumbre de Atenas 2004.

Pero alto, que no todo es tan gris (o pajero). Ayer me pagaron, lo deposité todo y fue increíble darme cuenta que ya tengo dinero para cruzar el Atlántico y tomar el bus de dos pisos. Fenomenal. Y además decidí implementar un nuevo modo proactivo de búsqueda de empleo que ya les explicaré más adelante.

EL CASO ES que soñé que Polly Jean Harvey estaba en mi casa, resulta que éramos amigos íntimos, ella quería jugar ping pong así que apareció hipso facto (por la magia de los sueños) una mesa de ping pong en el patio. Mientras jugábamos yo le hacía preguntas, tratando de entrevistarla sin que se diera cuenta. Polly me decía que no, que no iba a hacer ningún dúo con Robert, que él la inspiraba todo el tiempo, pero no quería cantar una canción con él, o cantar una suya, o que el cantara una de ella. Yo me estaba enojando, me parecía tonta lesa la Polly, cómo farrearse una posibilidad así. Al final le pregunté qué canción suya le dedicaría a su buen amigo Robert, y ella me respondió:

- "Packa" (o algo que sonaba así), "Packa de todas maneras" (P.J.Harvey hablaba perfecto español)

Yo no me conozco todos los temas de ella, pero ese nombre me sonaba. Me sonaba del sueño pasado, en que alguien me había hablado de Neil Gaiman y en ese sueño Packa era el nombre de uno de los personajes de Sandman.
En eso Polly me dice que yo me parezco a Packa, que tengo el pelo igual, que estoy vestido igual, que soy Packa.
Y me despierto con los ojos abiertos y un gran signo de pregunta sobre mi cabeza.

¿Qué-se-supone-que-significa-este-sueño?
|

martes, agosto 17, 2004

Down the rabbit hole


Lo tomo como una caída, esto del desempleo, una caída sempiterna y un poco latosa. harto latosa a decir verdad.

"Down, down, down. There was nothing else to do, so Alice soon began talking again. Dinah'll miss me very much to-night, I should think!' (Dinah was the cat.) `I hope they'll remember her saucer of milk at tea-time. Dinah my dear! I wish you were down here with me! There are no mice in the air, I'm afraid, but you might catch a bat, and that's very like a mouse, you know. But do cats eat bats, I wonder?' And here Alice began to get rather sleepy, and went on saying to herself, in a dreamy sort of way, `Do cats eat bats? Do cats eat bats?' and sometimes, `Do bats eat cats?' for, you see, as she couldn't answer either question, it didn't much matter which way she put it. She felt that she was dozing off, and had just begun to dream that she was walking hand in hand with Dinah, and saying to her very earnestly, `Now, Dinah, tell me the truth: did you ever eat a bat?'"

Circulan a mi alrededor como en un sueño variedad de bocados, pastillas de chiquitolina y tarros de Cola-Cao, Cola-Cao que como bien sabemos, "te hace grande".
Mas no sé qué tomar, que lado morder de la callampa, no sé si apuntar arriba o abajo, no sé, las entradas las salidas, todo me parece absurdo. Una partida de Mario Bros. De repente quien era pequeño dinosaurio crece, lo contratan, se compra un auto, se va a estudiar fuera. Una hilera de monedas en su camino. De repente me despierto y siento mi cama tan ancha como el océano Pacífico, siento que no seré capaz jamás de salir de ella y así despierto cada madrugada, náufrago y exhausto.

Mi colchón es alto, altísimo, bajo el somier de mi cama podrían asilarse todos los monstruos de Goya. Los sueños de la razón, que se las dan de poltergeists conmigo, sacuden las tablas, me hacen cosquillas a través de las sábanas, desde la almohada succionan mis sesos. Pero siempre que me asomo está vacío, ni un solo monstruito se queda para poder invitarlo por un ratito a dormir cucharita. Hacen sus estragos y desaparecen.



Hacerse grande o hacerse pequeño? Flecha arriba o flecha abajo? Insisto con el periodismo o empiezo a buscarme otra cosa? Corredor de bienes raíces?, Mesero de bar?
Debería disfrutar de toda esta incertidumbre. Que si me llaman de Chilevisón o de Cooperativa. Que si termino asesorando a un candidato a alcalde de la UDI. O vendiendo ropa en Zara. O pidiendo casa a casa las monedas de peso que nadie quiere hasta juntar unos quince millones (claro, les digo que es para un proyecto artístico, una gran escultura hecha de monedas de peso, una por cada habitante, "El peso de Chile"). Hey, me digo, esa no es una idea tan mala!

I wish you wouldn't keep appearing and vanishing so suddenly: you make one quite giddy.'

`All right,' said the Cat; and this time it vanished quite slowly, beginning with the end of the tail, and ending with the grin, which remained some time after the rest of it had gone.


|

lunes, agosto 16, 2004

Antidote



Estaba triste, convertido en uno más de los chilenos grises que no ocultan su pesar camino del trabajo. Sin mi amigo, y apenas esquivando por resquicios dudosos el desempleo. No, de hecho, necesito una pega, heavy.

Pero el día estaba frío y he dormido poco y no sabía cómo hacer para activarme.

Hasta que encontré la solución, los Polyphonic Spree, un grupo gospel con una parada media evángelica pop ultra pop, happy happy happy revolución psicodelia amor paz y todavía más amor.

Vayan ahora mismo si tienen un buen computador y están medio tristones a visitar este espectacular sitio, jueguen con los integrantes de la banda que deben atravesar en modo lemming-pitufo tres escenarios hasta llegar al single de su último disco, "Together we're heavy", que se llama "Hold me now".

Y luego se lo compran y espantan a la depresión por el resto del 2004.

"Hold me now / Don't start shakin' / You keep me safe / Don't ever think / You're the only one / When times are tough."
|

sábado, agosto 14, 2004

We

--> Jueves, 20:30. Happy hour en el Amanda.

Mañana Jeff se va, de vuelta a Illinois. Debería estar triste, esta es nuestra última cena juntos. Jeff ha sido mi surrogate boyfriend por casi dos meses, me destroza que se vaya, y sin embargo me siento eufórico. Es uno de esos toboganes de felicidad en los que caigo a veces, me siento omnipresente, parte de todos. La música está muy buena, la mesera nos atiende con adoración (jura que los dos trabajamos en la embajada cruzando la calle, y que la propina será en dólares), Jeff pide la copa de la casa y yo un ceviche de Kanikame con palta y champignones, y ya que Jeff toma un Amanda, yo pido un Dulcinea. ("I see heaven when I see you"). Le entrego un par de regalitos, brindamos por el habernos conocido. Lástima que Jeff se sienta mal del estómago, esta tarde me mandó un mensaje de texto donde me contaba que había vomitado. Termino el ceviche, pido la cuenta. Jeff me dice que nos veamos mañana, que no quiere depedirse de mí estando enfermo.

-->
Jueves, 11:00. En mi casa, catatónico frente al computador jugando solitario.

Me duele demasiado que Jeff se vaya, y sí, tengo los ojos llorones. Quiero manipular mis emociones para que en la tarde me sepa comportar. I want to hit the rocky bottom of my emotions, y volver a la superficie descompensado, sin otra alternativa que ser feliz, ya que todas las provisiones de tristeza las he agotado.
Es curioso, pero creo que funciona. De momento estoy tan triste que ni siquiera Diego Torres cantando con Julieta Venegas en el unplugged son capaces de reflotarme.

Deja que tus sueños sean olas que se van
libres como el viento en mitad del mar
creo que la vida es un tesoro sin igual
de los buenos tiempos siempre quiero más

Soy como el agua del río
y por el camino me dejo llevar
porque aprendí que la vida
por todo lo malo algo bueno te da

Quiero que me mires a los ojos
y que no preguntes nada mas
quiero que esta noche sueltes toda esa alegría
que ya no puedes guardar


Precisamente en esa parte de la canción, cuando dice "quiero que sueltes toda tu alegría", me convierto en una regadera humana, desconsolado. y de hecho, ahora que lo escribo me vuelve a pasar.

Tuve con Jeff algo que pensé ya había perdido la oportunidad de tener. Un romance naïf de primavera (aunque haya sido en invierno). Un idilio de quinceañero en vacaciones (aunque haya sido en Santiago). Una amistad dulce, tierna, sincera y célibe. Porque Jeff tiene a su pololo, y el sexo no estaba en nuestros planes.

-->Viernes, 16:00, acostado mirando el techo de mi habitación.

De hecho, digo tuve y no tuvimos, porque aunque no hice más que recibir afecto de Jeff todo el tiempo, estaba consciente que en esta materia (la materia de los afectos mutuos), yo era el novato y él mi instructor de buceo.

Cosa peligrosa en todo caso. No recomendable para los niños en casa. Lo que hice fue precisamente como meter los dedos en el enchufe. Tomé con ambas manos húmedas el cable de alta tensión por el cual circulaba el amor de Jeff y Jimmy. Dado que Jimmy estaba en China, y Jeff se sentía un poco sólo acá en las antípodas de su pololo, yo recogí los excedentes de producción, yo fui tierra.

Pero vaya que necesitaba serlo!

De haberse quedado en Chile más tiempo no estaría yo tan complicado ahora, such an sentimental mess. Porque este fue un lío de velocidades. Jeff se va en el momento en cual todavía me late el corazón al verlo, y sin embargo soy racional, hago cálculos y proyecciones y concluyo que ambos estábamos destinados no al romance, sino a ser amigos de los buenos. Tuve que hacer pues un esfuerzo cabal estos últimos días para vivir en el futuro y hacer caso omiso de las palpitaciones provocadas por detalles, detalles básicos que en mí resonaron como... fuegos artificiales sobre el cielo de Atenas.

Los mensajes de texto ("Where are you, I miss you"), las conversaciones bilingües, las salidas a comer, los piropos, las caminatas, las ironías coquetas, los comentarios con pseudónimo en el blog, los mails incesantes, la sinceridad inaudita, los besos de despedida. Que weno!

Yo pensé que podía pasar de todo eso, y ahora me doy cuenta que tan distinto al resto no soy. Miro a mi alrededor y me rehúso a volver atrás. Quiero y necesito tener un "Nosotros" en mi vida. Ir al cine solo suddenly ya no me parece tan excitante. El poster de Harry Potter en la puerta del closet es simplemente patético, tendrá que irse. No quiero volver a escapar de mi vida leyendo Las Ultimas Noticias, o viendo E! News Daily. Quiero pintarlo todo. En el colmo de lo corny, me acuerdo de Barbra Streisand y siento que sí, que después de todo I'm one of those people, people who need people. And therefore I should consider myself part of the lucky ones.

--> mismo viernes, tres horas más tarde

Así con las emociones, pasé de sentirme como el ajo el jueves en la mañana a estar inexplicablemente pletórico de alegría en la tarde, y ahora el viernes, cuando Jeff ya se ha ido me sacude la nostalgia. Estoy conciente que el vaivén terminará. Que nada es para siempre. Y eso también me da pena. No estoy enamorado de Jeff. Me repito que no me duele perderlo, que no hay pérdida, que desde que lo conocí todo ha sido ganancia. Jeff es mi amigo y me inundó de ternura cuando yo no era más que una semilla seca. Fue eso. Que no es poco. Jeff, a menos que me de alzheimer como Reagan, nunca quisiera olvidarte. Y te deseo lo mejor. Y sí, haré lo que pueda por, por que nos volvamos a ver. Somewhere, out there. England sounds good.

Como le decía al propio Jeff camino del zigurat de la CEPAL el jueves. I see what this is all about. This is a secret operation of the U.S. Government. They're sending out their best kids with a mission to reconquer the hearts of the world. It must be a very undercover assignment, cause it doesn't ressemble republican policy at all.

La delegación estadounidense es pifiada as su paso por el estadio olímpico de Atenas, el diseñado por Santiago Calatrava.
Maldito Bush, malditas corporaciones. Que hagan empañar el recuerdo de esos otros gringos adorables, de Luisa May Alcott, de Mark Twain, de Walt Whitman...

Pecisamente tengo a Walt aquí al lado y me está pidiendo el micrófono...

- Cough, cough

We two boys together clinging,
One the other never leaving,
Up and down the roads going —North and South excursions making,
Power enjoying— elbows stretching —fingers clutching,
Arm’ed and fearless— eating, drinking, sleeping, loving,
No law less than ourselves owning —sailing, soldiering, thieving, threatening,
Misers, menials, priests alarming —air breathing, water drinking, on the turf or the sea-beach dancing,
Cities wrenching, ease scorning, statutes mocking, feebleness chasing,
Fulfilling our foray.

Adorable Walt, con tu barba cubierta de mariposas. Gracias por ese poema.

--> Viernes, 10:45 AM, día húmedo y neblinoso en el centro de Santiago.

Me encuentro a Jeff hablando con Jimmy, hay una tormenta en Florida. Jeff está preocupado, se le nota. Nos hemos juntado para comprar souvenirs, en la caverna del Santa Lucía. Un par de moais y una ocarina. Jeff toma un mortero y lo mueve contra el poso de piedra. Me dice que hace un sonido sexy. El artesano de las ocarinas ha hecho un saxo de caña, y suena magnífico. Cuesta apenas 8 lucas, pero no hay espacio en las maletas. Tal vez yo vuelva algún día a comprarlo.

Camino con Jeff por el burgeoning gay district de Santiago. La pequeña librería gay al lado del Bellas Artes, la tienda de zungas y club wear, nos probamos unas camisas. Ambos somos flacos, nada parecidos a los modelos de las revistas porno sobre el anaquel del local. Somos reales, que es mejor. Ya queda poco tiempo. Caminamos hacia Merced, ahí viene la micro. Nos abrazamos y nos damos un beso en los labios. Jeff se va. Yo me quedo.

Desde su ventana una señora pasajera de la micro nos ha estado mirando todo el rato . Y me sonríe, sí, me sonríe con ternura.
|

miércoles, agosto 11, 2004

Karaoke 2


Esta vez la reunión fue en el Playback, con los compañeros del colegio San Patricio.
El Playback es otra cosa, más profesional. Hay que tener vozarrón porque las bases suenan muy fuerte, no hay pantalla de TV con una pelotita juguetona donde seguir la letra. Está uno solo con el micrófono. Es muy intimidante.

Pero si alguien me podía convencer de subir a cantar era la Sole. Mis amigas de los 15 años están muy bien, están hermosas. Pamela se parece cada vez más a Francisca Merino. Kanke sigue flaca. Sole tuvo una hijita preciosa, estudió Trabajo Social y ahora la veo que es la más jovial y animosa de todos nosotros. Me digo, acá hay una chilena alegre y fenomenal que tal vez haría que Jeff modificara un poco su lapidaria impresión del carácter criollo.

Pero Sole es una excepción, todos estamos más maduros y más cargados de cosas. Más densos. Kanke me pregunta si estoy trabajando, le digo que ya no y a continuación me ignora el resto de la noche. Rigoberto, que sí está sacando adelante una brillante carrera se mantiene desconfiado y parco, como si no quisiera revelar su secreto. Muchos no vinieron esta noche tal vez para no tener que dar respuestas. Juampi me dice que leyó en El Mercurio que la homosexualidad es 100% curable. Me pide que me someta al tratamiento y reconozca que mi vida está mal porque desobedezco a Dios. Yo le digo que en mi vida hay cosas que están mal, pero no guardan relación alguna con que me gusten los hombres. Que para el caso, él también está sin pega y eso que pertenece al Opus Dei. (Y me dice que en su caso ocurre que Dios le está reservando algo mejor y sólo tiene que tener paciencia). Vero, que también es de la Obra, al menos esta vez deja el proselitismo de lado y se limita a ser una buena compañía. Me dice que dejó los antidepresivos y ya se siente mucho mejor.

Y sin embargo los quiero a todos. Todo un ejemplo de civilidad.

Entre las mesas distingo a Felipe, un chico muy guapo con el cuál bailé una vez hace mucho tiempo en el Bokhara (y luego lo acompañé a su casa, y congeniamos bastante). Entonces era bailarín en la TV, ahora pareciera estar dedicado a otra cosa. Dice que no me recuerda, pero es cortés, me pide que lo disculpe. Es el primero en subir a cantar, lo hace bien, se queda un rato más acompañado de unas amigas de su hermana y antes de irse se despide de mí.

En el pub hay un grupo en una despedida de soltera (giant dildo included) y otro que celebra el cumpleaños de un tal Hugo fanático de AC/DC. Yo subo y canto "Gavilán o Paloma" de Pablo Abraira. Suena mal, apenas logro remontar en el estribillo. Paso sin pena ni gloria. Le entrego el micrófono a Sole que a su vez entona "Amigos simplemente amigos" de Ana Gabriel. Tampoco se le oye la voz, pero el público engancha con ella y termina siendo un éxito muy a lo Cameron Díaz en "My best friend's wedding".

Karaoke. La realidad es que no canto muy bien. En la ducha, solo en casa, pase. Pero este sitio está lleno de profesionales, que se manejan con los tonos y se quedan pegados en notas imposibles. Una chica del grupo cumpleaños sube y canta "One moment in time", yo prometo no volver a subir hasta que la calidad vuelva a ser puesta en entredicho.

En eso llega Rodrigo, el galán de nuestro curso en octavo. Rodrigo ha subido de peso y perdido pelo. Atrás quedaron los años de gloria. Cuando nos queríamos parecer a él o quedarnos a dormir en su casa. Sin embargo se mueve con confianza y sigue siendo un tipo carismático. Imagino que en el fondo de su personalidad debe seguir sintiéndose el chico guapo terror de quinceañeras. Y al final eso es lo que cuenta.

Yo en el colegio era el de las buenas notas. Mi etiqueta fue siempre la de mateo. Los colegios son sociedades bien básicas, con un estereotipo por persona basta y por eso nunca nadie me tildó de gay, habría sido una etiqueta extra innecesaria. Ahora supongo me verán como el sabelotodo modernillo, seguro que alguno piensa que si soy gay es por un asunto de estar a la vanguardia. De llevar la contra. Pero en verdad no creo que sepan, nadie me pregunta por mi vida sexual, tal vez piensan que sigo enamorado platónicamente de la Cony y que soy un masturbador crónico. :$ Tampoco quiero yo hablar del tema, si tuviera pololo sería otra cosa. Igual confío que al menos se note que uno ha perdido la virginidad.

Suben y cantan en pares Pancho, Pato, Sole, Andrés, Rigo. Cantan "Estoy por tí" de Amistades peligrosas, "Los viejos vinagres" de Sumo. Nuestras intenciones son buenas, son nuestras voces las que no impresionan demasiado. Malditos cantantes profesionales.

Yo le digo a quien me pregunta que estoy bien, que el próximo año me voy a Europa con nacionalidad italiana. Que Chile me parece un país estrecho, sin sitio, donde no se puede respirar bien. Que necesito un cambio de aire. Que voy a cumplir mis sueños.

Suena bonito. Mis amigos más próximos, que me conocen de siempre y me han escuchado decir lo mismo todos los años, me miran con una mezcla de ternura y de lástima.

Pero no quiero pensar en los obstáculos, o en la huidiza victoria, esta noche quiero sentirme envidiable. Subo con la Vero y cantamos juntos "Enter sandman" de Metallica. Rock to never never land, esta sí salió mejor.

Y nos vamos, pagamos la cuenta. Juampi nos lleva a Pancho la Vero y a mí a nuestros hogares. Nos vamos cantando "Paramar" de Los prisioneros, por Isidora Goyenechea.

Está bien, el pasado está bien. A la inversa de la mujer de Lot, o como la canción de Oasis, no veo hacia atrás con rabia. Es el futuro, el mirar hacia adelante lo que temo me convierta en una lastimosa estatua de sal.

"Jusqu'ici tout va bien", escribí hace años con tiza de colores en la pared de mi pieza. "Hasta el momento todo va bien". Palabras de un hombre que va cayendo desde un décimonoveno piso.

Who do I have to sleep with to get some trust? (and know how)?

|

martes, agosto 10, 2004

Movies of myself


Ayer vi una película en HBO. O sea, también hice otras cosas, fui a trabajar un rato al banco, almorcé con Ricardo en el Starbucks de Apoquindo y caminé bastante. Pero lo mejor del día estuvo en el cable, en una película casi infantil protagonizada por Phoebe Cates, Jim Broadbent, Kevin Kline y Stephen Rhea.

Digo infantil en el sentido que uno puede permitirse ser niño viéndola, lo cual es sin duda señal de calidad. Fue la última película de Phoebe Cates (esposa de Kevin Kline en la vida real) antes de retirarse a tener hijos (y volver recién en "La fiesta de aniversario" como la mejor amiga de Jeniffer Jason Leigh. "la fiesta.." es una buena película también, pero quien la haya visto compartirá conmigo que ciertamente no es una de esas que permiten por un rato olvidarse de la adultez).

La premisa de "Princess Caraboo" es que en la Inglaterra victoriana aparece una joven de aspecto intrigante, que no habla ningún idioma conocido y que tiene exquisitos modales. Toda una curiosidad, ella (Phoebe Cates) es acogida por la acaudalada Mrs. Worrall. Se corre el rumor de que en realidad es una princesa oriental que fue secuestrada por piratas y naufragó en las costas británicas cerca de Bristol. La típica historia del personaje que no encaja (odd man out) y sin embargo, o debido precisamente a eso, logra ascender socialmente.
Al principio la servidumbre desconfía de esta muchacha que sin hablar una pizca de inglés ya ocupa una habitación con sábanas de seda y debe ser atendida como patrona. El mayordomo griego Frixos (Kline) le susurra al oído durante la cena que ha escupido y posteriormente orinado en el plato de sopa que le acaba de servir. Es que simplemente no le creen, imaginan que es una tránsfuga de clases, lo cual al principio les generará rechazo y luego admiración. Mientras tanto un periodista (Rhea) empieza a seguir pistas respecto al verdadero origen de la ahora tenida por princesa heredera (y codiciada puerta al monopolio comercial) del rico ignoto estado insular de Javasú(!).

No hace falta contar el final de la película, que es claramente una de mis favoritas en la categoría todo espectador (Junto con "La guerra de los botones", y "Esos hombres magníficos en sus máquinas voladoras", ah, y "Chattanooga Choo choo")

Lo que me gusta de la Princesa Caraboo es como nos hace reflexionar respecto de la verdad y la mentira.

¿Qué es la verdad acaso, si no una mentira perseverante?

Y a la inversa, la mentira, la ficción no sería más que una verdad acobardada que dio su brazo a torcer. Ojo que no hablo aquí tanto de la mentira-engaño como de la mentira-fabulación. El contenido opaca la intencionalidad. Y en eso radica la gracia de la mentira, la realidad (victoriana) puede volverse demasiado sosa sin el jengibre y la nuez moscada (orientales) de la fantasía.

Caray!, que poco caso hice de las clases de fundamentos del periodismo, ahora me doy cuenta. Pero al menos Hearst me contrataría.

En todo caso, si algo necesito (además de dinero) es perseverancia y determinación, por eso fue una buena cosa ver esta película, un poquito más de Caraboo en mí y sé que podré lograr lo que me proponga.

Una moraleja que bien vale para todos.
|

domingo, agosto 08, 2004

Karaoke nights


He decidido renunciar al alcohol (al menos a pagar yo por él), restringir en mucho mis gastos en cine y haciéndole caso a Roberto, no más fancy restaurants.
He decidido irme, pero en serio, cumplir mi sueño, que he estado viviendo en piloto automático, adherido a pantallas frías y casi se me olvidaba que esta vida es mía, mía solita.

Calculé que era posible, que no hay que ser Paris Hilton para saltar el charco, que de hecho la plata para ir a Londres en British Airways ya la tengo (!!), y al darme cuenta de eso me invadió un aire fresco, me sentí joven. Y maldecí a mi carné, por delatar que nací el 78 e invalidarme un montón de descuentos juveniles (en eurailpass y albergues, que no es poco).

(Y lo siento por los lectores que piensen que a los 26 años uno todavía es joven, resulta que para varios efectos simplemente la respuesta es ya no)

Jeff me dijo que en caso extremo podría ser un taxi boy, y decir que tengo 21 años para cobrar más. Imagino que estaba siendo irónico. Pero esta vez quiero hacer las cosas en serio, y si tengo que hacer ironías realidad, pues las haré.

Mi precio? Un millón, por un millón me acuesto con cualquier lector, o sea, desesperado no estoy, pero tonto tampoco, y claro, considerando que no falta el playboy que no sabe que hacer con tanta plata...

El viernes fui a una noche de karaoke con los amigos de periodismo. El Playback estaba lleno así que terminamos yendo al Bar Sísmico. El local pintaba piola, no estaba muy lleno y no distinguí ninguna corbata. Nos ubicamos en una salita muy cómoda y pedimos tragos felices e ignorantes de que por estar en aquel lado todo costaba un 10% extra. Pero antes de la pelea por la cuenta lo pasamos bastante bien, inscribimos temas apenas llegamos y sin ningún delay ya nos subíamos al escenario para cantar. Maca P cantó "Ironic", Sarmi varios temas de Sinatra, Maca G y Ricardo hicieron "People are strange" y "Stairway to heaven". Yo puse la nota romántica con "Por el amor de una mujer" de Julio Iglesias, y luego con Ricardo le dimos a Rick Astley "Together forever". Muy pelacables. El resto del público se dividía entre fanáticas de Maná, Pedro Fernández y Pearl Jam. Les dimos paliza. Y pensar que yo lo único que bebí fue una Corona on the rocks.

No, bien, todo bien. Desconocidos y desconocidas me aplaudieron harto, y los amigos no paraban de subir a por más, Sarmi y Maca cantaron "Juntos" de Paloma San Basilio. Nos subimos casi todos a por "Mamma Mia" de ABBA. Y el triunfo último llegó con "Rapsodia Bohemia". Yo me medí al final, es que tengo que cuidar la voz porque el martes hay otro karaoke, esta vez con los amigos del colegio. No, no sé que les dio a todos. Pero para ser un efecto de Lost in Translation me parece igual un poco a destiempo.

Me gusta cantar sobre bases, pero ahora quiero cantar algo mío. Por eso quiero irme a Europa, siento que acá en Chile cada día me vuelvo más zombie, un zombie que hace karaoke sobre bases ajenas.

Escucho en algún rincón de mi cerebro "Make your own kind of music" de The Mammas and the Pappas.

Ajeno, todo me parece muy ajeno, partiendo por mi vida. Recuerdo cuando en enero Ian me preguntó donde vivía y le dije que mi casa estaba en Las Condes. - Pero esa no es tu casa, es la casa de tus padres, cierto?
Cierto, demasiado cierto.

Mi sueño es caminar por Europa, hacer un camino de Santiago muy sui generis, partiendo por Glastonbury y St.James Park, para llegar al Musée de Cluny y la Tour Saint Jacques en Paris, y luego Vezelay, Le Puy, Aïgues mortes, Carcassone, Roncesvalles, xacobeándomelo todo hasta Compostela...

O sea, de algún modo atravesar un portal espacio temporal y perderme en la Europa medieval de bosques, fuegos fatuos y fantasmas de druidas. Claro que con baños públicos y sin peste bubónica. Y con una Iglesia más que nada decorativa.

Ese fue mi sueño desde 1993, cuando el tío Manuel me trajo una polera del Xacobeo, y yo me propuse hacer el viaje en 1999, pero no pude. Y luego algo me paralizó, sentí que tenía que renunciar a mis sueños o iba a sufrir demasiado. Por culpa de ese arranque budista nihilista me farrée el xacobeo 2004. Si voy el 2005 no va a ser la gran fiesta, pero al mismo tiempo los albergues estarán más desocupados, y bueno, que simplemente no puedo postergar las cosas más.

El sábado subimos con Jeff el San Cristóbal. Era un día de sol precioso, pero yo tenía muy presente su partida y estaba triste por eso. Luego cuando Jeff me dijo que esa noche no se sentía con ganas de salir a bailar se me llenaron los ojos de lágrimas. (Es niñita!, es niñita!) Simplemente me di cuenta que ya no volveríamos a salir juntos acá en Chile, que las noches de juerga con el siempre alegre y entusiasta Jeff se habían acabado. I've grown so fond of him. Y ahora todo parecía estar pasando por última vez. Una tristeza muy grande me embargó, me embargó los muebles, los electrodomésticos y la ropa, y quedé yo en la calle vestido apenas con un barril a lo más Chavo del 8 harto de ser mendigo en la bonita vecindad...

..And he's got a ticket to ride.

Mi amigo se iba, volvía a su planeta, al planeta de allá afuera, donde los apellidos no importan y uno todavía es joven a los treinta, donde existen leyes que representan a la gente, donde las cosas se pueden decir por su nombre y los titulares de la prensa provincial no se limitan a variaciones morbosas y rutinarias del "Degenerado violó a niñita". Un afuera idealizado, pero un afuera en el que me dí cuenta necesito volver a creer.

Puedo vivir sin Dios Padre, vivir sin un amor de telenovela, pero no puedo vivir negándome a ser parte de ese mundo vasto y múltiple afuera de este tajo vertical. Siento que se me lo debo a mí mismo, y que no puedo seguir dándole más vueltas.

Necesito volver a montarme sobre mis sueños, y sé que duele. Porque puede que fallen. Pero necesito hacerlo. Cuando me hice el test del Sida secretamente quería salir positivo. Tener una fecha límite que me empujara a actuar, a salir del quietismo, salir de Hobbiton.

Ahora siento que es igual, que me estoy muriendo de todas formas cada día que se me pasa ignorando los propósitos que me hice cuando era un chiquillo.

Ya, me voy a actualizar mi currículum ahora. Necesito más pegas. La olla al final del arcoiris existe, o he vuelto a creer que existe y con eso basta. Este leprechaun necesita ponerse en acción.


|

viernes, agosto 06, 2004

Put on your sunday clothes when you feel down and out


Me puse el terno de los examenes en la Academia (aunque sin corbata y con zapatillas)y salí a tantear terreno.
Fui a Bellavista, a los canales de TV. Pero esta vez sin un turro de CVs, sino con una misión. Averiguar quienes son los corresponsales en regiones pa' la pega del banco. La pega que todavía me salva.

En canal 13 no tuve ningún problema, aunque era temprano y no ví a mis amigos fue un buen comienzo. A la salida me encontré con Julián Elfenbein, que se acordaba de mí de la fiesta de la Sol. Le dije que estaba cesante y se rió de mí. "Tú, cesante?, estai loco". No supe a qué se refería, porque en ese momento llegó la chica a quien estaba esperando (y cuyo nombre me reservaré, ni ahí con hacerles favores a Cristián Farías).
Tal vez pensaba que "Acoso Textual: el otro Sexo" se acaba, y que yo soy demasiado novato como para ser un cesante con todas las de la ley.
Había quedado en almorzar con Paz en el casino de TVN, pero eso era a las 14:30. Así que me fui caminando a LUN por sí acaso adelantaba pega, en el camino me crucé con Alejandro Guiller (presidente del colegio de periodistas, hombre ancla de CHV, obvio que lo conocen) y le pregunté si estaba en el camino correcto, y con quien debía hablar en Chilevisión para saber lo de los corresponsales. Me dió todos los datos. Piola. Lo mejor es tener una misión, un objetivo, y tener las patas como para acercarse a la gente y simplemente preguntar.
Pero en LUN se habían ido todos de colación, tenía una hora y media de tiempo libre por matar, caminé hacia La Chascona.
En la casa de Neruda estaban Francesca, Ana y Paolo. Tres italianos que querían hacer el tour, pero éste comenzaba a las 14:00. Me presenté, les ayudé a conseguir descuento y les propuse matar la hora libre juntos.
Les conté que estaba haciendo los trámites de ciudadanía, y que mi abuelo era primo de un cantante italiano. Cuando les dí el nombre se sorprendieron mucho, me hicieron reverencias, me dijeron que en Italia mi difunto tío abuelo es muy famoso, y que cuando vaya allá voy a ser noticia. Yo no lo podía creer.
Francesca incluso tenía una tía que conocía a la viuda. El mundo es demasiado pequeño. O como diría Fred, Eri piccola cosí.
Fuimos al Galindo, los acompañé con un pisco sour y una conversación en italiañol. Francesca es actriz y me invitó a verla en una obra que monta a mediados de agosto. De hecho, todos me dieron sus correos electrónicos y me dijeron que cuando fuera a Roma o Milán, se los hiciera saber.

Todo estaba saliendo demasiado bien. Será el traje?. En TVN mientras esperaba que Paz me viniera a buscar llegó un actor a dejar su currículum. La recepcionista lo mandó a la oficina de partes y me hizo un gesto de "daría lo mismo que lo arrojase a la basura directamente". Le pregunté si recordaba a algún actor famoso que hubiera llegado a dejar su currículum, y me dijo que ninguno, que son otras las vías.

Paz me presentó a todo el equipo de prensa internacional, las periodistas mujeres me miraron con muy buenos ojos, incluso saludé a Amaro Gómez-Pablos con la confianza de quien sabe que lo conocen de oídas. Comí abundante en el casino, conseguí la información gracias a una niña de gráfica. Trabajar en noticias televisivas me pareció agotador, pero bueno, estaría dispuesto a trabajar en lo que sea por un tiempo con tal de cruzar el charco y más ahora que tengo amici en Italia.

Que día más bueno, y despejado, bonito el día. En el Panorámico activé los 500 mensajes de texto de la carguita feliz. Así, cargado de felicidad me fui a buscar a Jeff para ir a ver Machuca.

Un día de puta madre, claro que es harto mejor vivirlo que escribirlo. Al hacer el relato pareciera como que hubiera un punto focal hacia el cual todo se dirige, pero no, fue un día de momentos, y quisiera dejarlo así, porque o si no lo voy a arruinar con un final triste.

Pero, bueno, ya es tarde para eso. Machuca me dejó triste, es una muy buena película, pero el sentimiento de impotencia de los niños me caló hondo. Y Jeff que ve confirmada su impresión de que los chilenos somos los sudacas más tristes de todos. Pasamos a comer comida china, pero nuevamente mi estómago no fue capaz de terminar el plato. (el día anterior fuimos con Jeff a Los Dominicos y luego cenamos en La Piccola Italia, los fetuccini con camarones estaban de rechupete, pero tampoco fui capaz de acabarmelo todo).

Jeff estaba somnoliento and so was I, Jeff se va el próximo viernes. Me dijo que a riesgo de sonar poco cortés, se sentía feliz de volver a casa. Que Santiago había estado bien, pero no había pasado un día aquí sin que le preguntaran de dónde eres, qué haces acá. Sin que sea esa su intención, la gente le hacía sentir que no pertenece aquí y que nunca pertenecerá. Por ser muy blanco, muy rubio, muy gringo. Muy diferente, como si acá fuéramos en verdad todos iguales.
Claro, Jeff ha viajado antes, ha estado en Rusia, Estonia, Gran Bretaña y Marruecos. Pero en ningún lugar le ha tocado responder tantas preguntas sosas de desconocidos como en Chile.

Así que se va, igual se iba, siempre lo supe. Pero con eso en mente me estaba saliendo difícil mantener la chispa y el buen humor y el espíritu de juerga.

- Trata de ir a Cambridge, anda a visitarme. Te va a gustar mucho viajar, eres curioso, you're restless.

En la micro de vuelta lo abrazo, body harassment que si pudiera le abrazaría el alma, I just feel such tenderness towards him, cuddling care bear, Jeff se deja pero a la vez logra mantener las distancias. Más que proteger nuestra amistad del sexo, siento que quiere protegerme a mí, de lo mucho que me va a doler cuando se haya ido.

Así las cosas, viajar a Europa siempre ha sido mi gran sueño. En mi pieza sobre la pared donde se apoya mi cama qué hay?, un gigantesco mapa de Europa, con cada país en su idioma particular.
Pierdo el sueño pensando en cómo hacerlo realidad.
Indeed, restless.
|

miércoles, agosto 04, 2004

After you get what you want you don't want it


Ayer me junté con Ricardo a la hora de almuerzo, quería saber mi punto de vista sobre ciertos asuntos relacionados con su trabajo. Yo revisé mi busy agenda y finalmente quedamos para las 13:30 en el Tavelli del Municipal.
Caminamos un rato buscando aquellas famosas "picadas" del centro, y sorprendentemente encontramos una buenísima. En el callejón Las Hiedras, al lado de Tenderini, comimos Ropa Vieja con arroz negro en el Rincón Cubano. Atendidos por meseras despistadas con acento, la comida estaba muy sabrosa y me quedó la impresión de qué es casi imposible en ese lugar pagar más que lo mínimo. Dos menús más una bebida extra y contando la propina nos salió poco menos de $3.000
Le conté a Ricardo que Jeff encontró a los bonaerenses mucho más felices que a los chilenos, Y Ricardo me dijo que debe ser frustrante para un gringo trabajar en Chile sabiendo que al otro lado de la cordillera todo es más barato, la gente es más guapa, se viste mejor y más encima es más alegre.
Tal vez sea el invierno, pero el hecho es que me pasé el resto del día observando chilenos y nos encontré en verdad gloomy. Sí, espero que sea un efecto del invierno. El otro día ví un documental de Lituania, que una vez me enteré tenía la tasa más alta de suicidios del planeta, y los lituanos se veían a todo dar (era verano en Vilna, en todo caso).
Pero no, los chilenos no nos suicidamos, los chilenos aperramos. Es decir, llevamos una vida de perros. Pareciera que a nadie en verdad le importara tener horas libres, derechos laborales, amigos de barrio, trabajar para vivir, y vivir de buena manera. Acelerados de un lado para otro hablando en chiquitito con voz de pito, pelando al resto, sin dar la cara, chaqueteros, depresivos, y quejones. Me cargó Chile. Y por solidaridad me cargué yo también.

Me cargó volver a estar buscando pega. Sin que parezca haber necesidad de periodistas en ninguna parte. Salir a buscar y sólo encontrar colegas más jóvenes con mejor currículum e igualmente cesantes. Tenía que hacer algo, así que tomé las tijeras y me corté mechón por mechón toneladas de tensión.

Es una bendición ser gay y no tener que mantener a una familia y no haber dejado embarazado al primer tipo con que me acosté. Pobres heterosexuales, como lo tienen de jodido.

Pero somos chilenos, y nos bancamos las cosas malas. En otro país mi madre sería adicta al Valium. Acá simplemente se va a la cama como buena depresiva apenas termina las labores domésticas para ver la teleserie y luego dormir, dormir hasta las cinco.

En otro país mi hermana haría al menos un intento de reclamo formal por el hecho de tener clases de lunes a sábado e incluso tomar créditos extra para que luego por un cambio de malla resulte que la carrera le va a salir dos años más larga y muchos de los ramos que ya hizo no le sirven de nada. Y que aunque vaya en el cuarto curso de inglés todavía se niega a practicar conmigo lo que supuestamente ha aprendido, y cuando se lo propongo, se taima.

Un sólo día bastó para hartarme de la vida hogareña. Tengo que puro salir a buscar. En cuanto la lluvia pase.

Me importa un carajo el orgullo. Voy a ir a todos los medios de la ciudad a vender mi precioso tiempo por uná módica suma. A jorobar secretarias. A hacer lo que todo buen desempleado tiene que hacer.

Una vez más.

|

martes, agosto 03, 2004

Amici

Sí, tal vez no son las decisiones. Es absurdo en verdad torturarse por el might have been. Si en un momento abandoné la egolatría no fue por decepción sino por un arranque de sensatez. El amor es para entregarlo, el amor es como los impuestos, como las papas calientes, si uno es honesto y generoso con los afectos a la larga todo se devuelve. Yo de tanto girar sobre mi mismidad estaba a punto de irme de bruces al suelo. Necesitaba un respiro, un cambio de eje. Fast.

Creo que fue Spinoza quien me dio la clave, había dejado de creer en Dios y necesitaba un suplente. Necesitaba conjugar mi arrogancia con el amor a la creación. Así que me hice panteísta.

Rápidamente cambié mi imagen en el liceo, me hice amigo de todos, presté el walkman, soplé en las pruebas. En la fiesta del colegio me ofrecí para ser la mascota de la alianza, disfrazado me permití ser la antítesis de mí, y me sentí cómodo. Me sentí apreciado. Y lo mejor de todo, todo el tiempo estaba siendo sincero, amaba a todo el mundo, no sabía de cinismo ni me importaba.

Lo cierto es que la vida no sigue una estructura dramática muy clara. No se va de mejor a peor o viceversa de manera continua y coherente. Para efectos de este blog barroquejon se concentra en sus carencias porque le parece ofrecen mayor sustancia. Quiere usar este blog como herramienta de superación, quiere ser cada vez mejor persona. Pero al mismo tiempo puede detenerse y pensar que sí, que es un tipo afortunado y contento.

O sea, y quiero hacer una pausa en mi whiner (certainly not winner) autobiografía y agradecer a mis amigos. (sólo hombres esta vez, chicas disculpen )

a Pancho. Pancho que ayer logró rescatar a mi blog del abismo con una asesoría html gratis y muy ilustrativa. Pancho que nunca pierde la calma. Y que ahora tiene a una colombiana exquisita vuelta loca detrás de él. Pancho que fue mi mejor amigo en esos días de mi destierro en el liceo, y seguirá siéndolo.

a Pablo. Pablo el succesful diseñador con quien he descubierto que el ego si puede ser un circuito dúplex. Pablo Espejo. Y es que retroalimentación mediante todo resulta mucho más reconfortante. La admiración mutua, las apuestas mutuas, el cariño mutuo, viva la mutualidad!

a Jeff. Que ayer me dijo que quería ser mi amigo para siempre casi como pidiéndome disculpas por lo poco. I'm head over heels for him. In a cool friendly sense, of course. Hey man, you're the greatest. I'm so into goodbye kisses and phisicality right now. And I'm really going to miss you.


Y bueno ya que de repente me siento tan full of love. (siempre los contrastes, de un extremo a otro, Barroco-quejón). Les doy un consejo a los bloggeros out there pa' cuando les haga crisis el blog:

Hagan una copia del template y péguenla en word. Por si acaso, téngala bien guardadita. Y cuidado cuando apreten "save changes", porque a veces no se ha terminado de cargar todo el contenido y entonces, uf. Se acordarán de mí.
|

lunes, agosto 02, 2004

Full of shit


Así que estoy de vuelta en modo Raskólnikov, vuelvo a sentirme un personaje de Dostoievsky. El joven héroe algo perdedor, algo intelectual, algo patético. Que intuye la existencia de un camino entre todo el lodo que lo rodea, pero se queda esperando empapado que la lluvia amaine y aparezca un arcoiris señalizador, o algo así. Porque aunque cree hasta cierto punto estar más allá del bien y del mal, teme que si actúa, las cague, precisamente lo que le pasó a Raskólnikov.
Es un rol que me acomoda demasiado. Recuerdo la primera vez que me sentí así. Fue en Tercero medio, debido a un deterioro en la situación económica familiar me tuve que cambiar de colegio y terminé en el Liceo 11. A este lugar llegaban los jóvenes expulsados de todos los colegios cuicos de Las Condes. Yo me imaginé rodeado de gangsters y pasé meses tratando de pasar piola. Me senté atrás y nunca más levanté la mano para responder una pregunta del profesor. En los recreos me iba a las gradas y escuchaba radio en el walkman. Y leía, leía como condenado.
Creo que nunca he vuelto a sentirme tan enamorado de mí mismo como en aquel tiempo. Aunque también era un medio de defensa. Necesitaba quererme extra large porque sentía que todo conspiraba en mi contra. Mis amigos de siempre quedaron lejos y empezaban a obsesionarse con las mujeres, que a mi ya no me provocaban el mismo efecto. Para los jóvenes heterosexuales las mujeres son como faros, faros que en mi caso no arrojaban ninguna luz. Cada fiesta a la que iba me dejaba más acongojado, con esa sensación de no saber que hace uno ahí, aquí, en el mundo. Ahora veo que pasé por un periodo muy típico, en el que uno se siente solo, incomprendido, un espíritu en un mundo material, a beautiful and unique snowflake, a blister in the sun. En la época de las pandillas yo armé la mía con escritores sesudos ojalá muertos, me leí el siglo XIX como en un trance: Victor Hugo, Tolstoi, Dumas, George Sand. Y luego me descolgué hacia Mishima, Isak Dinesen, Yourcenar, Salinger, Kundera. Mientras todos preparaban la PAA en preuniversitarios yo me entretenía con la literatura del imperio austro húngaro: "Las tribulaciones del joven Törless" de Musil y "La lucha contra el demonio" de Stefan Zweig.
Estaba en éxtasis, tanto así que me olvidé del sexo, no era tema, no tenía necesidad de masturbarme, para eso bastaban las lenguas que según Whitman recorrían mi cuerpo cuando me tendía en el pasto a leer a D.H Lawrence o a James Baldwin.
De hecho, si no hubiera sido por Paul Hogan (el de Cocodrilo Dundee), que en "Lightning Jack"(el título ya lo decía todo) le enseña a Cuba Gooding Jr. a cabalgar (pero en verdad le estaba enseñando a pajearse), no sé como lo habría descubierto. La película es de 1994 y yo la vi en video al año siguiente. Definitivamente, una de las "películas de mi vida". ja ja.
El caso es que pasé por esa etapa, en que me sentía el ser más adorable, el más culto, el más puro, el más merecedor de felicidad de todo el mundo. Eventualmente eso hizo crisis, pero viví los últimos dos años de la enseñanza media bajo el criterio moral de un aspirante a la Presidencia.

Y claro, me fue la raja en la PAA. Nunca hice preuniversitario y ponderé como para entrar a cualquier carrera de la Católica. Nunca hice un facsímil de Ciencias Sociales y saqué puntaje nacional. En Derecho habría entrado en el lugar número 10. Pero estaba indeciso, tenía ganas de estudiar muchas cosas a la vez, opté por Bachillerato y entré tercero.
Fui un estúpido, si hubiese optado por historia (que siempre fue mi ramo favorito) habría tenido matrícula de honor, ahora podría ser profesor, y seguramente me habría conseguido una beca en el extranjero.

Qué ganas de poder decirle un par de cosas a mi yo de entonces. Mi vieja profesora de castellano me advertía contra los libros que me veía leer, me decía que eran peligrosos. Yo entendía su punto, era un chico solitario influenciable inyectándose literatura a la vena. Empecé a releer "La insoportable levedad del ser" y me asombra la manera en que inconscientemente repliqué las características de sus personajes. Tomás, que no es capaz de conciliar el sueño acostado junto a otra persona, que cree haber tomado conciencia de su incapacidad de amar y cuando se enamora piensa que no hace más que fingir amor ante sí mismo.

O este párrafo, que me marcó de manera desproporcionada:
"No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
Einmal ist keinmal, repite Tomás para sí el proverbio alemán. Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto."

Es raro leerlo ahora, como es raro para un soldado enterarse de los motivos reales de la guerra que pelea, o peor aún, de la razón por la cual su fusil se niega a disparar.

Fueron las malas decisiones las que eventualmente me llevaron a desenamorarme de mí. Y a necesitar del vulgar sexo. Y abandonar la carrera presidencial.
|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Permalink