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jueves, diciembre 30, 2004

Barro Awards 2004

Detestables me parecieron esas ediciones de fin de año que lanzaron ciertos periódicos chilenos hace dos semanas. Idiotas, en estos últimos días días del 2004 tuvimos el terremoto-tsunami en el Océano Índico, la victoria de Yuschenko en Ucrania, Susan Sontag que se murió.
Bueno, hay muchos refranes que apuntan a eso de no cantar victoria antes de tiempo.

Por eso yo me espero hasta el 31 para descolgar mi calendario Taschen y hacer entrega de los Barro Awards.

Ta Taaan!

Este año fui menos al cine, lo cual es malo para la industria y buenísimo para mí porque significa que he sido más exigente y que he logrado ahorrar. En total fui a ver apenas 43 películas, pocazo considerando que mi promedio anual lindaba los 100 estos ultimos años. De esas 43 sólo pagué por 27. (Gracias a motivos varios, descargas de internet, idas en familia, promociones, premieres, etc..). Hubo meses como noviembre en que sólo vi una película y nada más. No me reconozco. En fin, el caso es que metidas todas las pelis en la Moulinex los trocitos más duros son los siguientes.

Top 10 de películas del 2004:

1.- Eternal Sunshine of the spotless mind (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos)
2.- Before Sunset
3.- Dogville
4.- Wilbur wants to kill himself
5.- Good Bye Lenin!
6.- Mean Girls
7.- The incredibles
8.- Master and Commander
9.- Kill Bill Vol.2
10.-Lost in Translation

A punto de entrar en la lista quedaron: Fahrenheit 9-11 ,My life without me y Dirty pretty things.

Que conste que siendo yo un tipo muy enterado en lo que a películas se refiere ya había visto en años anteriores joyitas como Hero o El viaje de Chihiro. Razón por la cual no cuentan para la lista.

Mención especial para Donnie Darko, que recién este año la pude ver y que habría peleado fácil un puesto entre los tres primeros. Ararat también me gustó mucho.

Entre las chilenas, me gustó Machuca, pero perdió vuelo y haciendo el balance final creo que la peli chilena que más me gustó fue El paso, dirigida por Orlando Lübbert en 1978, y que vi en una retrospectiva. Promedio Rojo se queda en tercer lugar.

Películas que lamento haber pagado o colado por ver este año serían:
- Spy Kids 3D (te encargo el dolor de cabeza, sea vista con lentes 3D chantas o sin ellos)
- Coffee and Cigarettes (mejor gastarse la plata en café y cigarros, los diálogos con el mesero seguro serán mejores)

Hablando de diálogos, todavía me retumba la perorata de Aileen Wuornos en Monster. Premio a la línea más demoledora del año.

Mejor película para sentirse bien a la salida del cine: Love, actually

Mejor película "al fin terminó": La pelota vasca empata con El arca rusa

Mejor película "era medio latera pero el final es alucinante": Chihwaseon

Mejor película para salir del cine cantando: El otro lado de la cama Hedwig and the angry inch (que técnicamente no la vi en el cine, sino en el cable, pero igual)

Premio "too much of a good thing": Gael García Bernal (Mala educación, Diarios de Motocicleta, Dot the i)

Película que más me defraudó considerando expectativas altas: Les triplettes de Belleville (claro que la ví muerto de sueño y no entendí nada, merece otra chance)

Película que más me defraudó considerando expectativas bajas: La Mala educación (Me dijeron que era mala, me preparé para eso, pero aun así, merece que la hagan de nuevo)

Película que me rehusé a ver por principio: Troy, (qué es eso de que Aquiles y Patroclo eran primos!!!!) , tal vez la vea en DVD solo por Eric Bana.

Película que me rehusé a ver por falta de sadismo: The passion of the Christ (aquí tal vez haga zapping algún día solo por ver a Monica Bellucci, a quien sí vi como la violaban en Irreversible, me pregunto qué dice eso sobre mi supuesta falta de sadismo)

Mejor miniserie de TV: La meglio gioventú, dura como 5 horas, pero las vale. Todavía de repente la dan por Cinemax

Mejor nueva serie de TV: Jack and Bobby (Christine Lahti me encanta y Matt Long está de comérselo)

Mejor canal de cable 2004: People and arts, que tuvo las mejores series (The office, Coupling UK), y los programas de make over más adictivos (Changing rooms, What not to wear)

Mejor show en vivo: Es curioso, el mejor show al que fui fue una proyección en la Blondie. Placebo: Soulmates never die - Live in Paris. Seguido por el SUE (Mars Volta, PjHarvey. Morrissey), seguido por un empate entre Julieta Venegas y Norah Jones y un cuarto lugar para Chemical Brothers (mucho hype, habría sido mejor a ir a Kraftwerk)

y eso.

Me pregunto cuál será la mejor película personal que me pasé este año?, algo me dice que es una que tiene secuela, que se filma el 2005 en Cambridge. ¿Kiss Jeff Vol.2?

Habrá que ver qué nos depara el futuro

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lunes, diciembre 27, 2004

historia del conflicto árabe-israelí

- "I don't think I'd like seeing my bf kissing other guy, although he says he's curious. I think I would feel sad"

Yigal, como pueden ver, se muestra aprensivo, es la actitud de cualquiera creo yo ante el tema que le he propuesto. Primero discutimos mi posición frente al consumo de drogas (el tabaco y la marihuana deberían ser tratados por igual), luego me preguntaron qué opinaba yo sobre Palestina (les dije que tengo amigos tanto judíos como palestinos, y que ambos viven indignados desde que Ariel Sharon llegó al poder).
Luego yo les pregunté qué opinaban sobre los menáges a trois.

Ha de ser una edad paradójica, la de los 26 años. Al menos es mi caso. Suelo tener mala suerte en las entrevistas de trabajo, y ningún banco me permite abrir una línea de crédito. Por otro lado, como seductor nunca me he sentido en mejor forma (los resultados de este año han sido sobresalientes), y ahora una pareja judío-palestina desea contratarme como amigo.

Así como lo oyen, Yigal y Ghazi. Se conocieron hace un par de años en un curso electivo de la Católica: Historia del conflicto árabe-israelí. Les tocó hacer un trabajo juntos, disertar sobre un personaje visto desde la perspectiva de ambos pueblos. Ambos se encandilaron con Edward Said, y una vez encandilados el choque entre los dos fue inminente. Un choque amoroso eso sí, sin muertos ni heridos.

Una joda eso sí el famoso choque, porque cuando se acabó el curso ya no tenían la excusa para juntarse, y las respectivas colonias no iban a tomar a bien su amistad, oh no, seguro que no. Ya salir del closet era complejo, pero ya salir y confraternizar cuerpos con el enemigo es otra cosa.

Vaya a saber uno qué les dio a ambos por mandar a mi perfil en gaydar el siguiente mensaje "nos pareces interesante y queremos que seas nuestro amigo". Luego vino el cuestionario de preguntas y finalmente una noche de jueves, hablando de las virtudes de la espontaneidad Yigal me tipea "sale" y yo le tipeo "vale".

Quedamos en juntarnos en Pocuro.

Hubieseis visto que parejita encantadora e improbable hacían los dos. Me acerqué a ellos como un fotógrafo de pajaritos, pensando que una conjunción así no suele darse, y que Luciano Benetton pagaría bien por la gigantografía.

Yigal estaba de pie, con las manos el los bolsillos. Alto, rubio, desgarbado, con ojos azules soñadores, no exactamente el estereotipo judío. Recordé que me contó que su familia venía de Ucrania. Todo un Bon o Bón este Yigal.

Ghazi en cambio estaba sentado en el pasto, el pelo casi rapado y la mirada penetrante, un torso poderoso del cual se escabullía una mata de pelos por el cuello. Su aspecto era atemorizador, pero que duda cabe, con Saladinos como este no hay Jerusalén que se resista.

Nos estrechamos las manos, ambos las tenían gruesas y endurecidas. Manos que han sostenido armas, pensé.

Ni tan equivocado, Yigal vivió en un kibbutz, y además hizo el servicio militar. Y Ghazi tiene una moto que hace más ruido que una ametralladora.

El periodista que hay en mí y que me tiene tan hundido salió de nuevo a flote. Qué como se conocieron, que cómo lidian con las diferencias, que cómo lo hacen con los amigos.

No lo hacen, ese es el tema. No hay modo de explicárselo a los amigos. Una vez Yigal le dijo a su abuela que fueran a comer al Qatir, y la señora no volvió a hablarle en todo un año.
Ghazi es de provincia, su familia es de Linares y Yigal le ha propuesto varias veces que se haga pasar por judío sefardita, que él le enseña los códigos y que de aspecto igual pasa.

Breve resumen judaico: Yigal es askenazi (judíos de la diáspora que cayeron en Europa del Este y por arte de magia se volvieron rubiecitos), mientras que están los otros, los judíos sefardíes (que se diseminaron por el mediterráneo, florecieron durante el califato abasida y vivieron felices en Córdoba hasta que los reyes católicos los expulsaron, bueno la historia es demasiado larga en realidad, pero el caso es que, y a riesgo de convertirme en blanco de atentados, lo cierto es que los judíos sefarditas y los palestinos musulmanes no son muy diferentes en realidad, fuera del...you know, el detallito ese de la circuncisión).

Ghazi obviamente no es musulmán, los palestinos que emigraron a Chile eran en su mayoría católicos. Incluso hay palestinos ortodoxos y bueno, que de tanto hablar de sociedad y cultura ya empezó a hacer frío y me invitaron a subir al departamento.

En todo este tiempo Yigal y Ghazi habían guardado las maneras completamente. Ni una sola mirada embelesada traicionaba que ambos mantenían una relación. Me sirvieron café con leche y pop corn, en el cable daban "About a boy". A petición de Ghazi que está cortando queso en la cocina, Yigal me hace un tour por el apartamento.

Ésta de acá es supuestamente "mi pieza", cuando vienen amigos me hago de rogar y termino por compartir la cama con Ghazi. Amigos? no era que no tenían amigos?, Bueno es que estamos inscritos en el Hospitality Club, recibimos a turistas por una noche o dos y luego la idea es que cuando tu viajas haces lo mismo. Es un buen sistema, deberías inscribirte.

El departamento es grande, pero el dormitorio principal ya se excede. Hay espacio para una cama King Size, máquinas de ejercicio, un alféizar con cojines para ver el atardecer y muchas repisas con libros, música y DVDs. Qué te puedo decir, a Ghazi le va bien en su trabajo. Se nota.

Nos sentamos en el living, Hugh Grant canta "Killing me softly", la película termina, a Yigal le ha encantado, Ghazi dice que él es más del tipo "Los siete pecados capitales".

- De hecho, Barro. No tenemos nada en común, en todos los temas discutimos, vieras, todo el rato.
- Pero apuesto que por eso mismo te encanta

Ghazi se frena justo en el límite de una sonrisa, creo que sabe que tengo razón, pero admitir el secreto de su relación sería bobo. La tensión debe continuar.

Y la tensión se extiende. Nos quedamos callados y es raro. La idea de juntarnos fue muy intempestiva y me hizo suponer intenciones non sanctas para con el nuevo amigo que soy yo. Ahora viéndolos a ambos, the cutest/hottest gay couple ever, es a mí a quien las intenciones non sanctas terminan por embargar.

Ghazi está sentado en un sillón, Yigal en el sofá al lado mío. Ya hablamos de ropa y de actitudes. Me alegan que ningún extranjero les cree cuando les dicen que son gays. Ghazi es el más varonil y a la vez el más producido; sin necesidad de decirlo, porque es evidente, se establece que Yigal es el más lindo de los tres.

Empiezo a hablar en pársel. Ghazi, no seas leso, cambiemos asientos, aprovecha que yo no los juzgo y abraza a tu novio, vamos, que yo también empiezo a dudar de que estén pololeando.

Ghazi se hace de rogar, pero finalmente viene y se sienta entre los dos. Y se besan. Bel Ami en vivo. Y me invade una ternura indecible, tan indecible que la única manera de expresarla es apoyándo la cabeza en el cálido hombro del paisano. Al mismo tiempo que extiendo el brazo y juego con los rizos que nacen en la nuca de Yigal.

La tijera de la censura corta el cable de la luz. Un rato después el propio Ghazi dice que por qué mejor no vamos a la cama. A la de invitados, por supuesto.

Qué puedo decir en mi defensa?, nada, los tríos me parecen sublimes. Y sobre todo si es con parejas enamoradas. Yigal está tenso, así que le pregunto a cada rato si está bien, si no quiere que lo dejemos hasta ahí. Me dice que no, y luego se saca la polera.

Un poco de teoría. Un trío es complicado, requiere destreza y coreografía. Es lo más cercano al ballet que se me puede ocurrir sin pensar en tutús. Un trío es una lección de equidad, y generosidad. No tiene un exacto fin en sí, es medio caótico, el tiempo suele escabullirse. A Yigal que está completamente en contra de cualquier tipo droga le digo, esto es más o menos lo mismo. Tu razón se suspende por un momento y luego ya no eres más que un ser de sensaciones.

Ghazi me besa y todo el tiempo yo sujeto la mano de Yigal, que me dice que está bien, que le gusta mirarnos, que es rarísimo, que siente estar en un sueño, pero que no está mal. Me aproximo para besarlo, pero se rehúsa, no todavía, me dice.

Ya sin ropas los tres es más fácil sentir que hemos escapado a las reglas de la condición humana. El cuerpo de Ghazi es mullido y huele bien, me gustan sus hombros y sus piernas de futbolista. Yigal desnudo en cambio tiene un aire más voluptuoso, su piel blanca lampiña, sus caderas, me imagino que podrían pertenecer a una mujer, y sin embargo es de los tres el más dotado. En cualquier momento si sienten que ofendo sus susceptibilidades dejen de leer, por favor. Mientras tanto Ghazi y yo nos entretenemos lamiendo el capullo circuncidado de Yigal, Yigal dice que esto se siente muy bien, y luego probamos combinaciones distintas, Ghazi y yo tuvimos una operación cuando chicos que nos dejó en condiciones de infiltrar la tribu de Rubén, o la de Simón, Judá...., Ghazi se entretiene haciéndonos una fellatio doble mientras Yigal y yo parecemos concursantes de TV apretando botones por un premio millonario...Leví!, Isacar! (digo yo, asombrado por mis sinapsis)....., Dan!, Neftalí!, Gad!, Aser! (Yigal se tira todos los difíciles y me deja los fáciles a mí)....., José!!!!, Benjamín!!!!.
Falta uno, falta uno, cuál era,

-" Zabulón!!!", dice Ghazi alzando la cabeza y ruborizandose al instante. "Es que yo cuando chico leía la Biblia un montón."

A los tres nos baja un ataque de risa, todo es tan absurdo y jocoso. Y al mismo tiempo en Gaza y Cisjordania estos dos amantes se desearían la muerte. Me invaden olas de tristeza y deseo, incredulidad y ternura. Esto se parece demasiado a un sueño. A una utopía.

Ghazi dice que nos quiere ver acabar a los dos juntos, que el prefiere no llegar al clímax, que la verdad no le gustan demasiado los orgasmos. Para él son cosas de mujeres.

Yigal de horcajadas encima mío, busca mi boca y nos besamos entre risas. Su saliva es dulce como dulces son los movimientos con los que finge penetrarme sobre la ingle. Me vengo yo primero y después él. Las razas humanas se mezclan en mi pecho. Le digo, Yigal, esto es exactamente lo que sentirías pasado el efecto de un sicotrópico. Tu cuerpo está estático, y sin embargo tu cabeza da vueltas, vertiginosamente, como si estuvieras en plena caída.

Nos quedamos así tendidos, los cerebros y la moral entumecidos tardan un tiempo en volver a funcionar.

Una vez disipado el efecto nos sentimos un poco incómodos, es muy tarde ya y en messenger me habían ofrecido que si se hacía muy tarde me llevaban a casa. Ghazi se viste con las ropas que llevaba puestas, Yigal en cambio se pone el pijama para acompañarnos. Se ve completamente arrebatador.

Le digo, Yigal. Yo no espero que esto se repita. Fue algo de una vez, me encanta la pareja que haces con Ghazi, supongo que no encontré otra manera de expresarlo.

Yigal me mira y trata de hacerle sentido a todo lo que pasó, le temo al sentido de culpa judío, aún más terrible que el cristiano.
-"Lo pasamos bien, cierto?", le digo asomando la cabeza desde el asiento de atrás.

-Sí Barro, de eso no hay duda. Pero no puedo asimilarlo, simplemente no puedo. Creo que esta fue mi primera, y mi última vez. Nuestra última vez, cierto Ghazi?

Ghazi no responde, vuelve a ser el enigmático de siempre. Con razón Yigal está loquito por él. Me encantan estos dos, ojalá pudiesen tener hijos. Serían patriarcas de una tribu encantadora e irresistible.

Acá está mi casa, ven? esos son los jacarandás. Ahora te devuelves por esta misma calle, doblas en el semáforo y antes que te des cuenta ya estás en Apoquindo, ahí ya estás claro.

Y el auto se va. Y yo abro la reja para entrar a mi casa. Pienso que mañana pensaré con Ángela Carrasco nuevamente cantando en el fondo y música de Andrew Lloyd Weber, "Todo ha sido un sueño".

No he vuelto a saber de ellos dos. Justo ahora que con la tensión sexual agotada, creo muy posible que fuésemos grandes amigos. En serio les hacía falta algo de vida social.

Un saludo grande para los dos, espero que ambos sorteen las dificultades del mundo, y que logren juntos asimilar la espontánea visita nocturna de un íncubo gay que gusta de conjeturar sobre la paz mundial en un caos de lenguas, piernas y brazos, un caos que sólo podría tener lugar en el cuarto de huéspedes.

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domingo, diciembre 26, 2004

So this is Xmas....

12 pares de calcetines!, me preocupé de sugerir a toda la familia que me regalaran algo útil para mi viaje a Europa y el resultado fueron 12 pares de calcetines: Moletto, Caffarena, Peruggi (curiosamente todos de empresas con nombres italianos).
Esto bate el récord de mi cumpleaños número 11, cuando hice mi primera fiesta con los nuevos compañeros santiaguinos y recibí de regalo nada más ni nada menos que 11 lápices. 11 lápices, uno por cada año!, ese tipo de coincidencias no se olvidan. Aunque también me acuerdo me regalaron dos cassetes de Poison y uno de los New Kids on The Block.

Así que calcetines al menos ya no necesito.

Qué necesito entonces?, si voy a caminar por Gales unos 300 kilómetros, que no es tanto, es la distancia entre Chillán y Temuco, no es nada. Justo hoy el diario llegó con suplementos publicitarios de Falabella, Líder y Almacenes Paris sobre Camping y Outdoors. Hay buenas ofertas. Creo que iré, no sé qué tan necesaria sea una carpa, adonde voy está lleno de refugios y lleno de caminantes con carpas dobles de quienes me conviene ser amigo. Pero supongo que mi viejo saco de dormir sí necesita un reemplazo.

Me regalaron también un turro de DVDs vírgenes, alguien sabe de un buen sitio para descargar películas con Bit Torrent?

Gracias a todos los habitantes del blogiverso por sus saludos de navidad, puede ser una fecha dura para mucha gente. Afortunadamente no es mi caso, en estos días suelen hacer su aparición montones de primos chicos armados con pistolas de agua y dardos de goma como para no permitirle a uno siquiera sugerir un poco de desgano. Incluso mi hermano gruñón estuvo jugando al limbo, y chocando autos a control remoto con el pequeño Alonso y leyendo revistas de Mampato. Si alguna vez me toca una navidad lejos de la familia, creo que me iré a pasarla a un orfanato. Navidad sin niños no es navidad.

Y más allá de los calcetines. A mi hermano le regalaron el DVD de "El viaje de Chihiro", y yo me traje de la casa de mis abuelos "la isla del tesoro" en inglés. Increíble pero cierto, no he leído la obra maestra de Robert Louis Stevenson (pero de chico vi la serie de monitos japoneses). Sé que será una gozada.

Y además vi que La Tercera está sacando a circulación DVDs con los episodios de series animadas de los ochenta. Robotech está semana, la abeja Maya a principios de Enero (qué te parece Vero?), y el último DVD de la serie es Season 1 de Los Transformers!!!

Corrijo, no es necesario estar rodeado de niños para disfrutar Navidad, es necesario recordar que en el fondo uno sigue siendo niño. Ave Peter Pan, ruega por nosotros.

Así mi hermana ingeniera olvidó la madurez por un tiempo y se ha estado leyendo los siete libros de las Crónicas de Narnia de un tirón esta semana, a razón de uno por día. Mi madre agarró un juguete que le regalaron a mi hermano, un caza bichos con visión periférica (que él no pescó ni por cortesía) y ahora recorre las paredes de la casa de mi abuela en busca de una araña dispuesta a participar del peep show. Mi abuela y sus hermanas se zangullen los bocadillos de palmitos gratinados que cociné ayer con una receta ecuatoriana bajada de internet. Mi padre y sus hermanos, babosos con el auto nuevo de mi tía Chichi han abandonado a todos sus hijos en la casa de la abuela y se han ido a dar una vuelta a la manzana (que ya pinta para sandía).

A mis tías y sus cuñadas les cuento de mis planes viajeros, todas abren grandes los ojos ante la perspectiva que les abro, sería el primero de la familia en ir a Europa. Eso deja chicos el viaje de la abuela a Buzios, a mi tía Chichi con el viaje que se ganó a Punta de Cana y por cierto la frustrada expedición de mi tío Marcelo a Macchu Picchu (se quedó sin plata en Arequipa).
Daniela me mira con unos ojos azules insólitos a los que cada rama de la familia disputa fiera su propiedad. Tiene 11 años, pero mide ya lo que mi hermana que tiene 21 y me cuesta tratarla como la niña chica que es. Ella misma se aprovecha de esto siendo la única que no se emociona ni un poco con el relato de mis planes, pone cara de todo me fastidia, se imaginará que a los 15 es posible que esté modelando, conociendo Milán y Tokyo y Cibeles y la semana de la moda en NYC. Y hasta capaz sea cierto. Demasiados castillos en el aire, salgo afuera a tomar algo de sol.

Isidora de 6 años se sienta al lado mío en la vereda de la calle y procede con elegancia a abrir una caja de zapatos en donde duermen sus dos muñecas Bratz (que no tienen pies, me entero que para que caminen hay que ponerles unas prótesis con forma de botas de diseñador). Su papá nos vuelve a acompañar en la reunión familiar después de tres años de ausencia y ella se nota está feliz. En eso llega un gato (su collar dice que se llama Cachito), a enarcar su espalda y acariciarnos con la cola, le montamos a las Bratz encima pero sale corriendo y las muñecas se caen, quedando patéticamente cojas otra vez. En eso llega cruzando la calle corriendo sin mirar a ningún lado y más encima sin polera Cristóbal de 2 años armado de una pistola que arroja tirabuzones y aspas de helicóptero. Es una calle tranquila de la comuna de Estación Central donde no pasan casi autos. Pun! Pun! Pun!, los disparos resuenan por toda la cuadra, y el pendejín me sigue disparando, extrañado tal vez de que no me haya muerto todavía.
- "No mames pinche cabrón, cooperaste con la pístol", y atónito el crío me la entrega al mismo tiempo que me mira como si yo fuera un Terminator chilango; sucede que aprovechando que las palomas han bajado a tomar agua en la fuente les quiero hacer blanco.

Y las palomas, como si hubieran entendido, si no mis palabras, al menos sí mis negras intenciones, salen volando, salpicando gotas de transitoria humedad, refrescándonos un poco en este día de navidad calurosa como se suelen vivir acá en Chile, con helado y pan de Pascua y familias divorciadas que se reúnen en las casas de sus familias de origen, para abolir la adultez por un rato, enfrentar el calor con chorros de agua y dejar para los animales incrédulos la aburrida sensatez.
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jueves, diciembre 23, 2004

Huevos azules y trapelacuchas minimalistas

Bueno, no por nada uno es periodista. Al final logré sacarle a Saatchi la exclusiva.

Pero es una historia larga, y privada, y me incomoda entrar en detalles.

Compré mis regalos de Navidad en Temuco, huevos azules para mi hermano (que desde que los vio en la TV perdió el juicio y se imagina que las gallinas araucanas comen qué se yo, lapizlázuli), mermelada de Rosa mosqueta para mi madre, una trapelacucha minimalista para mi sister y un cinturón con motivos mapuches (pero con estilo) para mi padre.

Con qué plata? si yo no pensaba hacer regalos esta Navidad. Bueno, digamos que Saatchi me dio dinero para un pasaje en avión, lo cual a mi me pareció excesivo. Así que con eso me compré un boleto de TurBus, primera clase igual, de puro curioso, y lo que sobró me lo gasté en regalitos.

Así es, me devuelvo solo a Santiago. Sentado al lado de un roncador, demás que sí.

Ok, lo que pasó, puf, daría pa teleserie. En pocas palabras...

El mejor amigo de Saatchi se mató hace 10 años en el Bío Bío. Miguel era su pareja. Saatchi estaba medio enamorado de su amigo, quien estaba forrado en plata. Al morir le dejó la mitad a él y la mitad a Miguel, con la condición de que ambos se pusieran de acuerdo y llevaran a cabo obras benéficas en la zona. El difunto se compraba todo el cuento mapuche reivindicacionista.
Y eso, pues que Miguel y Saatchi no se tragaban el uno al otro. Pero cada año se reunían para recibir parte de la herencia y poco a poco las asperezas se fueron limando, como se dice. Miguel se casó, cosa que a Saatchi le tomó tiempo asimilar. Tiempo en el cual invirtió en hotelería y bienes raíces y se hizo millonario.

Ya, ya, lo conté, y qué tanto. Si no son los nombres reales y este blog tampoco lo lee que bruto ni que tanta gente.

El caso es que a Saatchi lo invitaron a pasar la navidad con la familia de Miguel en Villarrica. Y a mí como "intérprete" ya me empezó a parecer incómoda la situación. Entre los mayores de cuarenta y los menores de 8 yo quedaba flotando en una especie de "generación perdida". Y como de todas maneras mi intención original era volver antes de Nochebuena, pues heme aquí tecelando y con el boleto en el bolsillo.

Lógico, era obvio que algo así iba a pasar después de lo bien que lo pasé en las Termas del Huife (skinny dipping included), ahora me he sentido todo el día como el ajo. Con las mismas reflexiones onanistas de que no sirvo para nada, que nunca seré nada en la vida, que no soy de aquí ni soy de allá, que no soy capaz de enamorarme, que la Mila tiene razón y soy un autista funcional con síndrome de Asperguer y yadda yadda yadda.

Todo porque la señora de Miguel, una mujer por lo demás encantadora, me preguntó como era la pega de intérprete, y cómo se conseguían clientes, si tenía un punto fijo en el aeropuerto o algo así, jaja. Y entre que yo soy muy malo para mentir, que entre tanto millonario me empecé a sentir muy fuera de lugar y que eso me hizo pensar que en realidad no soy más que un puto cesante ilustrado sin la menor idea de como funciona el mundo allá afuera, que ni como puto sirvo porque tan frío de alma no soy; y luego yendo a comprar los regalos de navidad con plata ajena, tratando de que me sobre para las botas de caminante que todavía no tengo, y dale pensando en cosas que no tengo, partiendo por a) un trabajo y b) un futuro, y en fin, me deprimí.

Y me vine a este ciber café a ver si escribiendo me sacaba la depre de encima.

Y caché que no fui ni a las cavernas de Pucón ni al cybercafé del tío de la Isabel.

Mañana será otro día, a ver y si se me pega el espíritu navideño. Feliz navidad a todos y remember:

"If you can't be with the ones you love.....love the ones you're with"
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miércoles, diciembre 22, 2004

La escuelita

El tiempo ha estado estupendo, con las nubes justas para tapar el sol de cuando en cuando, nubes como motas de algodón, que dejan ver en cambio el espectáculo de las colinas verdes, los volcanes nevados y las aguas plácidas y luminosas del lago Villarrica.

Saatchi por su parte ha estado muy callado. Awfully quiet. Al principio pensé que era porque no se sentía cómodo hablando en castellano, pero luego cuando le llegó el turno al inglés nuevamente era yo el que hablaba todo el rato y él quien me respondía con monosílabos. Hasta que le pregunté directamente.
- ¿Why are you goddamn mute?
- ..... (me mira y enarca la ceja)
- ..... (lo miro con cara de respóndeme)
- I miss Percival

No le creo nada. Yo también extraño al perro, pero luego fue el propio Saatchi quien decidió dejarlo en santiago al cuidado de una amiga. Me imagino a Percy aullando frente a la puerta de un departamento ajeno y se me parte el corazón, es un perro muy tranquilo, y muy limpio además. Yo por mí lo hubiese traído.

Bueno, les cuento que supuestamente yo he venido al sur a trabajar. Sí, eso dije en casa, que me había salido una pega de promotor en Pucón y que volvería antes de pascua.

Lo cierto es que sí siento que he estado trabajando, trabajando como chofer y como guía turístico, no es poca cosa. Y fue buena idea mía traer la Turistel, aunque es de hace diez años atrás y todas las entradas a las ciudades están cambiadas. Bye Bye Timucou. Pucón Here we go. Paramos un rato en el Hotel del Lago y comimos un salmón grillé que según Saatchi estaba mal preparado. Yo pensaba dar una vuelta por Pucón, arrendar bicicletas tal vez. Pero Saatchi miró su reloj y me dijo que no había tiempo, que él tenía una cita y que yo le iba a servir de intérprete.

Subimos al Freelander y enfilamos hacia el pueblito de Huife, más allá de las termas, montado en la cordillera austral, tierra de pehuenches. Camino ripiado, no muy grato la verdad. En los parlantes sonaba "Beautiful day" de U2 , pero yo sólo podía imaginar que encualquier momento una vaca se me cruzaba en el camino y yo por no ofender a los hindúes terminaba conduciéndonos al fondo de un barranco. Con agüita termal eso sí.

En Huife nos esperaba Miguel el arquitecto, con unos planos y una sonrisa de oreja a oreja. Le calculé unos 50 años. Se dieron un abrazo largo y apretado. Confieso que me puse un poco celoso, no sé por qué en realidad, es solo que Saatchi había estado tan introspectivo toda la mañana. Era obvio que se conocían. Sin embargo el inglés de Miguel era desastroso. Extraño. Fui presentado como traductor, entramos a una casa con tejas coloniales y una antena Sky, nos sentamos en el living y empezó la charla de negocios.

Ok, o sea, al parecer Saatchi se puso con una escuelita rural. De diseño muy mono, muy autóctono, en los planos se ve como una ruca, las salas son multipropósito y hay contemplado un proyector de DVDs, una sala de computadores y hasta un taca taca. De lujo la escuelita, que por afuera le lleva invernadero, granja y establos. La idea es que sirva además como centro comunitario para la gente de la cordillera. Van a tener profesores de la católica que además harán un programa piloto de traducción de cuentos populares al mapudungún.

Y yo digo, cómo es que Saatchi no me dice nada de esto. Ahí yo contándole sin parar en inglés y en castellano anécdotas de mi infancia atacameña, de la vez que comimos con los niños de la cuadra chanchitos de tierra y la vez que nos perdimos en el cerro persiguiendo alacranes. Mientras él callado como jefe indio meditabundo, asintiendo con sonrisitas, please continue. Me siento muy estúpido. De vuelta en la camioneta no quiero hablar. Que él me diga que otros gatos benéficos tiene encerrados.

Así que yo no hablo, y él no habla. Nadie habla. Somos los filántropos gruñones. Bueno, él es. Yo no quiero volver a escuchar a U2 en mi vida.

En eso Saatchi se pega un bostezo enorme, gigantesco, tanto así que tiene que detener el auto. Yo lo miro escandalizado.

- "Tu no fuiste el único que durmió mal anoche", me dice en excelente castellano. De repente las conjugaciones sí le resultan.

Hacemos cambio al volante, le digo que así no se puede, y aprovechando que estamos cerca del Hotel Termas del Huife le digo que alojemos aquí, se duerma una siesta y yo paseo un rato por los cerros con las amigas vacas.

- You sure you don't wanna take a nap with me? You're so young, how I envy you!

Me siento culpable y a la vez cariñoso. Antes que la recepcionista diga nada yo le pido una cabaña para parejas, King Size Bed, eso quiero. Ella apenas se sonroja, la tarjeta dorada de Saatchi hace maravillas con los posibles prejuicios de la gente. Aunque la verdad no me dio la impresión de que fuésemos la primera pareja gay en venir a este lugar. Nos dieron la llave de una cabaña preciosa y apartada, con ventanales que dan al río y un jacuzzi que se llena con agua termal. La mucama nos mostró todo embelesada, no sé si pensaba posible que la invitásemos a bañarse o si acaso el jacuzzi le traía buenos recuerdos de la temporada baja.

El caso es que Saatchi cayó como un tronco de alerce milenario sobre la King Size, le ayudé a sacarse los zapatos y los pantalones y ahí se quedó, por pudor lo tapé un poco, pero no hacía en verdad frío.

Y me vine acá, a la sala de estar, donde (maravilla!) tienen conexión a internet. Llevo más rato aquí del que quería, empieza a oscurecer. Y antes de eso quiero ir a dar una vuelta por el sendero del río, hay un puente precioso con un aire japonés, todo de madera por supuesto. El hotel es en verdad magnífico. Y me quiero bañar en las piscinas. A ver si más rato despierto a Saatchi. A ver si de una vez me cuenta por qué se comporta tan extraño.

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martes, diciembre 21, 2004

Switching tongues down south

El trato es este, cada 100 kilómetros cambiamos de idioma. En principio la idea era que también cada 100 kilómetros cambiáramos al volante, pero en vista y considerando la poca experiencia de servidor, logré un acuerdo más favorable para mis nervios carreteros, 50 por cada 200.

La carretera, honestamente, no está tan mal. Es sólo que yo pensaba que iríamos en el Mini y no viene Saatchi a buscarme en un Land Rover Freelander de color bronceado. Exquisito el auto en todo caso, me dice que se lo prestó un amigo de la concesionaria. Me encanta porque tiene incorporada una polea con gancho, así yo pienso (mientras manejo apretando el manubrio hasta deformarlo casi), que si llego a botar a un ciclista por el Viaducto del Malleco, podremos dejar caer la cuerda y recogerlo y decirle que quien lo chocó fue otro auto, un fresco de raja que se echó a la fuga y que habríamos anotado su patente si no nos importase más en ese momento rescatarlo. De paso y considerando que el ciclista está harto rico le ofrecemos llevarlo hasta Temuco, donde tiene una casa con piscina , temperada, y nos invita a pasar la noche, y ......

Uf, que fácil que es irse en volada cuando uno va en carretera.

Como copiloto en cambio no se me escapa nada, ni el cambio de queltehues por bandurrias al cruzar el río Ñuble, ni la decoración paisajista de los nuevos cruces de caminos (deberían poner un cartel con cuanta plata se gastaron en todo, ayudaría al efecto), ni los camiones que van a Puerto Montt y que cuando manejo yo nos pasan fácil y cuando maneja Saatchi les hacemos Leru Leru.

Pero es que yo no puedo tampoco manejar tan rápido, si el auto no es mío. Si nunca he manejado uno de estos. Si no tengo licencia. Reviso que mi cinturón esté bien firme y que la velocidad nunca supere el máximo permitido (a veces es muy cierto que dan ganas). Pero lo último que quisiera en la vida es que me sacaran un parte. Y sin carné de conducir? qué sucedesi te sacan parte y no tienes carné? Ya me veo pasando nochebuena en una cárcel provincial.

Aunque bueno, como es Saatchi, capaz logra que nos trasladen en helicóptero a Capuchinos. Allá seguro que las fiestas de año nuevo son de lujo. Ja.

Hicimos brunch en Curicó y comimos en Chillán Viejo, que se está renovando. Si sólo se renovaran un poco más y le pusieran un toldo tipo Christo a la ciudad entera, porque qué manera de hacer calor en Chillán. Saatchi quería parar en Los Ángeles, que es más caluroso todavía, pero yo ya estaba advertido y le dije que Chillán era más típico chileno. Luego me acordé que la Colonia Dignidad ahora está convertida en centro turístico, pero ya era tarde, pasamos de largo frente al desvío. Paramos en el Salto del Laja. "Ciertamente no es Iguazú", comentó Saatchi con diccionario en mano. Ciertamente no lo es.

Pasamos la noche a las afueras de Temuco, en unas cabañas que parecían moteles, pero al final no lo eran. Pedí camas separadas, es que si no no puedo dormir.

- "But who wants to sleep?" (Esta noche acordamos fuera en inglés)
- "Actually Saat, after such a journey, I do"

Saatchi no protestó, y eso me hizo valorarlo mucho más. Pero igual no podía dormir, me sentía raro. Entre sobreexcitado y mareado. A las 2:00 me cambié de cama. Duré una hora. No tiene caso. Sorry mate, it's just not working for me. Así que volví a la mía, con la sensación de haber hecho un esfuerzo, y esta vez si caí raja hasta las ocho. Que para mí es dormir hasta tarde.

Esta mañana compramos un Cooler y lo llenamos de cervezas en Temuco. Subimos el cerro Ñielol, habían dos o tres copihues, pero habían. Y muchos patos. Y mucho smog. "Timuco no es mucho distinte a Santiago", me dice Saat, y yo le digo "pero mira, imagínate que no hay nube, allá atrás verías los volcanes nevados del Llaima y el Villarrica, que es adonde vamos. Mi madre estando embarazada de mí se tiró en trineo por las laderas del Llaima. Es bastante único el espectáculo que dan los volcanes, vas a ver que no te van a decepcionar".
- "Cóumo?, podres decir eso menos rapido?"

En Pucón hablaremos en inglés, en inglés nos llevamos mejor Saatchi y yo.

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domingo, diciembre 19, 2004

"Hot wheels"

De chico no me gustaban los autitos.

Es más los encontraba fomes. Era fanático de los Transformers, que eran unos robots extraterrestres que se convertían en autitos (pero también en aviones, pistolas, microscopios, dinosaurios e insectos), así que los autitos típicos esos Hot Wheels que a uno le regalaban para los cumpleaños me parecían demasiado monofuncionales, demasiado mundanos.



Me pregunto si ya entonces empezaba a sentirme distinto al resto, si la poca afición por los autitos fue el primer memo que me mandaba mi cerebro de que yo iba pa' gay. El segundo memo está claro que fue el fútbol, yo prefería pelotas grandes como la de Kiko, y jugar al Tombo o a las Naciones. Las pelotas de fútbol me daban susto. Estoy seguro que le rompí el corazón a mi padre ya a esa edad, y por eso no me sacaba a conducir su Chevy Nova y no me llevaba a sus partidos de Baby. O sea, al principio lo hizo, pero yo me aburría y le decía a mi mamá que no quería ir. Mi hermana se apropió con un fortísimo complejo de Electra de todas esas actividades, yo me quedé sin baby fútbol y sin autitos, y sin protoclases de conducción.

Pero esa primera navidad tras cambio de roles recuerdo estuve feliz, me compraron a todos los aerialbots, que eran unos Transformers que se convertían en aviones, y si los ensamblabas todos juntos hacías un robot gigante llamado Superion. Al que acabo de encontrar en la web lo cual me embarga de emoción!!!

lo confieso, de alguna manera a mis 7 años ya un observador agudo podría tener alguna idea de por donde irían mis preferencias sexuales. El Capitán Futuro era sin lugar a dudas todo un washón. Tigro y Panthro, de los Thundercats me gustaban más que Cheetara (aunque Cheetara era coolísima). Veía sin falta G-I Joe, pero los armamentos que ocupaban no me quitaban el sueño. No sentía que en Los Pitufos hicieran falta más pitufinas. Tampoco le hacía asco a Cariñositos, My little Ponys, Rainbow Brites, Frutillitas o Gummy Bears. Mis favoritos eso sí eran los Dragones y Calabozos.

Optimus Prime, el líder de los Autobots, representaba entonces para mí el ideal absoluto al que puede aspirar moralmente una persona. Cuando en la escuela nos hablaban de Jesús y que era nuestro amigo, yo pensaba que preferiría tener por amigo a Optimus Prime.

Optimus Prime...pero díganme que no es un dulce?, siempre sabía lo correcto por hacer, y lo hacía. Luego con esa cinturita en el chassis, y esos pectorales de parabrisas! La boca tapada por una mascarita con reminiscencias s/m. Optimus todavía me parece óptimo.

Pero en cambio los Hot-Wheels, o los autitos de la colección Burago, esos no hacían nada. No hablaban como Kit, el auto fantástico. No eran tus compañeros de travesuras, como Bumble-bee la citroneta amarilla. Mis amigos que tenían colecciones enormes de autitos apenas los sacaban a la calle, no fuera que se les rayase la pintura. Los tenían en sus piezas como si fuera una automobiliaria, estacionados uno al lado del otro, pegajosos de tanto lustramuebles Virginia que le pasaban cada día para ahuyentar al polvo. More like, Boring Wheels.

Suerte que yo tenía un amigo al otro lado de la calle, Marcial, que les tenía cero respeto a sus muchos autitos, con él hacíamos unas pistas mortales que terminaban en un barranco, queríamos que nuestros autos volaran como el General Lee de los Dukes de Hazzard, y finalmente todos terminaban por estrellarse que daba gusto contra una montaña de arena atacameña, luego sacábamos la manguera y jugábamos al aluvión. Creo que jamás se nos ocurrió pensar que los autitos transportaban gente que los manejaba desde dentro. Me pregunto donde estará mi amigo Marcial ahora. Duró solo un año en la cuadra, a su padre lo trasladaron. Oh, no, verdad que ese fui yo. Tres cuadras más abajo, curiosamente, ahora que me acuerdo, fue un ascenso.


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Luego ya nos vinimos a Santiago y los autos de verdad tenían mucha mayor presencia que los de juguete. Mi perro Rambo se tuvo que quedar en el norte porque era un callejero perdido y aquí lo podían atropellar. A quien sí atropellaron, en quinto básico, camino de catequesis, fue a mí. En frente de lo que hoy es el Imago Mundi. No, si entre yo y los autos siempre ha habido mala onda.

El único compañero que me fue a ver si tenía un hueso roto fue Hermenegildo. Que en octavo básico ya le sacaba el auto a la mamá. Era grandote así que pasaba piola. Era muy amanerado también, y creo que la afición por las tuercas era su manera de reforzar socialmente una virilidad bastante discutida que en cuanto te subías a su carro dejaba de existir a medida te contaba de las últimas fechorías de Carolina Fadic en Rompecorazones.

Hermenegildo era el gay de mi curso, sin que le hubiesen preguntado en primer lugar. Siempre hay uno, con la voz algo más suave y la muñeca algo más floja. Hermenegildo me caía bien y como ambos éramos malos para la pelota y vivíamos cerca se puede decir que éramos amigos. Pero yo no quería ser como él, y en ese entonces ni siquiera me planteaba que pudiéramos tener más cosas en común. Hermenegildo no tenía amigos, solo amigas, con las que se lo pasaba cuchicheando. Sabía mucho de autos, sí. Eso lo haría popular. Se conocía todas las marcas y cuando jugábamos bachillerato insistía en poner una categoría de automóviles. Es extraño como funcionan las asociaciones mentales, creo que el rechazo que me provocaba su forma de ser amanerada y pusilánime lo terminé proyectando a todo el rubro automovilístico. Hasta el día de hoy no tengo idea de modelos y prefiero jugar Donkey Kong a Need for Speed.

Nunca aprendí a manejar, en bachillerato, los primeros meses hice un curso en el Automóvil Club de Chile. Mi profesor era grandote, gritón y de voz ronca. Le encantaba hablar de cualquier cosa y quitarme el control del volante. Llegaba siempre atrasado, pero se lo perdonaba porque igual lo encontraba sexy en algún modo. El periodo del curso se acabó y yo me quedé sin saber estacionar, el profesor me dijo que en ese caso mejor que no diera el examen. No lo dí.

Después que le conté a mi padre que yo era gay sabía que las posibilidades de que me prestaran el auto se habían extinguido completamente. Tenía 19 años, y mi padre no sabía como reaccionar. Me castigó. Durante todo un año tuve que lavar y sacarle brillo a su auto todos los fines de semana. Mi hermana hizo el curso de manejo y sacó licencia. Yo me sentía miembro de una casta inferior. Sacó la licencia y nunca más la ocupó. Es que el complejo de Electra terminó por acabarse con la llegada del primer pololo, y en verdad es cierto que mi viejo el auto no lo presta.

Pero en el curso algo aprendí, y ahora no tuve problemas en echar a andar el Austin de Saatchi, ni en hacer los cambios (bueno, sonó horrible una vez al principio, pero yo esperaba hartas más horripilancias). Y es cierto eso de que estacionar un Mini es una delicia.

- Qué te parece como lo hago, Saat?
- Me parece que ya tengo copiloto para el viaje a Pucón que quiero hacer....(eso si tienes tiempo y no te molesta). En la carretera quedarás listo y cuando volvamos te aseguro que pasas el examen.
- Emmm, y cuándo partimos?
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viernes, diciembre 17, 2004

engatusamientos y buenas ondas varias

Me acuerdo de esas típicas compañeras de colegio, que antes de cada entrega de notas lloraban a moco expuesto porque se iban a sacar un rojo y los papás las iban a castigar y todo el cuento.
Al final era número fijo que se sacaban las mejores notas.
A mi me está pasando un poco lo mismo, mi blog se llama barroquejón, soy un tipo que de común se queja bastante y ahora resulta que me estoy quedando absolutamente desprovisto de motivos.

Digamos que en gran parte se debe a Saatchi, el jueves fuimos a comer al restorán Agua. Y ahora mismo se me hace agua la boca pensando en lo rica que estuvo esa cena. Saatchi me dice que es su restorán favorito en Santiago y que está buscando un chef para su hotel así que necesita probar la cocina local, que no sienta que me está engatusando con cenas caras, que él de todas maneras tenía que venir, que yo soy buena compañía y que mi inglés en excelente.

Y yo la verdad que no le encuentro ningún punto en contra al engatusamiento, es más, bienvenidos sean los regalitos. Si el mismo Saatchi se encarga de recordarme que la diferencia de cambio con Inglaterra es escandalosa, y que en Argentina ya no hay palabras para describirlo. Cómo son los restoranes argentinos?, pregunto yo tirando la indirecta así como quien no quiere la cosa.

Qué he hecho yo para merecer esto?, no, mi apellido no es Cuevas. Ni desciendo que yo sepa del marqués. Tampoco me considero un fabuloso amante, aunque en eso hay opiniones divididas. Mal dotado no estoy, pero luego tampoco soy Dirk Diggler. En fin, whatever. Mejor dejar de analizar todo y disfrutar. Saatchi dice que la vida es muy corta para andar viajando en clase económica. A qué se refiere con eso, no lo sé, yo acabo de asumir que la vida es muy corta para no viajar a alguna parte alguna vez, y si eso implica viajar de polizon, pues sea.

El miércoles nos reunimos los compañeros de la Universidad. No sé a quien se le ocurrió que cada uno hiciera un balance del año, qué es lo que hemos aprendido y cómo hemos cambiado desde que nos titulamos de periodistas.

Suena a dinámica grupal tóxica, pero salió bien. No sé, como que andábamos todos sinceros y afectuosos y poco pretenciosos y comprensivos. También es cierto que no tendríamos por qué no serlo. El caso es que incluso yo, que suelo destacar en estas reuniones como el único sin pareja, sin trabajo, sin auto y sin plata pa'l taxi (toda una serie de eventos desafortunados). Incluso yo cuando me llegó el turno de hablar sentí que tan mal no estaba. Y que no daba tanta lástima como tras veces.

No, no creo que haya sido todo efecto del alcohol. Más bien es efecto de la Mila, que es tan relajada que nos contagia. Y bueno, somos todos buenos cabros. Los pololos de mis amigas son de lujo y cuando eventualmente terminan se les hecha de menos.

En eso Morrissey suelta un comentario sagaz desde el equipo de música. "We hate it when our friends become succesful". Será eso, será que todavía nuestros egos no se ven menospreciados en nuestra compañía? Si alguna vez eso pasa, estoy seguro que seré el primero en anunciar el fin, como los canarios en las minas de carbón. Cuando yo ya no resista el grisú de la codicia, el arribismo y la competencia, entonces claramente las dinámicas de grupo se pondrán tóxicas y me quedaré con los cinco amigos que según el dicho son todo lo más a que uno puede aspirar en la vida.

Por mientras, tengo montones, y me encanta su compañía, y les deseo lo mejor.

La pregunta es la misma, cómo me aguantan a mí mis amigos? Sin trabajo, sin relación estable, sin plata. Este año me siento como un maestro del bluffeo, les digo que me voy a viajar a Europa, que seré pronto italiano, que entraré a la Academia diplomática, y ya con unos tragos de más les puedo decir incluso que me convertiré en un escritor de renombre. Pero todo eso tiene fecha de vencimiento en el 2005.

Por mientras vuelvo a lo anterior, no tengo casi de qué quejarme. Saatchi me llama en la noche para desearme con acento que duerma bien. Y justo antes que mi neurosis galopante me advierta lo cursi de la situación, mi nuevo amigo me dice que es el colmo que yo no sepa manejar a mi edad, así que mañana (si, tengo tiempo y no me molesta) le gustaría enseñarme a conducir su Austin Cooper, que es demasiado fácil de estacionar.

See what I mean? Luego no es de extrañar que me encante besarle la calva, creo que mañana me pondré los boxers que tengo ésos con la Union Jack.

Yeah baby, yeah!
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miércoles, diciembre 15, 2004

The amazing Mr. Saatchi

Mi breve charla con el guardia del Ritz me quitó todas las ganas de trabajar en Año Nuevo. Pero a la vez me quedó claro que trabajo hay, para inmigrantes indocumentados trabajo hay. Lo cierto es que yo estudié periodismo y debería buscar algo mejorcito, o al menos algo que pague bien. Por menos de 50 lucas en verdad prefiero quedarme en casa y ver los fuegos artificiales en familia.

El tema de la utilidad social del periodismo (mencionado por Isabel) es muy interesante y prometo discutirlo en un post posterior.

Ahora tengo una cita, he quedado en juntarme a las 14:30 en el Starbucks de Alcántara con cierto ciudadano británico que me tiene muy intrigado. Me gustan los ingleses, no por nada estoy planeando un viajecito allá. Me gustan los hombres medio amanerados y refinados y excéntricos. Me gusta el humor inglés. Los diseñadores de “Changing rooms” (t.c.c. “Su casa, mi casa”), me provocan bastantes pensamientos no muy santos. Me he vuelto adicto a “Changing rooms”, y sé que no estoy solo en eso. Sé de varias chicas que les encanta Laurence Llewellyn-Bowen, que ahora está de animador. Chicas, es todo suyo, a mí es el que menos me va, si más encima está casado (con una mujer). Go figure!

Yo andaba con sandalias. Saatchi a su vez llegó vestido entero de blanco, hacía mucho calor en realidad, me invitó un Frappuccino Mocha.

Sorprende el éxito de Starbucks en Chile, que haya gente dispuesta a pagar cuatro veces lo que solía gastar antes en café . Claro, es rico el café Starbucks. Pero es caro, es muy caro, y resulta curioso pensar que en Santiago el éxito de un local radique en subir los precios. Esto mismo le decía a un amigo al que le ha ido muy bien como representante de una tienda de carteras [Louis Vuitton], el local de Santiago es uno de los más exitosos de la cadena, junto con los de Asia.

Ese es Saatchi hablando, claro que traducido al español. A ver si les hago un bosquejo. Anglosajón de cuarenta, vestido como si estuviéramos en Saint Tropez, buen conversador, expresivo y quite charming. En los noventas llego a ser dueño de varios hoteles: en Brighton, Bath y Anglesey. Luego cuando llegó el brutal asalto de America Corp. Saatchi hizo un buen negocio, había venido varias veces a Sudamérica de vacaciones y tras “unos años sabáticos” decidió que aprovechando el cambio de milenio no venía mal cambiar de hemisferio también.

En Buenos Aires invirtió en un concepto que sonaba al principio muy arriesgado, un hotel especialmente dedicado a recibir al turismo gay, que ya entonces se vislumbraba como la salvación de la hotelería bonaerense. Con el peso bajo y los porteños cada vez más liberales, la legalización de las uniones civiles homosexuales el 2002 y la ola neoconservadora en EEUU, digamos que el timing lo es todo y que no le ha ido nada mal.

Y ahora tiene planes en Chile. Me dice que ha hecho estudios y que a su juicio es el momento adecuado para compartir el boom del turismo gay con Argentina.

Gaydar es así, Internet es así, una ruleta. Nunca sabes a quien puedes llegar a conocer. Y de repente te sorprendes de tu propia suerte.


-¿Qué planes tienes para esta tarde, dear Barro?

- Em, I think I’ll follow you home, that home made ice cream you mentioned earlier sure sounds tasty.


Así que nos fuimos caminamos hasta su departamento. Qué agrado es caminar. Qué agrado es saludar al conserje y subir en ascensor a un fabuloso departamento de El Golf y ser recibido por un Fox Terrier exquisito, cómo se llama? - Percival, o Percy, como te sea más cómodo.

Como me sea más cómodo. Tras un deslumbrante recorrido por el piso (repleto de cuadros y fotografías de autor, de ahí lo de Saatchi) con Percy obstinado en lamerme los dedos de los pies, terminamos por llegar a un comodísimo dormitorio de tonalidades marinas, Percy se tuvo que quedar afuera. Saatchi puso un disco de Thievery Corp.

No entremos en detalles, o sí? Uf, está el tema de la edad, sembrado de prejuicios. Luego te enteras que Brad Pitt tiene 41 años, que George Clooney tiene 50. Y el tema de la edad dejamos de verlo tan ortodoxo. Saatchi ciertamente tiene un buen cuerpo, esbelto y muscular, seguro cuidado como se cuida un jardín francés, o un bonsai. Un ejemplo a seguir, de cerca.

Y luego está el tema de la experiencia, que tanto nos machacan a quienes buscamos trabajo. Bueno, Saatchi ciertamente sabe como satisfacer a un horny twentysomething with a thing for foreign accents, a lo Wanda. Me dice que no me apure, que vayamos lento, y pronto me doy cuenta que conviene hacerle caso. Eso de "we're british, no sex please", ciertamente es un estereotipo que ya ni se aplica.

No es solo el acento, o el imperio, es la cultura, es el capitán Cook, y Phineas Fogg, y Lawrence de Arabia, y Hugh Grant, y Bruce Chatwin. Saatchi me dice que en Chile le impresiona la buena fama de los ingleses, algo que no sucede en otras partes del mundo, para nada. Acá en cambio basta que muestre el pasaporte británico y la actitud cambia. Para mucho mejor.

Saatchi materializa un frasquito de la nada. O del país de las maravillas, for what is worth. Me acuerdo de la cuncuna de Lewis Carroll tomando un largo sorbo de su narguilé.

-What’s the legal status of that?

- I think because as a substance it’s very flammable you can’t go just too industrial on it. But sure it’s legal, mate. Up your nostril, inhale, keep it there in your lungs, there you go , soon you’ll see the effect.

Suddenly I’m feeling my head pumping as if a warm breeze has gotten trapped inside, my ears start growing and it just doesn’t stop there, my skin gets soft as a chinchilla's, soon I become a rabbit, a naughty naughty naughty bunny rabbit. This pleases Saatchi very much. And I reckon what a brilliant idea this is to finally be able to get to Nap Utopia, by fucking ‘til exhaustion. Or well, shagging. Play that song again. How flexible you are. No, you are.

But Saatchi has a meeting later, we’ve been at it for too long, so.

Off to the shower, Hi Percy!, Bye Percy!, off by the shower, y luego el postre: helado de brandy y vainilla.

Todavía estoy prendido. Le digo a Saatchi que se de vuelta. Gotas de exquisito helado cayendo sobre su espina dorsal. Um. Ahora es mi turno. Alguno o alguna de ustedes vio el primer episodio de Queer as Folk UK? Yum. Bueno, pero al menos habrán visto Nueve semanas y media.

Yuly Yum Yum

Así que ahora tengo una nueva vacante en el departamento de fantasías.

Una cosa es llegar a casa relajado tras una notable sesión de sexo. Otra distinta es que te lleven a casa en un deportivo británico, atrayendo miradas, tras una tarde fabulosa de brit chatting y brit shagging. Con tickets reservados para la siguiente función.

- Cómo lo pasaste, hijo? (dice madre), encontraste trabajo? (dice hermano)

- Oh, muy bien, lindo día (a madre). No, no precisamente (a hermano).


Rápido, pongo el CD de Catatonia, y subo el volumen. Track#1 “Mulder and Scully”.

Seguro que en Kazaa la encuentran. Es que hay que ver la de cosas que uno puede encontrar hoy en día.

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martes, diciembre 14, 2004

Cedo la palabra

(Carlton Ritz, Reyes Lavalle, Las Condes, 14:00 de la tarde)

Sí, sí, sí, acá me podís dejar tu currículum. Esta es la entrada trasera del hotel. Trabajo de qué querís? Pa' la noche de año nuevo? Igual complejo, si ya me han llegado como 30 postulantes.

Erís chileno voh? Y pa' qué hablai así entonces?, pa' qué decís "viste"?, eso es de argentinos, tú erís chileno, habla como chileno.

Si querís pega yo te ofrezco una, 20 lucas pa' que me trabajís de guardia en un pub de Vicuña Mackenna donde estoy a cargo la noche del 31. Solo tenís que estar parado en la entrada de 23:00 a 5:00.

Tenís terno?, corbata oscura?, camisa blanca?. Estamos daos entonces.

Estai loco, si no hace falta ser musculoso pa' trabajar de guardia, a menos que sea pa una tocata. Mírame este ojo como lo tengo, eso fue de una tocata el otro día. Si van a puro armar rosca los mocheros culiaos. Ja ja.

Yo necesito unos 30 guardias, es que estoy montando una miniempresa. Que te queda lejos? Bueno, si querís no más poh.

Acá en el Ritz pagan 13 por evento, aunque por ser la noche de año nuevo capaz hacen más, pero no más de 30. Olvídate.

Pásame el currículum, deja echarle un lúkin. Canal 13, Qué Pasa, APEC. Yo también también trabajé en la APEC, sabíai?

Le pusiste banquete? No? A ver y voh que erís? Periodista? Y qué hacís hueón buscando pega de mesero? Qué no hay pega de periodistas, tan mal está la cosa?

Así que estai tirando currículum en todas partes. Sea. Mira, voh que soi periodista yo te tengo un dato y de ahí te hacís famoso. Acá mismo en el hotel el otro día, qué te digo, si fue este sábado recién, llegó de noche una señora con un niño de de 12. Tú qué creí? Pedofilia poh!

Y no, si acá no la dejamos entrar, si está claro que le llevaba el pendejo a un viejo que estaba aquí en el hotel. No, no era su esposa, pa ná, era una vieja ni tan vieja, turbia la mina, rucia teñida con la tremenda jeta y las gomas pa' que te explico, si parecía travesti la hueona.

Es terrible estas mujeres inmorales, no digo ná del sexo con pendejos, que ya es un tema peludo, pero es que a las cafichonas como ésa las deberían meter a todas en la cárcel, mire que andar traficando niños chicos. Deberían meterla presa y luego meterle a ella cosas por ahí abajo. Es que está muy recagado el mundo.

Qué tú decís que la economía de Chile está creciendo?

Ja, qué hueá, si acá lo que falta es Pin 8.
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lunes, diciembre 13, 2004

Sudando en el Polo

Así da gusto trabajar, al final de un camino que parece sacado de la película "Toys", en un lugar donde puede uno permitirse la expresión "me prestas el auto para bajar a Los Trapenses?".

Se juega una copa de golf en la Hacienda Santa Martina y yo estoy aquí esperando que se acaben los hoyos y comience la premiación. Mato el tiempo leyendo "Los novios búlgaros" del español Eduardo Mendicutti. Hace calor, mucho calor, suerte que estoy en la glorieta tapado por un toldo, con vista a la piscina con olas artificiales del club house. Parque Acuático explotador, sacúdete en tu cripta. Santa Martina le da tres patadas. Y yo veo como bajo el toldo se cuelan mariposas amarillas y libélulas que copulan en pleno vuelo. Tanto revoloteo me da hambre así que bajo a preguntar donde está el snack bar, vuelvo con un brownie y un jugo de piña. Trabajar en domingo, no hay derecho.

Todo gracias a Leandro, que cuando empiece a actualizar su blog tendrá un link acá al costado. A Leandro lo conocí gracias al blog, leyó de mis desventuras laborales y ahora soy su ayudante esporádico. Thanks blog for that.

Digamos que todo evento que se precie precisa de financiamiento, y canjes de publicidad, y entre medio de todo esto se necesitan pendones y mesas, y luego alguien tiene que instalar los pendones y cuidar que no se caigan, y finalmente retirarlos. Un trabajo de chinos. (jajjajaja)
Y alguien tiene que hacerlo.

Lo cierto es que si no es por Mendicutti gran parte de la mañana habría sido una lata.

Ahora sí, puedo reirme, porque ha vuelto Leandro, son las tres y cambiamos las brisas de las colinas de La Dehesa por el Club de Polo San Cristóbal. Antes sí almorzamos, un hot dog gigante con bebida y un helado mini Magnum, en la Esso de Alcalde Délano.

En el Club de Polo se juega la final de no sé que copa entre Chile y EE.UU. Nunca antes había visto un partido de Polo, siempre hay una primera vez, pero esta se demora en comenzar, Leandro nos pregunta a mí y a una sobrina suya que vino como promotora si acaso estamos muy aburridos, a mí las primeras veces nunca me aburren.

De hecho, la primera vez que me aburrí en la vida seguro que tampoco me aburrí demasiado.

Ok, ok, les sacaré algo de pica. Estoy en la carpa VIP, rodeado de sushi, cerveza Kross, Chivas Regal, bombones, bocadillos y un loop insoportable e hipnótico que viene del stand de LAN.

Hay un par de rubicundos lolitos promotores del Ritz Carlton que se aburren al rato y parten a hacer la cola para que les den helado Häagen Dasz. Yo me saco la gorra de promotor y los sigo. Lo que importa es la actitud. Estoy aquí rodeado del cuiquerío máximo de la capital, pero nadie tiene por qué darse cuenta que nunca he montado a caballo, y menos uno propio.

(con acento levemente paltón pregunto a Miss Häagen Dasz)
- No te queda de Dulce de Leche?
- No, se acabó
- Lata, siempre se acaba ese sabor, bueno, ya, vale, dame Tres Leches

No falta quien te mira con cara de, "a este compadre de donde lo conozco?". Es posible que de hecho si conozca a alguien acá, la Marlén no se casó con un polero?, su mamá está aquí, tan linda y germánica como siempre, sigue haciendo el comentario internacional en Canal 13? creo que sí.

De vuelta al VIP, el partido no empieza pero no falta el güiña, en este caso con facha de terrateniente. Huaso ignorante no más, desvirgina todas las promociones y luego termina por echarse a la boca una grosera porción de wasabi confundiéndola con palta (y yo que pensé que a estas alturas eso ya no ocurría). Corte a caballero paltón escupiendo wasabi tras el toldo. Cero clase.

En cambio hay una canaleta con barro a la cual han ido a meterse todos los pergenios de la socialité, chapoteando en el lodo que da gusto. Muy rubiecitos de ojos azules con ropa cara serán, pero antes que eso son niños.

Y comienza el partido, se juegan cinco chukkers de 7 minutos, pero con cada gol hay cambio de lado, y tras cada pausa se cambian caballos, cada foul detiene el reloj. Se hace un poco eterno el cuento, pero Chile va ganando, y luego nos empatan, es necesario que haya algo de tensión.

Entre los cuatro poleros del equipo de Chile destaca uno de apellido Zegers, yo estoy seguro que conozco a un Zegers y a la distancia trato de distinguir, pero no se puede, es difícil seguir un partido de Polo. La pelota (bocha), no es chica, pero igual. Una de ellas sale fuera de la cancha, Enrique Evans dice por los parlantes a los padres que tengan cuidado con sus niños porque les puede llegar un bochazo. El niñito que recogió la pelota quiere devolverla para que sigan el partido, pero sus padres VIP le dicen "No seai leso, guárdatela pa' ti". No digo yo?, cuicos güiñas.

Güiña: Especie de gato salvaje famoso por robar corrales y llevarse las gallinas.
Cuicos: Mejor háganse el test.

En las pausas nos paseamos con la sobrina de Leandro repartiendo promociones que no duran nada en nuestras manos. Hace calor todavía, fue una buena idea ponerme esta camisa de lino manga corta. De fondo suena Pink Martini's "Je ne veux pas travailler". Yo lo que no quiero es volver al VIP donde no se oye más que el enervante loop ambiental de LAN.

Finalmente Chile gana por 11-7. Y se escucha por los parlantes "Chileeeeenos, chileeeeenos, chileenos de corazón". Muy Club de Polo será, pero antes de eso, estamos en Chile.

Con Leandro nos vamos a ver la premiación y a los jugadores. Resultó que a Martín Zegers no lo conocía, pero ahora imposible de olvidarlo. Minísimo Zegers. Y todo el público piensa lo mismo. Le dan el premio al mejor jugador. Se lo da Javiera García-Huidobro embarazada de siete meses de un futuro bebé Cruz-Coke García-Huidobro. El resto de los poleros, celosos, lo riegan a Martín de espumoso champaña. Isabel Aninat y Pilar Lüders se hacen a un lado para que pase la yegua elegida por los jueces como el mejor equino del partido. Linda la yegua. Muy poco pretenciosa, se saca fotos con todo el mundo y firma autógrafos en el césped de a cuatro por vez.

Ni cortado ni perezoso, veo venir al héroe de la jornada y lo saludo.
- Martín, Felicitaciones!, y le extiendo la mano
- Gracias compadre!, y me estrecha la mano.

Guau, de cerca era aún más mino. Vamos revistas del corazón!, qué esperan!, quiero foto portada, romance inventado con figurita de TV y paparazzis tras de él en vacaciones. Me imagino el título: Polero sin polera.

Comienza el cóctel propiamente tal, sólo los que tienen un pin que dice VIP pueden entrar a la carpa. Sólo ellos, y los promotores, claro está. Entre todos nos damos un atracón de bocadillos, hay que ayudar a las garzonas que les duelen sus brazos sosteniendo bandejas. Pollo, champignones, queso, brochetas de fruta. Demasiado para mí, tengo que ir al baño.

El baño del Club de Polo presenta una fila de candidatas a Miss 17 que quieren entrar y ya miran con codicia el desocupado baño de caballeros, al cual servidor entra sin más trámite.
Muy baño del Polo será, pero la cadena no funciona. Ups. Siento haber caído en una trampa. Reviso las llaves de paso, nada. Al final destapo el tanque y veo que se rompió el tirador interno. Vacío el tanque manualmente y me retiro aliviado, ahora que pase el siguiente, y ojalá que sepa algo de W.C.-ología. Esto sí que es Caiga quien Caiga. Me cruzo en el pasillo con...cómo se llamaba el general de ejército ese con el bigote blanco?

Está oscureciendo, voy a llegar tarde a la casa de la Mila. Que está en Chile tras unos dos años de ausencia. O capaz menos, pero sin la rutina universitaria parecen más. Muero de ganas de decirles a todos que he llegado tarde porque he estado en VIP del Club de Polo, y que pasé la mañana en el Golf.

Lamentablemente cuando llego ya todos se han ido.

Pero bien, es casi mejor. Tengo a Mila para mí solo. Hablamos de política gringa, del Sida entre los latinos, de las posibilidades de Machuca de ser nominado (yo le tengo fe, y Nathaniel le tiene fe), pero Mila vive en L.A. y me dice que allá nadie ha oído de ella. Me dice que la última peli con que rayó fue "Sideways".

El miércoles habrá una reunión del grupo de la Universidad. Llegaré temprano, esta vez sí. Pero está difícil repetir esto del Golf y del Polo, y Martín Zegers!

Guachito.
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sábado, diciembre 11, 2004

Offa's Gay Path

Tanto comentario!, y tan positivo todo. Nadie me dice que es un delirio pensar en viajar a Europa cual turista exitoso cuando me defino en este blog como desempleado y dando bote, nadie me recuerda que en Britania llueve todo el tiempo, incluso por ahí se ofrecen a acompañarme.

Y es que claro, pesa más el sueño, la idea del viaje siempre es positiva. Que no parezca que me estoy escapando de Chile porque el futuro me aterra, porque me siento escandalosamente inútil e incapaz de valerme por mí mismo.

Si no fuera por Jeff no estaría planeando esta fuga, mi amigo se iba y yo simplemente no podía soportar la idea de no verlo nunca más. Y no era sólo Jeff, eran mis sueños de pendejo, las cosas que me han motivado toda la vida, sonidos, olores, sabores. Decidí que tenía que partir.

Y sigo decidido a hacerlo.

En uno de estos días deberían llamarme del consulado italiano, para decirme que tengo que ir a firmar, que mi madre, mis hermanos y yo somos ciudadanos italianos. Como toda espera, tiene su lado angustiante. Qué hago si algo falla? qué hago de mi vida?

Calma, calma, que por lo pronto está todo bien. Jusqu'ici tout va bien, como puede leerse en la oscura pared de mi pieza, escrito con tiza.

Conocí a un inglés por internet, y (muy inglés él, con un acento igualito al de Michael Caine) fijó una cita conmigo para el lunes. A mí me interesa hacerle miles de preguntas. A él le interesarán otras cosas. A mí no me complica, tengo 26 y cualquier cosa me calienta (será el desempleo...?). Él tiene 44.

Acabo de ver en Cinemax "L'ultimo bacio" y me siento tan desesperado como sus protagonistas. Reviso mis planes, decido hacer algunos cambios. Creo que recorrer las Midlands es una pérdida de dinero. Le diré a Jeff que me acompañe a carretear a Birmingham (o Manchester), y luego me iré a Chester, capital del condado de Cheshire.

Chester se enorgullece de su pasado como fortaleza romana, y de sus casitas de madera en blanco y negro. Desde sus murallas pueden verse los montes del norte de Gales, donde en el medioevo se creía habitaban dragones. Allá comienza el Offa's Dyke Path , camino creado por el rey Offa de Mercia en el siglo VIII, y uno de los 15 National Trails que recorren Inglaterra y Gales. Ven a qué me refiero? puedo concentrarme en las rutas de caminante y así ahorro plata. Dedico para Londres, Cambridge y Gales el mes de Mayo. Luego en junio recorro Somerset y Wiltshire, con la opción de abordar un barquito en Southampton y cruzar el canal de la Mancha. Mi cumpleaños, que es el 14 de julio, lo quiero pasar en Francia, en Saboya tal vez (los ex-países son mi debilidad). Porque está claro que definitivamente sí tengo que ir a Italia, exhibiendo el apellido de mi madre como si fuera un boleto ganador del Kino.

Y si la famiglia piemontesa no resulta ser más que un grupo de pastores sordos, gritones y que hablan en un incomprensible dialecto regional, entonces me voy a lo de mi amigo en Firenze. En Firenze el 2005 Dino de Laurentis estará filmando una nueva versión de "El Decamerón", con Mischa Barton (de "The OC"). Yo estaré aún más flaco si se puede y no debería tener problemas en ser contratado como extra, uno de los 500 enfermos moribundos con peste bubónica que seguro el guión necesitará para un par de escenas.

...

Sería tan fácil perder la razón. Esta locura del viaje sin embargo me mantiene focalizado. Resulta curioso.

Resulta que sí puedo sacar libros del Café Literario de Providencia. No necesito el carnet. Así que saqué a Hanif Kureishi y Julian Barnes, viejos amigos que me hacen sentir británico a la distancia. Ricardo me recomendó además leer a W.G. Sebald "Los anillos de Saturno", que parte con la premisa de este tipo que vagabundea por los pueblitos de Suffolk. Pienso en qué libro llevarme para el avión (tiene que ser uno que despierte simpatías, sería óptimo hacer amigos en el vuelo), he pensado releer "Great expectations".

Flotar es caer, y hay que huir hacia adelante. Gracias a todos nuevamente por sus comentarios. Gracias a Humberto y a Oi por sus consejos. Gracias a Leandro que me ha estado ofreciendo peguitas chicas salvadoras en el Club Hípico y el Club de Polo. Gracias a Om que desde Philadelphia me da ánimos y me recuerda sin intenciones de ofender que vivir de los padres a los 26 es considerado por los gringos simplemente "pathetic".

Y gracias a todos los que piensen que soy un nerd. Los nerds llegan lejos.
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jueves, diciembre 09, 2004

Barro does Britain

Hace dos días recibí del UK los últimos brochures que me faltaban, de Wales y Mendip. Ahora ya puedo desplegarlos sobre la alfombra y planear mi viaje.

Mi viaje al país más caro de Europa, sin yo tener todavía tarjeta (de débito, pues crédito quien va a darme), sin tener parientes que me reciban de brazos abiertos, sin tener muy claro siquiera si es legal allá dormir bajo las estrellas. O si llueve mucho en primavera.

Pero démosle, estos son mis planes:

Via British Airways (que curiosamente resulta lo más barato) arrivo en los primeros días de mayo al aeropuerto de Heathrow, Londres. Digámosle chao a unos seiscientos mil pesos, yo la dura pensaba que iba a costar más.

En Heathrow hay una estación del London Tube, cargado con mi mochila de explorador y alguna que otra maleta de mano pagaré la tarifa y me bajaré, me bajaré, me bajaré, digamos que en High Street Kensington, para alojarme en el Hostelling International de Holland Park. Veinte lucas la noche, and that's as cheap as it gets.

A la mañana siguiente, paseo por Kensington Gardens, la estatua de Peter Pan, St.James Park (me encantan los parques, que más encima son gratis para recorrer). Día de caminata, al Big Ben, a la Tate Gallery, tomar barquito por el Támesis hasta Tower Bridge, o hasta Greenwich, cantar bajito al pasar debajo, "London bridge is falling down".
Perderme en la City, y encontrarme bajo la estatua de Eros en Piccadilly Circus. Muerto de hambre llegar a algún callejón donde vendan ensaladas o sandwiches, o encontrar un supermercado y comprar barritas de granola. La consigna es no gastar. Ir a los museos que es gratis, a la National Gallery, a la National Portrait Gallery, a la Tate Modern. Sentarse frente a "La balsa de la medusa" de Gericault y descansar los pies, que a esta altura ya arden.
Cobrarle la palabra a Ian en Islington, que me prometió devolverme el tour que le hice por Santiago. Ver si puedo cambiar el tour por una camita y un buen desayuno inglés, en caso que el hostelling resulte más caro de lo que esperaba.

No más London, tomar el tren en King's Cross. Rumbo a Cambridge. Son 30 lucas por 45 minutos, pero vale la pena llegar en grande a Jeff's town.

No tengo mapas de Cambridge, allá Jeff será mi guía. Me quedaré allá a lo más una semana. Hay que hacer punting en el río. Averiguar exactamente qué significa hacer punting en el río.

Comprar una bicicleta, y pedalear hasta Ely, donde hay una catedral que se debe ver bonita desde lejos.

De Ely a Peterborough, de Peterborough a Thurlby en Lincolnshire, en Thurlby hay otro hostal. Darse una merecida ducha en el hostal tras recorrer 60 kilómetros en bici. Que tampoco es tanto.

De Thurlby a Grantham, encontrar el manzano que le enseñó la ley de la gravedad a Newton, y ver si me enseña a mí como dormir una siesta. Cuidar que no me roben la bicicleta mientras aprendo.

De Grantham me voy al castillo de Belvoir, en Leicestershire. De ahí a Nottingham, encontrar algún lugar barato donde dormir en Nottingham.

Nottinghamshire lo tengo planeadísimo, via Hucknall (visitar al fantasma de Lord Byron en Newstead Abbey) y Mansfield llegar a Sherwood Forest. Creerme Robin Hood. Hallar el viejo roble. Acampar.

Llegando a Worksop o Chesterfield, hacer trampa, y tomar un trencito o bus que nos lleve a mí y a la bicicleta a Birmingham.

En Birmingham, pasar a ver a los prerrafaelistas del Museum and Art Gallery (sí, gratis), y luego tal vez gastar 10 lucas en la fabrica de chocolates de Willy Wonka. O comer Balti de Kashmir en Moseley, el barrio de los Ocean Colour Scene. De repente llego a tiempo para el Gay pride Parade.

De Birmingham descolgarme a Stratford-upon-Avon, y de ahí a Worcestershire, donde hay otro albergue juvenil en Malvern Hills. Visitar el Golden Valley. Bueno, hay muchos, pero yo quiero ir a ese donde se grabó una escena de Shadowlands, creo que es el que está cerca de Ross-on-Wye.

Cruzar a Gales por Abergavenney, y entrar al parque nacional de Brecon Beacons. Hay una ruta en bicicleta que baja las Black Mountains por Merthyr Tydfil, pasando por Pontypridd y llegando finalmente a Cardiff.

En Cardiff, comprarme algún gorrito o polera con el dragón galés, y decir P'nhawn Da Shw Mae a todo el mundo.

Si no me queda plata para eso, irme en bici hasta Tenby y pedirle trabajo a Rhys en su hostería.

Botar la bicicleta, que seguro se habrá pinchado entera bajando el Taff trail. Tomar un bus o hacer dedo hasta Caerleon, para visitar las ruinas romanas. Luego en otro bus cruzar el puente del canal y llegar a Bristol. Meditar en Bristol si vale la pena desviarse un poco de la ruta para conocer Bath y sus termas.

Estamos en Somerset, y en Somerset se camina. Bueno, se camina en toda Inglaterra al parecer. Camino pues a Cheddar, donde más que el queso me interesan las cavernas. Y llegó así a Glastonbury, por fin.

Glastonbury Abbey, Glastonbury Tor, the Chalice Well. Avalon!, el festival! Seducir a algún descendiente de Merlín y cosechar muérdago con una hoz de oro. Darle gracias a la Diosa por llegar a Glastonbury (y a Marion Zimmer Bradley por sus novelas).

De Glastonbury a las ruinas de Camelot en Cadbury, a menos que ya esté chato de las leyendas artúricas (que mala la película King Arthur, la odié). En tal caso seguir camino via Frome hasta Longleat. Longleat que alberga el laberinto de setos (hedge maze) más grande del reino.

Demonios!, idea mía o ya empecé a sonar igualito a Chevy Chase en National Lampoons' Vacation?

Ahora que estoy en Wiltshire supongo que ya no quiero más. Pero el clima está estupendo y me dedico a hacer dedo de caballo blanco neolítico a caballo blanco neolítico. Ir de Westbury a Salisbury, pasando por Stonehenge y Avebury, y Marlborough. Aprender a pronunciar Marlborough. Cantar "Mambrú se fue a la guerra".

Llegar desfallecido a Oxford y caer muerto junto a la estatua de Percy B. Shelley en el University College. Contar con caerle simpático a algún profesor de poesía inglesa, regresar a Londres o a Cambridge, opcional.

Hacer que me arresten por vagancia y dormir tres días seguidos.

Se supone que debería entonces despertarme y seguir ruta, tendría que llegar a Turín en el Piemonte y encontrar a mi familia italiana en el Biellese. Tengo un amigo en Florencia que me dice que me recibe. Luego a fines de agosto tomar el avión de vuelta en el aeropuerto de Fiumicino en Roma.

¿Estoy absolutamente loco por pensar que podré hacer todo esto, con apenas un millón en el banco?

Pero bueno, siempre puedo ir a Suiza y trabajar empacando yerba, cierto Pilar? O sea, con la nacionalidad italiana ya de hecho puedo trabajar en cualquier parte. Partiendo por el Pleasuredrome en London.

Tal vez antes de Italia debería ir a Madrid.


To buy or not to buy an Eurailpass, that is the question.

¿Creen que si les mando mails a todos estos lugares diciendo que soy periodista de la Revista Domingo en viaje, me reciben y me hacen descuento?

Ya le mandé un mail al British Museum diciendo que quiero escribir un reportaje sobre qué hicieron con nuestro Milodón.

Uf uf uf.

Vamos Barro que se puede.
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Mi amiga China me dijo una vez que yo le parecía demasiado nerd por saber tanto de países en los que nunca he estado.

Yo le respondí, "Y a mucha honra"

El caso es que yo podría estar parapléjico, for all you know, y aún así escribir de mi odisea británica, siguiendo con el dedo los mapas y ayudado de no poca imaginación.
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GranBretaña en todo caso, tiene todo habilitado para recibir a turistas en sillas de ruedas. Se sabe que los discapacitados están integrados en la sociedad cuando dejan de dar lástima para en cambio protagonizar escándalos sexuales. Imagínense que David Blunkett, ciego de nacimiento, era uno de los candidatos mejor aspectados para ser el próximo UK's Prime Minister. Hasta que hace poco quedó la grande cuando se supo que había dejado embarazada a su amante, Kimberley Fortier, editora de The Spectator, casada con otro hombre. (en chileno, el ciego se mandó un Sobalarrieta, y Kimberley un IvetteVergarazo).

You gotta love those brits.
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martes, diciembre 07, 2004

Tiempo y Espacio

Patricia se casa, se casa!, y Marisela se ha comprado un departamento, a escondidas de sus padres, y de su ex novia, que ahora trabaja en la notaría de su padre en La Serena.
Ismael estuvo a punto de decidirse por un Loft en el barrio Brasil, pero terminó pagando el pie de una casa en los suburbios de la Ciudad Satélite de Maipú. Una casa entera para el solo, quizás qué frustraciones y sueños infantiles está pagando junto con la hipoteca.

Porque eso es todo lo que nos va quedando de infantiles, los sueños, nada más. Y ya los sueños nos parecen caprichos embarazosos, hijos fletos, que cuando nos preguntan que es de sus vidas respondemos cambiando de tema, "sí, está bien, ahí buscando trabajo. No, no pololea. Cómo era la receta de ese quiche que preparaste la otra vez?".

El tiempo, el tiempo se apodera de mi generación, como lo hizo de la anterior, y lo hará de la siguiente. Mire a donde mire todo no es más que una carrera desbocada hacia la madurez y las jubilaciones. Y la muerte, por cierto, la innombrable esa. Voldemorta.

Arturo, que es un adolescente eterno y desde que abandonó su casa a los 19 años vive día a día. Arturo a sus 36 rompe esa regla y se refocila hablando de la muerte. Como si hablara de flatulencias. Como si fuera gracioso, quizás lo sea.

Quizás sí, es muy gracioso ciertamente. Es gracioso competir por una posición, un trabajo que te devore tus horas libres y te haga ver bien ante tus amigos, esos amigos que ya no tienes tiempo de ver, porque el trabajo te ha esclavizado. Mantener una familia que te trata como un accionista todopoderoso más que como un padre. Y todo para qué?, al final no hay diferencias.

Desespero del mundo de los adultos, y mi cuerpecito de niño es casi la expresión de esa protesta. Mi padre, que es la tortuga sobre la cual se equilibra el mundo de mi familia, mi padre no tiene amigos. Se lleva bien con las secretarias y con sus colegas profesores. Supongo. Pero llegan las vacaciones y no tiene con quien salir fuera de nosotros. Como un robot sin iniciativa, lo llevamos al cine, le ponemos música, le cambiamos los canales de la televisión. Mi padre ha de ver Los Simpsons y envidiar a Homero, que se junta en la taberna de Moe a tomar cerveza Duff con los otros adultos hombres de la serie. Homero no es como él, Homero tiene una vida social.

Mi madre, mi madre trabaja todo el día, y más ahora que estamos todos los hijos o cesantes o en vacaciones. Creo que quiere mostrarnos con el ejemplo que es necesario hacer algo en la vida. Pero luego el reloj da las siete, ya no hay más labores domésticas que ejecutar y a madre le asalta el sueño. Dormir es morir un poco, y para mi madre es el mejor momento del día. Me lo ha dicho. A ver si se olvida del pánico que le provocó creer haber visto un ratón en la cocina. A ver si se olvida que mañana debe despertarse a las seis para hacerle el almuerzo al pololo de mi hermana, mi hermana que ahora se lo pasa metida allá. Mi hermana descarada que le ha preguntado a mi madre si acaso podría lavarle los calzoncillos a su pololo.

Y mis padres son todo un ejemplo de felicidad, los únicos de la familia que no se han divorciado. Que agradecido les estoy por eso! Los únicos que no se han vuelto Jesus freaks, o vendido su alma a las tarjetas de crédito, o derechamente al alcohol, la droga, la soga.

Los vecinos, mejor ni me pregunten, cuando se mudaron eran una familia encantadora, con varios cabros chicos. Ahora todas las niñitas se reprodujeron y cargan coches con bebés llorones, mientras los hijos (con bigote desde los 8 años) se lo pasan en la calle mirando feo a los transeúntes y escupiendo en las veredas. Les tengo miedo a mis vecinos, temo que el tiempo de al lado sea mucho más veloz que el nuestro, y en un descuido nos contagie.

Adultos, tanta prisa por ser adultos. Tanta complicidad. Y tan patéticos que son los supuestos escapes que nos ofrece ese destino.

Rogelio, seduciendo jovencitos cada vez con menos posibilidades. Romualdo, negándolo todo y abrazando a su Iglesia. Rosendo, gastando todo lo que gana en ropa. Rotario, gastando todo lo que gana en whisky.

Así que yo quiero escapar, cambiar de espacio. Como si en otro lugar las cosas fueran distintas y la gente tuviera sus vidas para sí mismos, para ser felices y hacer felices a los demás.

Rhys, quien por su foto parece de 50, me ha mandado un mensaje a gaydar. "Your face is beautiful", me dice. Y me adjunta un link, el link de su hosteria en el publito costero de Tindy, en Pembrokeshire, Wales.

Tal vez se trate de un asesino en serie, tal vez no. Pero me meto a la web de la BBC y empiezo a aprender galés. Quiero trabajar ahí el próximo verano, me dice que si voy para allá algo puede arreglarse.

No es fácil, el idioma galés.

Kristopher, un estonio de 21 años me manda otro mensaje. En su perfil se le ve chapoteando en las aguas de Mallorca. Se le ve vestido con poleritas de rayas frente a una iglesia de Tallin. Me invita a conocer su país, y su sitio web personal. Reviso todas sus fotos, en ninguna deja de sonreir. Una risa báltica insólita, tal vez inédita en un país donde hasta hace poco las sonrisas eran política de Estado.

No me hago ilusiones con aprender estonio.

Mi inexplicable felicidad se acabó. Nuevamente me azota el desempleo. Quiero atarme a un cohete y partir lo más lejos que pueda, lejos del tiempo que se engulle a sus hijos, lejos, más lejos. A un lugar donde me pueda sentir útil, donde mi título de periodista PUC no me sobrecalifique para vender verduras en el mercado, si descubriese que eso es lo que quiero hacer.

I was looking for a job and then I found a job.
But heaven knows I'm miserable now.

Cíclico, todo es cíclico, el tiempo y el espacio son cíclicos. Me sumergiré en la tristeza hasta encontrar otra perla de felicidad abisal, y luego volver a extraviarla, siguiendo el ritmo.

Arturo no me habla, está indignado por mi desapego con las emociones. Me aplica la ley del hielo. Ha empezado un blog y no me quiere decir cuál es su dirección. Le molesta que lo trate de "ex", no entiende que a mí me encanta, acaso no nos convertimos indefectiblemente en eso todos, en "exes"?

No entiende que las vías ferroviarias que todos me proponen están que arden y no logro enganchar en ellas mi vagón multicolor. El amor, el trabajo, el dinero, la muerte, la familia, la vida solitaria de un gay asumido. Todo arde bajo un sol de hace siglos. Todo me parece tan poco original, tan árido, tan predecible, tan inerte. Que no me queda otra que escribir otro post en mi blog como quien canta un fado.

And heaven knows I'm miserable now.


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