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lunes, enero 31, 2005

Giros

"Existe un cielo y un estado de coma..."

Estoy en una oficina subterránea ubicada cerca del casino de empleados del lujoso hotel, de donde me han dejado traer un vaso con Orange Crush. Sentado en frente mío se encuentra un chef chileno con gorro blanco, bonita sonrisa, ojos coquetos y acento sueco haciéndome preguntas:
- "Alguna vez te has sentido deprimido?, cómo haces para salir de ese estado?"

Quiero que me contraten, ser botones es en este momento mi aspiración máxima y ya sueño con las propinas, que han de ser cuantiosas, (es mi segunda entrevista ya y nadie me ha preguntado como es que yo, siendo periodista profesional, quiero trabajar de botones).
Qué puede ser un trabajo aburrido? Tal vez, pero lo cierto es que la diversión que me brinda el desempleo pide a gritos y hace rato ser sacrificada.

- "Salgo de los periodos depresivos con la conciencia de que éstos son de naturaleza cíclica, producto de un desequilibrio de las endorfinas del organismo. En general me basta con esperar al día siguiente, las mañanas me energizan. El trabajo, el trabajo viera usted como me pone. Me encanta trabajar, no soy depresivo. Para nada. Me encanta trabajar en equipo. Me encantan las horas extras y hacer de todo al mismo tiempo. Mencioné ya que me encanta trabajar?

"Mi necesidad se va modificando con los demás
así mi luna llega a vos
así yo llego a tu luna..."

Trabajar, sentirse útil, saberse útil, ganar dinero, gastar dinero, volver a sentirme parte de la máquina social.... Ser capaz de responder a los amigos sus "Cómo estás?", "Qué has hecho?", sin el recurso fácil de escandalizarlos con mi vida sexual, sólo porque la vida rutinaria y normal de un working class hero me parece de momento inalcanzable.

En todo caso, mi vida sexual reciente no escandaliza a nadie. Me comí a cucharadas un tarro de manjar y terminé con colitis. La colitis no es sexy.

Salgo a caminar, caminar me hace bien, caminar es lo que hago cuando amanece y la depresión sigue ahí, sentada sobre mi cama, ensuciando el cobertor. Me veo en los espejos del Apumanque y me encuentro feo, intento sonreir, pero no, creo que la felicidad no me combina. Happiness is so last season.

"Giros, todo da vueltas como una gran pelota
todo da vueltas casi ni se nota."

Este viernes fue la fiesta de cumpleaños de Pancho. La fiebre del Karaoke continúa haciendo estragos en heterosexualandia y todos parecían acordarse de mi performance del año pasado. Esta vez el asunto era por equipos y me puse a las órdenes de Lisa, hermana de la polola de Pancho. No me acuerdo qué cantamos, en atención a mi estómago había evitado la cerveza y me concentré en las roncolas. Tomé muchas roncolas, no recuerdo qué cantamos. Lisa me dijo que sacara a bailar a una gordita y yo le hice caso y luego resulta que la gordita estaba casada y su marido me echa la foca porque según él le puse el paquete encima y yo diciéndole al idiota que soy gay, que no hay paquete, o sea si hay paquete pero no se activa con mujeres, y ciertamente no con su morsa, digo, su señora.

Al menos me gané el premio. Un chequé de almuerzo por dos lucas.

" Flaco, ¿Dónde estás?
Estoy imaginándome otro lugar
estoy juntando información
estoy queriendo ser otro"

Tras la fiesta quedé con los horarios cambiados, pasé de largo el viernes, me acosté temprano el sábado; el domingo me despierto y son las cinco y media, trato de dormir un poco más pero no puedo. Paso todo el día esperando que llegue la noche para ver una película en HBO, la película empieza y yo, que olvidé tomar café, me quedo dormido.

"Giros, fotografías de distintos lugares
fotográficamente tan distantes"

Los Andes, este findesemana ha llovido y el lunes los Andes parecen una aparición fantasmagórica. Un Shangri La, un Shambala, un Camelot cualquiera. En toda su belleza los Andes me parecen falsos, como si no tuviesen nada que ver conmigo, como si estuvieran ahí para puro sacarme pica. "Ay sí, somos los Andes, somos altos y fríos, inaccesibles. Somos caros y somos clasistas, por eso tú nunca has venido a esquiar donde nosotros"

Se me olvida quizás que sí he volado sobre los Andes, y que la sensación fue fabulosa. Se me olvida porque hoy sigo deprimido y me siento solo y me siento inútil y patético y sin la menor idea de donde conseguir mis alas de vuelta.

Es que vamos!, si me siento así a los 26, qué puedo esperar del resto de mi vida?, ahora me siento como the world biggest loser, pero todavía despierto algo de deseo transeúnte, esas miradas obscenas me devuelven un poco de confianza en mí mismo, pero no durarán mucho tiempo más. Y entonces? Cómo se bancan la vida los gays jubilados deprimidos de sesenta?

"Giros, dar media vuelta y ver qué pasa allá afuera
no todo el mundo tiene primaveras"

Quiero que me llamen del hotel, quiero que ellos me encuentren digno de llevarle las maletas a sus huéspedes. Pero no llaman, y dudo, y aquí sigo yo, desesperanzado. Me imagino a un coro de idiotas que me dicen que todo es cuestión de actitud, que le sonría a la vida y la vida me sonreirá. Pero hoy la felicidad me parece incombustible. Mañana, veremos mañana como amanezco. Y a qué hora.

"Suena un bandoneón,
parece de otro tipo pero soy yo
que sigo caminando igual
silbando un tango oxidado."
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jueves, enero 27, 2005

Trabajos de verano (parte 5 y final)

Salala nunca me pareció tan bucólica como esa madrugada, con sus casitas humildes, sus senderos de tierra y sus árboles frutales en cada esquina. Me fui caminando lento, con la mochila al hombro, recolectando souvenirs.

La tarde anterior Patricia se me acercó sonriendo satisfecha.
- Ahora sí que tengo una razón para que te quedes. Nos han encargado una misión que realmente significará un aporte a esta comunidad.
- Tú dices que vamos a dejar de quitarles el agua y sacrificarles los cabritos? Mac Donald's es nuestro nuevo auspiciador y tenemos que armarle el local?
- Frío, frío. Vamos a construir algo, sí. Pero algo que a este pueblo le hace de verdad falta: una capilla.

Bastó la sola mención de Patricia para darme cuenta que eso era algo que no había echado de menos en la aldea. En la aldea no había ninguna cruz frente a la que persignarse, ningún cura luchando contra su sexualidad, su soledad y su fe; no había ningún patrón que administrara culpas y juicios a los pecadores. Lo que sí había era un prostíbulo azul sobre una pequeña colina , y de ahí solo se oían rancheras.

Patricia convenció a Martina de quedarse con ese argumento, y me convenció a mí de huir antes que el cristianismo hiciera su entrada oficial a este último reducto del paganismo.

Cruzé el río saltando de piedra en piedra, estaba intoxicado por el silencio de esa mañana, sabiendo que ya esa noche estaría de vuelta en la capital de todos los ruidos. Pero alrededor de Salala todo era paz y mariposas, hasta el estero doblaba una curva para pasar silencioso y no despertar a las gallinas.

En eso escuché una voz. Un dios me estaba hablando.

Pan y Daphnis, encontrado en Pompeya

Sentado encima de una roca, con su torso desnudo y su sonrisa. No podía ser otro que Pan, sus pies ennegrecidos por el barro, vestido apenas con unos pantalones cortos de lona. El rostro de Pan era un crisol de todos quienes habían dejado su huella en este valle. Diaguitas, andaluces y mestizos. Podía imaginarlos a todos ellos fornicando alrededor mío, traspasando su semilla al ritmo del charango, hasta llegar por fin a este muchacho de rostro cobrizo y ojos grandes de conquistador que me miraban y me decían.

- Tan pronto se van?
- No, soy solo yo quien se va.
- Que pena. Fue entretenido tenerlos a todos acá. Me gustó el color del que pintaste mi casa.

Entonces me di cuenta, era el chico del internado en La Serena. No supe preguntarle qué hacía a esas horas, qué hacía sin camisa. Me moría de ganas de hacerlo, ganas de sacarme la camisa también y jugar a lo que fuera que haya estado él jugando. Yo todavía era virgen entonces, pero tenía a mis 19 años una idea relativamente clara de las cosas que me gustaría hacer con este dios juvenil y madrugador de mirada fresca y sonrisa embriagadora. Tal vez yo también era Pan para él, Daphnis, con mi rostro rojo por el sol y la sangre, con mi barba de tres semanas, con el caracol que colgaba de mi cuello.

Me di cuenta en ese momento de la magnitud de mi soledad, que de tan grande a veces me cuesta visualizarla. Me di cuenta lo opresivo que había sido estar rodeado de parejas, rodeado de esquemas de conducta. Ahora en cambio, la sensación de libertad, de poder ir a donde yo quisiera era fabulosa. Con gusto me habría despojado de toda carga para trepar a esa roca y hacer el amor con ese divino jovencito semidesnudo que no dejaba de sonreír y de mirarme.

Pero no, yo era un guijarro ya lanzado hacia la carretera. Cargado como ekeko, con dos pares de pantalones. Le pregunté cuál era el camino y le dije adios. Me alejé encorvado por el peso de la mochila, y hecho un Príapo doliente trepé la ladera de piedras hasta la carretera. Sólo entonces me di vuelta y vi por última vez a Salala, con sus casitas multicolores, parecía la Aldea Pitufa.

El bus se llenó de gente del pueblo que iba viajando a La Serena. Me saludaron y me agradecieron y me llenaron de bendiciones. Yo me bajé en Socos, donde por dos monedas de 100 pesos pude ducharme con agua tibia y sacarme la costra de nitratos del río. Luego me pasé al restorán y pedí un agua mineral con sabor a manzana. Me reía solo, acá estoy a cuerpo de rey, a minutos de Salala, donde mis ex-compañeros protestan por lo sucios que están y la poca agua que les queda. Me sentía triunfador.

Tomé otro bus hasta Los Vilos, donde almorcé un completo y una bebida. Luego otro interprovincial hasta Los Molles.

Aún me faltaban por leer un par de capítulos de "El paciente inglés", y sabía donde quería hacerlo. Toqué el timbre de una casa y dejé mi mochila al cuidado de una señora que me pareció confiable.

Ya sin peso en la espalda tomé el camino hacia el Puquén, un ojo de mar que emite un ruido de sirena de barco. Nunca había ido, pero me habían hablado de él. Hay que ponerse cerca, pero no demasiado pues no faltan las historias de quien ha sido tragado por el agujero cuando las olas se retiran.

Ese verano, tal vez ese día mismo, decidí no dejar sola a Andrea y estudiar periodismo que era lo que ella siempre había querido desde que entró a bachillerato. Martina se quedó en Salala construyendo la capilla, respetando las reglas, decidió estudiar derecho para hacer felices a sus padres y a sus ejecutivos bancarios.

Siempre pensé que había estudiado periodismo por eso, por seguir a Andrea. Pensé que había estudiado periodismo en la más Felicity.

Ahora pienso que no, que no fue tan así. Las reglas no me van, los esquemas me aburren, yo soy quien se retira antes cargado de historias, admito que me gusta la gente más que las instituciones y si voy a tener un Dios, prefiero que sea Pan. Si de todas maneras siempre me despierto temprano, atento al sonido de su flauta.

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miércoles, enero 26, 2005

Paréntesis fílmico

Finalmente vi Alexander, fui solo y creo que fue mejor así.

Como película es desmesurada y tal vez quien no sepa mucho de historia se sienta algo sobrepasado. No son puras peleas, hay tanto diálogo como en El Señor de los Anillos.

Alejandro Magno fue el primero en generar el arquetipo de Rey del Mundo. En ese sentido Alejandro fue el primero en forjar el anillo, la embriagadora idea del poder supremo en manos de un solo hombre con visión de bien común y armonía universal. Fascinante personaje Alexandros Phillippousis.

Yo he leído a Mary Renault, así que los personajes, las batallas, las anécdotas ya las conocía. Y la película tenía que ser desmesurada, está bien que dure 3 horas, que se note la diferencia entre Alejandro Magno y el tal gladiador Maximus ése. (Lo cual no quita que Russell es un actorazo)

Así que Troya, King Arthur, shame on them! Epic my ass!

Vayan a verla, los críticos no cachan nada, las audiencias gringas tampoco. Colin se ve lindo (con unos testículos de campeonato), Jared exquisito como siempre, y aparece Bagoas, y en compensación para los sorprendidos heterosexuales de la audiencia les tenemos también....las tetas de Rosario Dawson!!!!

Al fin una épica que va más allá de la patria y el materialismo, y la casa grande y el dinero y la huevada. Celebro las pelotas de Oliver Stone. O sea lógico que hay fallitas, no se menciona nunca a Ciro el Grande, el rey persa que fue el verdadero modelo de Alexandros. Más que Aquiles diría. Y creo que Bucéfalo ya se había muerto antes de la batalla con el rey Poros. Y todo el rollo de sicoanalizar a Alex endilgándole todos los mitos griegos (Edipo, Medea, Prometeo) llega a ser un poco demasiado para un solo hombre.

Pero es cierto también que éste si fue un hombre al que cualquier "demasiado" le quedaba chico.





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Trabajos de Verano (parte 4)

- Si tu te vas yo me voy contigo

Era lejos la mejor solución. Fugarnos justos era justo la clase de gesto romántico que Andrea apreciaría y que de paso dejaría mi reputación por las nubes en el campamento.

Esa noche tuvimos fiesta, sacrificamos a un cabrito y recibimos la visita de los otros grupos, los de Camarico, Trapiche, Guaillillinga y Chilecito, incluidos aquellos que fueron a la zona de Punitaqui, donde había sido el terremoto y donde sí les tocó trabajar en serio.

En los otros grupos al parecer sobraban los chicos guapos y simpáticos, la mala suerte mía de caer en el Campamento MAPU - DC. Fue la verdad una noche increíble, el cabrito estaba delicioso y algo que no acostumbro hacer, me devoré hasta la médula de los huesos. Estaba tan rico el cabrito que ni me acordé de los remordimientos. Era bonito y tierno cuando estaba vivo, fue sabroso y tierno camino de mi estómago. Luego hubo guitarra y canciones y bailes, con Martina nos escabullimos para pensar el plan. El hecho que este día haya estado tan bueno no nos haría desistir, más bien hacía evidente que ya habíamos cumplido nuestra parte y en adelante todo iría a peor. Bruno se la estaba cargoseando cada vez más y empezaba a mostrarse posesivo.

- Así que mejor nos vamos ahora porque tu cachai que una es débil. Barro, yo creo que soy bi.
- Mira, tu puedes ser todo lo que quieras, pero a mi amiga no le pones los cuernos, no cuando me han pedido a mí que te defienda del acoso
- Está bien, tú ganas. Igual me muero por una ducha tibia decente. Por dónde dices tú que hay que escaparse?
- Es fácil, mira. Tenemos que cruzar el río, no el Limarí gansa, esta porquería chica de río afluente que cruzamos siempre, luego nos metemos al fondo por esa quebrada, hay que subir una pared de roca y ahí mismito llegamos a la carretera. Me han dicho que los buses paran si les hacís señas.
- Y cómo nos vamos a ir así sin decirle nada a nadie?
- Les dejamos una carta
- Pero se van a preocupar. Yo prefiero hablar con la Pati, ella seguro que entiende. No ves que está con el periodo y ya no quiere nada con el campamento.
- Bueno allá tú, pero lo que es yo me voy. Soy libre, libre, como el sol cuando amanece yo soy libre.
- Idiota

El que me había dado el dato de la vía de escapatoria era Joaquín, un salaleño de a de veras. Nos preguntó si podía ayudarnos a pintar. Estaba en tercero medio en un internado de La Serena. Y los veranos no hacía más que aburrirse, sobre todo desde que descubrió que lo suyo eran los computadores, "quiero estudiar ingenería en computación", me dijo. Salala, como gran parte del norte chico chileno, se había quedado en la época de las rancheras tocadas en radios a pila. Juan Gabriel era lejos más importante que el alcalde.

Joaquín quería ser uno de nosotros, universitarios solidarios que recorren el país devolviendo a la gente la esperanza en la juventud chilena. Sinceramente espero que le haya resultado.

Llega Martina acongojada. Patricia no entendió nada, y ahora los dos quedamos citados al día siguiente para explicar qué diablos es eso de querer irnos.
- Liste lesa?, si con la carta la habríamos hecho piola.

Nos recibieron por separado.

- No te parece una chuecura abandonar así a la gente que espera nuestra ayuda?
- Abandonar la campaña publicitaria de colores chillones Ceresita, querrás decir.
- Esa pintura impermeabiliza las mediaguas, las protege de la lluvia.
- No me vengas a mí con huevadas, que yo también he visto las rendijas entre cada tablón, esas rendijas no se tapan con látex, ni siquiera con esmalte.
- Por qué te quieres ir?
- Siento que ya he cumplido con mi misión aquí en Salala
- Tiene algo que ver con Bruno? Lo tenemos a él aquí, él tampoco quiere que te vayas.

Qué es esto, el show de Geraldo? Bruno entra por la puerta de la sala de clases y me sonríe. "Barro, no te vayas, estamos todos juntos en esto, y tenemos que terminar juntos"

(Cuando quieras acabamos juntos, Bruno). No, miren, de más que sí, de más que nunca ha pasado que alguien quiera retirarse antes de tiempo. (Mentira, nuestro monitor UDI se fue y ahora las conversaciones de política perdieron casi toda su gracia). El hecho es que yo no estoy aquí como esclavo, yo he venido como voluntario, y entonces si mi voluntad me dice que me vaya, pues me voy. No tengo ni por qué darte explicaciones, ni a ti ni a nadie.

- Entiendes que sería todo más fácil si nos dijeras por qué te quieres ir?
- No, sí les dijera una razón intentaría convencerme de que esta no tiene relevancia. Ahora yo me quiero ir simplemente para probar el punto. No siento que esté ayudando a la gente de Salala, les hemos dejado el pueblo irreconocible, ya me han dicho que piensan comprar pintura verde musgo y gris para tapar los colores que les pusimos. Y además cuánto tiempo queda? son 3 días. Tengo ganas de volver a Santiago recorriendo la costa, en buses interprovinciales. Si escucho otra canción de Silvio Rodríguez te juro que me acrimino.

(Mentira, desde ese campamento he seguido escuchando a Silvio y a veces cuando estoy triste y solo canto "Te doy una canción")

Me dijeron que me esperase hasta mañana, que ellos llegarían a una decisión.

Pero no, que mula, hay algo más mula que fugarse con permiso. Lo único que podría evitar ahora que yo me fuese es que haya un terremoto en Salala.

(Continuará...)
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martes, enero 25, 2005

Trabajos de verano (parte 3)

"Si Adeliiiiiita se fueeeese con otrooooo,
la seguiríiiiia por tieeerra y por maaaaaaaar"
Cantamos a coro con la radio de Tatán y el cassete de Los Miserables. Es un día caluroso y con nuestras voces desafinadas disfrazamos un poco el sol.

Nos han encomendado una misión, la señora Hilda, que vive en la última casa a mano izquierda riachuelo abajo, está poniendo problemas.
Sucede que la pintura roja se acabó, y la señora Hilda se niega a que le pintemos las paredes que faltan de color azul. Mi misión es convencerla de que las mediaguas bicolores son el último grito de la decoración hogareña. Trato de creerme Lawrence Llewellyn-Jones. Me acompañan Martina, la enfermera novia de Tatán y una estudiante de psicología gordita medio new age que apenas da el paso.

La señora Hilda vive rodeada de árboles, árboles grandes que le dan mucha sombra. Tiene frutales varios, papayas, almendras, damascos y tunas. Además de jacarandás, aromos y un sauce. El riachuelo se escucha cerca, detrás de unas cañas que parecen bambúes, pero no pueden ser bambúes, vamos que esto es Salala y no la China.

Somos convincentes, le decimos que teniendo dos colores es como si tuviera dos casas, que de un lado la conocerán como la señora de la casa roja, y del otro como la señora de la casa azul. Eso le multiplicará las posibilidades de expresión de su Yo, dice la psicóloga.

Doña Hilda ignora a la psicóloga y nos dice al resto que estamos demasiado flacos, que tenemos cara de tener hambre y que por qué mejor no pasamos adentro que ella nos sirve un plato de masitas.

El interior de la mediagua es lúgubre, estrecho y sobrepoblado de moscas. La enfermera y Martina se miran con cara de asco. Pero la señora está notoriamente feliz de que hayamos aceptado su invitación y se afana dándole vueltas a una olla. No quiero pensarlo, pero es inevitable, y creo que estamos los cuatro de acuerdo. Doña Hilda tiene algo de bruja.

Las famosas masitas resultan ser algo así como grumos de harina flotante sobre una sopa viscosa de sémola añeja. Las moscas se creen hidrocópteros y juegan a hacer vuelos rasantes. La enfermera y la psicóloga se han puesto de color verde, toman la cuchara, la levantan y la dejan, intentan esgrimir excusas, "yo....yo.....mi religión.....me impidé comer sémola".

Martina no parece muy entusiasmada tampoco y le da vueltas y vueltas con la cuchara esperando que algún sortilegio surta efecto y troque masitas por lasagna.

Yo en cambio no sé qué es lo que me pasa, de común odio la sopa tanto como Mafalda, pero no he comido bien hace tanto tiempo y curiosamente la estoy encontrando rica. Las masitas tienen sabor a eso, a la masita con que uno hace empanadas, y yo desde chico que me gustaba comérmela. La sopa tiene un puñado de cilantro, así que huele bastante bien. Cuchareo y cuchareo hasta que termino el plato.

Doña Hilda hace palmaditas, está feliz conmigo. Me dice que está bien, que podemos pintarle la parte lateral y trasera de color prostíbulo.

A la salida aprovecho para hablar con Martina, a solas. La psicóloga y la enfermera se apresuran rumbo a la escuela, sufren alucinaciones con una lata de atún Van Camps.

- Me cuentas por fin qué fue lo que pasó?
- Mira...nada...Bruno y yo....
- Cómo que Bruno y tú?
- Bueno eso, tiramos.
- TIRARON!!!!!??????
- No, no, no seas malpensado, si no fue más que un beso
- Y qué pasa con Andrea?
- Todavía estoy enamorada de ella, peor no sé, igual Bruno me gusta, y no supe qué decirle
- Qué tal, "estoy pololeando con Barro"?; qué tal, "tengo herpes"; qué tal, "si me besas me convierto en sapo"?
- Vamos, que eso nadie se lo cree
- Ja, es que tu no has visto la cara de lástima con que me mira todo el mundo ahora. "Pobrecito Barro su novia lo pateó", acaso te parece muy gracioso?
- Jijijijijij
- ..........
- Ay, mira, si esto no es nada, es solo por el rato. Bruno no es para nada mi tipo, y ya sólo nos queda una semana.
- .........
- No será que estás celoso?
- Celoso yo?, celoso de quién se puede saber?
- Estás celoso!, estás celoso!
- No me siento cómodo con esto, vale? Yo soy amigo de Andrea y ahora con lo tuyo con Bruno, me siento, qué se yo. un traidor. O sea si tú quieres ser chueca con ella bien, es tu vida. Pero yo no quiero quedar como cómplice.
- Y qué piensas hacer entonces?
- No me queda otra, voy a fugarme.

(continuará...)
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Paréntesis estilista

Me he tenido que cortar el pelo para la entrevista de trabajo en el Ritz. Pocas cosas detesto más que tener que ir a cortarme el pelo.

No es que me guste llevar el pelo largo. Creo que detesto el pelo en general. Envidio a esos calvos con cráneos bien definidos y torneados. Envidio a Sinead O'Connor. Yo tengo el trauma de sentir que mi cabeza es deforme y entonces no hay caso conmigo.

Tengo una máquina en casa y trato de cortarme el pelo yo, así al menos no me enojo por gastar plata. Con la tijera no lo hago tan mal. De repente me quedan unos socavones al estilo de ese comercial de Fanta de hace unos tres años. Pero al menos no me enojo por gastar plata.

Gaste 2 lucas o diez lucas es lo mismo. Siento que siempre termino con el mismo corte de pelo, el mismo que me hacían en cuarto básico de vuelta de vacaciones. Por qué no me dicen que tengo la cabeza deforme y que por eso no es posible hacerme otros estilos. En cambio les da a los peluqueros por decirme que me veo bien, y me ponen espejos y me dicen que sonría y yo solo quiero sacarme la capa, pagarles sus billetes y comprarme una gorra.

Odio a lus peluqueros, desde Dalila que tienen mala fama, y yo nunca he hallado a uno que me guste. El día que encuentre a un peluquero bueno va a ser el día que recupere mi fe en el amor y en la monogamia.

Salgo enojado, con ganas de estrangular a quien me mire por más de un segundo. Me imagino imbécil, con cara de pendejo sin estilo, un espantapájaros, un crash test dummie. Me miro en las ventanas de los autos. Me detesto.

No me queda otra opción que entrar a una tienda y comprarme una camisa hawaiana con flores, cosa de que mi cabeza sea lo último en mí que llame la atención.

Todo un Fashion victim.
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domingo, enero 23, 2005

Trabajos de verano (parte 2)

Todo está mal, muy mal. Me he despertado cubierto de rocío, picado por zancudos, y lo que es peor, solo.

Es el alba, aún faltan horas para que el siguiente ser humano de esta misión solidaria se despierte. Sigiloso me asomo al salón y veo confirmados mis temores, Bruno y Martina, durmiendo abrazados juntos en la misma colchoneta.

Como no puedo hacer nada salgo de la Escuela y sigo el sendero de la quebrada, allá vive el pastor de cabras de Salala. Un señor muy parco, casi mudo. Lo encuentro ordeñando a una de sus cornudas, lo saludo, me saluda y me convida a probar. Nos han advertido que no lo hagamos, que somos citadinos de estómago débil, pero he hecho caso omiso a la advertencia y de paso he descubierto que la leche de cabra es rica.

(Nota al pasar: La leche que nos mandaron se agrió, y estamos con escasez de agua. Descubrimos que el agua del río nos deja la piel limosa y en general las condiciones alimenticias y de higiene empiezan a dejar bastante que desear entre nosotros.)

Sin mediar palabras (siento que rompería la magia, a este pastor en el pueblo mismo lo tienen por ermitaño), acompaño a don Felicindo unos metros por la quebrada. Pero los animales van muy rápido y yo me retraso recogiendo fósiles. Don Felicindo se pierde tras un recodo y ya no lo veo más.

Pienso en Martina y pienso en Andrea. Todo el año busqué un novio, armado de las estadísticas, pero sin suerte. En cambio conocí a muchas, quizá demasiadas mujeres.

A Andrea la conocí en la primera clase, estaba leyendo la Zona de Contacto. Descubrimos que teníamos demasiados gustos en común. Ella tenía una energía muy masculina y le encantaba el cine. Venía de un colegio de mujeres y yo era su primer amigo hombre. Una relación muy peculiar. Pronto empezamos a tratarnos como esposos victorianos, aunque a ella le gustaba decir que éramos como Luke Skywalker y la Princesa Leia.

Martina, en cambio. Habíamos sido amigos a los 8 años. Luego nos reencontramos en bachillerato y fue como si no hubiese transcurrido el tiempo. Ya desde el primer día le echó el ojo a Andrea. O fue Andrea que le echó el ojo a ella, no lo sé. El caso es que yo las presenté, se fueron haciendo amigas de a poco, hasta que se volvieron inseparables. Martina la llevaba en auto a su casa, le empezó a hacer regalitos. Un día Andrea me confesó: "Martina me dio un beso".

A Martina al principio no le gustó que Andrea haya sido tan indiscreta, pero tener un amigo cómplice después de todo era un alivio. Y pronto empezamos a hacer planes, un departamento compartido, viajes a Italia, inseminación artificial.

- "Cuídamela"

Ahora yo la había cagado, chaperón bueno para nada. Llego a una piedra plana con vista al valle, al fondo se ve la carretera Norte Sur con sus camiones. Es una piedra curiosa, me imagino un altar diaguita, aquí se haría el saludo al sol cada mañana. Y se dirían palabras, tal vez algún canto a los dioses diaguitas. Dioses alfareros, recolectores, sedentarios y gentiles. Tierra fértil y acogedora creadora de holgazanes, diría Weber.

Los diaguitas no se lo pensaron dos veces y al igual que los picunches en un par de generaciones ya se habían mezclado con los colonizadores. Tal vez este valle tenga algún embrujo lujurioso.

Necesito hablar con Martina, pero antes necesito absorber sabiduría. Miles de años antes que llegaran los españoles ya la zona era habitada. Seguro que no es la primera vez en este valle que a la mejor amiga lesbiana de un chico su novia le pone los cuernos en sus narices y sin que éste pueda hacer nada por evitarlo. O si?

Hago un círculo con las piedrecitas de colores que he recogido. Y empiezo a cantar en diaguita, no hace falta saber el idioma, dejo que mi lengua improvise sonidos inspirados por el entorno. Me siento energizado. Me siento uno con la Pachamama. Me siento un poco ridículo cuando veo a Jorge (hijo de un famoso sicólogo homofóbico) y Matías (hijo de un consejero del Banco Central), haciéndome señas desde la Escuela de Salala.

En adelante seré conocido como Barro, "el loco". O también Barro, "el chamán".

(continuará)
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sábado, enero 22, 2005

Trabajos de Verano 1998

Soñé que estaba de vuelta en la universidad, y que estaba frito, que no había estudiado nada, que no había ni revisado los apuntes ni siquiera una vez y que el examen final de derecho era en tres días.

Pero era solo un sueño, y me desperté muy aliviado.

Pasaron unas horas y me encontré en messenger con Martina la abogada. Amiga mía de la infancia, desde 3º básico. Le conté que tenía la posibilidad de ser botones y ella me dijo, "Barro, Barro, por qué no estudiaste Derecho?, yo te conseguiría trabajo altiro, aquí en el bufete te digo nos sobra la pega".

....

¿Que por qué no estudié Derecho, eh?

....

El verano de 1997 iba a ser mi primer verano de universitario y yo quería hacer algo especial. No tenía dinero para partir a las playas de Ecuador o hacer el Camino del Inca como algunos de mis compañeros de Bachillerato. Con Martina y su polola Andrea lo discutimos y decidimos ir los tres a Trabajos de Verano de la FEUC, pero al final Andrea tuvo que quedarse en Santiago para ayudar a su padre en el trabajo. Al despedirnos me dijo con expresión seria: "Cuídamela".

Nos mandaron al pueblito de Salala, en el valle del Limarí, tierra de pisco, cactos y chinchillas. Cerca de donde hacen la deliciosa agua Socos. Hace poco había habido un terremoto cerca de Ovalle y por eso la FEUC eligió la zona. Como en Salala no se había caído nada con el sismo, nuestra misión fue otra, proteger las mediaguas que Un Techo para Chile había instalado el año anterior con una capa de pintura impermeable.

Nos alojamos un grupo de unos 17 en la escuela pública del pueblo, hace poco inaugurada, era lejos el edificio más bonito del poblado. La cocina tenía cubiertos grabados con el emblema de la ALPRO (Alianza para el Progreso, una iniciativa panamericana del gobierno de Kennedy). Al menos eso nos dijo uno de los monitores, casi todos alumnos de Derecho o Sociología y militantes de partidos pólíticos (en adelante conocidos como "Los guatones"). El resto éramos bachilleres, enfermeras, constructores civiles, trabajadoras sociales y un agrónomo. Un espectro bien amplio.

Igualito que en el reality La Granja, teníamos que cocinar nosotros mismos y dependíamos de la visita ocasional de un camión de mercaderías. La monitora jefe tenía un walkie talkie y eso era todo. Dormíamos todos en el piso del salón.

Yo la verdad mucho no dormí, los guatones conversaban de política hasta tarde y a grito pelado (al principio era entretenido, pero a la larga agota), y cuando por fin se quedaban dormidos empezaban a roncar. Fuerte. Yo me despertaba con el sol y las gallinas, pero el resto seguía acostado hasta las once. A las once y media recién tomábamos desayuno y a trabajar, pero como hacía mucho calor tomábamos una pausa desde las dos hasta las cinco y media de la tarde. El mayor trabajo lo hacíamos después de esa hora, pero aún entonces los monitores no hacían más que parlotear. Me sorprendió mucho que hayamos podido pintar todas las casas que pintamos.

Me acuerdo de muchas cosas de esas tres semanas. Me acuerdo de Tatán, que llevó una radio a pilas y así cuando llevábamos los baldes de pintura a las mediaguas más alejadas cantábamos en el camino canciones de Los Miserables, Mano Negra y Silvio Rodríguez.Mientras el alambrito del balde de pintura te rebanaba los dedos, cambio de manos, ahora!

Me acuerdo de Patricia, la monitora jefe, Constructora Civil con sobrepeso que nos hablaba sobre lo bonito que es trabajar y ayudar a los pobres. Y sobre como es cierto que al final es más lo que uno recibe que lo que uno entrega. Patricia era una especie de adicta a los trabajos FEUC, había estado en muchos y tenía muchas historias ("los trabajos de verano le cambian la vida a la gente", nos prometía), a su pololo actual lo conoció así, y a cada rato lo llamaba y el la venía a buscar en un Jeep desde el pueblo vecino. Al menos eran discretos.

Me acuerdo de la letrina, que estaba en descampado y cuyo agujero parecía no tener fin. Cagar ahí era como cagar directo al centro de la tierra. Una experiencia mística. Como místicos fueron también los camarones de ríos que unos pescadores nos regalaron, después que los derrotamos en una tensa partida de dominó.

Recuerdo que era un pueblito muy acogedor de pastores de cabras y pescadores de camarones, uno de esos lugares ajenos a la modernidad que se supone ya no existen. Nos bañábamos en el río y ocupábamos una especie de tuna silvestre como shampoo natural. El río era limpio y en la orilla tenía arena fina. Uno podía tenderse al sol y confiar que no sonaría ningún teléfono, ninguna bocina, ningún televisor. El pueblo no tenía teléfono ni electricidad. El camión de abastecimiento se escuchaba a kilómetros cuando venía por la quebrada. Más que pueblito era una aldea.

Recuerdo esa sensación de estar viviendo un cliché. Los trabajos de verano se han hecho desde la época de esos tenedores, y algunos pueblos ya reciben las visitas como una tradición. Algunos pobladores irónicos se burlaban de nuestro supuesto aporte. Y costaba convencerlos de que les pintáramos la casa.

Es que claro, la pintura había sido donada por Pinturas Ceresita, y los colores que nos dieron eran justo los que menos se vendían, los más colorinches. En Salala la gente era parca y no les gustaba hacerse notar. Las casas viejas variaban entre el color gris, musgo o tierra. Entonces llegábamos nosotros con los tarros de pintura, "Ya señora, decida: quiere que le pintemos la casa de color rojo copihue o de color amarillo pato?"

Hasta que llegamos nosotros había sólo una casa de color en el pueblo y ese era el prostíbulo. Una casona azul con una galería sombreada montada sobre una colina desde la que se oían rancheras hasta tarde en la noche. Las niñas de esa casa miraban celosas a las rubias santiaguinas, que no les dejaron a ningún monitor soltero. Lo cierto es que al segundo día de convivencia las parejas ya estaban en bosquejo. Tatán se agarró a la enfermera más bonita. Los guatones hicieron lo suyo con el resto. Las dinámicas de grupo parecían estar hechas especialmente para ligar.

Yo con Martina nos protegíamos las espaldas. Pero la presión social se hacía inaguantable, en el grupo sólo se hablaba de política y de a quién le gustaba quién. A Martina la política nunca le ha interesado demasiado. Nuestro plan era decir que estábamos juntos y confiar que con esa coartada no nos huevearan, pero pronto nos empezaron a reclamar que no nos dábamos besos, que éramos poco cariñosos, y cuando los eventuales besos resultaron ser muy mamones empezaron a decir que estábamos peleados, rumoreaban que a mí me gustaba otra (quién, quién?) y que Martina me iba a poner los cuernos.

Al principio cumplir mi rol de chaperón no había sido nada de demandante, Martina me repetía que estaba muy enamorada y se pasaba el día entero oyendo en su Discman los compilados de canciones que Andrea le había grabado. Escuchó esas canciones de mujeres (Joni Mitchell, Melissa Etheridge, Indigo Girls, Natalie Merchant, Jewel, Meredith Brooks) religiosamente hasta que las pilas del Discman se agotaron. Yo por mientras leía al lado suyo "El Paciente inglés".

De todos los voluntarios había uno que igual salvaba, Bruno era moreno, con los ojos pequeños y cuerpo de surfista (a la semana de estar ahí ya los dos lo encontrábamos guapísimo). Pero Bruno nos tenía confundidos, no sabíamos si a él le gustaba más estar conmigo o estar con ella. De momento compartíamos su atención. A la semana nos hicimos inseparables.

Una noche calurosa y sin luna sacamos los sacos de dormir afuera y nos tiramos los tres a ver las estrellas. Yo abrazando a Martina y Bruno acostado al costado. Los tres arrejuntados porque empezaba a correr una fugitiva brisa marina desde la desembocadura del río. Empecé con mi clase magistral de astronomía, al mismo tiempo que con mi mano acariciaba la cabeza de Martina y me aventuraba con la oreja de Bruno. "Esa de allá es Aldebarán, la estrella más brillante de Tauro, que es como una horquilla, y si siguen la línea encontrarán a los gemelos, Cástor y Pólux. Un poco más arriba, ese como saquito de diamantes, esas son las Pléyades."

Cuando chico, digo bien chico, cuando bebé casi. Me encantaba jugar con las orejas de la gente, no me podía dormir sin agarrar la oreja fría de mi madre, con un lóbulo que terminaba en un pendiente con una gema azul claro. Y más allá estaba la oreja de mi padre, un poco más pequeña y más cálida; jugaba con ellas hasta que me quedaba dormido.

(Continuará)
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viernes, enero 21, 2005

Twentysomething TV angst

Cansado ya de caminar por el centro y teclear bases de datos, me arrojo en la cama y enciendo el televisor.

Están dando en el cable "Bowling for Columbine", me quedo viendo al guatón Moore como acosa a Charlton Heston. Moore les habla en un tono bien insoportable, entre lacónico y cándido. Heston sale huyendo, palurdo "gun nut" senil, y yo me repito una vez más como Obelix que esta vez los gringos están majaretas.

Luego cambio a Fox, veo Los Simpsons. Un capítulo sobre la crisis del sistema de educación pública norteamericano y otro sobre la cultura descerebrada en general evidenciada en la muñeca parlante de Lisa. Me río, pero no puedo evitar pensar en los temas de fondo que están ahí, apenas maquillados tras la pintura amarilla.

George Bush comienza su segundo mandato y los Estados Unidos se han convertido en un águila bicéfala, que por un lado captura nuestra imaginación y nuestros sueños (Robert Zemeckis y Neil Gaiman van a hacer una película basada en Beowulf!, Yipii!), y por otro lado nos/se deshumanizan y nos/se aterran y nos/se matan.

Los Simpsons me están deprimiendo, así que cambio a Canal 13, donde dan el nuevo reality "La Granja". Los concursantes viven aislados en el campo y en teoría deben producir todo lo que necesitan. Es un interesante experimento sociológico. Y un concepto notable para vender publicidad. La primera semana casi se los comen los zancudos y eso hizo que pronto Raid se convirtiera en auspiciador. Ante la escasez de alimentos cualquier cosa que no sean papas y cebollas parece un manjar de los dioses. Supermercados Jumbo manda 3 sandías y helados en balde marca propia que nunca se vieron más ricos. Pero lo que quieren los internos es comer carne, el sacrificio de una gallina flaca provoca más lágrimas que los atropellados de la Alameda. Luego viene una señora a enseñarles a hacer queso, la leche hay que mezclarla con cuajo, el cuajo se saca de los intestinos de un corderito tierno. Adios a la posibilidad de hacer queso, dice el capataz. (Mi madre alega desde su pieza que también se puede cortar la leche con jugo de limón).

Yo aprovecho de ir a la cocina y cortarme un buen trozo de Gouda.

Me entristece ver a estos extraños encerrados, sólo uno ganará los 50 millones de pesos. El resto habrá sacrificado su anonimato por nada. Me pregunto si ayuda a la búsqueda de trabajo el haber salido en un Reality.

Luego MTV, un especial de The Cure, hablan los fanáticos. Yo podría haber sido fan de The Cure, si hubiera tenido un hermano/a mayor que comprase los discos. Ataco mi ignorancia descargando algunas canciones con títulos llamativos del "Pornography" y "Disintegration". Mientras escucho "Just like heaven" y "Never enough". Pienso que alguna vez me gustaría pintarme los ojos, eso si tuviera una pandilla de amigos depresivos de esos que van a la Blondie vestidos de negro. Pero ya estoy viejo para esas cosas.

Luego regreso a Cinemax, van a dar "El color púrpura". Yo leí el libro en inglés, me lo prestó Rob, mi amigo geólogo sudafricano, hace 4 años. Me preocupa que este Spielberg del 85 censure el lado lésbico del personaje de Celie. No lo censura. De hecho, es uno de los mejores momentos de la película. Shug Avery le canta en público una canción, "Miss Celie's Blues". Me siento complacido.

Esta tarde me llamaron del Hotel Ritz. Quieren que vaya a una entrevista para el puesto de Botones. Al principio me pareció divertido, luego me pareció escuchar a Jeff ("tú deberías trabajar en algo mejor, eres inteligente y te estás perdiendo"). Luego fue la situación del mundo en general que empezó a deprimirme. Harto.

Hizo falta el sufrimiento de una mujer negra fea pobre y lesbiana para hacerme ver que estoy bien, que la vida puede ser una perra pero se sale adelante y que mientras más miedo The Man nos quiera meter, con mayor razón hay que hacerle frente y mostrarle que es falso y está lleno de mierda.

A dormir ahora, a soñar que la universidad en Chile es gratuita. Y que no tengo que empezar a pagar el préstamo este año.


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miércoles, enero 19, 2005

Yadda Yadda Yadda

Ando como poco inspirado, tanto pensar en trámites, en plata y en como dar la mejor impresión a la Commonwealth me tiene desensimismado (apreciad el neologismo).

Entonces me dedico a ver que pasa por las cabezas de los demás, en especial la de Huracán, que no se queda corto de buenas historias. Yo podría contar alguna, pero mejor la reservo para San Valentín.

Entonces leo noticias en Yahoo News, me entero que la Iglesia Católica española ahora aprueba el uso de condones. Vaya que España sí es diferente.

Luego me voy a la nueva página de Ethan Green, un cartoon gay creado por Eric Orner que a mí al menos me encanta, lástima que a veces las letras de los globos de diálogo están muy chicas y no se entiende lo que dicen. En IMDB me cuentan que están haciendo (post-producción ya) una película basada en "The most unfabulous social life of Ethan Green", y el que lo interpretaría sería Daniel Letterle.

Letterle actúa en "Camp", una película independiente que están dando en Cinemax, sobre un campamento de verano para adolescentes que quieren hacer carrera en Broadway. Letterle interpreta al primer hunk (galán) heterosexual que el campamento ha recibido en años, audiciona cantando en guitarra "Wild Horses" de los Rolling Stones y pronto una niñita le advierte:

- "A guy like you could really have a lucky summer in a place like this"

Lo divertido es que este "hunk" es un adicto al Prozac que se muere por atraer la atención de todo el mundo y coquetea con la niñita y el resto de niñitas y hasta con el niñito drag queen latino con la cara cubierta de acné que se comporta con bastante más dignidad de la que yo sería capaz cuando Letterle se saca la ropa y lo invita a bañarse en el lago.

Veo Camp y luego leo a Chatwin y luego salgo a trabajar al Parque Arauco. Mi promotora/admiradora estaba ahí y según los demás no disimula que le gusto. De hecho, como quien no quiere la cosa, me dijo que sus papás van a salir de Santiago y ella va a quedarse sola por dos semanas.

- "Tienes que hacer algo, no podís ser así de vaca. Esta mina poco más y te tira los calzones y tú no eres capaz de decirle que eres gay", me dice Shannen.

Lo cierto es que es primera vez desde 5º básico [correción: III medio] que una niña anda detrás mío tan descaradamente. Así que lo estoy disfrutando. Games people play. Calientacoños me dicen.

Vamos, que al menos en el Parque Arauco todo el mundo calienta sopas, hay un modelo argentino que se da vueltas y más vueltas y a veces se detiene y estira los brazos y su polera verde se le sube dejando que uno le vea las calugas. Supongo que esa es la manera que los modelos tienen de hacerse promoción. Hasta que llega su amigo el modelo Patricio Laguna (ese que dicen se injertó pectorales) y luego los dos se van a sentar a un muro para ver el desfile de lencería y lamer un helado.

Al día siguiente en el banco, una abuelita se sienta al lado mío y se las empieza a dar de Forrest Gump. Yo la escucho porque soy periodista maldita sea y la gente me parece curiosa. Me cuenta que es viuda y me muestra las fotos de su marido que fue en sus años mozos un destacado equitador ("cierto que era guapo?", miro al caballero en una foto de los años 40, con el pelo engominado y el bigote de barbería, "estaba harto güeno su marido, señora"), ahora a los 80 años los bancos ya no la aceptan como aval y sin embargo igual la mandan a ella a hacer los trámites para pagar el crédito universitario de sus nietas.

Me cuenta de las tierras que su familia perdió con la reforma agraria, de como para el golpe su marido que era vecino de Allende en Tomás Moro fue a pararse fuera de su casa para que la familia del Presidente no escapase. La señora Carmen Guzmán (que ese es su nombre) me intenta convencer que su primo Claudio Guzmán (director de "Mi bella genio") es mucho más importante y reconocido que Patricio Guzmán (de "la Batalla de Chile").

Es guapa la señora Carmen, hace unos 20 años debe haberse parecido a Blythe Danner. Me cuenta que se mantiene jugando al golf, me dice que es socia del Club de Polo, que a los Donoso y a Martín Zegers los conoce desde que eran guaguas. Que es tía en segundo grado, que los tomó en brazos.

Yo le pregunto y le pregunto, si acaso viajó con su marido a Ascot (no), si es pariente de Jaime Guzmán (no), si acaso la elite es muy copuchenta (no, pero esta niñita separada el otro día tú no te imaginas qué me dijo...), y si acaso era cierto que el ex presidente Jorge Alessandri era..bueno...usted sabe.

-"Te voy a contar una anécdota de él, porque yo lo conocí. Y conocí a su hermana Ester, muy dije ella. Una vez fui a su casa, porque en ea época yo tenía un negocio de cortinas con la Julita Risopatrón. Él era muy austero, soltero pero austero, austerísimo. Le instalamos las cortinas y cuando llegó a verlas dijo no, nones.
-Me parecen poco viriles esas cortinas, fue lo que nos dijo.
Así que olvídate de esos rumores que lo hacían circular sus enemigos, para mí él era un ejemplo de hombre, tan guapo, tan fino, con tanta prestancia. Si tu sabes que se dice que el Presidente Lagos es hijo de él, tú has visto como él nunca habla de su padre y su madre esa que tiene 104 años de joven trabajaba con Alessandri. Si yo creo que de ahí sacó Lagos ese don de mando y esa autoridad tan poco socialista. Si Lagos en el fondo es un Alessandri, el tercero de la estirpe. Por eso yo voto por él, aunque yo soy de derecha."

Exquisita la abuelita.

No sé de que escribir en estos días cálidos de verano, pero de momento éste no parece ser problema.
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martes, enero 18, 2005

Pitutero sinvergüenza

Tengo nuevo pituto, Saatchi necesita que le haga un catastro de los potenciales clientes para un restorán que ahora se le ocurrió poner en un sitio que compró. La locación es sumamente céntrica y está rodeada por todos los ministerios y bancos posibles. Mi pega consiste en aplanar las calles y soreirle a los conserjes y lograr que me suelten información.
Aunque ni tan así, porque la base de datos ya la tengo de cuando hice algo parecido para el BancoEstado, así que simplemente estoy mapeando el sector, anotando lo que hay, y luego en casa aplico copy paste y a veces llamo por si las moscas.

Cada vez que visito a Saatchi su perro me recibe con lengüetazos y él con una botella de cerveza. Luego comemos exquisito acompañados de un buen vino. Saatchi es lejos todo lo que uno pudiera querer de un amante. Salvo que claro, no estoy enamorado de Saatchi.

Era bueno entonces formalizar un poco nuestra asimétrica relación con un contrato laboral:

- Pour ista peiga te vouy paghar entrei 800 y 900 mil peisos.

Imagino mi cara al oir eso. Mis ojos como los ojos de un cangrejo, extendidos como antenas. Será que me piensa pagar según estándares británicos? Rápido Barro, actúa como si esa cifra fuera lo más normal del mundo para ti.

Le dije que le averiguaría toda la información que quisiera de los gerentes más gerentísimos de Downtown Santiago, pensando a la vez que ahora podría cortarme el pelo y comprarme zapatos de esos de 24 horas, un último brindis y a la cama por el postre.

Llegué a mi casa extático, sin poder creerlo. Ahora sí que mi viaje a Europa estaba asegurado, que vengan los indostanos de aduana a pedirme papeles, verán que soy un viajero con todas las de rigor. Y si quieren les canto una canción de Lagaan.

Hasta que abro el correo-e y descubro que tengo mail de Saatchi.

Bla Bla Bla, lo que necesito que me averigües es esto, en un área que comprende entre bla bla bla(4 x 4 estaciones de metro), dos semanas de plazo, 80 lucas de paga.

Qué!, un cero puede hacer demasiada diferencia. Escuché mal acaso? creo que no. Pero ahora la cifra escrita escapa a cualquier distorsión idiomática y de acento. Le respondí diciéndole que tal vez había tipeado mal, que yo había entendido eran 800 lucas por el trabajito.

Claro, a los minutos de mandar ese e-mail, me di cuenta que estaba siendo muy sinvergüenza, y le envié las referencias de lo que he ganado este año, por la APEC y por el propio BancoEstado. Sugiriendo humildemente que no me desvalorizara más de lo que ya estoy.

Saatchi me respondió diciendo que en ningún momento fue su intención pagarme mal, pero que tampoco podía pagarme 800 lucas ("I am not BancoEstado"). Que él le preguntó a un amigo cuanto era lo apropiado y que considerando que el sueldo mínimo era tal, entonces yo por una labor part time de medio mes debería recibir cual. Yo le dije un par de cosas sobre el sueldo mínimo y finalmente acordamos que me pagarían 150mil, que tampoco está mal.

Así que tengo nueva pega temporal y mis sandalias están viviendo sus últimos días de existencia paséandome por todas las calles, pasajes y galerías del centro, con un cuaderno Austral de matemáticas, tomando notas.

He descubierto varias picadas, como un local donde venden una botella grande de licor Amarula por 9 mil pesos, y una galería llena a tope de peluqueros y zungas, y una juguetería donde venden modelos de barcos clásicos (El Wassa, el Cutty Sark, el HMS Bounty) , una farmacia mapuche y un localucho donde tienen un tarot erótico diseñado por Milo Manara.

Intento entre tanto paseo olvidar aquel cero que habitó por un par de horas en mi cuenta bancaria mental.

Pero no es nada fácil.

Sigh.(suspiro)
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sábado, enero 15, 2005

Lecturas de verano

Mientras me aseguro algunos pesos más y pienso en qué papeles me salvarán de cualquier amenaza de deportación en Heathrow, no olvido que estamos en verano y que a la hora de la siesta no hay nada mejor que tirarse en el sofá con un buen libro.

Soy un firme partidario de las bibliotecas públicas y gracias a ellas puedo contar con un arsenal bastante nutrido, renovable y envidiable:

- "En la Patagonia", la obra maestra de Bruce Chatwin, el escritor británico viajero bisexual que se aventuró por esta zona en 1974. Parece muy reciente como para ser un viaje paradigmático, y sin embargo se supone que lo es. (Café Literario de Providencia)
- "Austerlitz", otra supuesta obra maestra (lo dicen Susan Sontag QEPD y Coetzee), va sobre la falta raíces y los inmigrantes, creo. Fui el primero en arrendar el libro, que todavía huele a nuevo. (Bibliometro)
- "Juventud", de Coetzee. Premio Nobel 2003. Coetzee abandona Sudáfrica y es miserable trabajando para la IBM en Londres. Perdedor que da gusto, sobre todo sabiendo como lector el futuro que le espera. (Café Literario de Providencia)
- "Treasure Island", de Robert Louis Stevenson. Como es de mi abuelo no hay fecha límite de devolución y confieso que todavía no paso del capítulo 1. Pero el puerto del que parte Jim Hawkins es Bristol, y en Bristol ya hice un amigo por gaydar que dice me recibe en su cama de huéspedes, ;). (Colección del abuelo)
- "Breve historia de la Cultura", de Ernest Gombrich. No sé, me dio por sacar algo que no fuese novela, me dio por dármelas de intelectual. A ver que tal. (Bibliometro)
- "Sandman: Preludios y Nocturnos", otra joyita virgen, recién adquirida por la Dibam. Para leer a Neil Gaiman mientras suena nuestra amiga Tori Amos de fondo. (Bibliometro)
- "The wind in the willows", de Kenneth Grahame. Leí por ahí que era un clásico de la literatura infantil inglesa y como no lo encontré nunca lo bajé de internet. (www.online-literature.com)
- "Persuasión", mi hermana me pidió un libro y le traje esta novela de Jane Austen, de editorial Norma, que se puede leer al revés y al derecho. Supongo que si a ella le gusta, a mi me debería gustar más. (Café Literario de Providencia).

El tema es claro: Sobredosis británica. Me estaría faltando Bridget Jones (la quiero leer en inglés) y Nick Hornby (misma cosa). Además como si fuera poco me siguen llegando brochures gratis, ahora del 2005 (recibí uno de Gales, otro de Warwickshire, otro de Liverpool y uno de la Forest of Dean).

Ahora bueno, me disculpan, que tengo que ir a leer.

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miércoles, enero 12, 2005

The importance of being cool

"La única moneda que tiene real valor, en este mundo en bancarrota, son los momentos que compartes con alguien cuando no estás siendo cool"
No ser cool, es decir ser sincero, ser honesto, ser vulnerable, ser real.
Me gusta esa cita, extraída del guión de la próxima peli de Cameron Crowe: "Elizabethtown".
Me gusta aunque se me escape.

Porque yo soy lo menos cool que hay. De hecho, dudo mucho haber sido cool alguna vez en mi vida, ser cool así a propósito. Yo de ser algo sería perno-pernísimo, ni siquiera perno-cool.

Entonces, pasa como con la desnudez de las bestias, que a nadie le llama la atención. Barro no siendo cool?, pero cuando fue cool en primer lugar? Entonces todos los momentos que comparto cuando no soy cool, creo y temo que no valgan en realidad gran cosa.

Un periodista debería ser cool. Debería haber un ramo en la escuela que te enseñase a creerte el cuento, creerte el hoyo del queque, y convencer a los demás de que lo eres, sin lugar a dudas. La humildad a un periodista sólo le sirve como pose, para conseguir más información.

Los martes como ya saben trabajo de asistente de promotora. Aunque mi jefe me ha dicho que mejor diga que soy Asistente de Producción. Tiene razón él, así suena más bonito.

(De paso, si eres creyente, reza por mi jefe, que tiene algunos problemillas con casas comerciales y no es la idea. Yo quiero que jefecito siga en libertad y le llegue algo de dinero, por razones obvias).

Mi pega del martes consiste en instalar unos pendones publicitarios y asistir a una promotora por las dos horas que estamos en el mall, como parte del Día de la Mujer. Sí, parece un trabajo sacado de una película de Kevin Smith, en donde la promotora sería Shannen Doherty y a mí me interpretaría Jason Lee.

Digamos que entonces Carolina Varleta (o mejor Natalie Portman, aunque menos mina) se acerca usando una polerita ajustada y anteojos. Natalie trabaja más allá, como promotora de una línea de maquillaje, hace unas semanas muy patudo le pedí que me maquillase a Shannen, a cambio de una revista Vanity Fair del mes pasado. Ahora el trueque opera cada martes, pero usualmente se entienden entre ellas.

Natalie (a Jason)- Tú eres el jefe de ella, cierto?
Yo miro a Shannen la promotora con cara de "Qué onda esta mina?", luego miro a Natalie, quien espera la respuesta con las manos tomadas tras la espalda y contorneándo los hombros levemente, miro a Shannen otra vez.
Jason (a Shan) - Qué dices, Shan? Soy yo tu jefe?
Shan (a Natalie) - Sí, él es mi jefe
No es cierto, ella gana más que yo y me parece justo, ella hace más trabajo que yo.
Natalie (a Jason) - Sabes?, yo soy así como trabajólica, es que no puedo estar sin trabajar. Te parece que serviría de algo si te traigo mi currículum?

Shannen se ríe a mis espaldas y yo, que no he tenido un buen día, empiezo a agarrar pa'l hueveo a la lolita.

Jason (a Natalie)- Así que eres trabajólica? Deberías tratarte eso con algún médico, mira que el futuro está marcado por el signo de la cesantía... Y qué piensas hacer cuando te jubiles? Está mal despreciar al ocio, mal hecho.

Natalie se complica un poco, no sabe cómo responder a eso. Me mira de nuevo, ahora un poco dudosa y me pregunta otra vez. "En serio eres el jefe de ella?"

Yo le respondo: Efectivamente, mantenemos una relación laboral....y sexual.

Shannen deja de reirse y se pone seria ahora que ve que la estoy involucrando en el jueguito. Así que se dedica a lo suyo que es parar a las señoras y entregarles revistas. Natalie la mira sin saber si debe creerme. Me vuelve a preguntar si me puede traer el currículum.

Envidio la actitud de esta lolita, que dice tener 21 años y estudiar relaciones públicas. Yo debería ir así de descarado a buscar trabajo. Plantarme frente a quien parezca ser el jefe y coquetearle como ella (que decidió que la de antes era sólo una talla machista) lo está haciendo conmigo.

Me dan rabia sus cojones (bueno, sus ovarios) y su actitud de ganadora, me da envidia también. Le digo que está difícil el tema pega, que los currículums no sirven para nada, que la única manera de conseguir trabajo es chupando picos. (Sintiendo un extraño placer al comportarme como lo haría mi malvado hermano gemelo)

- Tráelo igual, a veces cuando estamos aburridos nos gusta leerlos y hacer chistes.

Shannen regresa y me mira enojada, se da cuenta que estoy siendo un canalla. Pero Natalie me hace frente y me devuelve las ironías. Está claro para ella que esto es un gallito y decide impresionarme mostrándose fuerte. Ambos nos ponemos cada vez más pesados y confrontacionales.

Hasta que entonces cambio el switch, le digo que no me haga caso, que yo valgo un pepino. Que si quiere trae todos los currículum que quiera, que capaz le funciona. Que en el fondo la odio y la admiro por ser tan aperrada.

Natalie entonces también cambia el switch, se pone toda tierna y me empieza a soltar los clichés esos de no me deprima, que la vida es bonita, que el sol brilla y que todo se arregla con un buen chiste fome. Yo no soporto los clichés y me vuelvo perro de nuevo. Le digo que es muy patético para mí tener que escuchar consejos de una pendeja que todavía está estudiando. Que sigue creyendo que puede obtener algo de mí. Que es una interesada, que todas las mujeres son unas interesadas.

- Chís, y voh creís que los hombres no?
- Se da menos. Los hombres somos más honestos.
- ....
- Tu me tratas así porque juras que te puedo dar trabajo. Lo cierto es que soy un maldito periodista cesante, oye, tengo 5 años más que tú, me siento viejo y no soy un buen partido para nadie.
- Pero qué actitud es esa? Perdón, o sea que no estai pololeando?
- Obvio que no, como quieres que esté pololeando si no tengo un trabajo estable? Lamento no poder ayudarte, mira niñita, habla con el jefe, que está ahí , anda hazte la coqueta pero ahora muévele el culo. Yo solo te podría dar placer, no trabajo. Buen placer... pero no. No te hagas ilusiones. No pierdas el foco. Mejor olvídame que te irá mejor. (el gemelo malvado está de vuelta y es muy gracioso)

Natalie se va de regreso a su módulo. Shannen me echa la foca, me dice que fui último de grosero y que si a ella le hubiera hablado yo así, me para los carros. Yo me siento relajado y jocoso. Ser ruin me parece sumamente liberador.

Y Natalie vuelve al rato, me entrega en una hojita su dirección de msn. Me pide la mía. Se la doy. Hablamos? Bueno, hablamos.

Ji,ji,ji, le digo a Shannen y al jefe y a Chandler que ha venido a visitarnos. Pinché.

Shannen insiste en que estuve insoportable (aunque admite que Natalie me miraba lujuriosa), y yo pienso que tal vez estuve casi cerca de ser cool.

Ahora sólo tengo que ser así en las entrevistas de trabajo, mostrarme agresivo y petulante. Responder tallas pesadas con tallas más pesadas. Asustar y seducir al mismo tiempo.

No ser yo mismo. Ser absolutamente desconsiderado y engreído. Mi gemelo malvado seguro tendría pega y capaz hasta saldría en la tele. Y la gente me encontraría pesado, pero con credibilidad.

Me despido del grupo y me voy. En la escalera me cruzo con Carlos Pinto (animador de la TV chilena, que habla con voz siniestra y conduce programas policiales). Pienso que hay que ser así como él, inventarse un personaje, como una armadura, y no permitir que nadie adivine lo débil que se es por dentro.

En eso Carlos Pinto se tropieza y casi casi se va de hocico en frente mío. Soy el único testigo. Me mira como pensando si es necesario eliminarme.

Yo me río, sigo mi camino. Sintiendo que he aprendido algo de la naturaleza humana. Sabiendo que en realidad no es para tanto. Todos tenemos un Mr. Hyde, no es más que eso.

Y mi Mr.Hyde tiene éxito con las mujeres.








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martes, enero 11, 2005

Obstacle #1

- Necesitas una buena razón para volver a Chile.

- Pero cuál es una buena razón para volver a Chile, por Dios?


La secretaria en el consulado británico logró destruir toda huella de mi bucólica serenidad veraniega.
Aquí yo pensando que Chile es un país que da confianza, y que por eso mismo no se nos exige Visa para entrar al Reino Unido. Fui al consulado, abren la ventanilla y con un plumón escriben en mi frente: SUDACA INDESEABLE.

Hasta que le digo que voy a ser italiano de aquí a unos meses, entonces cambia TODA su actitud.

El problema, es que voy a obtener la nacionalidad muy pronto, pero para que me den el pasaporte el trámite todavía demora unos cuantos meses más.

- Estás mal entonces, porque el pasaporte es el único documento con que se verifican nacionalidades en la Aduana. Como chileno (y joven periodista desempleado) te van a pedir que muestres papeles, no sólo el boleto de regreso. Si vas a visitar a un amigo allá necesitas una carta de él diciendo que está dispuesto a recibirte, y debes acreditar que dispones del dinero para mantenerte, o sea mínimo 700 dólares por mes.

Y yo pienso, Jeff no es británico. Tal vez no vale una carta suya. Y no es mi idea ir a quedarme con él todo el tiempo, yo quiero caminar, hacer rutas de caminante, yo quiero gastar poca plata, lo menos posible, de hecho.

La sangre viaja de un lado a otro de mi cabeza. La niña me dice: "Por qué mejor no te esperas a que te den el pasaporte italiano?".
Claro, con el pasaporte italiano seguro me recibe Liz Hurley en Heathrow con una tacita de Twinings. Pero para entonces ya no tendré a ningún amigo en Cambridge, y yo le he dado mi palabra que nos veremos en mayo.

Seguro que no es tan grave. Quiero creer que no lo es. Pero estoy hecho un drama queen y no puedo relajarme, necesito escribirlo, escupir la ansiedad sobre la pantalla.

Si yo sólo quiero ver de nuevo a Jeff, y abrazarlo, y tomar un tour perno en un bus de dos pisos y luego subirme al botecito decorado por Damien Hirst para ir de la Tate Britain a la Tate Modern. Y caminar desde Kensington Gardens a Saint James Park. Y navegar por Regent's canal hasta Camden Town.

Tengo dinero para el pasaje ida y vuelta, y para hacer todo eso, y para ir a Cambridge en trencito y comer pizza, pero no tengo 700 dólares para tres meses.

Iría si fuera por solo un mes? Iría aunque fuese por solo una semana.

Pero me siento un sudaca indeseable de todos modos.

Mis razones para volver a Chile:
- Obtener mi pasaporte italiano!
- Postular a la Academia Diplomática
- mmmmmm..........contarle a los amigos sobre viaje?
- Votar por Michelle Bachelet?

Qué es una razón de peso para volver a Chile? Si tuviera un hijo, esa sería razón para irme, juntar plata y llevármelo.
Acaso necesito que mi mamá me firme un papel alegando que tiene cáncer?

No es gracioso, no ando gracioso, nada me hace gracia.

Y leo en la página web del british council que para los hijoputas culiados que estudiaron pedagogía en inglés en institutos picantes hay unos planes la zorra de Asistentes de Español. Para que se mantengan allá les dan 700 libras esterlinas por mes de estadía.

Los odio, los odio, los odio. Si me ponen a uno delante lo despedazaría con mis dientes. Odio haber estudiado periodismo, y cualquiera que entre a estudiar periodismo a pesar de mis claras advertencias (pienso en tí Rodrigo y en tí Carola), es un imbécil y se merece todo lo que después le pase.

Está bien, está bien ser agresivo. Señala un avance en mi autoestima, es mejor que pensar en suicidarme.

Maldito desempleo, maldito mil veces maldito. Y que le den por el culo a todos los italianos del consulado que no son capaces de cumplir con los tiempos de entrega de sus benditas ciudadanías.

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Escenas de la naturaleza

Se lo pasó llorando toda una semana, abierto el pico y reventando los nervios de sus padres adoptivos y de la familia dueña del jardín, es decir, mi familia.

Un espectáculo en verdad, mi hermano ya había leído sobre las costumbres de los mirlos, que depositan sus huevos en los nidos de otras aves, que luego no entienden cómo les salió un crío tan re grande, y tan comilón.

En este caso le tocó a una pareja de chincoles, no sé si serán macho y hembra, hembra y hembra o macho y macho. Yo les veo a los dos la cresta azul bien grande así que me gusta imaginar que son una pareja de chincoles gay que compraron un nido en Casa&ideas y luego les tocó inesperadamente un donante de bebés, por eso no les importa que se vea tan distinto a ellos, literalmente este polluelo para ellos es un milagro caído del cielo.

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-Le diste ya de comer, José?
- Si casi me come a mí, hay que ver la bocota de tu crío
- No es mi crío. Es nuestro crío!!!!
- Tu fuiste el de la idea
- Pero si tú compraste el nido
- Hubiera sabido que te la ibas a dar de Virgen María... a mí esta Inmaculada Concepción tuya no me cuadra.
- Ya verás como este niño será la salvación del mundo
- Yo le veo cara de filisteo, que quieres que te diga


La otra opción, más tradicionalista, de que los padres adoptivos sean macho y hembra, tiene implicancias más trágicas. El polluelo de mirlo rompe el huevo más rápido que sus hermanos y el muy egoísta lo primero que hace es botarlos fuera del nido. Lo que se llama un instinto macabro.
Pero en serio que es difícil alimentar aunque sea a uno de estos pajaritos, que ya duplica en tamaño a sus padres. Y los persigue gritando que quiere comida, y los chincoles dele buscando gusanitos para luego molerlos y dárselos al big baby en la boca. Papilla quiere el perla!

Un espectáculo. Además de esta familia mixta hay un zorzal que se las da de moribundo, pero todavía no estira la pata y se limita a tenderse en el suelo con la cola parada y espiar a los padres abnegados. Mientras desde arriba de los árboles le llueven cáscaras de almendra que dejan caer las cotorras agentinas, que ya son legión. Y no faltan las tencas, y las tórtolas y si te despiertas temprano hasta puede ser que veas un colibrí.

Con lo caro que está el "Teatro a mil" (aunque creo que ahora hay un "Teatro a luca" que sí cuesta luca), no está mal esta compañía teatral de mi jardín.

Mientras, con mis hermanos en vacaciones nos pasamos los días armando rompecabezas, jugando al Diablo II, leyendo. Y yo planificando que haré con los días que pase en Londres y viendo a medianoche South Park en MTV.

El mirlo bebé chilla y chilla, pero ya al menos aprendió a volar distancias cortas. Pronto le dirá adios a sus padres y se irá a hacer su vida de mirlo. Aunque de hecho es mirla, tiene las plumas marrones y no negriazuladas. Me pregunto que pensará cuando se encuentre con sus similares. O bueno, como le funcionará entonces el instinto.

Muy inspirador, este Teatro de la Naturaleza.


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sábado, enero 08, 2005

Mi primer millón

El siete de enero quedará grabado en mi vida como el día que reuní mi primer millón, día ciertamente memorable.

La cancillería finalmente se puso con el último cheque y me fui directo al banco, que está al lado. Y ahora ando de millonario por la vida.

Millonario y suertudo, reviso mi mail y me entero que me he ganado un premio en un concurso de la página web de Andes Films. Así que voy a retirarlo, en la puerta hay un citófono lleno de botones, no sé cual apretar.
Pero los millonarios tenemos contactos, en ese momento justo de duda dactilar aparece detrás mío (y mirándome con ojos lujuriosos), Italo Passalacqua (periodista gay crítico de cine que según las malas lenguas se quedó dormido en la premiere de El señor de los anillos en Londres).

- Hola Ítalo (en verdad no lo conozco, pero clos millonarios tuteamos a todo el mundo), ayúdame aquí que no sé cual botón apretar.

Así que entro escoltado por Italo y recibo mi premio: Cuatro historietas de Hellboy, justo la serie en que se basaron para hacer la película (que no he visto).

Luego me voy camino al Parque Araucano, voy a comprar una entrada para Mar Adentro, que se exhibe en el festival de cine Wikén al aire libre. Y pienso, Barro, que absurdo es esto. Sólo en Chile te puede pasar que te encuentres con tanta gente que podría ayudarte a buscar pega, y tú te quieres ir a Europa, donde no conocerás a nadie.

Pero no es más que una tentación, como las de san Antonio. Si lo único que quiero de la vida en este momento es viajar allá, y demostrarme que puedo hacerlo. Tentación descartada, soy millonario, y es lo más normal del mundo que los millonarios (aún desempleados) viajemos a Europa.

Compro la entrada y me voy al mall a hacer tiempo. Es temporada de liquidaciones, la gente lleva sus regalos para que se los cambien, es un caos total. Salgo con una polerita nueva y una carpa individual en la mano. No recuerdo haber pagado por ninguna. Pienso que los millonarios siempre sacamos regalitos de todas partes. Nadie te pone problemas si eres millonario.

Igual algo me queda de mi pasado de pobre y moralista. Camino del rosedal imagino que algún guardia me alcanzará y me dirá amablemente, "Señor, se le ha olvidado pasar por caja".

Pero no, nadie llega y yo soy un modelo de respetabilidad y civismo al menos exteriormente. Soy un millonario. Y me siento a leer rodeado de rosas ganadoras de premios, saco mi libraco de Londres y al otro lado de la glorieta una mujer anciana con pinta de oma alemana me mira por sobre sus lentes, ella también sostiene un libro sobre su regazo.

El mundo se ve distinto con ojos de millonario, y la gente te trata de otra manera. La viejita por ejemplo me sonríe y me imagino que: a) pinché, b) la vieja paternalista jura que estoy leyendo Harry Potter o c) la gentil dama se dio cuenta que ambos somos ciudadanos cultos que al atardecer leemos novelas en un jardín rodeados de rosas premiadas, de puro millonarios que somos.

Claro, un millón de pesos chilenos es harta poca plata comparada con el millón de dólares que supongo dio origen a la expresión millonario. El "Quién quiere ser millonario" chileno era una porquería en parte por el cambio de moneda.
Y hablando de cambio de monedas, en Turquía se decretó que desde el 1 de enero de 2005 cada millón de liras turcas valen apenas una nueva lira turca. Para informar a la población de esta reforma monetaria se hizo un comercial, en el cual un Uno cansado arrastra a seis pesados Ceros, el Uno no da más así que se le ocurre una idea, se da la media vuelta y enciende una mecha. Todos los Ceros explotan como bombas y a continuación los vemos con alitas de ángel subiendo al cielo.

Frau viejita se va, y yo me tiro en el pasto a ver si logro dormir un rato siesta.

Que susto pensar que eso le suceda a mi millón. Me pongo aprensivo, como buen millonario, como un Rico McPato cualquiera. Que horror si alguien me robara la plata del banco. Me imagino en el depósito, zambulléndome entre monedas, asediado por los tres Chicos Malos. La ley del Talión ahora me desfavorece. Los chicos malos se han metido por las tuberías que refrescan y limpian las monedas con agua mineral todos los días. Se aproximan, se acercan, y yo me aferro a mi primera moneda, mi tesoro, My Precious!!

Un chorro de agua me da de lleno en la cara, me despierto. No es un chorro de agua, es una lengua, la lengua de un cachorro de labrador.

Intento hacerle cariño en la cabeza, pero huye disparado. Su dueña me dice:
- Discúlpalo, es un labrador, son medio tontorrones estos perros.

Me encantan los labradores y pienso que debería tener uno. Pero lo primero es lo primero, y sigo leyendo sobre Londres, pensando en los lugares donde iré. Una suerte que el Gran Incendio haya acabado con las ratas. Pronto ya estoy en 1750. Los caballeros georgian se baten a duelo en Hyde Park y sus lacayos de librea parten a Twinings a comprar té para la fiesta en la Banqueting House de Whitehall Palace.

En eso vuelve el labrador, que salta sobre las páginas del libro y luego sobre mí y después se va corriendo.

A ese perrito le agrado, le gusto. Me invade una ola de romanticismo. Los animales saben que en el fondo soy un tipo fenomenal. O será que huelen mi dinero?

Mi dinero. Pensar que concursé en El Tiempo es Oro, y en El Rival Más Débil. No gané, pero estuve a punto. Entonces sí que habría sido millonario de veras. Lo cierto es que un millón de pesos chilenos es un moco, que varios de ustedes seguro ganan varias veces eso en un mes. Y un millón de pesos convertido en libras es casi nada. Pienso que yo, cesante, en verdad no valgo nada. El efecto de la fiebre amarilla se me está pasando. Estoy rodeado de gente con auto, con jerseys Benetton (mientras yo me cago de frío), gente que tiene tarjeta de crédito, que en vacaciones sale de Santiago a la casa en la playa, que incluso puede darse el lujo de casarse y tener hijos y gastar dinero en ellos intentando así hacerlos felices. Gente que tiene un trabajo.

Hasta que por fin comienza la película.

Mar adentro. Un cuadraplégico agnóstico con varias enamoradas discute de un piso a otro con un cuadraplégico sacerdote con la boca grande. El derecho a morir. La eutanasia. Pienso que hay una falla de forma en el oponerse en nombre del bien a algo bueno. Eu=bueno. Y quién dice que la muerte es algo malo?, más que eso, por qué lo dicen?

Mar adentro me conmueve de la manera justa, más allá de las monedas, más allá de los viajes y la ropa. Estoy vivo y sano y joven y tengo planes y sueños y aunque ya es pasada la medianoche mi día aún no termina, puesto que voy a una fiesta. Y mañana voy al Love Parade.

Y pienso que sí, que de todos maneras lo soy.
Soy millonario.
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jueves, enero 06, 2005

Esqueletos en el closet

Puede que Manuel tenga razón cuando dice que ahora escasean los sugar daddies. Aunque no se trata tanto de que ahora hayan menos, sino de que antes habían más. ;)
Acabo de leer en el libro de Rutherford por ejemplo sobre George Villiers, el primer Duque de Buckingham cuando el título volvió a ser creado en el siglo XVII. Jorgito ( según Wikipedia) was noted for his beauty, y se hizo un asiduo visitante de la corte del rey Jacobo I Estuardo.

Digamos que al rey le gustaban los jovencitos y así georgie boy fue nombrado copero a los 22, gentilhombre de la alcoba real (guajaja, menudo eufemismo!) a los 23, y ahora ya si querías dirigirle la palabra tenías que tratarlo de Sir.
A los 25 lo nombraron conde, a los 26 marqués y a los 31 duque.
Todo porque el rey lo encontraba bonito. La historia dice que muy inteligente no era, pero el favorito real anterior (Robert Carr) tenía muchos enemigos, que tomaron partido por Jorgito y seguramente fueron bien recompensados posteriormente.
Después de la muerte del rey Jacobo I y luego que Carlos I (quien también le alcanzó a hincar el diente) perdiera literalmente la cabeza, Sir George Villiers se casó con la hija del conde de Rutland. Cómo murió Jorgito? apuñalado por John Felton, "un oficial naval que le guardaba ciertos rencores personales"(me huele a gato encerrado). El famoso Palacio de Buckingham fue construido por uno de sus bisnietos.

Ah! la Historia. Apasionante en verdad. Si yo debí haber estudiado Historia. Si era el único del colegio con promedio 7.0

Dejando de lado ya las quejas inútiles, es increíble la cantidad de gays documentados que hay en la historia de Inglaterra. Ricardo I Corazón de León, por ejemplo, se fue a la tercera cruzada junto al rey de Francia, quien entonces era su amante (murieron muchos cristianos y muchos infieles, pero para ellos fue la Cruzada del Amor). Hasta que en Tierra Santa el rey Ricardo se hizo íntimo amigo de Saladino, peleó con Felipe Augusto (se imaginarán por qué) y fueron enemigos por el resto de sus vidas. Las guerras en esos tiempos eran otra cosa.

La dura que está documentado, el mismísimo Ricardo lo confesó antes de casarse. Habla su biógrafo, John Gillingham: "it is not possible to argue that he was not homosexual."

Una vez descartado el estereotipo que todos los gays somos pusilánimes y mariquitas, hay que ver que por otro lado suele darse que muchos tienen una enorme avidez intelectual y de puro reprimidos llevan una vida ordenada y productiva. Luego, en la Historia de Chile, quien?

En periodismo al profesor Villarino le encantaba deslizarnos esos rumores en la materia (que mis compañeras no anotaban porque era obvio que no lo iban a preguntar en el examen). Partiendo por el solterísimo presidente Alessandri (que según Villarino tenía un chofer joven y guapo que lo acompañaba a todas partes), siguiendo por el ministro de economía de Ibáñez, Pablo Ramírez (de quien Google ahora no me quiere decir nada) y bueno, Gabriela Mistral (harto debatido el caso de ella). Al gobernador Marcó del Pont siempre la leyenda lo pinta como loca perdida (aunque eso puede ser propaganda patriota), Caupolicán fue repudiado por su mujer y luego empalado por los españoles (como para leer entre líneas), la Quintrala me late que era bi, en la Guerra del Pacífico no habrá faltado alguno (qué paso con el apellido Condell?). Luego está Claudio Gay, claro que Gay era su apellido, pero luego, que clase de respetabilidad puede esperarse de un dibujante nómade con un apellido tan vanguardista? Y qué onda Jaime Guzmán?

Escándalos hay en todas partes, pero pocas historias de amor. A veces me gusta imaginarme que el presidente Manuel Montt y su ministro del Interior (otro eufemismo?) Antonio Varas mantenían un idilio, y por eso su estatua los muestra a los dos juntos, uno sentado y el otro de pie detrás, en la más Mr. Burns y su secretario Smithers.




O sea, los dos quedaron huérfanos de padre cuando niños y tuvieron una infancia rural muy pobre. Cuando fallece el hermano de Varas, quienes lo protegen son Ventura Cousiño y Manuel Montt, profesores del Instituto Nacional (estoy leyendo del Icarito). Montt se casó con su prima y Varas con la primera mujer periodista del país (cof! cof! tortillera! cof!) Pero bueno, el caso es que no estudié Historia, con rumores malintencionados no se llega a ningún lado y recabar información de este tipo requiere algo más que un buen manejo de Internet.

Seguiré leyendo entonces sobre los Plantagenet y los Tudor y los Estuardo.

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martes, enero 04, 2005

De por qué me cuesta ser un conchesumadre

Enero, qué quieren que les diga, es un mes a toda raja. Vale, de las doce a las seis hay un calor que te mueres y eso, pero filo. Porque después viene una tarde-noche exquisita. Enero de festivales. Gente guapa con menos ropa. Enero para quedarse pegado mirando a Orión como un huevón.

Yo bajo la vista del cielo y qué me encuentro?, gente de cacería. Mirando desde sus autos, mirando por sobre el hombro de la señora, mirando a hombres y a mujeres da lo mismo el calor incuba todo tipo de deseos que al refrescar la tarde cuesta disimular.

Y me da risa, veo unas parejas disparejas acá en la Plaza Perú que están de acercarse uno con cámara de TV y preguntarles: "Cómo se conocieron?". El ejecutivo pintoso y azorado con el lolito hip hopero y cachas, parejas de chat gay, citas a ciegas demasiado evidentes. Es eso o Chile dejó de ser un país clasista.

Me quedo con la primera alternativa.

Y yo, qué hago aquí yo? Yo estoy profitando de mi fama. Un lector me envió un mail porque quería conocerme y yo le dije que ningún problema pero que él me invitaba un Frappucino. Es la única manera de proseguir con la adicción a Starbucks sin arruinar la economía pro-viaje.

Así con el Starbucks de Isidora. Estoy rodeado de políticos y celebridades que interrumpen nuestra amena conversación. Alberto Espina, Alberto Cardemil, Lily Perez, Marco Antonio de la Parra, Patricio Navia, solo por nombrar algunos.

Pero me concentro en mi interlocutor, constructor civil. Me cuenta que está a cargo de un edificio y de los riesgos que corre con ciertos obreros guapetones. "Es que tú no sabes, el mundo de la construcción es fiero...la otra vez se supo de dos albañiles que los pillaron tirando y al otro día uno no volvió y el otro llegó moreteado entero. Le sacaron la chucha entre todos los de la obra. Es que ellos dicen que los gays dan yeta. Imagina y se enteran que el jefe es gay.

Interesante el tema, como para hacerse un reportaje, llamen a Hola Andrea y propónganlo.

Un reportaje....que dulce esa palabra y que sencilla esa palabra suena hoy. Pero lo cierto es que aparte de este querido blog yo no he escrito nada periodístico en casi dos años. me pregunto a veces si todavía lo tengo, el "mojo".

Lo que si tengo son escrúpulos, maldita sea. Y necesidad de trabajar. Ambas cosas hicieron choque y ganó la voz sobre mi hombro izquierdo. Ya que trabajo de periodista no encuentro, al menos quiero trabajar de mesero, pero no tengo experiencia de mesero. Así que mentí en mi currículum.

Guaaaaaaa!, me dirán que no es tan terrible, que todo el mundo lo hace, que así funciona el mundo. Pero para mí fue un big deal. Me costó, me cuesta demasiado mentir. Y al final lo que puse fue super leve, puse que el verano pasado trabajé de mesero en el Barcelona, para juntar un poquito de plata para ir en febrero a las Torres del Paine.

Y ya con esa valiosa experiencia trucha de mesero me fui a dejar currículums. Y ahora estoy nervioso, quiero que me llamen, pero temo que no lo harán. Temo que no lo hagan. Que piensen que estoy pelando cables, que debería buscar pega de periodista, que les deje estas pegas a los tontos que no tuvieron buen puntaje en la PAA o la PSU (cómo pongo en el currículum que simplemente pega de periodista NO HAY?)

Tal vez debería simplemente borrar mi profesión, botar a la basura los millones que costó la carrera. Carrera de mierda que solo sirve para que los demás piensen que uno está sobrecalificado para limpiar vasos y memorizar pedidos.

Entonces veo a estos pendejos caminando al lado de ejecutivos y me digo, por qué yo no? Por que no puedo yo ser un conchesumadre y explotar lo que me queda de juventud. Hacer que alguien se enamore de mí, chuparle hasta el último centavo.

Lo cierto es que soy un idiota, y soy fácil, y me gusta que el sexo sea algo natural que fluya. Que me podría hacer el difícil, que podría conseguir muchas cosas, si no fuera por.

Saatchi volvió del sur y me regaló un reloj que parece caro. Pero me complica. Claro, a él le sobra la plata, pero tengo miedo de lo que pueda sentir por mí. Sucede que me preocupan los sentimientos de los demás. Y prefiero que quedemos como amigos. Atracamigos a lo más.
Este constructor, me dice que no entiende por qué no encuentra pareja, si le va bien profesionalmente, es serio, no es feo, va al gimnasio y no tiene vicios. Me dice que tal vez da una imagen de ser demasiado serio, que además es muy tieso, que no sabe seducir, etc... Y yo que le ofrezco una terapia flash para que se relaje un poco con el tema corporal, y la terapia da bastante buen resultado. Y luego me quedo pensando que tal vez debería cobrar por el servicio.

Tal vez, tal vez, tal vez. Soy un inepto de mierda. Cómo no puedo manipular a alguien, si igual soy encantador y tengo tema, sería un escort de lujo. No a todos les gustan los musculosos huecos. Y yo tengo mis dotes, sí señor. Pero es inútil, se que no voy a hacer nunca ESO.

Y en cambio soy rematadamente fácil. Me acuesto con alguien porque me cayó bien, porque me gustó su auto, porque me gustó su departamento, porque me dio lástima, porque me siento con ganas de hacer la buena acción del día, porque aún cuando no tengo nada, o quizá precisamente porque siento que no tengo nada que dar, el entregarme cual oferta veraniega me da placer. Síndrome de Teresa de Calcuta.

Pero no es así, no es así para nada. No es lo mismo, es distinto. Tiro con gente que admiro, aspiro a que algo de lo que tienen se me pegue. Mientras más lejos me siento de la posición social que alguna vez pensé podría tener, más puto estoy, más fácil. Pero hasta ahí no más llego, rico el sexo, pero eso es todo y soy yo quien se limita, cuando podría jugar a cazamaridos y engancharme a un buen partido. No me resulta, no tengo madera de gigoló.

Quiero una vida simple, un pañuelo de monóxido de carbono.

Quiero una pega, trabajar y no tener tiempo para tener sexo con admiradores. Ganar dinero, guardar el dinero, y comprarme todo lo que necesito para el viaje:

Unas botas Timberlake, un saco de dormir, unos pantalones desmontables Columbia, una gafas para el sol con filtro UV, una chaqueta de cuero livianita y con hartos bolsillos.

Si algún lector o lectora (igual de repente quién sabe) desea conocerme en persona todo ok piola, pero mejor será que se ponga con uno de estos ítemes, pues conociendome, vamos a terminar tirando. Y ante tal evento prefiero sentir que no estoy siendo usado, o que mi moral sui generis me traiciona por el camino de la beneficiencia.

Tengo buenos atributos, me han dicho que tengo la piel suave y que mi mirada es matadora y que mis manos mágicas y qué se yo.

Y yo solo quiero aprender a ganarme la vida. Haciendo algo, lo que sea.

Pero no hay caso, sé que no lo hay, simplemente me cuesta demasiado ser un cabrón conchesumadre.

De esos que prosperan en este mundo.

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domingo, enero 02, 2005

A medio camino de la década sin nombre

El año nuevo comienza con un murciélago en el cerro Apoquindo, asustado del olor a pólvora y del estruendo de los fuegos articificiales en el vecino cerro Calán. El Murciélago hace slalom con mi familia, pero aunque es ciego no nos choca gracias a su fabuloso sistema de radar.

El 2005 comienza con un globo sonda Montgolfier que alguien enciende y se eleva provocando tortícolis varias. Lindo el globo. Ay. Quien me hace un masaje?

El 2005 comienza con tacos y niños que saludan a extraños desde las ventanas de los autos del taco, y la radio que toca cumbias insoportables y oldies demasiado añejos pero yo no tengo el corazón de decirle a mi viejo que cambie el dial. Qué me gustaría escuchar?, cualquier cosa más reciente que "When the saints go marching in"

Comienza el 2005, me despido y me bajo del auto familiar y cruzo un puente nuevo sobre el río Mapocho (qué profético, qué alegórico!)

Una fiesta de amigos, muchos abrazos que dar. Una paella que probar, y un vaso de cola de mono, y otro más. Un amigo que terminó con la polola y de momento olvida todas las cosas buenas que le pasaron el 2004. Algunos otros hablan de como han ascendido en la pega, de lo que han aprendido yéndose a vivir solos, y de las ganas que les dan de que se les infle el útero y éste expulse una guagua pegajosa y llorona.

Yo comento que soy asistente de promotora los martes, que supuestamente gano 15 lucas a la semana y que contra todo pronóstico, soy feliz.

Mis metas del año las cumplí, casi todas:
- Trepé el Manquehue (y me hice una ampolla de sangre en el dedo gordo del pie que me duró más de dos meses)
- Comí sushi (y teppanyaki, y conocí a muchos japoneses ricos en la APEC)
- Obtuve un trabajo (de hecho cuatro: investigador paranormal ("Fenómenos" ya está al aire por canal 13) , confeccionador de bases de datos para un banco, suche de la APEC y asistente de promotoras)
- Saqué pasaporte (y salí bonito en la foto, con un aire a Ricardo Fernández (jajja, en tus sueños, Barro))
- Me compré un celular decente (que incluso permite hacer llamadas!)

Me faltó sacar la nacionalidad italiana (italianos lentos, al menos yo hice todo lo que debía) y juntar un millón en el banco (aquí los lentos son los de la cancillería que aún no me pagan el segundo cheque).

Empieza el 2005 sin nadie más en el edificio así que subimos la música y bailamos y cantamos con Madonna y los Beastie Boys y los Strokes.

Empieza el 2005 con una noche exquisita, les digo a todos que salgamos a buscar alguna fiesta, pero no convenzo a nadie, quienes se van se van a sus casas. Temo que es tarde ya para ir a ver a Miranda al Hipódromo (y tan lejos que queda el Hipódromo!).

Empiezo el 2005 mandando mensajes de texto a los amigos deseándoles un feliz año.

Hasta que finalmente salgo solitario del departamento de M&R y cruzo el puente del Arzobispo, vago por Bellavista, está entretenida la calle. Hay hartas fiestas, pero no quiero gastar plata.

Una amiga que conoció a la Jueza Atala en un bus está ahora es una fiesta de lesbianas a la que no se permite vayan hombres. Pancho iba a ir con su polola a San Damián. Rockstar no tiene celular. Marco está en la fiesta del Santa Lucía, que a esta hora cuesta 35 lucas (ni soñarlo!). Arturo creo que iba a la Open Blondie, pero ni idea como llegar allá. Me imagino a Vero en la Puerta del Sol entre pitos y gritos con los españolitos enormes bajitos haciendo por una vez algo a vez.

Paso frente al Bunker y me siento a conversar con un chico de camisa y ojos húmedos.

Chico me cuenta que su pareja está adentro bailando y que su entrada se la regaló a alguien más, que quiere esperar a que salga para decirle que lo que había entre ellos se acabó (aunque es bastante evidente que es un hecho ya, y que él está en denial). Me alega que por éste dejó a este otro, un cuarentón que le ofrecía un auto, una moto, un departamento en El Golf (y yo lo miro fijamente mientras pienso, en verdad crees que vales todo eso?). Me indigno, a mí nunca me han ofrecido una moto. Y soy más bonito que este llorón.

Empieza el 2005 con un gordito que sale de la disco y me sonríe y yo le digo feliz año.

Abandono al boy toy loser boy y sigo al gordito, que tiene un jeep de buen color.

Son las 4:30, necesito hacer hora hasta que amanezca y vuelvan a pasar las micros que me llevan a casa. Acordamos con el gordito ir a su depto y hacernos arrumacos hasta que salga el sol. No tengo corazón para dejar a gordito retirarse a su casa cabizbajo. Mi promiscuidad tiene evidentes raíces cristianas.

Empieza el 2005. Conociendo a herederos decadentes de la manera más basurda. Encorvados por el peso de sus apellidos. Sin saber quien es le cuento que tal vez postule a la Academia Diplomática nuevamente. Sin decirme cual es su familia me cuenta que vive de la mesada de su madre, algo que a los cuarenta y tantos me parece bastante patético. Me dice que atraviesa un largo periodo depresivo. Su vida me da escalofríos.

Me dice que tiene amigos diplomáticos, que es difícil ser gay en ese mundo, que uno no se puede establecer nunca, que hace aún más difícil lo de tener una relación. Que la gente en ese mundo termina mal.

Pero todos terminamos mal, ese no es ningún descubrimiento. Lo importante no es la meta sino el recorrido.

Comienza el 2005, me llevan en auto a casa, me dan un e-mail revelador. Así que eres hijo de tal?, o sea que tú eres ése? Chachu! Eso explica lo de la mesada.

Todas las historias terminan conmigo entrando sigiloso a casa, quitándome la ropa y arrojándome bajo las sábanas. Intentando dormir que sea un poco antes que el sol me arroje fuera.

Sueño con serpientes, con serpientes de mar.

Amanece el 2005, pero yo estoy durmiendo. Y no abandono la cama sino hasta pasadas las dos. Es un evento único en la vida el despertarme tan tarde. Ayuda que no hay diarios y que salvo mi hermano Nicolás nadie tiene prisa en salir de la cama a hacer ruido.

Almuerzo en familia. Madre dice que escribamos en un papel qué nos gustaría hacer hoy. El azar me favorece y manguereamos en el patio a un vengativo Nicolás.

Ricardo y Maca me dicen que van a estar en un Café de José Miguel de la Barra. El Sicosis, único abierto. Llego a las 18:00. Llevo mi libro "London, la novela". Son 1100 páginas con 2.000 años de historia londinense, como para poner la vida de uno en perspectiva.

Unas horas más tarde llega Rizo, pagamos la cuenta y vamos a su departamento a tomar cerveza, tirarnos en la alfombra de arpillera y escuchar a Boards of Canada, James, a los Kings of Convenience y a Antonio Carlos Jobim remixado por Ryuichi Sakamoto.

El 2005 comienza plácido, civilizado, coloquial, bulevaresco, intelectual, refinado y relajante.

Le digo a Ricardo del disco de los Kings of Convenience ("Riot on an empty street"): - Es el tipo de disco que le regalaría a un amigo que tiene cáncer terminal, o sida (o que teme nunca hallar un trabajo de periodista en esta vida).
Ricardo me responde recostado en un cojín mientras Rizo masajea el cuello de su polola, quien no disimula las sensaciones de placer.
- Si, te entiendo, esta música como que te anestesia. Hace difícil pensar que simultáneamente exista algo malo en mundo.

Y así comienza definitivamente el 2005.


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